Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5

—¿Qué es el amor? Enserio me haces esa pregunta.

—Sí Sartre, ¿Qué es el amor?

—Me la pones difícil, en psicología no hay una definición estándar del amor: algunos dicen que es un complejo mecanismo de buscar pareja, otros que es una emoción básica de los seres racionales y algunos lo simplifican diciendo que es una reacción química que ocurre en el cerebro —se rasco su cabello blanco.

—¿Y tú que crees que sea?

—Algo que lo complica todo —dijo con pesar—, volviendo a ti por lo visto has presentado una gran mejoría desde que apareció Kerfuffle: ya no tienes ojeras, hablas con más seguridad, aunque sigues teniendo ese tono frío, y no irradias tanto miedo como antes.

—Es porque pienso poner ese miedo al servicio de algo mas grande.

—Me parece muy bien, ¿Y cuáles son tus próximos proyectos?

—Pues hoy descansa mi amigo y voy a ayudarle con una idea que tiene, luego ayudaré a preparar al ejercito y después, si me da tiempo, iré a la Torre de Control a visitar a alguien.

—Perfecto, a este paso te podre dar el Certificado de Sanidad Mental en nada.

—¿Y para qué sirve ese certificado? —pregunté curioso.

—Pues para algunos trabajos te lo piden, en especial trabajos en los que vas a estar con muchas criaturas, como maestro o cajero; además de que se ve bonito cuando está colgado en la pared.

Me despedí de él y me fui al sur de la ciudad. Pazuzu me pidió que lo viera en la sabana que se encuentra cercana a un pozo de agua, teniendo que pedirle a alguien que me llevara. Llegué al mediodía y él ya me estaba esperando.

—Hola amigo, ¿Qué son esas cosas? —le pregunté mientras señalaba una serie de cajas y herramientas detrás de él, las cuales estaban bajo una lona puesta a modo de tienda de campaña.

—Un proyecto personal —decía con un gran ímpetu— ¿Nunca te has preguntado si será posible volar sin alas y usando el poder de la tecnología?

—No.

—Pues yo sí, pensé en como sería hacer una especie de “pájaro de metal”, impulsado por el poder del trueno.

—¿Poder del trueno? —pregunté confundido.

—Cree una forma de almacenar electricidad en un lugar compacto que yo llamo “batería” —me mostró una especie de caja, pero de madera, y con cables saliendo de uno de los lados—. Dentro de ella hay una piedra ligera llamada “Litio”, pueden compartir su energía y lo mejor de todo es que recuperan su carga al someterse a una corriente eléctrica.

—¿Y qué quieres hacer con ellas? —le cuestioné mientras veía con más detalle el curioso objeto.

—Que sean el impuso para esto —. Me llevó detrás de las cajas, veía una especie de auto-móvil, pero en los costados tenía alas de metal largas y delgadas, encima de estas habían otras alas con palos de madera sujetándolas, era muy raro.

—¿Y entonces esto debe volar? —le dije muy desconfiado por el diseño del peculiar vehículo.

—Se supone jeje… —empezó a reír nervioso.

—Ahora entiendo porque escogiste este lugar: para que ningún árbol interfiera con el vuelo y que nadie, aparte de nosotros, salga lastimado.

—Exacto —confirmó alegre— ahora, empecemos a trabajar.

Hicimos cuatro pruebas, el conduciendo y yo anotando mis observaciones, soló en el tercer intento el vehículo se elevó un estimado de 17 segundos pero eso no desanimó a mi amigo, cuya sonrisa no se le quitaba.

Luego de los intentos tuve que retirarme para ir a los barracones y ayudar a Mefisto con el diseño de nuevas armaduras de batalla. Él quería que se vieran amenazantes y terroríficas pero se me ocurría nada. En eso vi un tanque de langostas, las cuales serían la comida de hoy y empecé a dibujar un boceto de una armadura parecida a tal animal, pero con algunos cambios para darle aspecto más de un escorpión. Al general le encantó, mencionando que trabajarían en un prototipo a la vez que me invitaba a comer.

Dado que no pasó mucho tiempo, decidí ir a la Torre de Control llegando justo cuando empezaban a salir los trabajadores, esperé un rato y salió una conocida del lugar.

—¡Hola Nibiru! —saludé con un extraño ímpetu.

—¿Abadón? ¿De verdad eres tú? —dijo alegre al verme—. Tu rostro se ve tan diferente, aunque tus prótesis oxidadas están igual.

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Sólo cuatro días, no exageres —empezó a reír un poco.

—Perdón Nibiru, pero es que he tenido unos días, pues, mejores que el promedio.

—Se nota, es como si hubieras vuelto a nacer —se quedó pensando un tiempo—. ¿Quieres ir a mi casa? —preguntó algo tímida.

—Sí, ¿Porqué no? —acepté amable.

Los dos nos encaminamos a la casa de Nibiru. A diferencia de Zecora, ella vive en la zona Este, la cual estaba más o menos cerca de mi hogar y se notaba, pues los departamentos eran casi iguales al mío pero estaban en una especie de torre. Su casa era muy pequeño: un solo cuarto, un baño pequeño, comedor para dos cebras, un pequeño sofá amarrillo canario y una cocina muy compacta.

—Este lugar se me hace familiar —le dije mientras admiraba el lugar.

—No se si eso sea un cumplido pero gracias —respondió alegre.

Me quedé en silencio un gran tiempo mientras ella ponía a hervir agua y sacaba azúcar, café, dos tazas y dos cucharas de su alacena.

—¿Porqué no te sientas mientras yo preparo todo? —sugirió al ver que solo estaba en silencio y me senté en el comedor. Pasado un tiempo se sentó a mi lado con dos vasos de leche, un tazón con galletas y unas velas—. Si te preguntas de las velas es porque son muy bonitas —la luz de estas era roja tirando a rosa, creando un contraste con el color verde limón de su cuerpo y el marrón de su lacio cabello.

—El color de tus prótesis es precioso —dije mientras admiraba la tonalidad morado claro de estas, para luego beber un poco.

—Gracias, yo misma las pinté —se comió una galleta—, tus prótesis se ven muy mal, ¿Quieres que te ayude a hacerte unas nuevas?

—¿Sabes como hacerlas? —sacié mi sed. 

—Mi tutora tenía un taller y ella mas o menos me enseño a fabricarlas.

—No se, deja lo pienso y te digo luego —me comí una galleta.

—¡Fabuloso! —respondió alegre y sonrió.

—Tu sonrisa, es muy bonita —mencioné— se alcanzan a verte tus colmillos y eso se me hace adorable —. Cause que ella se sonrojara mucho.

—Pues… gracias por el cumplido —habló avergonzada— nadie me había dicho algo bonito.

—¿Porqué te intereso tanto? —le pregunté y ella se sonrojó aún más— ¿Porqué te preocupo tanto si yo nunca te he demostrado nada?

—Ehh… pues… —estaba muy nerviosa—. Pues la verdad no lo se… no sabría explicarlo… creo que es porque me recuerdas mucho a mí y…

—Te recuerdo a cuando estabas sola, ¿Verdad?

—Algo así —suspiró con fuerza— cuando te vi por primera vez tu expresión muerta me trajo recuerdos —se quedó pensativa un tiempo pequeño—, sentí el deseo de querer ayudarte, y me terminé enamorando de ti —puso una expresión de sorpresa y se llevó sus “cascos” a la boca al decir eso último.

—No te sientas apenada, ni yo se lo que es el amor —respondí con selenidad.

—Yo tampoco pero sé que te amo —dijo con una voz segura.

—¿Cómo lo sabes si nunca has sentido eso para poder comparar?

—Solo lo sé y ya.

—Que extraño —declaré confundido.

—¿Verdad que sí? —le dio un sorbo a su café—. Le falta azúcar a esto.

Terminamos de cenar y empecé a lavar los trastes mientras ella preparaba sus cosas para mañana trabajar, cuando acabé de acomodar los cubiertos me di cuenta de que se había quedado dormida en el sofá. Ocupe mi magia para moverla, con mucho cuidado de no despertarla, levitándola hasta su cama para luego acomodarla, taparla y darle un pequeño beso en su frente antes de salir de su cuarto, cerrando la puerta en el proceso.

Yo me acomodé en el sofá, era más cómodo que mi cama, y me dispuse a dormir. Mi sueño antiguo, de una alicornio de fuego destruyendo todo, volvió pero algo cambió pues, en vez de quedarme viendo la escena logré escapar de lo que parecía ser un castillo, pero en llamas, y empecé a correr. Mientras escapaba veía a otras cebras huyendo, a la par de ponis con armaduras que los perseguían y atacaban. Llegué a una especie de precipicio y tuve que saltar siendo este el momento de mi despertar. Abrí los ojos algo confundido pero recordé donde estaba cuando vi que, en el comedor, había un tazón con cereal, un vaso de leche y una pequeña nota:

“Gracias por acomodarme en mi cama, te dejo este desayuno. Con amor, Nibiru."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro