El polvo de los escombros cubre el lugar.

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—Soldado: ¿Que hacemos Nolaz?

—Pues revisen que están muertos realmente.

Ellos con sus armas apuntando se acercan a la espesa nube de polvo, una ráfaga de balas sale de esta matando o hiriendo a mis humanos.

—¡Disparen!

El resto empieza a disparar pero parece que alguien dispara a lo loco y falla pero algunos son heridos o mueren.

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Escucho apenas el sonido de las detonaciones atravesar la nube de polvo, siento que alguien me arrastra y me pone recostada en una roca.

—Voz desconocida: Reika, te curare, arte chi, oleada de niebla.

Al ver un poco mejor a medida que siento un poco de alivio es Carmen y el que esta disparando como maniático es Zie que trata de alejarlos por si están cerca, Niko y Yayo a la par mía también mal heridos, el hechizo parece que surte efecto como para darnos tiempo de recibir mejor asistencia medica. La nube se disipa.

—Zie: Tranquilos, saldremos de esto.

—Niko: Ojala, pensare en un plan.

El ente esta a unos metros de nosotros, la caverna entera esta manchada de sangre y llena de agujeros de impacto de bala.

—Nolaz: No me esperaba mas intrusos, vaya que hicieron un buen hoyo en el techo.

Zie se coloca atrás nuestros y suelta el seguro del dispositivo de arena, Carmen se coloca delante.

—Niko: Carmen ese tipo tiene un aire de sorpresa y no creo que sean rivales para el.

—Zie: Mira hay arena en el lugar.

—Nolaz: Bueno como sea, sello demoníaco, descarga de caos.

Una enorme ráfaga de energía es lanzada hacia nosotros.

—Carmen: Arte chi, muro de arena.

La arena sobre nosotros se mueve hacia delante de Carmen y se levanta como un muro que absorbe el ataque.

—Nolaz: Mmm no funciono, veamos otro.

Y vuelve lanzar el mismo ataque pero el muro esta vez cede causando que Carmen y Zie sean derribados.

—Nolaz: Uff, jajajaja, esta si la sintieron.

Ambos se levantan y se ponen en disposición de pelear con el ente.

—Nolaz: Bueno muestrenme que pueden divertirme un poco mas.

El ente saca su guadaña y un miasma negro lo envuelve. Carmen hace un gesto con sus manos a lo cual las entierra un poco en la arena y parece que sujeta algo.

—Zie: No puede ser.

A medida que ella se levanta una espada larga de un color similar a la arena, asumo que tiene 2 metros de largo por 20 centímetros de ancho del filo y el mango parece ser cómodo, ella lo toma con sus manos y se pone en posición de pelea.

—Nolaz: Pobre niña la que se te viene.

Y el ente se le acerca en un abrir y cerrar de ojos pero Zie de alguna forma aprieta el gatillo obligando un poco a Nolaz a desviar las balas, Carmen esta toda temblorosa a pesar de ya lograr materializar su arma pero luego el le da un golpe fuerte y sale disparada unos metros.

—Nolaz: Tu también chico.

Le propina a Zie la misma dosis, el se levanta con sangre en su boca y tambaleante.

—Nolaz: Adiós.

—Niko: ¡Arte chi, muro de viento!

El muro de viento lo aleja, es Niko que aun estando grave conjura eso para alejarlo un poco.

—Nolaz: Parece que les tengo que llenar de hoyos otra vez.

Esas espinas nos vuelven a atravesar y al ver hacia donde están Carmen y Zie, una barrera de arena evita las cosas puntiagudas.

—Nolaz: Ahhh parece que esta si manipula la arena como si tuviera afinidad de aquellos hombres del desierto de Nilua.

La barrera se desmorona y empieza a revolotear suavemente alrededor de ambos.

—Nolaz: A ver perra enana muestra un poco de ese vinculo.

Ella se desmorona como tal.

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Carmen esta completamente decaída, me le acerco y esta temblando por que nuestra primera batalla real es contra un ser que doblego a un cazador de espíritus fuerte y a mis compañeros, lagrimas rozan su mejilla.

—Nolaz: Jajajajaja, pobre es débil y parece que solo tuvo el coraje de dejar tremendo hoyo en el techo, véanla solo tiembla, sabe que la muerte que soy yo esta cerca de ella.

