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8

Cuanto duele extrañar a alguien.
Pero es cien veces peor
extrañar a ese alguien
que se fue hace tiempo ya,
y ahora,
quien esta a mi lado es sólo... un vestigio fantasmal de lo que un día llego a ser.
Blaster.

Tristán

¡Estupido! ¡Soy un gran estupido! ¡¿Que demonios pensaba?! ¿Como pude pensar que ella estaría sola? ¿O que no tendría algún pretendiente?

¿A que fui a su oficina? ¿Que esperaba? Que ella me dijiera "Tristán estas flores me las mando un amigo"
¡¡Estupido!!

¡Maldita sea! Lo mejor iba ser terminar ese maldito contrato, esto no iba a resultar.

Golpee con furia mi escritorio, y me servi una copa.

Y si solo la enfrentara, preguntarle, que me diga que paso ese maldito día en las Vegas... ella tenía que... ella me debía una explicación.

Decidido llegue a la puerta de la oficina... pero no pude girar la perilla. Mi orgullo se sentía muy herido a lo igual que mi corazón.

Tome mi telefono y marque el primer numero que encontre.

-Kristen.

-¡Hola guapo! ¡Que milagro!

-¿Quieres salir hoy? -pregunte directo.

-Por supuesto - si, nunca dice no.

-Ven a mi oficina en treinta minutos.

Kristen llego puntual a mi oficina. Como siempre lucía espectacular,  venía en un mini vestido entallado, luciendo su cabello largo y negro, y como de costumbre montada en aquellos zapatos de tacon muy alto, y que la hacen lucir muy llamativa. 

Reconocía que sus mejores atributos eran gracias a la cirugia plastica.

La hice entrar a mi oficina, y le pedí que esperara mientras terminaba unos pendientes, ella sonrio coqueta y acepto.

Mi oficina es de los pocos espacios cubiertos por completo, la mayoria de las demas oficinas, tienen la mitad de la pared ventanas de cristal.

Asi que a traves del monitor de mi computadora estuve al pendiente de su partida. En cuanto la vi salir hice lo mismo.

Nos encontramos en el acensor, ella me miro, pero no dijo nada, y evitó mirar hacia Kristen.

Abordamos los tres el mismo asensor.

-Mmm oye guapo y... ¿A donde vamos a ir? - Kristen me pregunto melosa.

-A donde tu elijas - le respondí mirando de reojo a Paloma.

-Entonces sera mi departamento - aseguro.

-De acuerdo - si, me estaba portando como un hijo de puta... ¿Y que? ¿Que acaso no era lo que quería?

Paloma me miro por unos segundos, pude ver la decepción en sus ojos.

Si es lo que quiero... pero entonces ¿Por que carajos se siente mal?

Las puertas del acensor se abrieron, los tres nos quedamos esperando.

-Señorita Villanueva - ella me miro.

-Señor Hamilton - respodio muy seca y giro su rostro hacía las puertas, ya casi para salir le hable de nuevo.

-En la compañia tenemos un servicio de transporte que puede utilizar, para que la lleve a su casa - ella me miro.

-No lo necesito.  - Me respondió orgullosa.

-Es mas seguro - respondí, eso era cierto.

-Aún asi, es temprano y prefiero caminar. - Se giró.

Nos dirigimos a la salida y señale con mi mano para que ella saliera primero.

-Señor Hamilton - ella salio, y pude apreciar su elegancia.

¡No, no debería de fijarme en esos detalles! Debería de notar solo cosas que no me gustan ¡Maldición!

-¡Ey! Guapo, vamos.- Kristen me apremio.

En cuanto salimos del edificio el viento helado de otoño me golpeo, iba  a insitir de nuevo sobre el transporte, incluso le ofrecería llevarla a su casa.

Un hombre con un ramo de flores se le acerco.

-Hola hermosa - le entrego las flores, le beso la mejilla -¡Felicidades por tu nuevo trabajo! - esta vez la abrazo.

-Gracias Dilan, ¡Que linda sorpresa!

-Si Mahoma no va a la montaña... - se alzo de hombros - Ven, te invito a comer.

¿Sería él quien le mando las otras? Aunque estas no eran rosas.

Le puso una mano en la espalda y la llevo a un coche, él le abrio la puerta y la ayudo a subir, puso la flores en la parte de atras y despues subio él, y se fueron.

-Señor ¿Señor?

-¡Ey! ¡Tristán! - Kristen sacudio mi brazo.

-¿Que pasa? - pregunte algo brusco. Ella me señalo con la mirada al empleado que me ofrecia las llaves se mi coche.

Las tome y abordamos el vehiculo, por un instante tuve el deseo de seguirlos...

Paloma

A esto era lo que le había tenido tanto miedo, por eso no quería volver a verlo, No podía negar lo mal que me sento verlo con otra mujer, era sin duda una mujer muy guapa... Pero no era la otra ¿Con cuantas mujeres se vera?

Bueno eso no tiene que importarme... hace seis años que terminamos, y la vida ha seguido para ambos,  cada uno ha tenido diferentes relaciones... pero... bueno se podría decir que hasta cierto punto es normal, alguna vez fuimos algo y verlo acompañado es... es incomodo y punto.

Mire a Dilan, el me sonrió y puso su mano sobre la mía.

-Estas algo distraida - me señalo.

-Lo siento. - Me senti culpable.

-¿Problemas?

-Algunos, la mayoria si no es que todos son de trabajo.

-¿Por tu empresa o tu nuevo trabajo?

-¡Oye! ¿Me espias? - me queje en broma.

-No hermosa, solo que te conozco bien y siempre tus problemas son enfocados en tu carrera, al principio como estudiante era por aprobar con buenas notas, despues el concurso antes de graduarte, las conferencias y te aseguro que mas tarde fue el instalar tu empresa, y en este momento es tu nuevo proyecto - me aseguro con una gran sonrisa de satisfaccion.

-¿Seguro que no has estado hablando con Hellen o Lu? -

-Juro que no - le vanto su mano derecha, nos soltamos a reir.

-Oye pero cuentame ¿Que tal tu nuevo trabajo?

-Me gusta, es una gran empresa y con mucho desarrollo y una plataforma de apoyo e impulso para mi, pero... ¡Mi jefe es un gran idiota! - Dilan me miro y despues se solto a reir, me di cuenta que había hablado sin pensar.

-Bueno hermosa la mayoria de hombres que han logrado levantar y mantener un empresa de ese calibre lo son, imagina el peso sobre sus hombros... ya me lo imagino un señor de la tercera edad, calvo de tanto estres y gordo - se rio de su propia broma, yo solo sonreí.

¿Sería correcto señalarle lo equivocado que estaba?

-Llegamos - anuncio.

Fue cuando le di cuenta de que no estabamos en algún restaurant o lugar de comida.

Él estaciono y me invito a bajar, tome su mano, pero lo mire extrañada.

-Espero y no te moleste, quise sorprenderte y taerte a mi casa.

Sorprendida y mucho.

-No para nada -mentí. Estaba segura de que si me hubiera preguntado sobre venir le hubiera dicho que no.

Tenía que reconocer que la casa era bonita, y muy practica, organizada y limpia.

-¿Te gusta? - me pregunto cuando noto que observaba todo.

-Es muy bonita, aunque reconozco que me sorprende ver tanto orden.

-Debería sentirme ofendido - bromeo - pero la verdad... la señora que esta a cargo de la casa, es quien la matiene asi. Incluso la comida de hoy la dejo ella preparada - se disculpo.

-Pues cuidala mucho, hace muy bien su trabajo.

Mientras Dilan servia la cena, aprecie mejor su gusto por su casa, todo era minimalista en tonos chocolate y turquesa.

Pero se sentía acogedora, muy personal, por lo que lo conocía podría asegurar que él había escogido cada mueble.

Sobre la chimenea sobresalian varias fotografias, estaba convencida que eran de su familia.

Despues de reñir en broma a Dilan por no permitirme ayudarle, nos sentamos a cenar.

-Esta muy rica esta lasagña - el sonrio.

-Si, la verdad es que Rosie es muy buena cocinera tambien.

-Pues cuidala mucho.

-Creeme lo hago, es una persona muy trabajadora y honrada. Por cierto ¿Como esta Lu?

-La  última vez que hable con él, ya lo escuche mas animado, pero no es facil, no fue solo el engaño de Andreas, si no su tio, que persiste en dañarlo.

-Me imagino, es muy joven para lidiar con tanto.

-Si, pero es una persona muy fuerte apesar se todo lo que ha vivido. - Eso era muy cierto.

-Si, es verdad solo que su roca no esta con él - palmeo mi mamo.

-Lo mismo me pasa a mi, me hace mucha falta.

-¿Y cuentame que tal fue el viaje?

Mientras comiamos le conte de las noches de farra, el viaje a Cancún y de la ultima noche donde bebi como tavernera y las consecuencias.

Él quiso ver mi tatuaje, al principio me negue, pero le prometi que algún día.

Dilan me hablo sobre su trabajo y como sigue ascendiendo.

-Por cierto y tu familia? - pregunte - ¿Como se encuentran?

