2
Paloma
— ¡Por fin llegas! Quiero que me cuentes como te fue ayer, y no omitas nada — me dijo en cuanto me vio.
—Buenos días también para ti, y Lu ya vengo retrasada y tengo clase de química.
— ¿Con verruguitas?
— ¡Lu no seas así! — lo reprendí pero no pude ocultar mi sonrisa.
—Que quieres, cuando la maestra se para en frente y da la clase yo solo veo como se mueven esos puntos y pienso que en cualquier momento me van hablar — lo mire y nos soltamos a reír los dos.
—Eres cosa seria, pero te prometo que mas tarde — le dije mientras seguía mi camino.
—Te odio — me dijo antes de entrar a mi salón.
—Y yo te quiero — me despedí levantando la mano.
Esta materia realmente me costaba pero tenia que poner mucho empeño, necesitaba la nota. Mire una vez mas el reloj solo había transcurrido treinta minutos, descendí mi mirada y ahí estaba la maestra Flores dando la clase, sin poder evitarlo mire sus verrugas y pensé en lo que había dicho Lu "Parece que en cualquier momento me van hablar" la risa broto antes de poder evitarlo, trate de sofocarla con una tos.
—¿Se siente bien señorita Villanueva? — me pregunto mientras me miraba con cara de pocos amigos.
—Si maestra lo siento, creo que la saliva se me fue por otro lugar.
—Bien, pero si quiere vaya y tome agua quizás eso la ayude.
—No maestra gracias ya estoy bien.
—Muy bien entonces continuemos con la clase.
Maldito Lu le retorcería el cuello en cuanto lo viera. Puse todo mi esfuerzo en mantener la concentración durante el resto de la clase, y por fin el timbre anuncio su termino respire aliviada. Me apresure a mi siguiente clase si Lu me atrapaba seria capaz de llevarme a rastras para saltarnos la clase o me retrasaría y llegaría tarde.
Pero al término de esta ya me esperaba afuera del salón para ir a la cafetería.
—Princesa — puse mala cara odiaba que me llamara así — ¿Pretendes escapar de nuevo? — encarnó una Ceja.
— ¡Oh no! Mi señor yo jamás haría eso — le seguí el juego.
—Mas vale que sea cierto doncella por que las torturas que pienso emplear para hacerla hablar son imaginables — Lorena una compañera que pasaba por ahí y nos escucho solo meneo la cabeza y puso los ojos en blanco.
—No será necesario con que me alimente será suficiente — hice una reverencia.
—Bien entonces acudamos a los jardines de este palacio de tortura y cazamos un ciervo para que lo cocines.
—Ni lo sueñes, vamos al comedor de la escuela.
— ¡Mía! Íbamos tan bien — me reprocho.
—Anda Shakespeare — lo tome del brazo y fuimos a buscar una mesa, a pesar de que Lu y yo éramos amigos desde la secundaria, todos creían que éramos novios, pero se especulaba mucho sobre nuestra relación, pero a nosotros no nos importaba ni los chismes ni el mundo.
Mientras desayunábamos unas ricas sincronizadas con jugo de naranja le narre lo sucedido la tarde anterior.
—Así que ¿Tienen mucho dinero?
—Si lo tienen y una hermosa casa, la Señora Hamilton se porto muy bien.
—Tu mama debió de estar feliz — sonrió.
—Si y fue muy bueno verla — le asegure.
— ¿Y el hijo? De el no me has dicho nada.
—Pues ni idea, no lo conocí nunca se presento.
—Entonces no lo conociste.
—Nop.
—Mmmm que lastima.
—Lastima ¿Por qué? Ni me va ni me viene que podemos tener en común nada — dije de mala gana cuando recordé que no se había presentado y ni una excusa o disculpa había dado.
—Quizás tu ¿Pero que tal y...
—¿Y? — pregunte confundida.
—Es mi tipo — eso me hizo reír.
—Ja ja ja ja tienes razón soy egoísta, así que te diré no lo conocí, pero vi un retrato de el bueno de los tres — comenté.
—¿Tres? — Lu me miro sorprendido.