La abrazo un poco entre el miedo y nerviosismo que tengo también.

—Vamos Carmen nosotros podemos, ellos no creo puedan hacer mucho ahora por nosotros si no que debemos luchar para salir con vida de esto.

—Carmen: Tengo miedo, no quiero morir, en Nilua vi la sangre y la muerte.

—Pero te defendiste, usaste sus poderes para sobrevivir, ahora debemos luchar para sobrevivir.

—Carmen: Pero...pero...pe...pero esta es nuestra verdadera primera batalla.

Recojo mi arma y la cargo aun con temblor en mis manos.

—Carmen: Zie.

—Tengo miedo también pero debemos proteger a nuestros amigos.

Ella se seca un poco sus lagrimas y empuña nuevamente su arma con algo de temblor, poniéndose de pie miramos al enemigo tratando de sacar valor y enfrentarlo.

—Nolaz: ¡Buuu!

Me paralizo de inmediato dado que el filo de la guadaña esta a centímetros de mi rostro pero Carmen lo desvía con su arma haciendo que este se aleje un poco.

—Nolaz: Ahora si perrita muestra lo que tienes.

Se impulsa hacia adelante y empiezo por nervios a abrir fuego pero los desvía como si nada.

—Carmen: Arte chi, castigador de tierra.

Da un salto y hace que el ente la bloquee sin mas para luego empujarla con su guadaña hacia atrás mio, sigo disparando con mi rifle hacia ese ente que nos ataca, me acerco a mis compañeros para cubrirlos mientras tratan de recuperarse.

—Niko: Arte chi, oleada de niebla, esa niña aun no domina bien las artes curativas pero va bien.

—Si.

Me mantengo cerca de ellos mientras apoyo a Carmen que esta peleando con el ente cuerpo a cuerpo.

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El me bloquea o desvía mis ataques con tremenda facilidad sin inmutarse siquiera, pero aun así le consigo de chiripa ponerlo a pelear un poco.

—Nolaz: Jajaja reaccionas bien en tu primer embate.

—Arte chi, vortice de arena.

Toco la arena y esta empieza a rodear al ente hasta empezar a girar violentamente el ente sale del vortice con su guadaña lista para golpear.

—Zie: Oh no, no te dejare tocarla.

Una rafaga de proyectiles lo hacen alejarse.

—Nolaz: Deja de molestar, sello demoníaco, misiles arcanos.

—Niko: Arte...chi, roca afilada.

Trozos de la roca donde los demás están son lanzadas hacia los misiles haciéndolos explotar antes. Zie sigue disparando para distraerlo.

—Arte chi, castigador de tierra.

—Nolaz: Uff casi.

Me patea lejos de el, esta vez manipulo la arena de la cueva para que cubran enteramente mis brazos.

—Arte chi, brazos del desierto.

Hago un movimiento de estiramiento de uno de mis brazos en dirección hacia el ente y la arena sale como una extensión de mi mano. Pero el la destruye con su guadaña pero trato de darle golpes.

—Nolaz: Sello demoníaco, misiles arcanos.

Me lanza por en medio de mis brazos de arena una tromba de misiles que los exploto haciendo que la arena actuase como una barrera.

—Nolaz: Nada mal para su primera batalla soldaditos, sello demoniaco, misiles arcanos.

—Arte chi, muro de arena.

Levanto la arena para que reciba los impactos pero cede y unos misiles me causan daño.

—Zie: ¡No!, maldito muere.

Empieza a disparar deliberadamente al ente y este camina como si nada mientras desvía las balas.

—Niko: No idiota huye, maldita sea, arte chi, maldición de hielo.

Niko consigue congelar los pies del ente y doy un salto estrepitoso.

—Arte chi, castigador de tierra.

Y aun que me patea siento que esta vez le aseste un golpe haciendolo tambalear un poco. Al levantarme nuevamente el se sacude su hombro.

—Nolaz: Vaya si que tienes algo de fuerza niña supongo que puedo devolverlo.

Se mueve a una velocidad tal que me toma de mi cuello y me estrella violentamente contra el suelo agrietandolo en el acto, siento mis huesos romperse y suelto un grito de dolor inconmensurable que resuena por lo ancho de la caverna. Zie se le acerca por detrás y dispara pero este lo patea causando que impacte de seco con una roca dejándolo gravemente herido, el ente me ve a los ojos y estoy asustada y gravemente herida.

