Capítulo 15:
"Recuperando mi cielo"

*Narra ERICK*

Yo insistía, tocaba y tocaba esa puerta, mi corazón no resistía mas por lo acelerado que estaba, manejaba demasiada ansiedad, necesitaba verlo a los ojos, perderme en ellos, necesitaba escuchar su voz, necesitaba recostarme en su regazo y así volver a tener paz, pero más que todo, necesitaba que él me dijera si me amaba o no, nuestro futuro y nuestra felicidad dependían de él. En mi cabeza repasaba todas las cosas que necesitaba decirle.

La puerta se abrió y detrás dejo ver esos profundos ojos verdes, su llanto se hizo evidente y su cuerpo perdió la fuerza, se precipito al suelo y quedo de rodillas, cerrando sus ojos, sollozando, llevando las manos a su pecho mientras gritaba mi nombre.

No pude evitar su caída, no pude evitar que se desmoronara, mi propio cuerpo no respondía, estaba petrificado, parecía una estatua. Solo las lágrimas no habían parado, brotaban y brotaban de mis ojos. Mis piernas ya no soportaron el peso de mi cuerpo, sumado el peso de mi alma y el peso de mis emociones, se doblaron y caí de rodillas frente a él.

Ellos, los dos que hace un momento habían llegado y estaban detrás de mí, corrieron y se tiraron al suelo junto a "mi Ángel", lo abrazaron y fijaron sus ojos en mí.

Este era otro paisaje, ya no estaba en el instituto, las cosas allí se habían aclarado, ya todo estaba arreglado, ya había saldado mi deuda, ya todo estaba en paz con Damian, volvimos a ser amigos, él y Franco me llevaron al aeropuerto cuando todo se había explicado, cuando ya todo estuvo claro. Yo ahora estaba a 10,726 kilómetros de distancia, lo que serían 6,665 millas y si hubiera viajado por mar serian 5,788 millas náuticas, estaba en Canadá.

Ahora él estaba a 2 pasos de mí, necesitaba abrazarlo, necesitaba besarlo, él se había vuelto vital para mí y me había abandonado.

Él no me miraba y entre mi llanto y la impotencia de no saber qué hacer, ni que decir, todo se aglomeraba en mi mente, solo pude lamentarme y confrontarlo:

-¿Que estabas pensando Ángel? ¿Porque no dijiste nada? ¿Porque callaste?- ¿POR QUE ME MANDASTE AL INFIERNO? -

Ángel no contesto nada y los que estaban a su lado solo me miraban.

Yo continúe con mi monologo....

-Yo te lo dije ¿recuerdas? ~que si alguna vez te fueras sin mí, yo iría al mismo infierno por ti~ Por suerte esta vez solo tuve que viajar aquí.-

Para entonces había controlado mi llanto, solo quedaban los sollozos y entre uno y otro, le suplique, como lo hice una vez:

-¡Por favor Ángel, solo dime que me amas!-

Se me comprimió el corazón al escuchar su lastimera voz cuando mi Ángel entre el llanto respondió:

-Yo si te amo Erick, pero tú estás enamorado de mi hermano gemelo, fue a él a quien conociste primero, fue por su nombre que me llamaste aquella noche-

Yo me apresure y conteste:

-No, tu estas equivocado Ángel, yo lo conocí primero a él en aquel campamento, el me gustaba y le gustaba a Damian, los dos coqueteamos con él, pero a quien realmente amo es a ti. De quien me enamore fue de ese chico independiente, seguro y directo, que me defendió aquel día en ese baño, quien desde entonces fue mi "Ángel de la guarda".- -¡Ángel yo te amo, te amo a ti, a nadie más! Por eso estoy aquí.-

Los que hasta ese momento habían sido mudos testigos, sonrieron, me vieron directo y mientras uno ayudaba a incorporarse a mi amado niño, el otro me extendía su mano para ayudar a incorporarme. Mientras decía:

-¡Hola Erick!, mucho gusto en conocerte en persona, yo soy Joseph y él es Johnny, somos amigos de Ángel. Pasa porque afuera hace un poco de frío.-

Entre a la casa, casi jalado por Joseph, me sentó en el sillón grande y luego sentó a Ángel al lado mío, mientras él y Johnny iban a la cocina por algo de tomar. Ya no pude aguantar, ya no quise esperar, ya no quise estar sin él y lo abrace, lo cargue y lo senté sobre mis piernas. Sus piernas juntas, sus pies sobre el sillón, su rostro escondido en mi cuello.

Ángel temblaba, sollozaba y lloraba.

Tome sus brazos e hice que rodeara mi cuello, yo solo le pedí de nuevo: -solo dime que me amas-

El hipeando me contesto:

-¡Claro que te amo Erick, tú eres mi amor!.