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25

Tristán

—Tristán yo...

—Por favor no te arrepientas.

—Tristán pero... no, no es eso, yo, yo te dije que lo haría pero...quería decirle a mi madre primero y que después los demás se enteraran.

—Te entiendo — suspire aliviado — No te preocupes, solo confía en mi ¿Lo harás?

Se quedo en silencio detrás de la linea, espere.

—Lo haré — escucharla decir eso me hincho el corazón, su confianza era lo primero que tenia que ganarme.

—Hablamos mas tarde, te veo en casa.

Regrese a la cocina con una gran sonrisa.

—Al ver tu cara no es necesario preguntar quien era — me dijo Fernando con una sonrisa.

No respondí, me senté a comer y escuche el teléfono de Lu.

—Mía — respondió entre aliviado y resignado mientras se frotaba la cien.

—No me grites — le pidió en un susurro.

—Te juro que no vuelvo hacer.

—¿¡Qué!? No, estas loca lo único que quiero es poder llegar a mi casa y meterme a la cama.

—No, no —suspiro — Te odio — dijo en un tono infantil — Esta bien a las dos y media paso por ti — colgó y lo miramos.

—Era Mía, que me tenia una comida con reservación o algo así, por mi cumpleaños no me pude negar.

¡Pobre Lu! pensé, pero le encantaría la sorpresa.

Mas tarde después de dejar a Lu en su casa me fui a la mía, quería estar listo para cuando ellos llegaran y poder hablar con mi Ángel.

En cuanto atravesé la puerta me encontré con Nana.

—Tristán.

—¿Nana?

—¿Cuando vas a sentar cabeza? deja de andar de parranda, tanta vida nocturna y excesos no son buenos.

—Nana te puedo jurar que ayer me porte muy bien.

—¡Ay mi niño! tu cuando te portas mal, ese es el problema.

—De verdad — le di un beso.

—Mejor anda, vamos a tener invitados tu mamá quiso hacer una comida para Lu.

—Ya, y de paso que yo aproveche para socializar.

—No la puedes culpar, ella cree que si encuentras una buena chica tu te portaras bien.

—Y tal vez tenga razón — respondí pero mas para mi que para ella.

—Pues te diré " Genio y figura".

—Mejor me voy a darme un baño.

Sabia que Lu pasaría por Paloma a las dos treinta, así que ellos estarían aquí cerca de las tres, lo que me llevaba a pensar¿Lu la traería en coche? si,no creo que fuera tan tonto para subirla en una moto, ¿Y si la llamaba? no mejor a Lu, inmediatamente deseche la idea. ¿Qué diantres pasaba conmigo?

Mejor me pondría en mis cosas, si ellos llegarían como a las tres, tenia tiempo para ir un rato al gimnasio, no pensaba aparecerme antes, aunque adoro a mi madre cuando empieza con lo sentar cabeza, la responsabilidad de la empresa y que la vida que llevo ¡Me frustra!

Se que trasnocho, bebo y me gusta salir con mujeres, bueno me gustaba. Que participo en peleas callejeras y carreras clandestinas pero ha sido la única manera que logro calmar mi ansiedad. Ademas eso jamas me impidió hacer mi trabajo en la empresa, la cual ha crecido un poco mas bajo mi mando. No entiendo por que ella no ve que necesite un escape.

Cerca de las tres quince baje a la sala, esperaba que ellos aun no hubieran llegado. Fui directo al jardín trasero, ya que sabia que ahí seria la comida, me quede estupefacto, no iba ser una pequeña reunión, había por los menos tres carpas con mesas para diez personas, veía meseros, gente que ya iba y venia preparando la comida.

Regrese a la sala en la cual también ya había invitados, encontré Alejandra a Lu,junto con mi madre, pero no veía a mi Ángel. Después de saludar fui a buscarla, la alcance a ver cuando salia de la casa.

—¿Ángel? — la llame, pero no se detuvo — Oye ¿A donde vas? — se giro y pude ver el pánico en su mirada.

—Tristán yo... tu... no creo que sea una buena idea que digamos algo hoy — no dejaba de retorcer sus manos.

—Tranquila — quise tomar sus manos pero se apartó.

—No, no puedo ¿Te diste cuenta de cuantas personas ahí? — dijo mirando hacia la cada.

—Si, se que no era lo que esperábamos pero dime algo, aparte de nuestras madres, Nana, Fernando o Lu ¿Hay alguien mas que te importe?

—No, realmente no.