—Nolaz: Se acabo el combate soldados.

—Niko: Yo no...diría eso.

Alzo un poco mi cabeza para poder ver a Niko levantado aun con heridas profusas empuñando una arma similar a una espada de 1.5 metros de largo y 15 centímetros de ancho con una emanación de tono azul oscuro proveniente de su arma de chi.

—Nolaz: Creí que estabas moribundo.

—Niko: Lo estaba pero ahora te pateare el culo.

El ente bate su guadaña por encima de su cabeza un poco y luego hace unos movimientos con sus manos para tomar la guadaña y tenerla lista para atacar.

—Nolaz: Eso veremos.

Zie se aproxima hacia mi y me pone en su regazo. No siento partes de mi cuerpo y estoy maltrecha, Ambos empiezan a combatir con celeridad increíble haciendo retumbar un poco la caverna, en este punto temo que se nos venga todo encima.

—Zie: Maldición, no hagas nada ya te llevo con los demás.

El me sujeta y me carga pero al hacerlo suelto gemidos de extremo dolor por el impacto que me dio el ente, me acerca a Yayo y Reika que siguen en estado delicado, trato de canalizar mi chi para recuperarme y poder ayudar. Zie se queda a mi lado.

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Mientras en la parte fuera de la caverna...

Estamos con el resto de refuerzos llegando a la entrada, los cazadores y algunos soldados avanzan cautelosamente unos metros adelante, pero escuchamos ruidos fuertes como de temblores que provienen del interior.

—¡Soldados entrad!

—Soldados: ¡Si!

Empezamos a correr hacia el interior con linternas en mano.

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De regreso al interior de la caverna...

Maldición ese Nolaz es rápido y realmente detestable.

—Nolaz: Sello demoníaco, valafir.

Recibo una aura oscura que me hace debilitarme.

—Nolaz: Sello demoníaco, estrangulador nocturno.

Y unas sombras empiezan a salir de las partes oscuras de la cueva y me inmovilizan para luego abrirse paso a mi cuello.

—Arte chi, muro de viento.

Uso el muro de viento para impulsarme hacia arriba.

—Arte chi, castigador de tierra.

—Nolaz: Sello demoníaco, puño demoníaco.

Mi arma choca con su puño con mucha brutalidad luego la sujeta.

—Oh no idiota, arte chi, roca afilada.

Desmenuzo unas piedras de alrededor y las lanzo como proyectiles hacia el, me abro paso atraves de esta.

—Nolaz: Sello etéreo, capa etérea.

Y se vuelve invisible, me muevo hacia donde están los demás y Zie esta atento a cualquier indicio de ataque.

—¡Aghhhhh!

Siento algo atravesar un costado de mi abdomen, un filo de guadaña cubierto de sangre.

—Nolaz: Ahora si muere.

—Eso...cof...crees.

Uso mi chi para tratar de controlar la humedad del lugar para volverme un cuerpo acuoso y liberarme para luego darle una patada que lo hace retroceder.

—Nolaz: Sello demoníaco, flechas de caos.

Un orbe de energía surca una de sus manos.

—Nolaz: Antes de irme eliminare a futuras promesas.

—Voz desconocida: ¡Abran fuego!

Una inmensa ráfaga de proyectiles y conjuros de chi lo hacen retroceder, aun que estoy muy herido corro tanto como puedo hacia el.

—Arte chi, castigador de tierra.

Debido a que se distrajo por los disparos consigo estrellarlo contra el suelo y con el mismo impulso me alejo dando un salto.

—Nolaz: Rayos.

Es ese demonio que se levanta aun entre los disparos.

—Nolaz: Hora de irme.

Desaparece como si nada del lugar, a causa de esto me desplomo y veo a los soldados junto a Oliver corriendo hacia nosotros para socorrernos.

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—Oliver: Menos mal llegamos justo a tiempo, perdonen que tardáramos.

—Niko: Rayos no me esperaba encontrarme con alguien desafiante.

—Oliver: Larguémonos de aquí, un equipo que se interne en lo profundo dejando señalizaciones y busquen cualquier cosa sospechosa.

—Soldados: Si.

—Yayo: Qu...que bueno.

—Reika: S...si.

—Zie: Tranquila Carmen ya estamos a salvo, ah cuidado que creo tiene fracturas.

