☃️3. Luces explosivas☃️
Camelia
Llevaba toda la tarde intentando encontrar un juguete que pasará las estrictas pruebas de seguridad de Olwen, pero parecía una tarea casi imposible.
—Este también parece sospechoso —comentó él, sosteniendo una de las muñecas que elegí para mi sobrina.
—Ok, déjalo por hoy ¿Quieres ir por un sándwich? —propuse agotada por el largo día que pasamos.
Casi era de noche y el clima era cada vez más frío. Cuando salimos del centro comercial con dirección a las tiendas de comida, una nevada nos sorprendió.
—¿No qué las nevadas empezarían la próxima semana? —me queje para mí misma.
—El clima es impredecible —respondió y haciendo un ademán con una se sus manos creo un paraguas de hielo que usó para cubrirnos.
—Casi olvido que también eras un mago de nieve.
—Sí, el título de ángeles suele confundir a la mayoría al principio. ¿Nos vamos?
—Claro, compremos algo para comer y luego podemos volver a casa —sonreí sin darme cuenta de lo que dije, ¿le pedí que viniera a mi casa a pasar la noche? —. Quiero decir cada uno podrá a ir a su propia casa —corregí algo nerviosa.
—Eso fue lo que entendí, tranquila —sonrió como tomándose con gracia.
Ambos parecíamos divertidos por la conversación, pero algo de colores debió verse reflejado en mi rostro, ya que el calor me envolvió y sofocó un poco. No podía verlo directamente por un par de minutos, sin embargo, las cosas fueron más naturales cuándo entramos a pedir los sándwiches.
—Que lindo, mira estás decoraciones son preciosas —me acerqué a la ventana de luces que decoraban el lugar.
Aquellas luces iluminaban en distintos tonos festivos y no solo eso, estaban colocadas de tan manera que formaban diferentes adornos. Era un espectáculo maravilloso y que sólo se podía observar dentro del local.
—Brilla más que la nieve durante el día —comentó Olwen parándose junto a mí, luego de conseguir nuestro pedido de sándwiches—, ¿quieres intentar comprar algunas luces para tu casa? Puedo ayudarte a darles formas como las de aquí.
—¿En serio puedo comprarlas? ¿No dirás que son peligrosas y que podrían explotar o algo así? —cuestioné escéptica de su actitud.
—¿Luces explosivas? No lo creo, recuerda que la profecía menciona solo los regalos, no hay nada de malo en comprar adornos u otras cosas que necesites para tu casa —mencionó como si debería haberlo sabido antes.
—Me lo hubieras dicho desde el principio, pensé que no podía comprar nada. He estado asustada pensando en lo que haría cuando necesitará ropa o cosas así.
—¿Por qué piensas eso? Hemos estado comprando comida desde hace un tiempo, sin problemas.
—Siempre ibas tú por el pedido en mi lugar, además la comida es sagrada y pensé que era la excepción a la regla —me sentí muy torpe después de decir aquello.
—Lo lamento —se disculpó tomando una de mis manos entre las suyas con delicadeza—, no te explique correctamente todo lo que debía antes, te recompensaré por ello.
Su rostro estaba sonrojado, no sabía explicar si era por el frío o porque se sintió realmente apenado por no haberme dicho las reglas y excepciones de la profecía antes. De cualquier modo era realmente lindo, ángel o mago, no importaba lo que era o fuese, su personalidad dulce y tierna era lo que me seguía atrayéndome cada vez más a él. No había forma de ocultarlo y seguir evitándolo, aquel chico era mi tipo sin duda alguna.
Continuará…
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