-Mi hermana ya sabes feliz, casada, presionando para que yo lo haga tambien - hizo una mueca que me hizo reir mucho -Pero ya le dije que lo hare el día que tu aceptes - casi me atraganto con el vaso de refresco -Tranquila, tranquila - me palmeo la espalda - No te estoy pidiendo que lo hagas, yo se que me costara trabajo, por que no quiero que cambies, tu indepencia es una de las cosas que me gustan de ti.

Me miro de una manera tan dulce, que mentiría si dijiera que no me hace sentir algo.

¿Por que simplemente no podía enamorarme de él? Cualquier mujer "normal" perdería la cabeza por un hombre así.

Se que con él no habría tempestad, siempre me cuidaría y buscaría hacerme feliz.

¿Pero y... yo?

-¿Y tus papas? - desvie un poco el tema.

-Estan muy bien, desde que se fueron a vivir Sherrill, mi padre descansa mas y mi madre dice que tiene una gran tranquilidad.

-Me da mucho gusto, son muy buenas personas. - Sonreí.

-No creas - lo mire desconcertada.

-Si vieras como me presionan... ¡Quieren nietos! No, no te rias es cierto, papa dice que al menos unos seis y mama que aunque sea solo dos.

-¡¿En serio?! - pregunte aun riendome.

-Muy en serio, es mas dice que si no le doy uno por lo menos este año me desereda - dijo en un tono melodramatico.

-No, pues si que hacen presion.

Seguimos conversando de todo y nada, hasta que revise mi reloj y me di cuenta que era muy noche.

-No senti el tiempo, la verdad es que pase una linda velada pero... ya es hora de irme.

-¿Trabajas mañana?

-No, ahora que lo pienso...  mañana me pienso levantar muy tarde, es mas quizas ni salga de la cama.

-Es muy buena idea, pero.. ¿No te gustaría que te llevara el desayuno a la cama? - lo mire sorprendida. - Pasa la noche conmigo.

***
El agua me caía sobre el cuerpo, mi mente divagaba llena de contradicciones.

Quise ser valiente, quitarme todos los estreotipos, pero sobre todo que no me importe lo que la gente piensa.

¿Por que una mujer no puede, solo tener una relación de sexo?

¿Por que se nos llama golfa, zorra o prostituta?

Si, es verdad que se nos educa, diciendo que el sexo es pecado si no hay matrimonio, pero... ¿Cuando no crees en ese amor que te cuentan? O simplemente no quieres complicarte la existencia, ¿Que tiene de malo solo disfrutar sel sexo?

Termine mi baño y fui en busca de una cerveza.

-¿Mía? - la voz adormilada de Lu respondió con preocupación - ¿Estas bien?

-Si ¿Por que preguntas?

-Mmm sera por que aquí van a dar las tres, por lo tanto contigo son algo asi como las seis.

-¡Mierda! ¡Lo siento! Siempre olvido la diferiencia de horario.

-No, solo cuando algo no va bien - se burlo.

-Es verdad - suspire - Lu... hoy pase la noch... bueno no, para ser mas sincera, hoy me acoste con Dilan.

-¿Y que paso? ¿No se porto bien? - su tono cambio alarmado.

-No, no... no es eso, él se porto muy tierno y dulce... es mas realmente lo disfrute...

-ok, ok sin detalles, sin detalles te creo - bromeo - ¿Entonces que pasa?

-Es solo que...

-¿Te sientes culpable?

-Bueno... no amo a Dilan, me gusta y...

-Princesa toda tu vida has tratado de ser responsable, buena hija, buena estudiante y te has esforzado para conseguir tus metas, pero tambien ya es tiempo de disfrutar la vida. Solo se honesta con él, hablale de lo que le puedes ofrecer y si él lo acepta, será su decisión.

-Si creo que es lo mejor... eso haré.

-¿Por que no ahora? Hazlo de una vez.- me animo.

-Bueno no creo que... sea buen momento ahora.

-¿Donde estas? - sono muy serio. -¿No me digas que estas en el baño escondida?

-No, no estoy en mi casa. - quise sonar muy normal.

-¿Y él? - su tono se hacía mas acusador.

-En... su casa - dije en modo de disculpas.

-Explicate - exigió.

Le conte que había ido por mi al trabajo, la cena en su casa y que me pidio pasar la noche con el.

-Paloma Alejandra Villanueva Lomelí ¿No me digas que escapaste?

-¡No! No yo solo... bueno... solo... espere a que se quedara dormido, me vesti y me fuí- Lu estallo en risa.

-Luis Hernandez no le veo la gracia. - Lo reñi.