Me cargan y me ponen en una camilla para luego llevarnos a todos a las afueras donde vemos las luces de unos helicópteros listos para llevarnos al hospital.

Unas horas despues...

El viaje fue agitado pero llegamos al centro medico donde se nos da tratamiento de nuestras heridas, Reika, Yayo y Zie están en cuidados intensivos por causa de las heridas que recibieron, mientra a Niko lo llevaron a operarse por que tenia heridas aun mortales, en tanto a mi entre dolor y lagrimas me colocan tablillas en mis brazos y piernas.

—Enfermera: Tranquila niña, usa tu chi para tratar de regenerar tu tejido oseo, nosotros nos encargaremos de tus hemorragias, ahora duerme.

Me ponen una mascarilla que emite un humo blanco que me adormece. No se cuanto duro pero al despertar estoy en una cama cómodamente.

—Desconocido: Veo que te has recuperado.

Al ver es Niko.

—Ah Niko, si, ¿pero como están los demás?

—Niko: Tus amigos están bien pero por poco y hubieran muerto pero el equipo medico logro coser sus heridas y los cazadores empezaron a trabajar para tratar de regenerar las áreas dañadas.

Hago un movimiento con mi pierna y no siento dolor.

—Niko: Te sugiero que no te muevas tanto aun, han pasado unas horas pero en este momento aun que te sanaron las heridas y tus fracturas debes quedarte quieta.

—¿Si no se saldran de su sitio?

—Niko: Si.

—¿Y tu por que estas bien si estabas relleno de hoyos?

—Niko: Pues como dije estoy bien debido a mis habilidades y a la atención medica que me recupere mucho antes.

—Es bueno.

—Niko: Admito que te vi con algo de terror pero te armaste de valor para luchar contra el dándome el tiempo suficiente para poder reincorporarme por un momento.

—Lo hice bien entonces.

—Niko: De hecho si ustedes dos no hubieran llegado nos habrían matado así que estoy agradecido contigo.

Me hace sentir realmente bien el que realice algo bueno.

—Niko: Bueno descansa un poco, tu chi esta muy agotado aun.

No me había dado cuenta por la conversación pero cuando dice eso me doy cuenta de que en esa batalla use mi chi de forma agresiva y ahora aun me siento fatigada.

—Gracias.

Luego el abandona la sala y cierra la puerta, veo al techo y pienso dentro de mi que he dado lo mejor de mi en esta primera batalla y agradezco que Zie estuviera allí para cubrirme e intentar ayudarme como mejor podía. Cierro mis ojos y vuelvo a dormir.

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En otra parte del hospital...

Luego de visitar a Carmen recorro los pasillos del edificio para ver el estado de los demás pero veo al teniente Oliver sentado en una banca. Me detengo.

—Oliver: Es bueno ver que al menos algunos sobrevivieron.

—¿Aparecieron los cadáveres de los caídos?

—Oliver: No, pero ya he notificado a sus familias sobre su deceso.

Salir de ahí no fueron buenas noticias para todos. Me acerco a la banca y me siento al lado de el.

—Oliver: Revisamos la cueva y encontraron algunos artefactos raros que en estos momentos van en camino a Eriname con fuerte vigilancia.

—¿Que hay de los tipos que nos dispararon?

—Oliver: Al parecer eran otros contrabandistas y otros eran asesinos seriales que ahora están muertos, pero me sorprende que estuvieran sirviendo a un demonio.

—Como dicen olvidan quienes son los enemigos.

—Oliver: Reporte el incidente al comando militar en Eriname y agradecen que dichas actividades cesaran.

—Y, ¿ahora que?

El se ajusta su gorra militar y se levanta de la banca.

—Oliver: Hemos inspeccionado la zona y todo esta tranquilo... por ahora.

—Sera bueno para ellos.

—Oliver: Nada mal pero solo han ganado una de miles de batallas que les esperan.

Luego se retira por los pasillos del hospital, me quedo pensativo de que tal afirmación es verídica. Ahora que lo pienso mi chi aun sigue afectado en cierta forma, en parte por que use mi chi en ese combate para reponerme cuanto antes y pelear.

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Mientras en el continente de Rokut en Arkalia...

Me encuentro en mi oficina en el templo y la noche se ha asentado sobre el cielo, ordeno un par de papeles cuando el teléfono suena y es Sado.

—¿Que pasa Sado?

—Sado: Hemos recibido una notificación de parte del alto mando de Lockwott, reportan que algunos de nuestros soldados han fallecido y los están enviando en un avión hacia acá.

Me entristezco en gran medida por que muchos eran voluntarios y otros no, ahora regresan en ataúdes.

—Sado: También nos informan que algunos de nuestros elementos lograron desmantelar junto a soldados de la zona a un grupo de contrabandistas de cosas raras.

—¿Cosas raras?

—Sado: Armas cromáticas.

—Ya veo, Rayler ya esta informado ¿verdad?

—Sado: Si, ahora mismo estamos preparando una pista de aterrizaje en el aeropuerto para los aviones con muertos.

—Esta bien, envíenme la lista de los fallecidos para notificarle a sus familiares.

—Sado: Muy...bien.

Una noticia agridulce. Doy una vuelta a mi silla y veo al firmamento.

—Me pregunto como estarán los chicos que fueron a Saenz.

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Mientras en el continente de Saenz en Rutian...

Durante estos días muchas cosas han pasado, luego de la expedición de rescate que se realizo hace poco, nos enviaron a asistir en las labores de reconstrucción de Rutian donde todos ayudamos como podemos, Al principio no se tomaron de buenas a primeras que Alexa era del bando de los ángeles y Konoka de los demonios pero aun así les dieron una oportunidad para contribuir al fin del conflicto. Las tareas que nos asignaron son diversas, desde llevar cargamento de Nueva Zanos a Rutian, velar y vigilar por el orden y seguridad publica, No hemos tenido noticias de Rokut por que según nos hemos enterado, no hay buena señal desde nuestra posición y se requiere de los satélites en Fuerte Xollins para transmitir nuevos mensajes.

—Alexa: Es bueno que haya un poco de paz.

—Lo se.

Ahora mismo estamos en uno de los parques de Rutian, donde habían prisioneros y refugiados en la ciudad que rescataron poco después de que la recuperáramos del control demoníaco y que nos enteramos luego de que nos enviaran a Nueva Zanos para rendir informes y volver.

—Margo: Agh estoy hecha polvo.

—Konoka: No me gusta esas miradas maliciosas.

—Es de esperarse, esperaban que fueras como el resto.

—Konoka: Chistosito, bueno es cierto.

—Arakiela: Ahora solo debemos luchar por volver a casa.

Las chicas son muy unidas al punto que hablan con confianza y se fastidian, Se bien que Alexa aun que es del bando angelical no quiere ser su enemiga y Konoka solo pelea por que así lo requiere la situación. En cuanto a mi podría decirse que he cambiado gradualmente, gracias las cosas que aprendí de esos seres temibles he tenido un poco mas de valor en pelear abiertamente y no dudar en recibir un golpe por ellas.

—Alexa: ¿Alex?

Sigo pensando en lo que sucederá en adelante dado que esta calma no es normal o soy solo yo.

—Alexa: ¿Alex?

Soy sacado de mis pensamientos.

—¿Que es Alexa?

Ella me ve con un rostro de desconcierto.

—Alexa: Sera mejor ir a descansar por ahora.

—Tienes razón.

Alexa, Arakiela, Konoka y Margo están agotadas por las faenas que nos asignaron, nos vamos a un almacén donde instalaron dormitorios para todos, todos en camas separadas, estoy tranquilo de que ellas aceptaran el dormir separadas y no todos juntos ya que eso seria llamar un poco la atención. Siento lo suave de la cama a pesar de ser un colchón escaso en grosor, no hay almohada pero puedo dormir aun así, apagan las luces del almacén en el centro de la ciudad para que podamos descansar mientras otros suplen nuestro turno de vigilia.

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Mientras en el continente Lockwott en Danos...

Tras esa batalla en la caverna, Reika, Yayo y Zie siguen aun hospitalizados pero como me dijo Niko ayer, están fuera de peligro, debido a mi condición como cazadora de espíritus recuperarme de las hemorragias y fracturas fue relativamente sencillo por así decirlo pero no es agradable esa experiencia. Ahora tanto Niko como yo fuimos dados de alta y desgraciadamente tengo que realizar deberes de patrulla sin ellos.

—Oliver: Oh es bueno que ustedes dos estén devuelta.