—Entonces no te preocupes, así sera mejor mas rápido se correrá la voz de que ya no estas disponible — puso los ojos en blanco, pero un atisbo de sonrisa apareció.

—De acuerdo — dijo aun no muy convencida — Pero antes me gustaría...

—Lo se, que tu mama lo sepa, solo confía en mi.

—Lo hago — me respondió muy segura — Solo estoy muy nerviosa.

La tome de la mano y la lleve dentro, fuimos al despacho, en el camino le había pedido a Angela que llamara a nuestras madres, Nana y a Lu.

—Tristán la verdad no creo que sea correcto — decía mientras se retorcía las manos.

—¿Por que? ¿Que acaso pensaste lo mismo cuando ayudaste a Lu? — pude ver la duda y sus ganas de desistir.

—No, pero las circunstancias eran diferentes y tu lo sabes. Pero lo que me hace sentir mal es que les mintamos.

—¿Te preocupa la mentira?

—por supuesto, con Lu nunca le mentí a mi madre, solo a su tío y compañeros de la escuela. No me importa mentirle a la demás gente pero a ellas...

—Entonces que no sea una mentira — ella me miro con los ojos muy abiertos.

—Tristán no, esto no es para que te sientas obligado...

—Sshh, Ángel no digas nada, déjame terminar. Tu sabes por que realmente te pedí esto, me gustas y mucho — pensé en decirle lo que sentía, pero la vi muy asustada y no quise abusar de mi suerte — Así que para mi no es una mentira, lo que espero es ganarme tu confianza y lo demás el tiempo lo dirá. Yo estoy dispuesto a luchar y a esperar hasta que tu me aceptes.

—¿De verdad? — me miro con intensidad.

—Si — dije con firmeza — Así que en realidad no estamos mintiendo, se que tu también sientes algo así que solo hay que darle tiempo al tiempo.

Ella se quedo callada, podía ver su debate interior solo esperaba no haberla asustado y que saliera corriendo y me dejara, bueno si era así no descansaría hasta que consiguiera que me aceptara.

—Esta bien, tu ganas podemos darle una oportunidad — sonreí y fui abrazarla, al principio se tenso pero después ella me abrazo.

—¿Pero qué... — escuche detrás mio.

—Creo que ya se enteraron — susurro mi Ángel, bese su cabeza la tome de la mano y nos giramos a la puerta.

Nuestras madres nos veían con desconcierto, Nana sonreía a lo igual que Lu. Alejandra deslizo su mirada a nuestras manos entrelazadas, Paloma quiso soltarme, la sujete con mas fuerza.

—Mamá yo... — comenzó mi Ángel, pero sentía que era yo quien tenia que dar la explicación.

—Mamá , Alejandra se que están sorprendidas pero esto tiene una explicación, cuando ustedes se reencontraron fue inevitable que Paloma y yo nos tratáramos, y poco a poco se fue dando algo mas que una amistad. El día de ayer le pedí a Paloma que fuera mi novia y ella por fin acepto — sonreí, trataría de ser lo mas honesto que pudiera .

Ella me pidió que antes que nada habláramos con ustedes, no sabemos el futuro de esta relación — eso era cierto — Pero queremos que quede claro que si por alguna razón no funciona, esto no tiene por que afectar la amistad de ustedes.

El silencio se hizo presente durante unos largos minutos.

—No se que decir — Hablo mi madre —Realmente estoy sorprendida ya había notado algunas cosas, sobre todo en ti — me señalo — Pero nunca me imagine que... honestamente me alegro que por fin hijo hayas encontrado a alguien que te hiciera ver algo diferente, pero aun mas feliz de que seas tu — la dijo ahora a Paloma — Aunque eres muy joven, se lo madura que eres y creo firmemente que lo pondrás en cintura.

—¡Ay hija! la verdad no puedo negar que estoy muy sorprendida a lo igual que feliz — Alejandra le sonrió con dulzura a Paloma — Jamas llegue a pensar que algún día nuestros hijos estarían juntos — le dijo a mi madre — Tristán solo espero que cuides a mi niña ella aun es muy joven y es muy sensible...

—Mamá— replico mi Ángel sonrojada.

—Te puedo asegurar que mi intención es cuidarla y hacerla feliz.

—Mi niña te metiste en camisa de once varas...

—¡Nana!

—Tristán te quiero mucho pero se lo que eres y como te dije un día si la lastimas ya me conoces.

—Nana créeme nunca lo haré.

—Más te vale por que si no la cuidas, te daré caza "amigo" — me amenazo Lu.

—¡Por fin descansare! ya no mas reuniones para socializar — dijo de pronto mi madre, mire a Paloma y ella sonrió.


Paloma

Aun no podía creer que estuviera haciendo esto,pero como me iba a negar cuando Tristán me había hablado con tanta sinceridad. Toda mi vida me había dicho una y otra vez que jamas caería en el error de enamorarme a esta edad y sin darme cuenta entregue el corazón.

Solo esperaba que esto terminara bien, aunque no sea con un final de cuentos de hadas.

Sentí pánico cuando nuestras madres nos encontraron, si por mi hubiera sido habría salido corriendo, pero sentir la mano de Tristán en la mía me dio la fuerza que necesitaba, era increíble como un leve roce me hacia valiente y fuerte.

Por un momento pensé que su mama no le gustaba la idea, sin embargo ahora todos nos brindaban su apoyo y no podía negar lo feliz que estaba.

—Bien, volvamos a nuestros invitados — anuncio la señora Hamilton — Paloma — me llamo.

—¿Si?

—Espero que de ahora en adelante me llames Vivían.

—Lo intentare — respondí aun asombrada por todo el giro que había tenido este día.

Cuando entramos al jardín note que incluso había mas gente, de nuevo sentí el impulso de soltar la mano de Tristán, podía jurar que todos nos estaban viendo, pero el no me soltó. Fuimos a la mesa con Lu, Fernando y nuestras madres.

La comida estuvo ya mas relajada, los nervios por fin se habían disipado y gracias a eso estaba disfrutando y mucho, que decir de Lu di gracias en silencio por ello, quizás nuestras vidas habían cambiando mucho en estos meses pero nos había traído cosas maravillosas.

Mire a Tristán ¡Dios! mi corazón enloquecía cada vez que lo miraba y mi estomago parecía albergar un nido de mariposas y que decir de mis hormonas me hacían querer saltarle encima.

Como si él se hubiera percatado se giro para verme, sus ojos me atraparon y como siempre me pasa me perdí en ellos, él sonrió de medio lado y eso lo hacia aun mas guapo, pero pude notar que esta vez también había dulzura. Estaba condenada y lo sabia, no había manera alguna de que saliera con mi corazón él... lo haba tomado ya, desde ese día en que lo vi llegar a este mismo jardín en el que me miro y descaradamente me había preguntado que si me gustaba lo que veía.

—Voy al baño — salí casi huyendo, trate de respirar con calma una vez en el baño.

Había sucedido lo que tanto había temido y evitado ¡Estaba enamorada! Sentía felicidad en mi pecho, como pánico en mi cabeza.

Me mire en el espejo no tenia por que ser la misma historia, si mi padre había sido un cobarde que nos había abandonado por seguir disfrutando de la vida sin el estorbo de una mujer enferma y una niña, no quería decir que Tristán fuera igual.

Ademas nosotros solo somos... ¿Que? ¿Amigovios? él me había dicho que no tenia que ser así, él quería que lo nuestro fuera real y a mi... ¿Por que negarlo? también lo quería, pero tenia miedo.

Tiempo, dejaría al tiempo que pusiera las cosas en su lugar. Yo por primera vez trataría de vivir sin tener miedo a ser feliz.

Al salir del baño casi tropiezo con un chico como de veinte años, piel clara, ojos color miel, cabello un poco rizado el cual llevaba corto, venia con Lucy una de las cuatro barbies.

—¡Paloma! que bien, ven te quiero presentar a mi primo.

—Mucho gusto — le tendí mi mano.

— El gusto es mío, Tomas Cabrera — dijo tomando mi mano.

—Chicos voy al baño me esperan — nos pidió Lucy.

—La verdad es que yo le pedí a mi prima que nos presentara — me confió en cuanto Lucy cerro la puerta.

—¿A si? ¿Y por que? — indague.

—Bueno yo... la verdad es... me puedes presentar al cumpleañero — me sorprendí —Lucy me dijo que es tu mejor amigo.

—¡Por supuesto que si! — dije emocionada ¿Acaso a él le gustaba Lu? bueno eso no lo podía saber ¿Quizás solo quería ser su amigo? bien, eso seria cuestión de ellos — Ven — lo tome de la mano para llevarlo al jardín, pero al llegar a la estancia vi a Tristán que venia hacia nosotros, cuando él vio que lo tenia de la mano su gesto se endureció y su mirada se volvió fría.

—Así que aquí estas — me dijo voz contenida.

—Lo estoy — respondí desconcertada.

—Tomas veo que ya conociste a Paloma " mi novia" — esto ultimo lo recalco de una manera que me molesto ¿Que se estaba imaginando?

—Si Tristán y es muy agradable, aunque no sabia que era tu novia.

—Eso ya lo veo — respondió aun mas frió — Ven — me tomo de la mano haciéndome caminar a la terraza y soltar la mano de Tomas, a quien me gire para verlo, el me hizo un leve gesto para que no me preocupara.

Llegamos a la mesa y Tristán comenzó hablar.

—Amigos estamos aquí para festejar a un amigo muy apreciado en mi familia, se que muchos no lo conocen así que gracias por haber asistido — se giro a Lu — Feliz cumpleaños amigo — todos repitieron a coro la felicitación, intente separarme de Tristán me sentía molesta por su actitud con Tomas — Ahora hay algo que me gustaría compartirles — ¡No! que no fuera lo que estaba pensando, no así lo mire queria decirle que no lo hiciera, pero el seguía sin verme.

Quiero presentar formalmente a mi novia — todos me miraban y yo me sentí con ganas de desaparecer — A si chicos que esta hermosa dama ya no esta disponible, ya tiene dueño — una ráfaga de ira me lleno ¿Que carajos? ¿Estaba marcando territorio? sentí el impulso de decirle unas cuantas cosas, pero vi a mi madre que sonreía nerviosa hacia a mi, trate de calmarme y ver con mas objetividad a donde iba esto. Mire a Fernando que veía extrañado a Tristán, Lu me miro si, él si sabia como me sentía

De pronto me vi envuelta en felicitaciones y exclamaciones, solo podía responder con monosílabos, no supe el momento que quede apartada de Tristán pero lo aproveche me aleje si seguía cerca de él no me podría contener.

Vi a Tomas y fui con el.

—Lo siento — me disculpe con vergüenza y molestia.

—No te preocupes — me sonrió con amabilidad.

—Ven — lo tome de nuevo de la mano, vi a Tristán e inmediatamente él vino hacia nosotros, antes de que llegara ya había comenzado a caminar arrastrando a Tomas conmigo, me acerque a Lu vi de reojo como Tristán ya se encontraba lo suficiente cerca para escucharme.

—Lu quiero presentarte a Tomas primo de Lucy, él quiere conocerte.

—Tomas te presento a Lu mi mejor amigo y hermano — ellos se estrecharon la mano, volví a mirar de reojo y vi que Tristán se había quedado plantado en el suelo.

En cuanto me di cuenta de que reacciono y venia hacia nosotros me fui directo a la mesa donde se encontraban nuestras madres y me senté con ellas, él se sentó a mi lado me tomo de la mano, pensé en mandarlo al diablo peo me mordí la lengua.

—¿Ángel? — tomando todo mi auto control respondí.

—Dime.

—¿Vamos a caminar? — me pregunto esperanzado.

—No gracias, aquí estoy muy bien.

—Ángel yo... — lo mire con ganas de estrellarle su cabezota en la mesa y no dudaba que lo haría si me volvía a llamar "Ángel".

—Si tu quieres ir anda — me gire hacia nostras madres tratando de poner atención a la platica.

—Mamá— la llame quince minutos después.

—Si Mía.

— Nos podemos marchar ya, estoy muy cansada entre la desvelada de ayer y la salida de hoy realmente estoy rendida y mañana tengo clases.

—Si hija, vamos.

—Yo las llevo — ofreció Tristán.

Nos despedimos y con resignación me subí al coche, trate y con mucho esfuerzo de no pensar en nada, después este no era un buen momento. Para mi alivio mi madre monopolizo la conversación y el trayecto se me hizo muy corto.

Por mas vueltas que le di supe que al llegar no podría solo bajar del coche y salir corriendo.

—Muchas gracias Tristán — dijo mi madre en cuanto la ayudo a bajar.

Enseguida se apresuro abrir la puerta de mi lado, me ofreció la mano para bajar pero ya no me soltó, como si me hubiera leído el pensamiento.

—¿No quieres pasar? — pregunto mi madre.

—No creo que sea una buena idea — asegure — Él tiene que regresar a su casa, aun hay invitados.

—Si es verdad, bueno los dejo — mi madre dio la vuelta y entro a la casa.

—Ángel yo...

—No — dije tajante.

—Solo quiero...

—Dije no, en este momento no quiero escuchar nada.

—Pero deja que...

—Hablamos después — dije exasperada.

Tristán debió entender que no era el momento ya que aflojo su agarre, di media vuelta y entre a la casa sin mirar ni una sola vez atrás.

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