-Jajajjaajja ya me imagino cuando se despierte "Fui usado" "Ultrajado" solo espero que le hayas dejado su dinero en la mesa de noche.

-¡¡Lu!!

-Ya ok, solo hablalo con él, Dilan te entendera.

-Si te prometo que lo hare... pero y si no quiere lo que le ofresco.

-Sera que él no era... por cierto ¿Como te ha ido en tu trabajo?

-Muy bien, mis compañeros son muy agradables y trabajodores. Gracias por las flores que me mandaste, alegran mucho mi oficina.

-Me alegra saber eso, hare que Lolita te mande unas por semana.

-Lu no es necesario - replique.

-Por supuesto que si, es mi manera de acompañarte.

-Sabes que te quiero mucho.

-Yo tambien y mas ahora que eres toda una come hombres... jajajja.

-Te pasas - me queje.

-Ahh ya ni que fuera que te acostaste con un extraño, oye y ¿Como se a portado el hombrecito ingles?

-Bien, ahora me ignora totalmente, y no es queja.

-¿Te duele?

-No, es lo mejor, creo que hace años me quedo claro que él no es para mi. Pero no deja de ser inconodo - termine diciendo en un susurro.

-Trata de dormir princesa, y piensa lo que hablamos.

-Lo hare... te extraño.

-Y yo a ti, pero ya falta poco para que vaya a pasar unos días contigo.

Cerre los ojos cuando puse la cabeza sobre la almohada, decidí que no pensaría en nada, solo dormiría.

Tristán

¡Por Dios! Mi cabeza parecia a punto de explotar, y sentía tanto calor y un mareo constante.

Abri los ojos con mucho pesar... ¿Donde demonios estaba? Me incorpore pero el mareo fue peor, me sujete la cabeza y cerre los ojos.

Escuche una risa infantil y cai en cuenta de que estaba en casa de Fernando, no lograba recordar cono había llegado aqui.

Me lave la cara y trate de acomodar mi ropa antes de salir.

En cuanto llegue a la cocina Marijose vino a mi encuentro.

-¡Tio! - levanto sus manitas para que la levantara ¡Dios mi cabeza! - Fuchi hueles feo - su comentario me apeno un poco -Tienes que bañarte.

La niña salio corriendo a la sala, Fernando me observaba sin decir nada.

-Ya sueltalo - le pedí.

Se giro y sirvio una taza de cafe.

-Primero tomate esto, esta fuerte pero lo necesitas.

Tenía razon el cafe me supo a tierra, hice mala cara.

-Anda sabe feo pero te ayudara.

-Amigo ¿Como llegue aqui?

-¿Sabes? Eso mismo quisiera saber yo - lo mire confundido - Llegaste en la madrugada, venías muy pasado de tragos y no pudiste decir nada coherente, pero me diste mucha lata para poder acostarte. - me miro expectante.

-La verdad no recuerdo nada. - Era cierto.

-¡Maldición Tristán! Ya no tienes diecisiete ¡Carajo! ¿Que paso para que bebieras asi?

¿Que había pasado..? Entonces recorde que mi plan de molestarla se habia ido al caño, y el que se quedo con un palmo de narices fui yo.

Me había felicitado por no haberla seguido, pero estaba enojado y bebi, bebí... es todo lo que recordaba.

Pero no le iba a decir eso a Fernando, ya sabía el sermon que venía y no tenía ganas de escucharlo.

-No paso nada, solo me fui de la cuenta con la bebida - el me miro intensamnente, dejandome en claro que no creía nada.

-Esta bien, si tu lo dices... por cierto no tengo ningun inconveniente en que te quedes aqui todo el día, pero Marijo tiene razón, necesitas un baño y... ademas Mía va a venir a comer - lo mire atonito -¿Que? ¿Por que me ves asi? Quiero que conosca a la niña.

¿Quedarme? La podría ver y... no.

-No, me voy. Tengo varios pendientes.

Sali de casa de Fernando y tome un taxi para ir a mi casa, pense en darme un baño y regresar... pero no.

Decidi pasar la tarde en mi casa, di la orden de no ser molestado bajo ningun concepto.

Quería pensar, necesitaba hacerlo, nada de lo que hania hecho hasta el momento me había servido, no lograba molestarla, no había logrado llevarmela a la cama y lo peor es que ni siquiera tenía algo de paz.

Despues de dos horas y mas desesperado sali a pasear en moto. Pero tampoco llege a ninguna conclusión.

Asi que decidí que lo unico que quedaba era hablar con ella, saber que fue lo que paso aquel día en las vegas...

Sin darme tiempo para arrepentirme fui a su casa.

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