Ahora tanto Niko como yo estamos en el centro de mando de Danos.

—Niko: Si, el resto del equipo sigue recuperándose y los miembros que no sufrieron nada se unieron para investigar el asunto mas a detalle.

—Oliver: Muy bien, por ahora no hay reportes de amenaza angelical o demoníaca en la zona por lo que su tarea por ahora es patrullar.

—Niko: Si señor.

—Si señor.

Abandonamos la sala de mando y vamos a pasear por las calles en busca de cosas sospechosas o problemáticas, si no fuera por Niko posiblemente me habría perdido sin un guía.

—Niko: Sigues algo intranquila por tu amigo Zie.

Me sobresalto un poco.

—Si.

—Niko: Puedes estar en paz, la medicina en estos tiempos es muy buena y debido al desarrollo de técnicas de chi curativas nos les llevara mucho el estar de alta.

Un alivio recorre mi corazón y un suelto un suspiro.

—Niko: Jeje, como dije están en buenas manos, a propósito tu amigo Zie dijo que era por ti que se encuentra a tu lado.

—Si, como sabes soy una cazadora de espíritus del desierto, tu tienes tu afinidad a la naturaleza en todas sus formas pero yo no, soy una niña del desierto sin la arena soy una inútil.

—Niko: Bueno no se si sabes pero antes de ir al acantilado me dijo que el aprovecharía el viaje para comprar algo para que tengas un poco de arena a la mano en casos de emergencia, para ser alguien que apenas ha peleado en una batalla real se preocupa y es consciente de tu problema.

Siento algo indescriptible.

—Me alegra saber eso.

Mientras caminamos llegamos a unas gradas que dan a la entrada a un centro comercial.

—Niko: Descansemos un poco.

Nos sentamos en las gradas y ver a la gente pasar.

—Niko: ¿Como Zie y tu se conocieron?

—Fue en Arkalia hace meses, andaba sola en un mundo desconocido, llego el y puede ver a mi alrededor es considerado conmigo, me dejo pasar la noche en el mismo cuarto que el y hasta tenemos nuestra casa en Rokut.

—Niko: Eso suena como algo que diría una mujer casada.

Me pongo muy roja.

—Niko: Pero a pesar de tu problema con el chi dudo mucho que te quedes de brazos cruzados.

—Así es, le he ayudado en muchas ocasiones, cuando me llevo a su cada que de hecho es una tienda también, le ayudo atendiendo clientes que llegan y hace poco cambio algunas cosas de su hogar para mi.

El suelta un suspiro apenas perceptible.

—Niko: Un poco mas y cumplirán todas las condiciones.

Algo extrañada estoy por sus palabras.

—¿Como así que casi cumplimos todas las condiciones?

El me ve con una mirada de seriedad.

—Niko: Bueno seré sincero, casi cumplen los requerimientos para un acta de matrimonio.

—¿Qu..qu...qu...que dices?

—Niko: Veras, en el amor tanto los sentimientos como el compromiso en si no son algo que se toma a la ligera en lo más mínimo, cuando un hombre se le confiesa a una mujer, si ella esta de acuerdo con ello se guardara para el y el para ella, dije que casi cumplen los requerimientos por que han tenido sus ocasiones en que durmieron juntos sin ir mas allá.

Estoy completamente avergonzada.

—No lo se.

—Niko: Aparte que compartes el mismo techo que el, estas atenta a su estado físico y emocional, lo protegiste de un ente maligno y por sobre todo trataron de ser el uno para el otro en esos instantes de lucha.

Empiezo a recordar cada cosa que hemos pasado en estos meses, tiene parte de razón dado que hemos pasado por buen tiempo, nos hemos vuelto en cierta forma cercanos, aun que nunca me había enamorado es posible que ya no sea el caso.

—Puede que sea eso, pero aun así tengo 14 años soy demasiado joven para estar casada.

—Niko: En realidad 14 es por así decirlo el rango normal, según las leyes un matrimonio se efectúa bajo las siguientes condicionantes, mientras el novio y la novia estén plenamente seguros de sus sentimientos y están dispuestos a asumir el compromiso, en cuanto a la edad, se considera mientras el o ella estén de acuerdo y entienden lo que estar en el estado del matrimonio conlleva pero por sobre todo, si un o una cónyuge es mayor a su pareja, deberá ser considerado/a y tendrá cierta limitaciones hasta que su pareja este en condiciones tanto físicas como mentales para consumar el acto.

Toda esta información me cae de golpe y encima no soporto la vergüenza que me causa.

—¿O...osea si no quiero no sera así?

—Niko: Si es por el matrimonio no te preocupes, aun que cumplen casi todas las condiciones es tu decisión si realmente quieres llegar a ese momento, ademas no se cuales serán los sentimientos que el tenga hacia ti en este momento.

A lo cual añade.

—Niko: El matrimonio dicen todos que es lo mas bello que puede haber en el mundo, confianza mutua, amor verdadero y nunca forzado, sin importar las barreras que existan, el amor siempre prevalecerá ante estas.

—¿Es un poema verdad?

—Niko: Lo dijo una joven que le confeso sus sentimientos a su hombre, el acepto y ella se guardo hasta que su pareja volviera de la batalla, el también se mantuvo firme a su decisión y no dejo que nada nublase ello, al final ambos se reunieron y formaron su familia.

—Muy bello, ojala pueda llegar a algo así algún día.

—Niko: Jajaja, la vida la traerá a tu lado, si Zie realmente llegara a tener sentimientos por ti, seguramente pasaran a la fase dos.

—¿Osea que no es sencillo?

—Niko: La primera fase según la ley y la cultura general empieza cuando un chico o una chica confiesa sus sentimientos a su pareja o varias.

—Eeeeeehhhhhh...hhhhhhh, osea que Zie puede tener mas de una mujer en su vida.

—Niko: Pero escucha primero, en ambos casos, si el o ella aceptan esa condición especial, en otras palabras el permitir a una persona adicional es una decisión unánime de ambos pero también la ley restringe a un numero determinado e inalterable.

Una curiosidad empieza a surgir en mi corazón.

—¿Pues que mas sigue entonces?

—Niko: Pues resulta que cuando el o ella confiesa sus sentimientos de forma oral o escrita, su pareja decide si realmente quiere ese compromiso, en caso fuera positivo se experimentan una serie de cambios en la forma de actuar, convivir, sentimental de los implicados, por ejemplo que un día antes de la confesión nunca han dormido juntos bajo el mismo techo y tras eso lo hacen.

—Ya veo.

—Niko: Cuando el o ella acepta los sentimientos la fase dos se da, donde la confianza y lealtad son importantes, es como el noviazgo por así decirlo, buscan entender mutuamente y sus intenciones para con su pareja son tan claras como el agua misma y por sobretodo, se vuelven mas cercanos.

Empiezo a recordar un poco al amigo de Zie, Alex.

—Niko: Tras conocerse aun mas de lo que estuvieran en la fase uno, cuando están decididos mas que nunca en compartir su vida mas allá de todo con la o las personas que aceptaron esos sentimientos pues ambos jamas deberán poner sus ojos sobre alguien mas y llega la maravillosa fase 3 osea el matrimonio donde les dan un documento que los implicados deberán firmar constatando que es verídico.

Toda esta información me deja aturdida por un buen rato y Niko al darse cuenta de esto, me da unas palmadas en mi espalda.

—Niko: Calma, ya descansamos un rato es hora de seguir.

Nos ponemos de pie y seguimos patrullando.

—A proposito Niko, que sucede si varias personas estan enamoradas de una sola.

—Niko: Pues en estos tiempos de guerra tanto hombres como mujeres fallecen en el campo de batalla, ya he visto las atrocidades que ocurren allí, así que por un lado militar se necesita de gente para luchar y por el amoroso es cosa de cada quien, hay hombres o mujeres de una sola pareja y otros de unas mas.

—No suena bonito eso.

—Niko: Pues hasta en mi caso soy de una sola mujer, pero quien sabe como sera mi futuro y ni yo se.

—Pues también espero que encuentres a esa chica o las chicas especiales para ti.

—Niko: Jajaja, gracias Carmen.

Nos reímos un poco durante el patrullaje y proseguimos, almorzamos y la tarde cae sobre nosotros. Finalizamos la patrulla y nos vamos a reportar a Oliver.

—Oliver: ¿Como fue el patrullaje chicos?

—Pues fue bien y no vimos nada sospechoso.

Me palmea la cabeza.

—Oliver: Bien hecho jovencita, ahora puedes ir a tu cuarto o piensas hacer algo mas antes de la cena.

—Pues iré al hospital a visitar a mi compañero.

—Oliver: Muy bien, entonces ve.

Me despido con respeto de ambos y me voy al hospital que esta a unas calles del centro de mando. Al llegar pregunto en recepción por Zie y entro a la habitación donde están los tres durmiendo plácidamente, tomo una silla y me siento a un lado de el. Según me dijeron los médicos esta estable y no llevara mucho el recuperarse del todo, pongo mis manos en la suave cama y le doy un breve abrazo.

—Zie: ¿C...Carmen?

—Zie es bueno que abrieras los ojos.

—Zie: Aun me duele de los golpes que recibí pero estoy bien, pero también me alegra verte mucho mejor que yo.

—Lo se pronto volverás al trabajo.

—Zie: No me lo recuerdes, pero por que no me cuentas como te fue.

—Pues hable de algunas cosas con Niko mientras patrullábamos.

—Zie: No es tan interesante.

—De hecho si lo fue.

Me siento algo apenada tratando de no sacar el tema del que me hablo Niko.

—Zie: Cuando llegue el momento de volver, seremos un dúo de vendedores y nos apoyaremos.

Dichas palabras me traen a la mente lo que Niko dijo de las relaciones.

—¿A proposito...que...qu...que piensas de mi?

El se queda algo extrañado y se rasca un poco la cabeza.

—Zie: Pues en lo poco que hemos estado conviviendo juntos haz demostrado ser una chica animada, divertida, fuerte, valiente pero sobre todo colaboradora.

Sus cumplidos me hacen sentirme completamente feliz y presiento que me he puesto roja por lo que cubro mi rostro con mis manos.

—Zie: ¿Estas bien Carmen?

—S...s...si...si estoy bien.

—Zie: ¿Ya cenaste?

—Aun no, debo volver a la habitación que nos dieron al principio para descansar.

—Zie: Pues ve yo mientras descansare, te lo agradezco mucho Carmen.

—Esta bien.

Nos damos un abrazo y regreso a la habitación donde nos asignaron al inicio de arribar, nos sirven una cena de huevos estrellados ricos que me hicieron recordar un poco a los que Zie me cocinaba en Mikaru. Por que pienso en eso ahora, desde que Niko me hablo de las relaciones no puedo evitar pensar en algunas cosas que quizás no era consciente hasta este momento.

—Niko: Provecho, bueno me iré a dormir.

Es el que entra a la habitación donde estamos los demás miembros del grupo de investigadores, se le nota algo cansado.

—¿Puedo preguntarte algo más?

—Niko: Adelante.

—¿Cual dices es la edad mínima sobre aquello que me hablaste?

—Niko: Si no mal recuerdo son 12 años pero no lo tomes a rajatabla, la gente a pesar de saber eso le gusta conocer bien a su pareja y no ir tan aceleradamente así que a la gente le pela eso y contraen el compromiso a los años posteriores.

—Jejeje gracias y buenas noches.

—Niko: Buenas noches.

Luego de terminar de cenar, agradezco la comida y me voy a la cama, pero aun que las luces se apagan, algo dentro de mi no.

—¿Que sera de nosotros a partir de ahora?

El sueño me toma

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Mientras en el continente de Saenz en el centro de mando en Nueva Zanos...

Estoy revisando los reportes de los escuadrones de vigilancia y patrulla y todo parece bien. Pero sigo percibiendo algo en el aire como de sorpresa.

—Chihaya: Deberías dormir un poco.

—Lo se pero siento que algo anda mal.

—Chihaya: Aparte del clima pareciera que el enemigo también se ha apaciguado.

—No lo creo ademas debo planear el ataque a Fuerte Xollins y transmitir mensajes para solicitar refuerzos y esta vez debes ayudarnos como la líder de los cazadores de espíritus de este continente.

—Chihaya: No me recuerdes mi posición, lo se, te ayudare junto a los demás.

—Te lo agradezco Tendo Chihaya.

—Chihaya: No me lo agradezcas, Comandante Cowdery.

Tras eso abandona la sala y me quedo pensativo de como organizaremos el ataque.

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Fuera de la sala...

Al cerrar la puerta me doy cuenta que debo notificar esto a mis superiores. Lo siento Cowdery, tu y tus camaradas morirán pronto.

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Continuara...