—Si el señor Hamilton y sus dos hijos. Había una pintura en la sala principal, en el cuadro se ven guapos, El señor Hamilton realmente era un hombre muy atractivo, alto delgado de piel blanca, ya sabes cómo buen inglés, tenía una mirada compasiva, y los hijos son muy parecidos guapos, buen cuerpo solo que su cabello y color de ojos son diferentes pero su estatura y complexión son iguales bueno... lo eran por lo que te conté.
—Si una lastima.
—Lu no quiero romper tu corazón pero dudo que algún día lo conozcas — me hizo un puchero.
El día se me fue volando, en cierta manera me sentía agradecida había sido algo pesado y para colmo tuve una hora libre antes de la ultima clase ¡Típico! Ni como marcharme a casa, resignada saqué mi libro aprovecharía para ver de qué iría la clase.
—Mía — escuche detrás mío.
—Lu ¿Tu también no tienes clase? — le pregunte algo desconcertada.
—No, pero no tengo ganas de entrar a mate — se quejó.
—Lu — lo mire con cara de reproche.
—Lo prometo será la ultima — siempre decía lo mismo.
—Sabes que no te creo.
—Lo se, anda mejor vamos a uno de los jardines y nos sentamos bajo un árbol.
—Me agrada la idea — admití.
Escogimos un árbol frondoso para que nos diera buena sombra, puse mi cabeza en sus piernas
—¿Vas a leer? — le pregunte.
—Si estoy leyendo un libro buenísimo y...
—Déjame adivinar El es guapo, increíblemente sexy con un abdomen perfectamente marcado ahhh y con tatuajes que lo hacen peligroso, pero que en realidad es el bueno de la historia ¿Me equivoco? — lo desafié.
—Aguafiestas — se quejó y yo me reí.
—No, simplemente que es lo de siempre, ella le cura el corazón con su dulzura, resignación, frágilidad ahhh y ser sumisa es lo de moda ¿Cierto? Y así vivieron felices para siempre — fui muy sarcástica.
—Mía te odio — hizo un puchero.
—Y yo te adoro, anda mientras tú lees, escuchare música o me dormiré un rato.
Después de un rato mi teléfono se quedo sin pila, no podía dormir a si que sin darme cuenta empecé a tararear.
—¡Lo sabia! — gritó Lu asustándome.
—¿Qué? — Abrí mis ojos — ¿Qué paso?
—Lo leíste.
—¿Qué? — estaba muy confundida.
—Los libros — me dijo con una gran sonrisa.
—¿De que carajos hablas? — no comprendía.
—Te regalo mi amor te regalo mi vida, a pesar del dolor eres tu quien me inspira, no somos perfectos somos polos opuestos — canto.
—Este bien — admití — Pero solo lo hice por que tú no hablabas de otra cosa y me gano la curiosidad.
—Mmmm y ¿Crepúsculo?
—Solo quería saber por que todas enloquecieron por un vampiro que brillaba y formaron un club "Vamos a violar a Edward" y además estaba segura de que me arrastrarías al cine para ver la película.
—Ok, ok pero tendrás que admitir que son muy Hot los protagonistas masculinos — puse los ojos en blanco.
—Si sabes que son personajes ficticios ¿Cierto?
—Mira cruela, ya te tocara conocer a alguien que te mueva el tapete como alguna de los libros que hemos leído y te recordare esta conversación — me aseguro muy petulante.
—No, corazón de condominio, eso no creo que vaya a pasar, por lo menos en los próximos diez años. — le asegure.
—Eso dices tú, ¿Pero dime... que daño puede hacer el querer un amor como el de los libros?
—Tal vez ninguno, pero déjame decirte que te quedaras solo rodeado de gatos y libros esperando por un amor de cuento de hadas.
—Mejor cambiemos de tema amargada, oye ¿Y si vamos al cine? — si era lo mejor, ninguno daría a torcer su brazo.
—Sabes que no puedo tengo que ir al trabajo.
—Y mañana después del cierre.
—Mañana se cierra tarde, es el último sábado del mes — puso mala cara.
