Libro de los Demonios Capitulo 21 - Recuperación
Luego de la batalla con los demonios puedo decir que ganamos ante ellos, no nos habíamos percatado debido al calor de la lucha que nos hirieron a todos y aun que algunas heridas son leves, otras son considerables pero por ordenes de Cowdery nos envían junto a varios soldados en un camión rumbo a Nueva Zanos para nuestra recuperación, Alexa, Arakiela, Margo y Konoka incluyéndome estamos muy agotados en sentido de energía física como magia, ellas se me acurrucan con rostros de alivio mientras duermen un poco, estamos con heridas, cubiertos de polvo de escombros y explosiones pero nada mas.
Al cabo de unas horas llegamos a Nueva Zanos donde nos reciben a todos con gran gozo, al ingresar a la ciudad vamos a un punto donde están las tiendas en las cuales fuimos atendidos la primera vez, el cuerpo medico empieza a revisarnos con detalle y a algunos les practicaran cirugías, a otros solo les dan analgésicos, a mi me aplican alcohol en las heridas y debo decir que arde mucho pero fácil de manejar, luego me aplican una capa de vendas que alivian mis brazos y torso, a las chicas no les encontraron mayor rasguño pero bueno tratándose de ellas no me extraña eso, en un rato nos reunimos para ir a los refugios para la recuperación.
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En el fondo del lago Fones...
Chihaya y yo volvemos a la base para reportar a los superiores este acontecimiento, tanto Ermingard como Kirie ya estaban andando de aquí para allá asistiendo a los demás miembros de Ala Terra, bajamos un poco mas profundo por un ascensor y llegamos con nuestros jefes.
—Anciano: ¿Vaya que noticias nos traen de la superficie?
—Chihaya: El ejercito de Saenz junto a soldados de Arkalia lograron arrebatarle el control de Rutian a los demonios.
En la sala hay 3 personas, 1 angel de un lado, un hombre viejo en el centro y un demonio en el otro lado.
—Anciano: Supongo que era de esperarse, pero tampoco es perjudicial en este punto.
—¿Por que?
—Angel: Por que ellos solo eran necesarios para mantener a raya a los humanos a modo de que no causaran problemas a nuestros planes, Rutian ya no nos importa en lo absoluto, conseguimos lo que necesitamos.
—Chihaya: ¿Que hacemos ahora?
—Demonio: Por ahora centrarnos en nuestro experimento, seguimos investigando como controlar su energía y desarrollar nuevas armas para el combate, estamos casi terminandolo por lo que en unos días tendremos un juguete nuevo para nuestro entretenimiento.
—¿Se refiere a esa cosa que me mostraron?
—Anciano: Efectivamente, esa criatura es una replica menor de la que una vez puso a la creación de rodillas.
—Angel: Cuando toda la investigación finalice los tres bandos terminaran su disputa para vencerla pero de nada les servirá.
—Demonio: Hasta entonces asegúrense de que los demonios les impida a ellos avanzar mas allá.
—Entendido en todo caso iremos a reagruparlos para atacar.
—Anciano: Muy bien.
Luego nos retiramos de esa sala donde se respira inquietud y presión, volvemos por el elevador que usamos anteriormente y volvemos a los pisos superiores para reunirnos con los demás.
—Chihaya: Iré a hacer eso, tu quédate por si las moscas ya que tus subordinadas deben estar aburridas sin algo que hacer.
Me despido de ella y continuo por otro pasillo hasta llegar a una de las entradas de la base que conecta con el lago, este zona consta de una compuerta de metal grueso que evita que nos inundemos, allí están varios vehículos acuáticos entre ellos el que usamos para venir. Las encuentro a ambas hablando con algunos colegas.
—Encontraron algo para entretenerse.
Ellas al darse cuenta vienen a saludarme.
—Kirie: Pues si nos fuimos a ayudar al resto en tareas menores.
—Me alegra que sean colaboradoras.
—Wysley: Es lo menos que podemos hacer.
—Bueno.
Sinceramente estas niñas se volvieron muy fuertes, cuando las salve de ese apartamento eran otras y ahora tienen habilidades que rivalizan perfectamente con las mias, puede ser eso o ya me he oxidado de solo ser mero espectador de esto.
—Kirie: ¿Requieres algo de nosotras?
—Por ahora continuen ayudando en los trabajitos, ah pero hay posibilidad de que salgan a divertirse como se debe.
Ellas se emocionan ante mi suposicion.
—Wysley: Esta bien.
Y las dejo con el resto mientras voy a coordinar las cosas con Chihaya.
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En el continente de Rokut en Arkalia...
Luego de unas horas de viaje llegamos a la ciudad, nos llevaron al templo para hablar con la suma sacerdotisa todo se ve tranquilo en cierta forma pero el ambiente indica inseguridad leve.
—Desconocida: Vaya ya llegaron.
Al ver de donde nos hablan es Ayame que viene de los jardines del templo.
—¿Para que nos llamo?
—Ayame: Ah lo siento, esto, Carmen y Zie se debe que estamos movilizando soldados de un lado para otro y recientemente algo surgió en Lockwott que nos preocupa enormemente.
—¿Que sucedio con mis amigos?
Ella me devuelve un semblante de preocupación.
—Ayame: Bueno acerca de ellos, Yayo y su novia fueron enviados a Lockwott para asistir al ejercito de ese continente, tu amigo Alex y sus compañeras fueron enviados a Saenz para luchar.
Esto me preocupa en cierta forma por mis amigos ya que no se como estarán.
—Ayame: Por ahora Yayo y su compañera junto a los demás soldados siguen todavía en vuelo y falta poco para que arriben al aeropuerto de Raundol, en cuanto a Alex, perdimos contacto hace días con los aviones de transporte, un avión de combate sobreviviente nos informo que fueron atacados.
Esto me molesta y alimenta mas mi preocupacion.
—¡¿No han hecho nada por ellos?!
—Ayame: Cálmate, conociéndolos a ellos seguramente están con vida y en estos momentos ya estan formando filas con el ejercito de Saenz, hay bajas pero estamos seguros que pronto tendremos noticias.
No me calma en lo mas mínimo pero intento apaciguar mi ira un poco.
—Imagino que nos enviaras tambien a pelear.
Ayame me da un gesto sincero.
—Ayame: Si, Carmen y tu iran al continente de Lockwott a asistir a los demas.
—Pero yo nunca he peleado con armas de fuego y Carmen nunca ha peleado mas solo sabe defenderse.
—Ayame: Lo se a ti Zie se te dará un entrenamiento rápido y a Carmen unas cosas para luchar ya que como es una cazadora de espíritus del desierto sus poderes están limitados por la arena y sin ella sera una completa inútil.
—Como que cosas.
—Ayame: Bueno le dare un contenedor portatil de arena que le permitira tenerla a la mano aun fuera de donde puede encontrarse.
—Carmen: Pero me preocupa mi limitacion.
—Ayame: Lo se, pero a ti tambien te enseñare como manipular la arena a modo de prevenir desperdicios.
—Carmen: Esta bien.
Esta nerviosa y lo mismo digo que seremos enviados a la guerra.
—Ayame: Muy bien Zie tu dirigete a la base militar y te entrenaran rapidamente, Carmen se quedara un poco mas para entrenarla adecuadamente, cuando termine se reunira contigo ¿de acuerdo?
—Esta bien.
Y tras esto me dirigo en un auto con vidrios opacos hacia la base militar de Arkalia para entrenarme.
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En el continente de Saenz en Nueva Zanos...
Tras llegar a la área de tiendas de campaña que nos dieron para poder descansar un poco nos notifican que Cowdery también arribo a la ciudad hace unos minutos, añadieron que nos dirían el siguiente paso pero por mientras podemos descansar y disfrutar de la ciudad.
—¿Bueno que hacemos chicas?
Para mi es suficiente pasear por la ciudad pero tal vez no sea lo unico que podriamos hacer.
