Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28

Yo no pedí sentir esto por ti,
Te fuiste metiendo poco a poco y
Ahora no se que hacer con eso,
Con esta necesidad de saber de ti,
De pensarte, de sentirte, de amarte.

Tristán.

-Tristán desde que nos conocimos nada ha sido fácil, no hemos dejado de tropezar una y otra vez en el mismo camino...

-Lo se pero...

-¿No crees que está más que demostrado que no sabemos estar juntos?

-No - respondí tajante - Nos equivocamos pero así se aprende.

-Pues al parecer no hemos aprendido nada - Ella seguía de espalda.

-Hemos tenido cosas muy buenas.

-Si es verdad, todo entre nosotros funciona cuando estamos solos, alejados del mundo, al parecer él problemas es cuando tenemos que convivir con la realidad y es ahí donde no encajamos.

-No va ser fácil, pero estoy seguro de que lo lograremos.

-No, no lo haremos...

-No puedes decir eso sin ni siquiera mirarme, date la vuelta - le exigí.

Ella se giró lentamente, esperaba verla desafiante, pero no, Sus ojos denotaban tristeza y cansancio.

-Solo piensa en todo lo que hemos vivido - me pidió.

-Lo hago todos los días, y aún así solo quiero estar contigo.

-¿Si? ¿Hasta cuando? Cuando aparezca un problema que te haga dudar de mi y entonces me des la espalda.

-Eso me lo merezco, pero si quizás tú me hubieras hablado de ello yo... yo hubiera actuado de otro modo.

-Quizás... pero los dos tenemos un pasado que no compartimos y yo no te voy preguntando por el.

-¡Si pero tú pasado se volvió tu presente y me grito a la cara que te hacía el amor! Entiende eso... eso me volvió loco.

-Puedo entender eso, pero te recuerdo que yo tengo que lidiar todos los días a tu osita  y sus insinuaciones y que no pierde oportunidad de estar encima tuyo, y de otras tantas mujeres con las que te acostaste y aún te rodean, además fuiste tú quien no me dio la oportunidad de explicarme, me juzgaste y me diste la espalda me dejaste ahí en medio de ese caos a Merced de esos buitres, me destrozaron - me acusó.

¡Dios! Sus palabras me mataban, por que era  cierto.

-Perdón, mil veces perdón por eso, nada justifica mi estupidez. Pero a los minutos regrese y tú te ibas con él, te busqué como un loco toda la noche para pedirte perdón, pero no te encontré y después simplemente desapareciste.

-¿Para pedirme perdón o exigirme una explicación?

-Bueno no voy a mentirte, si también quería  saber que es lo qué pasó, pero enloquecí aún más cuando desapareciste con él.

-Una explicación que yo te quise dar, pero tú perdiste el derecho de saber cuando me diste la espalda y te marchaste  - él dolor en sus palabras me desarmó totalmente.

-Si lo se.

El silencio nos envolvió de nuevo y la oscuridad se hizo más latente.

-Sólo... sólo sigamos adelante con nuestras vidas, aceptemos el hecho de qué...

-¿Sólo así? Vas a renunciar tan fácilmente, la Paloma Villanueva que conozco no se rinde tan fácil. - Me puse frente a ella y la sujete de los brazos.

-¿Y que puedo hacer? Peleó, lucho pero siempre terminamos separados, y tú no ayudas precisamente - se safo de mí agarre.

-¿Estas segura que es eso? ¿O has dejado de amarme? - Ella me miro furiosa, pero sus ojos se fueron apagando.

-Tal vez... no lo sé, solo se que estoy cansada, que haga lo que haga por algún motivo o razón no estamos juntos.

La atraje hacia mi y la besé, ella quizo soltarse pero la sujete aún más, lucho por unos momentos más, pero termino cediendo y me respondió igual que en el ascensor, la atraje más hacia a mi, hasta donde me fue posible y me deje llevar, extrañaba tanto sus besos, su sabor, sus abrazos, su risa.

-No - él sonido fue como un murmullo pero lo capté, me quede inmóvil aún con mis labios sobre los suyos, esperando haberme equivocado. - No lo hagas - Esta vez había sido más claro - me separe de ella solo lo suficiente para verla a los ojos.

-¿No quieres que te bese? - mi voz se oía ahogada, entrecortada. - ¿Por qué?

-Solo no lo hagas por favor - se escuchaba desesperada, quiso soltarse de mi agarre.

-No, tienes que hablar conmigo, no puedes decirme solo eso, te he sentido vibrar en mis brazos me has correspondido con la misma pasión con la que yo te he besado.

-Eso es lo que no entiendes, ese nunca ha sido nuestro problema.

-¡¿Entonces cuál es el maldito problema?! - estaba perdiendo el control.

