24
Paloma
Por fin nos retiramos de la famosa fiesta, aunque aun me ardía la cara de vergüenza por lo que había dicho no me arrepentía.
—Ángel ¿Te puedo llevar a casa? — me pregunto Tristán.
—No gracias, iré con Lu — aunque ya había tomado una decisión aun me sentía muy nerviosa de hablar con el.
—Oigan ¿A donde creen que van? — nos pregunto Fernando.
—Yo a mi casa a descansar ustedes no tengo la menor idea — respondí.
—No lo creo — lo mire intrigada.
—¿Ah no?
—No. La noche aun es joven y Lu se merece una verdadera fiesta — me dijo con una gran sonrisa, Mire a Tristán quien también sonreía.
Nos repartimos en los dos coches de la misma manera en que habíamos llegado. Nos detuvimos en un supermercado, los chicos comenzaron a llenar un carrito con cervezas, botanas, y carne, La gente solo nos miraba con toda seguridad por la manera tan formal en la que íbamos vestidos, pero a ninguno nos importo.
Cuando llegamos a la caja no pude evitar poner los ojos en blanco, la chica que nos atendió no sabia por quien babear mas, Fernando al darse cuenta empezó a coquetear, la chica me miro.
—No te preocupes ella es la novia de los tres —dijo Fernando y la chica me miro con la boca abierta —Pero no es celosa, así que no te preocupes.
Por un momento no supe si reñir a Fernando o mejor reírme. Mire a Tristán quien tenia cara de pocos amigos. Al salir no pude evitar preguntar.
—¿A donde vamos? ¿Para que es todo esto?
—Ya veras — Fernando sonrió.
Nos detuvimos frente a una casa de dos plantas, no era tan grande como la de Tristán pero aun así era muy bonita y ubicada en una buena zona. Mire a Lu interrogativa, el no me dijo nada solo comenzó a entrar, así que solo lo seguí al interior.
Fernando encendió las luces y pude observar una gran sala en tono negro, el piso y las paredes en en tono blanco y uno que otro toque en tono rojo, muy minimalista, aun lado había un comedor de seis piezas de igual manera negro también, en el centro de la mesa había tres velas de distinto tamaño en rojo.
La cocina estaba a espaldas y solo quedaba separada por una barra de granito, una rapida mirada me indico que todo estaba en perfecto orden. De lado contrario se encontraban unas amplias escaleras, al fondo de la sala toda la pared era de ventanales corredizos.
Fernando se acerco a esa parte encendió la luz y pude ver que era un espacio utilizado como... ¿Patio-terraza? No sabia como definirla, había una pequeña alberca al fondo, aun lado unas tumbonas, un asador ¡Ya! para eso las compras tenia que reconocer que ese par eran grandes tipos, sonreí.
—Demonio ¿Que opinas?
—Es una casa muy hermosa, tiene muy buen espacio y se nota que el arquitecto supo utilizar todo a su favor.
—Mas le valía por que con lo que cobra — lo mire y el a su vez miraba a Tristán.
—¿Es tu casa? — pregunte.
—Si la empresa de Tristán la diseño.
—Es muy hermosa — agrego Lu.
—Vamos — nos dijo Fernando y lo seguimos, ya en la terraza me quede aun mas fascinada el juego de luces era aun mas increíble, los tonos verdes daban a las plantas aun mas vida, y dentro de la alberca resplandecía por las luces en tonos blancas, y toda la estancia tenia mas luces en tonos blancos mas tenues.
Los chicos comenzaron a moverse de un lado a otro, ofrecí mi ayuda pero los tres dijeron no. Al ver como Lu se sincronizaba con ellos supe que no era su primera vez aquí, sentí una gran felicidad por el.
Sin saber mucho que hacer, me acerque a la piscina, toque el agua con mis dedos y la sentí tibia, cálida, sin pensarlo dos veces me quite los zapatos me senté en la orilla sumergiendo mis pies, el agua me cubrió la mitad de la pantorrilla, era una agradable sensación.
Recordé el cumpleaños del año pasado donde como siempre solo habíamos sido solo Lu y yo, que diferente era esta vez. No supe en que momento se colo en mis pensamientos la propuesta de Tristán, no me hacia tonta por supuesto sabia lo que había detrás de la proposición, el quería poder besarme abrazarme y... honestamente si no lo hacia el... suspire, lo haría yo, aun con mi nula experiencia amaba como me hacia sentir sus labios, arrasaban como fuego sobre los míos y ese calor se extendía por todo mi cuerpo, volví a suspirar.
Si, ese no era el problema, la cuestión es saber si yo puedo hacer todo eso sin perder el corazón. ¡Demonios! ¿Una relación de amigovios? Instintivamente me gire para buscarlo, el me miraba fijamente, el corazón me golpeo con fuerza.
¡Oh Dios! era tan guapo y ardiente, el me sonrió de esa manera tan traviesa como si supiera de mi debate interno, se acerco lentamente hacia a mi, mi respiración se detuvo. Definitivamente había tomado la decisión correcta.
—¿Aun lo sigues pensando? — me pregunto.
—No, ya tome una decisión — sonreí mientras negaba con la cabeza, el me miraba expectante.
—¿No me piensas decir?
—Si... pero mas tarde — note su contrariedad.
—¿Por?
—Por que esta noche es de Lu, dejemos le disfrutar.
—Tienes razón, ven — me tendió la mano — vamos con ellos, el asador ya esta listo, ya veras que rica me queda la carne asada — lo mire levantando una ceja — De verdad — tome su mano y me deje guiar.
No podía negarlo la comida estaba deliciosa y la compañía era la mejor. Fernando me tenia muerta de risa mientras me contaba anécdotas de el y Tristán en sus tiempos de estudiantes, de vez en cuando Tristán lo miraba furioso y con ganas de matarlo, sobre todo cuando hablaba de chicas. Ese par tenían mucha historia.
—Chicos quiero preguntarles algo — nos dijo Fernando a Lu y a mi.
—¿Que es? — respondió Lu.
—¿De verdad tiene dieciocho? por que si se ven jóvenes, pero parecen viejiitos.
—¿Viejitos? — pregunte.
—Si, no salen de parranda, no toman para emborracharse podría asegurar que aun son vírgenes y...
—¡Oye! — replique.
—Fernando — lo llamo Tristán en tono de reproche.
—Nada, nada solo la lógica, ademas escuchan música de viejitos.
—Aaahhh no, eso si que no, te paso lo de que te metas con mi virginidad, pero mi música no — dije.
—Ángel empiezo a creer que tienes un problema de prioridades. — me señaló Tristán.
—Ok, ok — Fernando levanto las manos en forma de rendición — La música es sagrada, ¿Pero... por que precisamente oldies de los años sesentas o cincuentas?
Iba a replicar pero Lu se me adelanto.
—Esa música tiene... tiene un gran significado en mi vida, mis padres la escuchaban todo el tiempo yo... yo crecí con ella.
Todos guardamos silencio.
—Yo contagie a Mía cuando nuestra amistad se hizo un lazo mas fuerte y comenzamos a pasar mas tiempo juntos, la música era nuestra acompañante, quizás para esta época la música suena como fuera de ritmo y sosa y cursi, pero te puedo decir que la letra siguen siendo muy buenas, no todas pero si la mayoría.
—¿Así que surfistas? ¿Rebeldes sin causa? —Lu asintió — Creo que tendré que escucharlas para poder opinar.
La velada siguió su curso y mi hora de regresar a casa se aproximaba.
—Chicos la noche se me termina como a cenicienta, tengo que volver antes de que me convierta en calabaza.
—Bien chicos ahora que la princesa nos deja ¡Que comience la fiesta de hombres!
—¿¡Que!? ¿No me digan que ahora van aun bar de stripers?
Tristán, Fernando y Lu me miraron.
—Algo así — me respondió Lu. ¡Oh! ¿Quizás... un bar gay?
—Yo quiero ir. — dije con determinación.
—Por supuesto que no — me respondió tajante Tristán.
—¿Por que no? — lo desafié.
—Por que eres menor de edad — ¡Maldita sea!
—Bien, ustedes ganan — reconocí de mala gana, Tristán sonrió — Pero cuando cumpla la mayoría de edad yo iré a un bar de chicos stripers también — ahora la que sonrió fui yo cuando les vi la cara de asombro.
—No, no lo haras — amenazo Tristán.
—Ni lo sueñes — me dijo Fernando.
—Claro que no — ahora Lu.
No pude evitar poner los ojos en blanco que trío de...
—Oh si lo haré y si ustedes no me acompañan iré sola — dije muy resuelta.
—Anda mejor vamos, te llevo a tu casa — me dijo Tristán mientras me tomaba de la mano y llevándome fuera.
De pronto fui consciente de que estaríamos solos, mi estomago dio un vuelco y mi corazón se desboco. En cuanto el auto se puso en marcha, mi ansiedad fue aun mas grande.
—Ángel...
—Muchas gracias por lo de hoy, se que para Lu esto ha sido lo mas cercano a tener personas que lo acepten sin juzgarlo, y mas después de lo de la fiestecita que organizo su tío.
—No tienes por que, tu sabes que apreciamos a Lu y coincido contigo su tío es un bastardo de primera.
—Lo es — afirme
—Por cierto ¿De donde sacaste lo de un trío? — ¡Por Dios! ya no me acordaba de eso.
—Bueno... pues.. de un libro que leí — me miro fijamente.
—No quiero ni pensar lo que lees — dijo con fingida indignación.
Llegamos a mi casa él me ayudo a bajar casi tropiezo al hacerlo.
—¡Malditos zapatos!
—El precio de lucir hermosas piernas — no pude evitar el sonrojarme, el me toco la mejilla con los nudillos, su contacto fue muy suave, aun así dejo una sensación hormigueante en mi piel.
--Paloma -- lo mire a los ojos -- Pir favor di que si -- me pidío.
—Si — respondi en un susurro.
—¿De verdad? — me abrazo, su aroma me envolvió.
—Tristán — logre decir, tenia que usar la cabeza el me soltó, y me arrepentí inmediatamente quería que me siguiera abrazando.
—Pienso que esto se sella con un apretón de manos — vi la desilusión en su rostro, pero aun así me ofreció la mano, la estreche, no tuve que pensarlo dos veces, le di un leve jalón lo atraje hacia a mi y plante mis labios en los suyos, note su sorpresa, pero fue por pocos segundos inmediatamente tomo el mando y me beso de esa manera tan suya, empece a sentir como me derretía.
Tristán
¡Dios! sus boca era tan suave, sus labios se sentían tan perfectos sobre los míos, y su sabor era tan dulce, su inexperiencia se notaba pero se dejaba llevar, abrí paso sobre sus labios con mi lengua queria... no necesitaba explorar mas de su boca, ella gimió y la Abrace atrayendola mas a mi, me tuve que recordar que tenia que ir mas lento , mordí su labio inferior y después pase mi lengua sobre el.
Cuando me separe de ella, vi su rostro tenia los ojos cerrados y sonreía, abrió lentamente sus ojos, estaba sonrojada.
—Tristán... buenas noches — entro a su casa.
Me quede viendo la puerta por donde desapareció, sonreí como idiota y negué con la cabeza, esa era una de las cosas que me gustaban de ella, era tan espontanea, tan dulce, tan honesta, valiente para defender lo que consideraba justo.
Regrese a casa de Fernando, ellos aun se encontraban en la terraza-jardín como la llamo mi... si mi Ángel.
—Ya era hora — me dijo Fernando.
—No seas molón, ya estoy aquí — mire a Lu — ¿Que le paso?
—Nada, que se entusiasmo con la cerveza y se quedo dormido.
—jajajaja no inventes ¿Y ahora?
—Dejarlo dormir la mona, ya mañana vendrá lo bueno.
—¡Tristán!
—¿Eh?
— Que tengo rato hablándote — no me había dado cuenta de que me había quedado pensativo —¿Que paso con el demonio? — sonreí, ella tenia razón teniendo un nombre nadie de nosotros la llamaba por el.
—Me dijo que aceptaba.
—¡Joder con la niña! siempre logra sorprenderme.
—Lo se.
—Tristán ya tienes tu oportunidad no la jodas.
—No amigo no lo haré, realmente quiero estar con ella.
—Lucha por ello. Y como lo de la fiesta se termino aquí, yo iré a la fiesta.
—¿Que? ¿Y nosotros? — dije.
—Estan en su casa, Lu ya no despertara hasta dentro varias horas-- despues de unos minutos me pregunto -- ¿Quieres ir conmigo? noche de sexo.
—¡Estas loco! aunque aun no es oficial pretendo que Paloma me acepte — Fernando me miro y sonrió.
—Ya veo que es en serio, me da gusto por ti amigo, bueno la noche es joven.
—Cabrón — se levanto de hombros.
Busque unas mantas y con mucho esfuerzo lleve a Lu al sillón, recogí un poco por que no sabia que mas hacer.
Después de dejar una luz encendida por si Lu despertaba, me fui a la recamara que usaba cuando me quedaba aquí. Me desvestí quedando solo con mis boxers, me recosté pero no podía dormir, pensé en el beso ella lograba mas que solo encenderme la sangre, le daba calor a mi alma.
Tome el celular y le mande un mensaje.
—¿Estas despierta? — espere.
— Si — me respondió inmediatamente.
—¿Que haces?
— Estoy leyendo.
—¡Dios Santo! no quiero imaginar qué.
—Ja ja ja ¿Que tal la fiesta de hombres?
—Si te cuento no me crees.
—Trata.
—Cuando regrese Lu estaba dormido.
—ja ja ja ja.
—Asi que esta dormido en la sala y yo acostadito, como niño bueno.
—No te creo.
—Que mala — tome una selfie y se la mande— Ves estoy acostado y medio desnudo.
— Ok te creo.
—Ahora tu.
— ¿Yo qué?
—Mándame una foto.
—No, estas loco.
—Si no me la mandas voy a ir a tu casa.
—No, mi mama ya esta dormida.
—Entonces mándame la foto.
— Tristán.
—Ángel.
pasaron unos minutos y no respondía,sabia que seguía conectada, decidí mandarle un mensaje diciéndole que lo olvidara, no la presionaría, cuando me llego un mensaje de ella.
— Bien tu ganas.
Me llego una imagen donde se veía el pantalón de su pijama de minions y sus calcetas, también se veía su cama, era muy lista.
—Me encantan tu pijama y calcetas.
—A mitambién.
—¿Te veo mañana?
—No se, casi no he estado con mi mama en los últimos días, pero mañana veo que planes tiene y te aviso.
—Espero tu llamada.
— Descansa.
—Igualmente.
Cuando desperté inexplicablemente me sentía feliz. Fui a la sala en busca de Lu, quien aun dormía, para mi sorpresa encontré a Fernando dormido y roncando en el otro sillón — sonreí, mientras negaba con la cabeza ya me imaginaba como había estado la noche.
Fui a la cocina para ver que había de desayunar, pero no había mucho y lo poco no se les antojaría con resaca. Llame por teléfono a un local de comidas a domicilio.
Treinta minutos después llego la comida, como si el aroma los hubiera despertado Lu y Fernando me siguieron a la cocina.
Desayunamos mientras yo me mofaba de ellos, los dos se quejaban de la cabeza.
Mi teléfono sonó y mi corazón se acelero cuando vi la pantalla.
—Hola Ángel.
—Hola Tristán ¿Como le fue a Lu?
—La cabeza lo esta matando y su estomago también reclama — la escuche reir.
—Se lo pensara mejor la próxima vez — me dijo.
—Eso júralo.
—¿Sigue ahí?
—Si, ¿Quieres que te lo comunique?
—No, pero quiero decirte algo y que no escuche — dijo lo ultimo en un susurro, me fui a la sala.
—Ya puedes hablar.
—Mi mama me dijo que hay una reunión hoy en tu casa.
—¿Qué?
—Si que tu mama le quería hacer a Lu una comida pero es sorpresa.
—Para todos.
— Si ya se, mi madre me acaba de contar y me pidió que llevara a Lu a tu casa a las tres de la tarde, pero sin decirle el motivo.
—No te preocupes no le diré nada. Tu habla con el y se ponen de acuerdo.
—Si lo haré.
—Paloma...
—¿Si?
—Ángel ¿Sabes lo que esto significa?
—Sssi-ii.
—Que hoy les diremos del noviazgo.
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