—Alexa: Vayamos a conocer la ciudad, estabamos preocupados por llegar a aqui y ahora que lo estamos es bueno no pensar en guerra por un rato.
—Margo: ¿Es una buena idea pero que sucede si nos requieren antes?
—No creo que lo hagan pero si fuera el caso ayudaremos como podamos.
—Konoka: Yo quiero descansar de esto, quiero ver que cosas tienen aqui en Saenz.
—Arakiela: Vamos a pasear, vamos a pasear.
—Esta bien dejaremos algunas cosas en el campamento.
Nos despojamos de los trajes nuevos de combate y con alegría mutua emprendemos nuestro paseo por Nueva Zanos para ver que cosas geniales hay aquí.
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En el centro temporal de mando...
Luego de terminar de asegurar junto al ejercito la ciudad de Rutian ahora hemos habilitado el transporte de combustible y demás recursos a esta ciudad para tener ahora mas posibilidades de luchar, me llevo horas regresar pero me alegra saber que los soldados están recuperándose de la batalla y despejando un poco su mente.
—General I: Ahora con Rutian de vuelta a nuestro control sera mas sencillo acabar con la amenaza demoníaca en el continente.
—General II: La situación con respecto a esta ciudad a sido tranquilo no hemos avistado grupos enemigos.
—Es una calma efímera.
—General I: ¿Significa que en realidad estamos en peligro aun mayor?
—Por supuesto, los demonios no son estupidos y si no han hecho alguna movida es por alguna razon que no es buena para nosotros.
—General II: Debemos atacar mientras podemos.
—Me temo que no generales Arche y Takedo.
—General Arche: Pero con esto tenemos recursos para los aviones y poder pelear con mas fuerza.
—Aun asi seria la forma mas tonta de perder, ahora que tenemos recursos debemos mantener estas 2 ciudades por ahora en nuestro control.
—General Takedo: Pero que hay del fuerte Xollins, nuestros sistemas de comunicación no alcanzan a Rokut si no tenemos el centro de satélites de ese lugar por lo cual no podemos pedir ayuda a nuestros hermanos.
—General Arche: Si como dijo Takedo, debemos recuperar fuerte Xollins para tener comunicación al exterior.
—Lo se, pero siento que algo anda muy pero muy mal es como si hubiera algo que no estamos considerando.
—General Takedo: Entonces que ordenas comandante Cowdery.
—Arche envía unos pájaros espías al valle de los aullidos y cercanías de Rutian, también es conveniente enviar refuerzos para defender el lugar, es insegura la situación actual por lo que no puedo enviar mas civiles a que nos ayuden alla.
—General Arche: Si señor.
Y el se retira.
—General Takedo: Me encargare de la vigilancia de la ciudad.
—Esta bien.
Tambien se retira pero.
—General Takedo: Lograste una gran hazaña en Rutian al no dejar que hubieran bajas nuestras, el comandante en jefe Kinozaki ha de estar orgulloso de ti.
—Hubiera querido lograr tal hazaña mucho antes, pero le falle en ese momento.
—General Takedo: No te culpes por eso.
Y cierra la puerta, observo con detenimiento la lampara de color amarilla de la sala, me da una sensacion de rabia y tristeza, quieren que no me culpe pero es imposible para mi no sentirme miserable.
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De regreso a la ciudad...
Luego de caminar por calles y avenidas cubiertas por capas de nieve es divertido ver a niños jugar por allí como si nada pasara, los adultos también dan ese aire de que todo esta bien, me recuerda mucho a la gente de Arkalia, no pierden la esperanza ante nada.
Las chicas están felices y observamos las tiendas de ropa y los mercados que hay por la ciudad.
—Alexa: Deberíamos llevarnos algunos recuerdos de aquí.
—Margo: Son geniales los vestidos que aquí hacen y mas de acuerdo contigo no puedo estar.
—Konoka: La ropa no lo es todo, libros y demás cosas pueden ser mas útiles que las prendas.
Luego de alejarnos de la zona comercial, vemos unos campos de cosecha de alimentos al norte de la ciudad donde crecen esas bayas que olvide su nombre pero recuerdo que las usan en la cocina de aquí.
—Margo: ¡Toma!
Algo frió me golpea la nuca y al ver hacia atrás una bola de nieve mas grande me da en la cara y me derriba por completo.
—Auch, con que esas tenemos.
Y le arrojo una bola de nieve pero ella lo esquiva sin mas.
—Konoka: Lluvia de bolas de nieve.
—Alexa: Tomen tambien.
—Arakiela: Nieve, nieve, coman nieve.
Nos movimos a un parque algo vacio donde se desata una lluvia de bolas de nieve de todas direcciones, cubro pero de un momento a otro Konoka aparece enfrente y me lanza una bola enorme que me deja atrapado dentro de esta.
—Margo: Oh no eso si que no.
Y la aleja con bolas de nieve, pero ella no se rinde y continuan peleandose. Por un momento olvidamos las penas que nos rodean.
—Konoka: Muy bien te lanzare fuerte.
Ella reune una bola de nieve que tiene el tamaño casi de una pelota, se posiciona para lanzarla.
—Margo: Buuuuh, esa mierda no me hara nada.
Konoka esboza una sonrisa sadica.
—Konoka: Joo entonces no hay problema.
Articulando su brazo lanza la bola de nieve a tal velocidad que solo veo cuando le da a Margo en el rostro derribandola en el acto.
—Arte chi, muro de viento.
Uso mi chi para liberarme de la enorme bola de nieve, Alexa y Arakiela tambien se acercan para ayudar.
—¿Estas bien Margo?
Ella parece que esta noqueada y observo a Konoka con mirada de seriedad.
—¿Por que lo hiciste?
—Konoka: Ella lo pidio y asumio las consecuencias.
En eso la mano de Margo se posa sobre mi antebrazo dandome a entender que esta bien.
—Margo: Eh, tiras como niña.
Entre que estamos reunidos unos copos de nieve atraviesan nuestras lineas de vision y vemos todos al cielo.
—Alexa: Parece que esta nevando.
—La proxima vez no peleen asi.
—Margo/Konoka: Ok.
Empezamos a reir elocuentemente acerca de divertirnos.
—Me gusta la nieve.
—Alexa: Si, mientras no tengamos que vivir en cuevas.
—Margo: Lo mismo digo odio dormir entre tierra y rocas.
—Konoka: Jajaja cabal.
—Arakiela: Lindo.
Nos levantamos para ir a los refugios para comer y continuar nuestro proceso de recuperacion.
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En el centro temporal de mando...
Luego de unas horas observando la ciudad por la ventana, la puerta de la sala es abierta por el general Takedo.
—¿Que ocurre?
—General Takedo: Vengo a darte los informes de patrulla, no hay actividad sospechosa en la zona.
—Muy bien y como estan nuestros soldados.
—General Takedo: Algo lastimados pero ya recibieron tratamiento, los doctores practicaron varias cirugias pero informan que todos estan bien.
—Excelente ahora solo queda esperar.
El da unos pasos mas en el interior de la sala.
—General Takedo: ¿Que esperamos?
—El movimiento enemigo y el que nuestros combatientes esten listos.
Lo volteo a ver y el esta confuso rascandose la cabeza
—General Takedo: ¿Que ordenas entonces?
—Continua vigilando el perimetro e interior de la ciudad, envia refuerzos a Rutian para mantenerla bajo nuestro control, ¿ah lo olvidaba y el suministro?
Takedo me ve con seriedad.
—General Takedo: El suministro de combustible y energía esta fluyendo de forma satisfactoria, los ingenieros han reparado completamente el sistema energético de esa ciudad y las baterías operan de forma optima.
—Muy bien, sigue en tus deberes.
—General Takedo: Si señor.
Y cierra la puerta tras de si. Un suspiro dejo salir ya que estamos realmente en una situación impredecible a la vista por parte del enemigo ya que podemos estar siendo atacados y no lo sabemos aun.
Continuara...
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