—¿Por qué trabajas? — Dios era un Niño.
—Mmmm será por que no soy rica como tu — le dije lo obvio.
—Pero yo ya te dije que yo puedo solventar la Uni.
—Y yo que gracias pero no.
—No seas terca, cuando cumpla la mayoría de edad lo cual será muy pronto, recibiré mi herencia.
—Y yo me sentiré muy feliz por ti.
—Bien — sabia que el tema había terminado y nuevamente me había salido con la mía. Amaba a Lu por muchas razones que no tenían que ver con el dinero, siempre sería parte de mi vida, pero me molestaba mucho que no entendiera que su dinero era lo único que nunca iba aceptar.
—Pero si hay algo que puedes hacer por mí — le dije cuando vi que puso mala cara.
—¿Qué? — me dijo un poco enfadado.
—Mañana cuando vayas al café entra en la subasta.
—Bien — respondió aún molesto.
—Por eso te quiero — le di un beso en la mejilla, y ahora di el quiero puso los ojos en blanco.
Tristán
No había dormido ni tres horas a pesar de haber tenido la oportunidad, mi cabeza era una verdadera bomba. En cuanto lo considere prudente me fui hacer un poco de ejercicio y sacar toda la furia que llevaba contenida, tenía que ser lo más prudente que pudiera en la maldita junta. En cuanto ingrese al comedor vi que madre ya me esperaba.
—Lo siento por hacerte levantar temprano, pero como sabes hoy se rinde el informe, y hay algunos pequeños detalles aun, nada de que preocuparse quede con Fernando y los resolveremos — pensaba comentarle lo sucedido ahora que estaba casi resuelto, pero de antemano sabía que no iba aprobar como iba proceder.
—No te preocupes querido, ya que tienes que trabajar tanto y te veo poco, cualquier oportunidad es buena — precisamente esa era una de las razones por la cual no me iba a vivir solo.
—Ojala Nana pensara igual, en cualquier momento vendrá y me reprenderá.
—Sabes que lo hace por que te quiere mucho siempre fuiste su consentido.
—Solo por que fui quien le dio más guerra ¿Cuento con tu asistencia?
—Por supuesto, que acaso crees que no se que aun te rondan tiburones — "No tienes idea" pensé, le di un beso y me marche.
****
—Bien ¿Qué piensas? — Fernando me miraba fijamente.
—¿Cómo es posible que no nos diéramos cuenta antes? Eso me hace pensar que mas cosas hay. No se pero no creo que esto sea lo único tenemos que investigar todos los proyectos sin que sospechen y se que no va ser nada fácil.
—Ya lo había pensando y ya estoy en eso — lo oiré y asentí.
—Por lo pronto quiero que a este hijo de puta fuera de mi empresa, no voy a permitir que manche el nombre de mi padre y hermano cuando ellos fueron personas intachables. Quiero que sea conocido por la prensa, no deseo que nadie mas caiga en sus trampas — sentía como la sangre me hervía, estaba a punto de perder la cordura ¡Carajo! No podía darme ese lujo en este momento, tenía que respirar muy hondo cuando lo tuviera enfrente para no saltarle encima.
—Tranquilo por favor no hagas nada estupido, guarda tu maldito temperamento para otra ocasión — lo mire frunciendo el ceño, él me sostuvo la mirada, respiré resignado y asentí. — Bien Tristán, tenemos que buscar un remplazo para la gerencia de Monterrey y la administración aquí.
—Si lo haremos pero esta vez yo ocupare el puesto durante el tiempo que dure la investigación, necesito llegar al fondo de esto y escoger cuidadosamente a la persona que ponga al frente.
—Estoy de acuerdo — miro su reloj — Ya casi es hora, iré asegurarme que todo este en orden.
En cuanto Fernando salió de mi oficina, las manos me comenzaron a sudar, la inquietud me empezó llenar ya sabia lo que vendría a continuación, otro ataque y en este momento no lo podía permitir, lo único que me calmaría seria un saco de box o partirle la cara alguien, respira me repetía una y otra vez, necesitaba enfocar mi agresividad para el momento de la junta. Puse música y cerré mis ojos pensé en mi padre y hermano por ellos me repetía ¡Por ellos!
—Señor —Escuche por el interfono.
—Señorita Ruiz — respondí sin abrir los ojos.
—Señor ya se encuentran en la sala de juntas y me acaban de informar que la señora Hamilton ha llegado.
—Bien señorita Ruiz estaré ahí en un momento — tome mi saco del perchero y me lo ajuste, observe a través del ventanal y respire una vez mas hondo.
Me encamine a la salida de mi oficina y en cuanto cruce la puerta ahí estaba el hombre al que todos temían "Yo" con mi careta de frialdad e indiferencia después de un año había aprendido que es mejor que todos te crean un hijo de puta sin corazón y te teman por que de lo contrario te devoran. Sabia que todos me temían nadie se atrevía a mirar en mi dirección pensaban que era por que los menospreciaba y era un bastardo egocéntrico, no menospreciaba a nadie sabia el valor de cada persona dentro de la empresa eso lo respetaba y en cuanto que era un bastardo egocéntrico eso si lo era ¿Y por que no? A mi edad era el presidente general de esta empresa y trabajaba mucho para que lo que mi padre había construido perdurara.
—Buenas tardes — fui directo a mi silla sin mirar a nadie.
—Buenas tardes — varias voces respondieron, tome la carpeta que estaba en frente mío y la hojee un poco.
—Como todos ustedes ven tienen una carpeta con el informe por escrito y lo iremos analizando punto por punto.
—Señor Hamilton, antes me gustaría preguntar sobre...
—¿Lo sucedido en Monterrey? — impuse mi voz de una manera muy fría
—Sssi-si escuchamos algunos rumores y...
—Demanda saber que paso y ¿Qué pienso hacer? Bien los obreros se pusieron en huelga — me recargue en mi silla mirando a cada uno de los presentes.
—¿Huelga? — pregunto mi madre.
—Si huelga y con justa razón, la persona que administraba la constructora, les mintió les ofreció un contrato que nunca cumplió — dije lo más calmado que pude.
—¡Pero como es posible! — escuche decir a Linton.
—Simple su superior lo sabia le entregaba una parte del dinero que el obtenía y nos entregaban informes maquillados.
—No puede ser.
—Pero ya se tomaron cartas en el asunto, se apresaron a esos dos y se llegara hasta las últimas consecuencias — les asegure.
—Tenemos que ser cuidadosos si los medios de comunicación se enteran será muy mala publicidad, los contratos se nos caerán, y tendremos problemas para conseguir proyectos nuevos, perderemos dinero — ¿Si como no? Eso quisieras pensé.
— Lamento informar que los medios están enterados y que obviamente habrá pérdida de dinero. Como todos ustedes saben mi padre formo su propia empresa de arquitectura, y cuando el negocio requirió que ellos mismos construyeran sus proyectos se busco socios y se formo el holding.
Hace cerca de dos años cuando yo tome la presidencia el señor Roberts decidió vender sus acciones ya que yo no le parecía adecuado para el puesto, pero ya que mi familia era dueña del sesenta por ciento y éramos el socio mayoritario. Ahora les pregunto si alguien desea abandonar el barco y vender en este momento que aun no hay perdidas estoy dispuesto a comprar.
—No te basta el setenta por cierto Hamilton, quieres el poder absoluto — me espetó.
—Señor Collins eso no es un secreto, además ustedes tampoco están conformes conmigo, así que les estoy ofreciendo una salida antes de que empiecen a perder dinero.
—Pues yo no vendo.
—Nadie lo obliga señor Smith — le di una sonrisa de medio lado.
—Pues yo si vendo, ya estoy viejo no tuve un hijo a quien heredar y ya me cansan el tener que viajar para estas reuniones.
—¡Pero te has vuelto loco Johnson! Y te exijo que si vas a vender nos ofrezcas primero a nosotros.
—Mira Smith ya me canso este juego, el muchacho lo ha hecho bien yo no tengo queja y yo vendo a quien me ofrezca lo justo, así que como ves no me dejo manipular por nadie. Ahora si me permiten me retiro me quedare solo unos cuantos días mas, espero sus propuestas Vivían buenas tardes — le dio un beso en la mano a mi madre y Salió de la sala de juntas, mire a Fernando asintió ya tenia la propuesta fue detrás de él. De antemano sabia que lo conseguiría, solo me faltaba sacar a dos más y uno ya tenia un pie fuera.
—Continuemos — tome de nuevo la carpeta y la hojee.
—¿Y que piensas hacer para remediar el problema de Monterrey Hamilton? — me pregunto Smith.
—Antes que nada llegar al fondo y después entrevistarme con los obreros, cumplir lo que se les ofreció en el nuevo contrato que incluye sus seguro medico, jornadas de ocho horas y cuando haya más pagarlas conforme la ley, atender sus peticiones.
—Pero con eso perderemos dinero y no sabemos si los proyectos sigan en pie.
—A si es señor Collins ya se los había dicho, pero es un riesgo que voy a tomar — Fernando había regresado y con una sonrisa me indico que todo estaba arreglado ¡Lo había conseguido! Ya tenía otro diez por ciento. Me entrego una carpeta.
—Ahora mi abogado el señor Mondragon me esta informando que ya tenemos una copia de la declaración de los detenidos y me gustaría que les informara.
Fernando dio inicio a la lectura, todos me miraban expectantes, cuando llego a la parte de donde acusaban a Smith hubo exclamaciones de asombro.
—¡Eso no es cierto! ¡Eso es una trampa! Esto es obra tuya Hamilton — se puso de pie y golpeó la mesa.
—Señor Smith yo no tengo nada que ver, y solo se esta leyendo lo que los acusados declararon — dije lo más tranquilo que pude.
—¡Esto no se quedara así! — me apuntaba con un dedo mientras seguía gritando.
—No me imagino que no, pero no veo por que se exalta si usted es inocente se defenderá y lo apoyaremos no le quede la menor duda. —Cambie mi tono de voz por uno amenazador —Pero si usted es culpable tenga la seguridad que haré que todo el peso de la ley caiga sobre usted, y como sabe perderá sus acciones en holding.
—Señor Smith — interrumpieron un par de hombres —Esta usted detenido por ser acusado directamente de ser cómplice contra el abuso de los trabajadores de constructoras Hamilton Com. En el estado de Monterrey.
—¡Soy inocente! Esto es una trampa — forcejeo.
—Señor tiene derecho a guarda silencio hasta que su abogado este presente todo lo que diga será usado en su contra.
—¡Maldito seas Hamilton! Pero escucha nunca te venderé a ti mis acciones lo oyes ¡Nunca! —Lo sacaron y vi como mi madre me observaba. Ya sabia que los medios habían sido informados y esperaban fuera del edificio, esto me haría perder dinero pero no la credibilidad, pero el dinero era bien gastado solo por haberme quitado a esa alimaña de encima.
—¿Continuamos? — pregunte zanjado el tema.
—Yo prefiero retirarme — anuncio mi madre y se que no estaba de acuerdo con mi manera de proceder.
—Creo que es mejor dejar esto por hoy y asimilar lo que se nos viene. — anunco el señor Collins
Mas tarde Fernando fue informado que había sido trasladado directamente a Monterrey Collins.
—Todo salió a pedir de boca — me dijo con una sonrisa.
—Si amigo gracias por favor encárgate de lo que viene — le pedí mientras aflojaba el nudo de mi corbata.
—No te preocupes tengo todo cubierto ¿Salimos a tomar algo?
—Esta noche no, necesito algo más fuerte.
—Déjame adivinar sexo caliente de una noche y sin compromisos —sonreí, si esa era una buena idea y tendría el pretexto perfecto para no volver a casa y someterme al interrogatorio de mi madre. Pero primero... si estuviera en Inglaterra sabia con toda certeza a donde iría un club de pelea y participar, pero aquí no conocía ninguno... aun. Pero si sabía donde había carreras de motos o coches... clandestinas por supuesto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro