Libro de los Demonios Capitulo 6 - Guerra civil
Tras arduas horas de desarrollo en el laboratorio, Nilas ordena que algunos descansemos por nuestra faena. En eso me recuesto en la pared de una parte externa del complejo que da una vista excelente hacia el limbo que esta cercano a este lugar.
—Konoka: Estoy cansada.
Volteo para ver a Konoka muy cansada por andar trabajando y a su lado esta Arakiela.
—Arakiela: Igual yo.
—Comamos juntos.
—Konoka: Claro.
Enseguida saco un poco de comida que prepare y comparto con ellas.
—Crei que los homúnculos no comían o bebían.
—Konoka: Sos algo tonto verdad, a pesar que son fuertes y con destrezas enormes, son como ustedes los humanos que necesitan comer, beber y dormir.
—¿Y como fue que Arakiela sobrevivió tanto tiempo?
Mi pregunta hace que Konoka también vea expectante su respuesta.
—Arakiela: Sucede que tras la batalla con los enemigos hace muchos años, a pesar que fui herida gravemente sobreviví por poco fingiendo mi muerte.
—¿Y por que nos atacaste?
—Arakiela: Sucede que cuando logre escapar de la muerte, los demonios que nos crearon no intentaron ayudarnos nada mas fuimos sus titeres y por eso los ataque.
—Entiendo, es de esperarse tal reacción tras lo que pasaste.
—Arakiela: Además sobreviví todos estos años gracias a que mi amiga me dijo como.
—¿Que te dijo?
—Konoka: Una mezcla de elementos químicos y catalizadores permiten una renovación en las células y por lo tanto les da la capacidad de vivir mucho mas.
—Ohhhhh.
Eso me resuelve esa duda que tenia cuando la vi. Luego de eso empezamos a charlar y ver como Arakiela a pesar que en términos humanos se ve de mi edad y tamaño, tiene la mentalidad de una niña.
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Mientras en el estado de Falios...
Estamos en el balcón y el amo se encuentra viendo el techo.
—Amo, recibí un informe de Rowens.
—Amo: Dejame ver.
Le entrego la carta que esta sellada mágicamente.
—Amo: Ya veo así que lo harán de inmediato.
—¿Que dice?
—Amo: Supongo que es hora de pasear un rato.
—Como ordene amo.
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Mientras en el laboratorio de Andord...
—Soldado: Señor Nilas tenemos noticias que no le gustaran.
—Dime.
—Soldado: Enviamos unos espías tal como ordeno y hace unos minutos recibimos un informe de que los enemigos acampan a las puertas de nuestro territorio.
—¡¿Como?!
—Soldado: Además dicen que planean un ataque.
—Mmmm malditos hijos de puta se nos adelantaron, lo malo es que nuestros homúnculos apenas están en fase de desarrollo no creo que salgan para antes del ataque.
—Soldado: ¿Cuales son sus ordenes?
—Por el momento envía centinelas a sus cercanías necesito saber sus movimientos cuanto antes.
—Soldado: Como ordene.
—Ah casi lo olvido, si atacan mantenganse a salvo y resistan como mejor puedan.
—Soldado I: Si mi señor.
El soldado sale a todo ímpetu. Doy un leve suspiro ante su informe.
Supongo que tendremos que pelear con lo que tengamos.
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En la parte fuera del complejo...
—Buen provecho.
—Arakiela/Konoka: Buen provecho.
En eso aparece Erika.
—¿Que sucede?
—Erika: Rápido, el señor Nilas os quiere ver.
Guardo las cosas y vamos de prisa con el que esta adentro con los demás, al llegar esta viendo una especie de imagen.
—Erika: Ya los traje.
—Nilas: Excelente quiero que miren esto.
Al ver mejor la imagen nos sorprendemos por el hecho de que hay miles y millones de demonios a las cercanías de Andord, lo peor de todo es que mas vienen en camino.
—Nilas: Falios, Rowens y Sadanos atacaran.
—Konoka: No estamos listos del todo.
—Nilas: Lo se y nuestras tropas están mermadas.
—¿No podemos hacer mas?
—Nilas: Por desgracia Alex, los homúnculos no están listos, nuestro ejercito es escaso y para colmo el enemigo nos supera en numero y tamaño.
Hay a nuestro alrededor un ambiente demasiado tenso.
—Konoka: Creo que se como acabarlos.
—Nilas: ¿De que hablas Konoka?
—Konoka: Cuando termino aquella batalla, ¿sabes si retiraron todos los cuerpos de los homunculos?
—Nilas: Hasta donde se no todos, algunos quedaron.
—Konoka: Necesito que envíes a tus subordinados a sacar al resto del lago y llevarlos al campo de batalla.
—Nilas: Esta bien, espero que tu idea nos ayude.
El hace venir a un guardia para darle instrucciones, luego todo el mundo empieza a prepararse lo que mejor puede.
—Nilas: Creo que es momento de irnos.
—Erika: Entendido.
Abandonamos el lugar y volvemos a la mansión para una reunión de emergencia.
—Nilas: Por el momento el enemigo no ha hecho nada.
—General I: Han llegado refuerzos de las demás zonas de Andord como ordeno, pero aun así son insuficientes para el enemigo.
—Nilas: Tranquilo general, esta vez contamos ayuda que vale miles.
—General II: De acuerdo, hemos puesto barricadas, artillería y vigilancia en la zona.
—Nilas: De mal en peor, bueno también iré a la batalla.
—General I: Pero mi señor, sabe bien lo que implicaría si va personalmente.
—Nilas: Lo se pero no tenemos mucho tiempo.
—General II: Me han informado de tu plan.
—Nilas: Ya sabéis que hacer.
—Todos: ¡Si!
Nos movilizamos al lugar de conflicto y al llegar a las barricadas vemos a pocos soldados frente a una legión que es enorme hasta donde soy capaz de ver, la oscuridad dificulta ver la cantidad exacta.
—Esto no me gusta, ¿sabes bien lo que haces Konoka?
—Konoka: Me sorprende que lo digas, confía en mi.
—Esta bien.
Sigo sin saber como o que hará exactamente Konoka pero confió que en saldremos de esta. En eso suena una especie de cuerno a la lejanía y por la reacción de los demás presagia el inicio de la batalla.
—Nilas: Todos a sus posiciones.
De inmediato se me ordena subir a la parte alta de la barricada. Y una voz ronca se escucha a lo lejos.
—Voz ronca: ¡Ataquen!
De entre la oscuridad una gran cantidad de destellos iluminan el cielo.
—Nilas: Sello demoniaco, espinas de vacuidad.
El lanza las espinas en dirección a los destellos los cuales generan grandes explosiones sin causarnos daño, pero los destellos no cesan, voy hacia el para ayudarlo.
—Arte chi, muro de tierra.
Levanto la tierra para ayudar a mitigar los impactos.
—Nilas: ¿Konoka cuanto te falta?
—Konoka: Un poco nada mas.
Tras soportar un poco nuestras barreras son destruidas y los proyectiles principian a herirnos.
—Soldados: Aghhhhh.
De los 3 millones de soldados cayo la mitad, salgo a combatir junto con Erika. Haciendo uso de mis habilidades consigo derrotar a 30 mas o menos pero entre que lucho y esquivo los proyectiles es una tarea difícil y por sobre todo estos no se dejan tocar tan facilmente.
—Nilas: ¡Chico!
Volteo para ver.
—Nilas: ¡Protegela!
Me alejo del combate para proteger a Konoka. Ella mientras esta concentrándose, a la distancia veo que a pesar que caen soldados del enemigo, aparecen mas como si fueran ilimitadas.
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Al otro lado del combate...
Observamos con total tranquilidad la escena de muerte desde un cerro junto a los generales del combate
—Veo que todo va bien.
—General: Ni modo supongo que se repetirá lo de antes.
—General I: Lo dudo si lo que dices es cierto entonces el enemigo cuenta con ayuda.
—Por lo que veo si, pero mientras mantengamos la presión sobre ellos no prevalecerán.
—General: Si lo planteas de ese modo bien, tropas avancen, artillería fuego.
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De regreso al lado de Andord...
—Nilas: Resistan, los heridos ponerse a cubierto.
Observo destellos enormes que a diferencia de los anteriores. Nilas se apresura a levantar una barrera la cual a duras penas resiste, del humo de la batalla el ejercito enemigo no parece desistir; las cosas están mal de nuestro lado ya que perdemos a muchos, Nilas no dará un paso atrás contra los enemigos.
—¿Ya mero Konoka?
—Konoka: Ya casi.
Ella esta absorta en conjurar su magia para lo que sea que vaya a intentar.
—Arakiela: Konoka también te cuidare.
Arakiela retrocede para ayudarme a cubrirla. Mientras desviamos y bloqueamos tiros del enemigo.
—Nilas: ¡Retroceded!
El grita para que las tropas retrocedan, por poco sufren una gran lluvia de ataques, rayos esto se esta complicando pero en eso noto algo y es que Konoka esta haciendo una tonalidad con su voz y a lo cual sale una canción que me da como nostalgia y furia.
Levantad, hijos de la carne y sangre.
Vuestro día de luchar ha llegado.
Hijos de la carne escuchad mi voz,
No dudéis, levantaros ya.
En eso veo como los cadáveres que fueron distribuidos por el campo de batalla comienzan a moverse y tomar sus armas, atónito estoy a causa de que nosotros eramos 2 millones y gracias a los homúnculos somos 4 billones de combatientes
Escuchad mi voz, alzaros ya,
Hijos de la carne, luchen una vez mas.
Aquellos que los vejaron y ultrajaron están ante vosotros.
Mostradme pues vuestro enojo ante ellos.
Los homúnculos que están con mirada sin vida se tornan a una mirada de furia hacia Konoka, algo que me hace ponerme en guardia, al ver a mi lado Arakiela esta afectada por la canción por lo que también me interpongo entre ella y Konoka.
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Del otro lado de la batalla...
—General: ¿Que es esa canción?
Me doy cuenta de una voz familiar que se escucha débilmente en el viento.
—Ya veo que decidiste volver a tus raíces, ¡hijos míos matad a los ilusos!
Mis creaciones se dirigen como torrente hacia el campo de batalla.
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De vuelta al lado de Andord...
Levantaros, Hijos de la carne y sangre,
Vuestro día de luchar ha llegado.
Hijos de la carne, escuchad mi voz,
No dudéis, levantaros ya.
Perdonadme por dejaros fenecer,
Mas por mi inutilidad he aprendido.
Peleen una vez mas,
Griten con todo vuestro corazón que vivos están.
Increíble, la ira de los homúnculos es redirigida de Konoka hacia los demonios y los homúnculos rivales incluso Arakiela también empieza a tener una furia enorme.
Escuchad mi voz, alzaros ya.
Hijos de la carne y sangre, luchen una vez mas.
Aquellos que los vejaron y ultrajaron están ante vosotros.
Mostradme pues vuestro enojo ante ellos.
Konoka cesa su canto y con una fuerte bocanada de aire grita.
—Konoka: ¡Sello alquímico, simbiosis carnal!
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Mientras en el otro lado...
Ante su grito tomo una bocanada de aire y grito.
—¡Sello alquimico, simbiosis carnal!
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De regreso a Andord...
Tras esto los homúnculos están con una furia enorme, los soldados de Andord también se hallan entre ellos y de manera espantosa e inesperada veo como brota sangre de los ojos de Konoka que seguido de eso ella se desploma y se ve completamente decaída.
—Nilas: ¡Ataquen!
Rápidamente todos avanzamos con un ímpetu mayor.
—Arakiela: ¿Puedo ir también?
—Konoka: ¡Ve!
Ella con una rabia va hacia el embate mientras que me quedo con Konoka.
—Nilas: Alex, usa tus poderes para curarla.
—¿Por que le esta dando eso?
En eso Konoka aun agotada y sangrando.
—Konoka: Es un hechizo que permite dar vida a seres muertos de manera forzada a cambio de mi vida y mi magia.
—No lo hagas, ¡arte chi, niebla reconfortante!
Comienzo a conjurar para sanarla gradualmente a lo cual funciona dado que deja de sangrar, mientras lo hago, veo a lo lejos cadáveres, disparos y gritos pero también veo que los homúnculos pelean por su derecho a vivir, algo que a diferencia de sus semejantes del lado enemigo no.
—Demonio I: ¡Mira allí esta la invocadora!
Veo al cielo y una bandada de hechiceros se acercan a atacar.
—¡Arte chi, muro de viento!
Lanzo la ráfaga hacia ellos pero es evadida sin mas.
—Demonios: Sello demoníaco, descarga de caos.
Conjuran una tromba hacia nosotros, cargo a Konoka y salto del muro para así evitar el ataque.
—¡Sello demoniaco, murciélagos del purgatorio!
Los demás hechiceros aliados al ver a los enemigos aéreos apoyan mi ataque hacia ellos.
—Demonios: Sello demoniaco, espinas de vacuidad.
—Poneros a cubierto, arte chi, muro de tierra.
Levanto un alud de tierra que nos protege y contraatacamos con los mismos hechizos y logrando matar a los enemigos aéreos, Arakiela sale de una nube de humo hacia nosotros y Erika también a modo de retroceder.
—Nilas: ¡¿Que sucede?!
—Erika: Mi señor, el enemigo usa armas cromáticas.
—Nilas: Maldición nos salieron con mejores juguetes.
Al ver detalladamente desde nuestra cubierta veo que el enemigo usa armas similares a los rifles de asalto.
—Nilas: Retrocedan soldados.
—¿Te sientes mejor Konoka?
—Konoka: Si, con tus curaciones resistiré un poco mas, ve a ayudarlos.
—¡¿Segura?!
—Konoka: Si, ve con Arakiela a apoyarlos.
Todos estamos en formación nuevamente y vemos que siguen avanzando. Pero Nilas parece tener un plan.
—Nilas: Burros mirad, Sello etéreo, distorsión temporal.
En eso siento como mi cuerpo se vuelve ágil y veo que el cielo cambia de tonalidad así como nuestro alrededor a blanco y negro.
—Nilas: ¡Soldados, Avancen!
Todos gritan hasta que no resisto en unirmeles, empezamos a correr hacia el enemigo y al estar a unos pasos de ellos.
—Arte chi, katana original.
Haciendo uso de esa técnica decapito a unos homúnculos y soldados enfrente mio, unos demonios de mayor tamaño tratan de golpearme con unas hachas enormes a lo cual logro evadirlos por poco, en eso Arakiela pasa al lado y derriba a uno de ellos apuñalándolo con una saña enorme. El otro trata de herirla pero.
—Erika: Sello etéreo, corte dimensional.
Ella lanza un corte matando a unos enemigos en un radio de 40 metros, veo una ráfaga de balas en cámara lenta que al moverme un poco veo como caen velozmente al suelo, un enemigo lanza una descarga de caos, uso el muro de tierra para absorber el impacto y salto por encima del muro, uso las espinas de vacuidad para asesinar a unos demonios, en eso unas ráfagas de hechizos enormes que son destruidas por Konoka y los demás que están disparando hechizos desde el muro.
—Nilas: Sigan así.
—Erika: Sello demoniaco, espinas de vacuidad.
—Arte chi, katana original.
Con dicha combinación conseguimos destruir unos cañones de artillería y soldados que estan a nuestro paso, Arakiela esta con el resto luchando y vemos como el numero de enemigos se reduce a escalas enormes.
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Del otro lado de la batalla...
Un aire de molestia nos envuelve al ver como nuestra armada es diezmada.
—General I: Maldición estamos cayendo.
—Tranquilo Alios de Sadanos, era algo de esperarse.
—Alios: Pos no me imagine que Andord tuviera gente fuerte.
—General: ¿Que hacemos ahora?
—Supongo que podemos todavía equilibrar la batalla, haceros a un lado en especial especialmente tu Han.
—Han: Claro.
Veo un poco al cielo y pienso que mi alumna si mejoro y mucho.
—Sello demoníaco, Rayo fulminante.
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De regreso al lado de Andord...
Estamos avanzando a grandes pasos, la artillería nuestra destruye a la del enemigo, los hechizos están aniquilando a los homúnculos y soldados enemigos, mientras casi saboreamos la victoria empiezo a flotar levemente a lo cual de casi llegar al puente soy teletransportado a donde están Konoka y el resto a lo cual.
—Nilas: Sello etéreo, escudo de mana.
—Hechiceros: Sello demoniaco, descarga dimensional.
—Konoka: Sello demoniaco, murciélagos del purgatorio.
No comprendo su razón pero al ver a lo lejos un brillante destello azul que en un abrir y cerrar de ojos golpea el escudo que coloca Nilas rompiéndolo en el acto y haciendo que Konoka que todavía esta mal y al resto de hechiceros resistan enteramente el rayo que es demasiado potente, corro hacia ella junto con Arakiela.
—Arte chi, lanzallamas.
—Erika: Sello demoniaco, murciélagos del purgatorio.
Es una lucha sin igual con un rayo que puede asesinarnos a todos, lo único que lo detiene es por nuestros esfuerzos para superarlo y de alguna forma provocar que no nos golpee.
—Konoka: ¡Resistan!
Siento la fuerza descomunal del ataque que entumece mi cuerpo, peleo con una montaña y lo mismo al ver a los demás me hace no desistir ante ello. Todos gritamos al unisono como una manera de expresar que juntos podemos abatir ese poderoso ataque en eso algunos homúnculos corren hacia el rayo saltando desde el muro y consiguiendo así que el rayo explote pero aun así levanta una nube enorme de polvo y una onda de choque que nos derriba y sacude todo.
Konoka tras eso esta casi en sus ultimas por ese esfuerzo, uso la niebla reconfortante para aliviarla lo cual funciona y lo mismo hago con el resto de hechiceros y soldados que rápidamente se reincorporan a la batalla, luego esta vez ella.
—Konoka: Vamos Alex, Arakiela, vamos.
Ambos sabemos que no hay tiempo que perder y todos juntos volvemos a marchar contra el enemigo a lo cual nuestro embate termina de matarlos, algunos enemigos al ver nuestro coraje deciden huir.
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Desde el otro lado de la batalla...
Al ver como el ejercito de Andord abate a nuestros soldados, Alios y Han que junto conmigo encabezábamos el ataque tenemos que retroceder y retirarnos por ahora.
—Fue lo mejor.
—Alios: Que humillante fue esta mierda.
—Han: No serán buenas noticias para nuestros señores del terror.
—Tranquilo Han de Rowens, no sera tan malo para nosotros.
—Alios/Han: Bueno.
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De regreso al campo de batalla...
Al ver como el enemigo huye sentimos un gran alivio y mas aun una satisfacción de que los 4 billones que eramos solo perdimos a 2 millones, es tanto homúnculos como soldados pero es evidente que no murieron en vano si no que hicieron posible la victoria.
Unas horas después...
Luego de recoger todo y reponernos volvemos a la mansión Andord para contar las buenas nuevas al pueblo, a lo cual este grita con jubilo la victoria. Konoka después de ese gran esfuerzo tiene que pasar un buen tiempo descansando, le hago compañía y uso la niebla reconfortante para que se recupere rápido, Arakiela también nos acompaña. Le preparo su comida para que este mejor. En eso alguien toca la puerta, abro y veo que es Nilas.
—Nilas: Por lo visto estas mucho mejor Konoka.
—Konoka: Si ya estoy mejorando y mas aun por que son mis compañeros quienes me están ayudando.
—Nilas: Nada mal, a propósito envíe a mis espías a observar la situación resultante de esto, por el momento dudo que ataquen y gracias a los homúnculos tenemos suficiente ejercito para luchar.
—Es bueno eso.
—Nilas: Si Alex, hemos de actuar ahora con mas precaución y por sobre todo hallar la manera de luchar mas efectivamente, además podría decir que podremos respirar un poco.
En eso Konoka con rostro de alegría.
—Konoka: ¿Puedo volver al mundo humano?
—Nilas: Ya te encariñaste con ese mundo, supongo que te ganaste ese derecho, tu y tu amigo podéis regresar al menos por ahora.
—Arakiela: ¡Arakiela también quiere ir al mundo humano con Alex y Konoka!
Tras ese gesto de Arakiela no podemos resistir el reír por eso.
—Nilas: Esta bien, ten en ese papel esta detallado acerca del portal magnético para volver.
Cuando menciona eso, cierra la puerta. Es un alivio saber que regresaremos pronto al mundo humano.
—Konoka: Me tomara un tiempo dominarlo bien antes de volver.
—Claro.
—Konoka: A propósito Alex, ¿puedes enseñarme a pelear cuerpo a cuerpo?
—¿No sabes pelear?
Mi pregunta la deja con un rostro de molestia que me causa empatia y gracia.
—Konoka: Soy una hechicera no una guerrera, viste que en otras situaciones estuve en completa desventaja, tomare encerio lo de enseñarte a dominar tus habilidades de demonio y a cambio ayudame a luchar cuerpo a cuerpo.
—Trato hecho.
Ella estira un mano para que la estreche pero en el momento de tomarla me sujeta y me doy cuenta que esta algo ruborizada por lo que se mi manera de responder a eso. Así que me acerco y le doy un beso. Aun que no lo puedo disfrutar tanto dado que Arakiela nos ve con brillos en sus ojos y nos separamos por eso.
—Arakiela: Si Konoka lo hace con su amigo yo también.
Con la guardia baja ella me atrae y me besa lo cual no me lo espere pero siento una mirada asesina.
—Konoka: ¡Alex!
Alejo a Arakiela que parece una niña que busca caramelo y veo a Konoka que esta molesta.
—Tranquila Konoka, no es a propósito además necesitas descansar.
Ella esta enojada y no logro convencerla con palabras así que vuelvo a darle otro beso. Es un momento de relajación en un mar de corrupción.
Continuara...
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