-¡Tu! ¡Yo! ¡No lo se! Lo único que se, es que en este momento no te quiero en mi vida - ese fue un golpe que me dejó sin aliento, sus palabras... esas palabras que no pensé escuchar jamás en mi vida, la solté y retrocedí algunos pasos con sus palabras resonando en mi cabeza. - Me siento acorralada, todo esta encima de mi, no puedo poner mi vida en orden, trato de alejarme de ti para poder pensar y tú me acorralas y nublas por momentos mi mente, y cuando vuelvo a la realidad de nuevo estoy sin saber donde me encuentro.

-¿Así de simple me sacas de tu vida? - mis palabras estaban llenas de reproche y amargura.

Ella me miro extrañada y después suspiro con pesadez, para finalmente solo darme la espalda.

El dolor me invadió pero solo por unos minutos para dar paso a una ira que me quemaba, ¿Así que esto era todo? ¿Así de simple me había dejado..? otra vez.
Di la media vuelta sin mirar una sola vez atrás, si lo hacía no iba a tener la fuerza de marcharme, sería capaz de ponerme de rodillas y suplicarle que no me dejara.

Llegue a mi departamento lleno de furia, sentía la necesidad de romper algo o todo, me serví un trago tratando de tranquilizarme pero solo logro que la sangre se me calentara más, pensé en llamar al terapeuta o a Fernando, pero de sobra sabía lo que dirían, si tan solo pudiera enfrascarme en una carrera o una pelea, como siempre e sucedía cuando pensaba en eso, mi mano fue a mi pecho... ¡Al diablo con todo!

Cambie mi traje por un pantalón de mezclilla, una playaera y una chamarra de piel, deje todos mis documentos y solo lleve dinero en efectivo. Me monte en mi moto y me dirigí a una zona muy poco recomendable de Nueva York, estaba seguro que ahí no me encontraría con alguien que me pudiera reconocer.

Deambule por la zona hasta que encontré un bar que a todas luces se notaba "problemas" una vez que ingrese me di cuenta que no me equivoqué.

Fui directo a la barra y comencé a beber, el licor barato me quemaba la garganta, esperaba que pronto me hiciera perder la lucidez o...

-Oye amigo - me dirigí al que estaba atendiendo la barra, el me miro -Sírveme otro trago - cuando la hizo saqué un billete generoso - ¿Alguna reunión social? ¿Algo como para quemar bastante energía y más billetes como este? - él sujeto me miro por algunos segundos y después llamo a otro sujeto con toda la pinta de "No me jodas"

-¿Como se que no eres un soplón? - Su voz era amenaza en si.

-Por que soy el primero en querer guardar su identidad.

-Eso no basta.

-Mira amigo, solo quiero una noche movida, donde pueda divertirme y apostar algo de dinero, pero si no se puede busco otro lugar - me levante del banco.

-Esta bien, pareces confiable, solo antes las reglas. Se paga por adelantado, solo termina cuando alguno esté en el suelo sin poder levantarse, no se hacen preguntas y la regla más importante, no hay reglas.

-Las mismas de siempre - saque el dinero y se lo di, me dio una tarjeta con una dirección.

-Once treinta - asentí- No se espera a nadie.

-De acuerdo - revisé mi reloj aún faltaba una hora, pedí otro trago, esta vez lo bebí lentamente.

No me extraño que el lugar se ubicara cerca de una bodega, los lugares alejados y solitarios siempre eran el mejor escenario. Después de identificarme me dieron otra tarjeta con otro domicilio.

Esta vez era al aire libre bajo un puente, cuando llegue ya había cerca de cincuenta personas, me fijé que aquí no era solo un círculo de pelea, había cuatro, eso si era extraño, pero quizás así había cambiando esto con el tiempo. 

Mire mi reloj faltaban quince minutos para que diera comienzo, observe todo hasta que di con la persona a cargo, me acerque a ella y le entregue la tarjeta.

-¿Apuesta? - asentí - ¿Cuánto? - saque un fajo de billetes - ¿A quien?

-A mi - me miro extrañado, después me vio de pies a cabeza.

-¿Seguro?

-Solo dime a donde ir - se alzo de hombros y me señaló mi lugar.

Antes de quitarme la chamarra saque una pequeña botella de wiskhey le di un  buen trago, la deje sobre mi moto y fui a ver a mi contrincante, era más joven que yo, se le veía los músculos trabajados, él m vio y no disimuló una sonrisa, se acercó a una chica muy sexi con ropa diminuta, ella me vio y después se rió. No pude evitar pensar que así era yo ¡Un gran idiota! Hasta que la conocí... ¡Maldición! Mí furia emergió de nuevo!

Se nos dio la indicación de entrar al círculo, el hombre dios las instrucciones y dio la señal de arranque.

Él se me dejó venir con todo, acertó en sus golpes logrando aturdirme, retrocedí un poco, escupí la sangre de mi boca y me limpie con el dorso de la mano, él fue hacia su chica y la beso con pasión celebrando, su grupo se exaltó y comenzaron los gritos.

-¡Si! ¡Acaba con el viejo!

Le hice una seña indicándole que estaba listo.

-¿Seguro Anciano? No quiero lastimarte mucho.

Haciendo caso omiso levante mis puños en alto. De nuevo el atacó con todo, esta vez probé el sabor del polvo cuando termine en el suelo, y el de nuevo fue a su grupo y celebraron con él. Me puse de nuevo en pie, él se giró y me miro, se levanto de hombros y me obsequió una mueca burlona.

-¡Vamos amor! - La mujer lo alentaba, él de nuevo la beso.

-Bien anciano tú lo quisiste, el dinero más fácil que he ganado.

De nuevo me puse en posición, una vez más el arremetió con todo, pero esta vez ya lo esperaba, antes de que conectara su puño contra m cara me moví hacia la izquierda y conecte un golpe con el puño cerrado en su costilla, esto lo hizo doblarse llevando sus manos a su costado, impacte mi rodilla contra su rostro logrando que se incorporara mientras cubría su cara con sus manos, espere unos segundo a que las quitara y le di un golpe de lleno en la cara, se tambaleó, le di tres golpes más y callo al suelo.

Estaba sentado sobre la moto, tenía que reconocer que ya no era con antes, no sentía aquella satisfacción de antaño, y me había costado más esfuerzo, quizás tenían razón y ya estaba viejo, le di un trago más a la botella , encendí la moto y me fui del lugar. Había avanzado unas cuadras cuando una camioneta y dos motos me cerraron el paso, el chico al que le había ganado la pelea se bajó de la camioneta, aún llevaba la camisa llena de sangre, los dos de la moto lo imitaron.

Por supuesto sabía a lo que venían, así que con una sonrisa de burla me baje de mi moto, los tres se me dejaron venir, logré acertar una patada en el pecho de uno haciéndole caer, otro me golpeó la cara, le regresé el mismo golpe, pero el tercero me golpeó en el pecho, el dolor fue intenso, me hizo retroceder y caer, en cuanto caí una lluvia consecutivas de golpes me cubrió, por instinto me lleve la mano al pecho tratando de protegerme.

No sé cuánto tiempo pasó, hasta que abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en urgencias, ¡Maldición! Los pitidos constantes me estaban partiendo la cabeza, y qué decir que las luces me lastimaban los ojos.

-¡Vaya por fin despertó! - La voz de una mujer captó mi atención, traté de girar a mi puerta izquierda pero un dolor agudo me lo impidió.

-Tranquilo, tranquilo no se mueva, acabo de poner un analgésico en su suero, pero aún así traté de no moverse mucho, mmm pero te dejaron muy golpeado esos salvajes.

Tarde uno segundos en recordar lo sucedido.

-¿No recuerdas? - me pregunto la mujer - Anoche te asaltaron unos vagos, por robarte tu motocicleta y tu cartera, lo que por cierto te dejaron sin ningún documento, ¿Me puedes decir cómo te llamas? Y el nombre de tu esposa tu familia para poder avisarles, deben estar muy preocupados.

-No tengo a nadie... solo... solo una persona, si me presta un teléfono yo mismo le diré.

Abro los ojos lentamente tal parece que de nuevo me había quedado dormido, traté de moverme pero mi cuerpo recordó con un dolor agudo lo que había pasado, fue cuando me percaté de su presencia.

-Yo...

-¡No! ¡Ni una sola sílaba! No te atrevas.

El silencio fue nuestro compañero por un buen rato, hasta que el doctor y la enfermera a cargo entraron para una revisión.

-Doctor me gustaría poder irme ya - le pedí.

-Señor... - revisó la hoja del expediente - Coper, como ya le he explicado aquí a su guardián, sería mejor que pasará otra noche en observación. Pero si se empeña, tendrá que firmar una hoja responsiva y restándole cualquier responsabilidad al hospital.

Por fin después de una hora, papeleo mil instrucciones y advertencias pude salir de ese lugar. Fernando solo se limitó a responder a los médicos, pero a mí no me dirigió la palabra ni una sola vez, él silencio se prolongó  en el viaje en coche, cuando se detuvo frente al edificio donde ahora vivía, abrí la puerta  para bajar.

-Gracias - No sabía que más decir, su silencio me decía cuán molesto estaba.

-Solo te voy a pedir una maldita cosa, cuando te quieras matar la próxima vez no me llames, por que esta es la última vez  que participo en tu estupidez.

-Amigo yo...

-¡Exacto! Soy tu amigo y esta vez no pienso ser un observador en tus malditas locuras, en el pasado lo entendí y hasta te ayudé, ¡Per carajo ya no tienes veinte! Tienes treinta años y si estás sufriendo como el infierno por que has logrado todo menos estar con la mujer que amas ¿Y? No eres el primero ni el último de los hombres que se muere cada día por dentro. ¿Dime alguna vez has pensando que yo estoy igual o peor que tú? ¡Me enamore de una maldita que no dudo en votar a su hija por sentirla un estorbo! Cada día me lamento y me arrepiento de eso y no por ella, si no Por mi pequeña que no tiene una madre y veo coma eso le afecta. Por una maldita vez saca tu cabeza de tu culo y ve más allá de tu egoísmo y dolor.

Me quede estupefacto,  jamás había escuchado a mi amigo hablar así, nunca pensé en su dolor. ¿Que clase de amigo era? ¿Y la niña? Esa niña que era muy ahijada, se supone debería ser una hija a la cual debería cuidar.

-Lo siento - susurre, y era verdad me sentía como la mierda.

-Pues más vale que así sea Tristán Alexander Hamilton o créeme no dudaré en dejarte en tu miseria. Tienes mucho que pensar per sobre todo es tiempo de que tomes una decisión , pero hazlo con la cabeza y si el destino se empeña en que no estén juntos, acéptalo de una maldita vez y sigue con tu vida.

Pase la noche en vela, las palabras de Fernando rondaban  en mi cabeza una y otra vez,  al parecer mi destino era perder lo que tanto anhelaba, quizás era mi culpa... tal vez no va la supe amar realmente.

Pase la semana encerrado en mi departamento, le pedí a Sandy que dijera en la empresa que había tenido que viajar por una emergencia y que no podía tener contacto, solo con ella y si era muy necesario.

Cuando las marcas visibles menguaron supe que había llegado el momento.

Paloma

Ya había pasado más de una semana desde el día en que habíamos tenido aquella platica y muy contrario a su forma de actuar, él había desaparecido, no me atreví a preguntar pero en una platica que había alcanzado a escuchar supe que estaba de viaje ¿Donde? ¿O con quien? Eso al parecer nadie lo sabía.

Una sola vez me había encontrado con Fernando, pero lo sentí serio, seco en su saludo, por lo tanto ni siquiera a él me atreví.
Me repetía una y otra vez que eso era lo que yo había pedido que me dejara tranquila, que él entendiera que jamás íbamos a poder estar juntos.

Sin embargo eso no quería decir que iba a doler tanto, había tratado de seguir con mi día día, y seguía pensando que era lo mejor, así es como tenía que ser.

Me reprendí por estar divagando de nuevo, tenía que concentrarme y terminar los planos que tenía sobre la mesa y que en toda la mañana solo los había acomodado , vi la hora , cerca de las tres de la tarde, ya debería de haber terminado.

Revise de nuevo el plano y saque mi regleta lápiz, comencé a tararear y sin darme cuenta termine cantando.

- Que no me lo merezco,
lo supe desde siempre
Que fue sin darte cuenta,
no es fácil de creer
Que nunca encontrarás
a otra persona como yo,
y todas esas cosas
que se dicen cuando no hay valor.

Todo lo que termina,
Empieza en otra parte
Tal vez hoy nazca un ángel,
Por el que ayer murió
No quiero entretenerte
que la pena no revive
lo que el tiempo ha destrozado
Corre y déjame llorar.

Que sin pensarlo voy a partirme las alas
Voy a pisar el suelo
Andar por este mundo sin color
Se muere el ángel
Lo has tirado de tu cama
No te castigues
No te culpes no hay rencor
Que solo soy un ángel más caído amor.

Son ángeles caídos
Que mueren por la boca
Cualquier muñeca rota
Pérdida en un bar
Y tiene tanto amor
Que regalarte tantos sueño
Que robarte olvidando
Lo que fueron una vez.

Que sin pensarlo voy a partirme las alas
Voy a pisar el suelo
Voy andar por este mundo sin color
Se muere el ángel
Lo has tirado de tu cama
No te culpes no hay rencor
Que solo soy un ángel más caído amor...

-Buenas tardes - levante la mirada y ahí estaba él, vestido impecable y totalmente de negro de pies a cabeza... de nuevo. Llevaba anteojos oscuros así que no podía ver sus ojos, una mano la tenía dentro de su pantalón.

-Buenas tardes - La voz se me ahogo un poco, aún ante la sorpresa.

-Me dijeron que aquí la encontraría, no voy a quitarle mucho el tiempo, ya que veo que esta muy ocupada - sentí algo de reproche en su comentario - Solo vine a entregarle estas instrucciones - me dio un sobre. Lo tome y lo observé.

Cuando volví a mirarle él ya se marchaba, solo alcancé a ver cómo su figura se perdía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro