Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31

Paloma

Me mire una vez mas en el espejo y sentí nostalgia, hoy sería la ultima vez que utilizaría este uniforme, después de tanto tiempo... me quedaban tantos buenos recuerdos y tantas personas que eran como mi familia.

—¡Estoy tan emocionada! — me gire al escuchar voces, Marta, Gaby y Karla entraban a los vestidores, les sonreí.

—Yo también — confesé aun con tristeza.

—¿De verdad es tu ultima vez? — me pregunto Karla.

—Si, les pedí que me dejaran estar para la inauguración, y a la vez cerrar este ciclo.

—Si, termina aquí, pero empezara en otra parte — me dijo Gaby mientras me sonreía para darme ánimos.

—Tienes razón.

—Mía anda cuéntanos — soltó de pronto Marta.

—¿Que?

—¿Quien fue? ¿Quien dono el dinero? Tu lo tienes que saber — aseguro Gaby.

—No lo se — mentí.

—¿Pero como es posible? Tu fuiste quien estuvo en contacto y sabías todo lo que pasaba.

— Solo con los arquitectos, pero nunca supe quien era la persona que los contrato, ellos fueron muy herméticos con eso — me siento mal en mentirles, pero se que Tristán no quiere que lo sepan, ademas Marta no guarda ni un solo secreto, decirle es como publicarlo en un diario.

—Chicas voy saliendo — me despido, no deseo seguir mintiendo. Al salir me encuentro a Mario recargado en una pared.

— Hola — lo saludo con afecto, pero con la cara ardiéndome de vergüenza, no lo había visto desde aquel día.

—Hola hermosa — su saludo afectuoso me hace sentir aun peor.

—Mario me da mucho gusto verte, de verdad — le aseguro.

—A mi también, vine por que sabia que aquí estarías, y tenia la esperanza de encontrarte sola — agacho la cabeza, realmente me siento apenada. Yo debería de haber sido quien lo buscara y me disculpara.

—Mario...

—¿Podemos hablar? — me interrumpe.

—Por supuesto, ven — él me sigue.

El café aun permanece cerrado, así que voy a una de las mesas y le indico que nos sentemos.

—Mario antes que nada quiero ofrecerte una disculpa, ese día yo...

— No es necesario — me dice mirándome a los ojos mientras me sonríe.

—Si lo es — le digo.

—Mía aunque no lo creas, lo entiendo — mis ojos se agrandan de sorpresa.

—Mario — susurro aun sin comprender.

—Paloma tu tienes un ángel con las personas, que hace que los que te conoce te tomen cariño. Eres una mujer fuerte, emprendedora con un carácter que te ayuda hacerle frente a la vida, pero a la vez eres tan dulce, eso te hace única para mi... pero para él también.

Si fueras mi novia yo haría lo mismo con cualquier tipo que se te acercara.

Para mi mala suerte él fue el afortunado, me consta que no es fácil tener tu corazón, así que solo por eso se gano mi respeto — lo miro llena de admiración y cariño, siempre he sabido que es un gran ser humano y una vez mas me lo demuestra.

— Ahora solo tiene que hacerte feliz, por que si no se las vera conmigo.

—Gracias — le doy un beso en la mejilla, deseando con todas mis fuerzas que encuentre a alguien muy especial.

—Solo mantente en contacto de vez en cuando.

—Lo haré — le prometo.

Mario ne da un abrazo y se marcha.

De pronto soy cociente de que en verdad los ciclos se van cerrando, mi vida esta cambiando.

La ceremonia de re-inauguración termina cuando se corta el listón, hay mas gente de la que esperaba ver, incluso medios de comunicación.

La gente comienza a entrar y puedo ver y escuchar que el lugar les gusta.

Lu, Tomas, Lucy, Fernando y Tristán se acomodan en una mesa juntos, me acerco a saludar y les prometo volver cada que pueda.

La noche transcurre mejor de lo que me imaginaba, cerca del cierre me siento eufórica y nostálgica, me acerco a la mesa y le doy un beso a Tristán, él me mira sorprendido me acerco a su oído y le susurro.

—Te lo mereces eres el mejor, gracias por haber hecho esto.

—¿Solo un beso? — me pregunta haciendo un puchero.

—No tienes razón — le guiño un ojo.

—Amigos — escucho a través del micrófono, me giro y los señores Arellano se encuentran en el pequeño escenario — Antes que nada queremos agradecer a todos por su presencia hoy, como todos saben este lugar significa mucho para nosotros, a través de él podemos ayudar a instituciones que buscan la manera de ayudar a los demás con su enfermedad. Al hacer eso mi esposa y un servidor mantenemos la memoria de nuestro hijo viva — todos aplaudimos, siento como mis ojos arden en deseo de soltar unas lagrimas.

Aunque no tenemos conocimiento del nombre de la persona que hizo realidad que estemos de nuevo hoy aquí reunidos queremos decirle "Gracias" — siento un orgullo al saber que ese hombre se encuentra a mi lado, y aun mas orgullo de ver que no necesita el protagonismo.

—Amigos demos un gran aplauso por esa persona — los presentes lo hacen — Bien ahora — continua después de que dejan de aplaudir — Dicen que los cambios siempre son buenos y nos trae esperanza, queremos que sea así para todos, la vida sigue. Hoy es el ultimo día que trabaja con nosotros una personita que casi todos conocen, ella llego a nosotros cuando tenia quince años, ya han pasado tres años y esta a punto de graduarse. Paloma ven aquí con nosotros — siento como el calor se me sube al rostro, pero aun así lo hago.

—Lamentamos que nos dejes — me dice la señora Arellano y me abraza con cariño.

— Tenemos sentimientos encontrados — prosigue el señor Arellano — Tristeza por que te vas, pero un gran orgullo de verte cumplir tus sueños — me dice, después se gira a los presentes — Déjenme decirles que esta niña termina en unas semanas la preparatoria y ademas lo hace con las notas mas altas, lo cual le gano una beca — me tenso al escuchar eso, espero que no lo diga ¡Por favor! — Así que muy pronto se nos ira a Nueva York a seguir con sus estudios.

¡Mierda! Todos aplauden mientras veo a Tristán, su semblante es rígido y sus cejas están fruncidas, sus ojos demuestran desconcierto, se pone de pie me mira una vez mas y se marcha.

Quiero correr detrás de él, detenerlo, explicarle... pero no lo hago, algo dentro de mi me detiene.

Me tranquilizo a mi misma diciéndome que él sabia, desde que nos conocimos él sabia... sabia que yo me he estando esforzando para conseguir mis metas. Incluso cuando estuvimos en Nueva York la navidad pasada supo de que estuvimos yendo a la universidad.

Se que las cosas han cambiando entre nosotros desde entonces, pero podemos seguir con nuestra relación mientras yo estudio ¿O no? El miedo me envuelve... la respuestas es confusa.

Lu me mira con preocupación, Tomas y Lucy desconcertados. Fernando se pone de pie y me mira, levemente niego con la cabeza y se sienta de nuevo. Bajo del escenario algunas personas me felicitan, yo solo asiento o pongo una sonrisa fingida mientras doy las gracias, todo es tan mecánico, mi cuerpo esta aquí pero mi mente no.

Soy un poco mas cociente cuando el lugar se encuentra casi vació, ya no hay clientes solo los empleados y mis amigos que me esperan, se niegan a marcharse, me anuncian que me llevaran a casa. Me despido de todos prometiendo estar en contacto y regresar antes de irme a Nueva York.

—Tomas y yo podemos llevarla a casa — anuncia Lu una vez que vamos saliendo.

—Yo puedo llevar a Fernando que se quedo sin transporte — nos dice Lucy.

—Chicos creo que no va ser necesario — dice de pronto Tomas, sigo su mirada y veo a Tristán recargado sobre su coche.

No se que hacer, quiero correr a él pero su semblante es frió, su mirada dura y se que esta molesto, y por otro lado quiero mandarlo a freír espárragos.

Todos nos quedamos en silencio.

— ¿Te puedo llevar a casa?— me pregunta sin mirar a los demás, Lu me pone una mano en mi hombro, se que con ese gesto me dice que esta conmigo en la decisión que tome.

— Si — le respondo y suelto el aire que no sabia que contenía.

Los demás se despiden y nos dejan solos. Como siempre él me abre la puerta del coche pero esta vez no me coloca el cinturón, ni me da un beso, eso me deja claro que tan molesto se encuentra.

Me siento abatida, fue un error ocultare que me habían dado la beca, pero no cometí un crimen, entonces mi furia despierta y me pongo a la defensiva esperando su ataque... el cual nunca llega, hacemos en un total silencio el trayecto.

Una vez que llegamos no espero a que me abra la puerta, desciendo y me dirijo con decisión a la puerta de mi casa.

—¿Te quieres ir? — me pregunta en un susurro con un dejo de tristeza. Me giro cuando lo escucho detrás de mi.

—Tristán, tengo tres años luchando por esto, yo...

—Entiendo — es todo lo que me dice antes de dar media vuelta y marcharse, dejándome ahí de pie sin saber que pensar.

Tristán

Prácticamente salgo corriendo, necesito marcharme aunque he logrado mantener a raya mi mal genio, siento que ya no lo retendré mas.

En cuanto llego a la esquina me detengo y golpeo el volante con fuerza ¡¡Maldición!!

¡Dios! Se que estoy portándome como un hijo de puta, siempre lo supe, conocía su deseo de superarse, incluso fue una de las razones por las que me enamore de ella, su determinación, su obstinación, su fuerza de luchar en la vida.

¡Debería estar feliz por ella! ¡¡Orgulloso!! ¡Y maldita sea lo estoy!

Pero duele, me siento vació y a la vez lleno de miedo ¡Me va a dejar!

Luchando con mi necesidad de regresar y enfrentarla, me surge la necesidad de buscar alguna carrera clandestina o alguna pelea y sacar la furia que me esta consumiendo, saco mi teléfono y busco el numero, escribo el mensaje... pero no lo envió.

Al final termino en mi oficina con una botella de whisky en la mano.

El timbre constante de mi teléfono me despierta, abro los ojos y siento como si la luz me atravesara, el dolor en cabeza es una punzada interminable que parece me va a partir en dos.

Maldiciendo me arrastro fuera de la cama, de pronto una chispa de esperanza me inunda quizás sea ella. Pero no, la llamada es de Fernando.

Vuelvo a maldecir y lo pongo en silenciador, no quiero hablar con él, aun no.

¿Que le puedo decir?

El dolor en mi cabeza se intensifica. Anoche parecía tan buena idea aturdirme con alcohol hasta quedarme dormido... desgraciadamente no podía permanecer así para siempre.

Sabiendo que ya no podría dormir, me voy a tomar una baño.

Aunque se supone que el agua debería ser relajante, puedo sentir lo tenso de mis músculos. Resignado salgo del baño.

Cual es mi sorpresa al ver a Fernando sentado en la cama.

—¿Que demonios haces aquí? — le digo malhumorado.

—Tomate esto — me ordena ignorando mi pregunta, me entrega un par de pastillas y un vaso de agua. Hago un gesto de desagrado cuando las ingiero.

— Sabe horrible — me quejo.

—Me alegro — me responde mirándome fijamente, pongo los ojos en blanco.

— Voy a cambiarme — le anuncio, el asiente y sale del cuarto.

Me cambio lentamente retrasando lo inevitable. Siempre he sido cociente de que Fernando es mi "Pepe grillo" se que el equilibrio de nuestra amistad es su carácter mas pasivo, mientras yo soy un volcán siempre en erupción, él es un oasis en calma, aunque... rara vez pero si se enoja él es un tsunami.

—Eres un gran hijo de puta —me suelta en cuanto me ve.

—Lo se — respondo en tono bajo.

—Lo sabes, ¡Lo sabes! — se presiona el puente de la nariz, y respira profundo — No te entiendo Tristán, de verdad lo intento pero no puedo...
Desde que tu padre y Henry murieron en aquel accidente, te dedicaste a auto-lesionarte, si y no me mires así o andar en clubs de peleas, carreras clandestinas, beber y la obsesión de tener el control de todo — tenia la intención de replicar — ¡Ni te atrevas! El ejemplo mas claro es lo que paso ayer.
Te enteraste que Paloma se va a Nueva York y tu entras en berrinche, por que no es algo que tu tenias en tus planes, sin detenerte a pensar lo que siente ella.
¡Deberías de estar orgulloso!

—¡¡Y lo estoy!! ¡Maldita sea! — grito desesperado - Lo estoy es solo... que soy un maldito imbécil, egoísta. Tienes razón en cuanto lo supe mi primer arrebato fue por furia es por eso que me marche, regrese cuando me sentí tranquilo, pero cuando la lleve a su casa... no pude soportar que me dijera que si se quiere ir.
Ella trato de suavizar las cosas de explicarme, pero mi mal genio me abrazo de nuevo y no quise saber.
Así que solo le marche.

—Amigo...

—Pero no por lo que tu crees — confese.

—No entiendo — me dijo Fernando confundido.

— Estaba a punto de ponerme a sus pies y rogarle que se quedara, que no me dejara... ¿y sabes por lo iba hacer? Por que se que ella lo haría, se que seria capaz de sacrificar todo por mi, se que eso me convierte en el peor de los hombres y lo que es peor... no me importa con tal de no perderle.

— Tristán.

—Lo se, siempre supe que no era bueno para ella, pero la amo tanto que no puedo ni respirar si ella no esta conmigo.

—Amigo realmente me preocupas, mas que amor es una obsesión lo que sientes por ella — me dijo muy seriamente.

— Por ella aprendí a reír como un idiota estando solo por solo pensarla, a sentir mil emociones ante la expectativa de un beso, a contar los minutos para verla, gracias a ella aprendí a vivir con esta vida que solo me ha golpeado quitándome lo que amo, y gracias a ella supe que la vida no siempre es una porquería.

—Yo lo único que veo es que te estas aferrando a ella, con todas tus fuerzas, y amigo piensa la puedes asfixiar.

Niego con la cabeza, ya no pienso decir nada mas, me irrita que no me entienda.

Fernando también guarda silencio, solo me observa, se con toda seguridad que esta meditando sus palabras. Pero se que esta equivocado yo no no estoy obsesionado con ella, ni tampoco me aferro a ella como una tabla de salvación, por que no puede entender que solo estoy enamorado.

—Bien amigo, quizás no te entiendo por que yo no he estado enamorado de la manera en que tu lo describes. Pero como yo lo veo solo tienes dos opciones.

—¿Cuales?

—Simple tu decides si quieres seguir con ella aunque sea en una relación de lejos, donde puedan hablar todos los días, mensajes ahora con la tecnología incluso pueden usar vídeo llamadas, y tu puedes viajar seguido a verla — empiezo a negar con la cabeza.

—No creo que esa sea una solución, al menos no para mi — digo tajante.

—Sabia que dirías eso... entonces la segunda aprende a vivir sin ella — me dice levantándose de hombros.

—¿¡Qué!? ¡Esa no es una maldita solución! — grito desesperado.

—Pues lo siento pero no creo que haya mas — dice con determinación — Tristán piensa, medita bien las cosas antes de que sea demasiado tarde, ¿No crees que es preferible seguir con ella, aunque no la veas a diario? a no estar para nada en su vida nunca mas.

No le respondo, no quiero ninguna solución es buena, lo único sería que ella se quede conmigo.

—Me voy, amigo piénsalo.

Hacia tres horas que Fernando se había marchado y yo seguía en el mismo lugar, estaba en un sillón con la cabeza entre mis manos, ¡Dios! que difícil es hacer lo correcto.

"¿No crees que es preferible seguir con ella, aunque no la veas a diario? a no estar en su vida nunca mas"

—¡¡Maldito Fernando!! ¡¡Hijo de puta!!— lo odiaba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: