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22

Ella estaba desnuda ante mi,
Pero no estaba desnuda como
Quien se quita la ropa,
Su desnudes era total
Podía ver sus miedos
Sus angustías
Sus tristezas
Su oscuridad difusa y atrayente
Sus monstruos menlancolicos
Podía verla completamente sin importar nada más,
Aquel privilegio estaba guardado
Para aquella persona que supiera llegar al corazón en un instante y supiera adueñarse de el,
Hasta llegar a ser parte
De sus latidos...
                Néstor Agusto Esquivel.

Paloma

Frente a nosotros se encontraba Tristán con las manos en los bolsillos y recargado en su coche.

Mire a Lu.

-Aunque no es santo de mi devoción, se que él es lo que necesitas, es el único que te puede consolar hoy.

Le di un beso a Lu, en cuanto el coche se detuvo sali corriendo de el y me arroje en los brazos de Tristán.

Él me abrazo con fuerza enterro su cabeza en mi cabello.

Yo me abrace a él con más fuerza.

-¿Ángel? ¿Que pasa? ¿Que sucede?

No pude decir nada, el sentimiento me traiciono y las lagrimas afloraron.

-Lu ¿Que sucede? - pregunto alarmado - ¿Alguien le hizo algo? ¡Carajo! ¡¿Que demonios paso?! - exigio al no encontrar respuesta.

-Nada, neandertal, tranquilizate, es solo que extraña mucho a alguien muy especial - respondio Lu en tono muy sereno, sentí como acariciaba mi cabeza. - Más te vale cuidarla bien, no quiero saber que la lastimas de algún modo - amenazo Lu.

-Lu ya te dije que...

-Si eso me dijiste en las vegas y ya ves como termino aquello, asi que sin promesas, solo cuidala y hazla feliz, que si te soy honesto no eres lo que yo quisiera para ella.

-Lu por favor creo que ya hablamos de esto.

-Si y es por eso que respeto la decisión de ella.

-Princesa me voy - me solte de Tristán y abrace a mi amigo.

-Gracias y cuidate - le dije entre sollozos - No te pierdas quiero verte pronto de nuevo.

-Lo hare, recuerda que vendre a pasar las fiestas contigo.

Lu me dio un abrazo fuerte y un beso y se marcho.

-Pequeña ven - Tristán me abrio sus brazos y yo me refugie en ellos. - Como me gustaria poder decirte mil cosas, pero son solo palabras. Yo se que extrañas mucho a tu mamá y cuanto darías por que ella estuviera aqui, pero creeme se que ella de algún modo lo hace.

De nuevo solo pude llorar, tal vez... tal vez eran todas aquellas lagrimas que me había negado a soltar.

Tristán se nego a soltarme, pacientemente y en silencio espero a que ya no hubiera lagrimas.

-Lo siento - susurre.

-¿Por qué ángel?

-Por esto, por ser débil.

-No digas eso - me acaricio la mejilla - Solo tengo una petición.

Lo mire con curiosidad.

-Solo puedes llorar o sentirte triste cuando yo este a tu lado - reí aún con tristeza - Soy el unico que te puede ofrecer chocolates o helado.

-¿Es una orden? - pregunte con fingido enojo.

-Es una petición... quiero estar siempre ahí para sostener tu mano y poder abrazarte.

¡Dios! Estas eran el tipo de cosas que me hacía derretir y amarlo aún mas, lo bese, pero no fue un simple beso, quería poder transmitirle mi alma y que él sintiera que era suya.

Cuando termino el beso él me miro con profundidad.

- Yo tambien te amo a más que nada en el mundo y soy solo tuyo - me aseguro, deposito un beso en mi frente tomo mi mano y me llevo al coche.

-Ángel - escuche un susurro - Pequeña.

Pestañe un poco antes de tomar total conciencía. Me había quedado dormida.

-¿Donde estamos? - pregunte confundida al darme cuenta de que no estabamos en el hotel.

-En la villa de la playa.

-¿En la villa? ¿Pero... que hacemos aqui?

-En cuanto Sara aparecio en la inaguración supe que no habría paz, asi que le ordene - lo mire de manera acusadora - Le pedi corrijo, a Jefferson que investigara donde se había hospedado, y supe que en el mismo hotel, que incluso armo un alboroto por que exigía quedarse en mi cuarto, y como no se lo permitieron pidio un cuarto al lado del mio, pero como tampoco era posible se instalo en otro piso.

-¿Otro piso? - pregunte confundida, en los días que llevaba en el hotel me había dado cuenta de que los demas cuartos estaban vacios.

-Si, bueno veras yo... yo...

-Tristán Alexander ¿Rentaste todo el piso a pesar de que solo se usaron cuatro habitaciones?

-Eso no es lo importante, ya ves fue un acierto que fuera asi, o Sara se hubiera salido con la suya. - Negue con la cabeza, aunque tenía algo de razón.

-Entonces le pedi a Jefferson  que rentara por dos días mas el piso, que recogiera nuestras cosas y rentara un coche y lo llevara a la inaguración.

-No creo que eso sirva, cuando ella vaya a tu habitación se dara cuenta se que no estas, y se ira sobre mi, y tambien notara que no me encuentro creeme.

-No, no lo hara te lo aseguro - sonrio petulante.

-¿Por que estas tan seguro?

-Por que cuando rentas un piso nadie tiene acceso, solo las personas que yo autorice.

-No quiero ni pensar en la verdadera razón de por que lo rentaste asi. En fin creo que Vivian tendra que aguantarla.

-No te preocupes - me acaricio la mejilla - Mi madre tuvo su parte en este plan - lo mire sorprendida - Si incluso ella me aconsejo que nos fugaramos. Además ella sabe perfectamente como poner a Sara en su lugar.

-Pense que habías terminado con ella - las palabras me quemaban.

-Ángel y lo hice, creeme por favor. Y realmente pense que lo había entendido, en estos meses no me había buscado ni una sola vez.
Pero ya vez espero la oportunidad de estar rodeada de los medios publicos para atacar de nuevo, pienso que ella creyo que eso la ayudaria a salirse con la suya.

Ya no te preocupes te prometo que después de nuestro fin de semana de descanso hablare de nuevo con ella y si no entiende hablare con su padre, y si no me queda mas opción terminare el contrato con ellos.

-No puedes hacer eso, costaria miles de dolares.

-No importa, los pagaria más que gustoso por tener nuestra paz.

Un bostezo involuntario me gano.

-Estas muy cansada.

-Si, lo siento pero fueron unos días muy pesados.

Tristán quito mi cinturon de seguridad y sin previo aviso me tomo en brazo y me llevo al interior de la casa.

Me deposito sobre un sillón, me quito los zapatos y me dio un beso.

-Espera aqui, voy por las maletas.

Después de ir y venir con el equipaje regreso me tomo de nuevo en brazos y me llevo a la habitación me deposito en la cama.

-Se que estas muy cansada pero... me gustaría mucho hacerte el amor - su voz era intensa, pero su mirada era dulce.

Mi corazón y pulso se dispararon ante la anticipación de sus palabras, no pude responder asi que solo asentí.

Él me dedico esa sonrisa picara de medio lado que tanto me gusta y fue al baño.

-Solo espera aqui, no te muevas no hagas nada - ordeno.

Lo escuchaba moviendo cosas, despues el grifo del agua y entonces aparecio. Tenía que reconocer que me sentí decepcionada cuando lo vi aún vestido, me lo imaginaba con solo una toalla.

Tristán vino hacía a mi, quito las horquillas de mi cabello, después mi vestido, enseguida se puso a trenzar mi cabello, esto era algo diferente pero me gustaba y mucho.

Me quito la ropa interior y me llevo en brazos al baño, se inclino.

-Toca el agua y dime si esta bien - me pidio.

-Si es perfecta.

Me deposito con cuidado, asegurandose se que mi cabeza quedara en la almohadilla de descanso y mi cabello trenzado fuera del alcance del agua.

-Regreso en un minuto, no pienses en nada solo relajate.

-Mmmm - solo eso respondí, ya lo hacía, sonreí al imaginar que pronto me acompañaría.

Tristán regreso minutos depués, lo mire sorprendida aún se encontraba vestido.

El muy ladino ha se haber notado mi decepción ya que sonrió.

Me entrego una copa de vino, se quito su saco, corbata y chaleco.

-No te lo había dicho pero me encanta como se te ve la camisa - llevaba la camisa blanca que le había regalado en la mañana - El tono negro te hace lucir sexy y peligroso, pero el blanco te queda perfecto.

-Me gusto mucho, aunque fue una novedad, ya veras mañana en las revistas de chismes.

Él sonrió de nuevo y me guiño un ojo,
se arremango  las mangas y vino a mi lado, tomo la esponja y el jabon, lavo mi cuerpo con movimientos pausados mientras platicabamos y me tomaba mi vino.

Cuando el agua se templo, me saco envuelta en una toalla, me seco y me puso mi pijama y me arropo.

Solo tardo el tiempo en que se quito su ropa para meterse a la cama conmigo. Apago las luces solo dejando una pequeña lampara encendida y saco un libro y empezo a leer en voz alta.

"Me gusta cuando callas, por que estas como ausente...

El poema de Pablo Neruda parecía tomar más dignificado en su voz.

-Esto es muy agradable pero... pense que habías dicho que querías hacer el amor - pregunte con timidez cuando termino el poema.

-Y es lo que hago, esta es otra manera de hacerte el amor, cuidandote, mimandote. Te voy a leer y acariciar  hasta que te quedes dormida.

¡Dios! ¿Como no amarlo? Simplemente para mi era perfecto y maravilloso tanto que... en algunas ocasiones me hace sentir miedo de que la vida nos juegue de nuevo una mala pasada. Sacudí mi cabeza queriendo alejar los malos pensamientos, era el aquí, el momento y lo iba agarrar con todas mi fuerzas.

Me estire abarcando gran parte de la cama, me despereze.

Me sente y vi que Tristán no estaba, el cuarto se encontraba oscuro, palme en la mesita de noche pero no encontre mi celular. Busque con la mirada algún reloj pero no encontre.

Sali de la cama en busca de mi telefono pero no lo encontre, vi que se filtraba un pequeño fragmento de luz a tráves de la persiana, fui hacía ahí y me encontre con él.

Se encontraba de pie, con su brazos sobre el barandal, Tristán miraba fijamente hacía la nada, el viento le alborotaba un poco el cabello, pero lo que me dejo pasmada era la manera tan dulce en que sonreía.

Me acerque y lo abrace por la parte de atras, me gustaba que no llevara camisa, siempre me había gustado su tatuaje, pero después de saber su sinificado lo ame, respire mas hondo y su aroma me lleno, lo abrace con más fuerza.

-Buenos días tambien para ti princesa - negue levemente con la cabeza, él se giro para quedar de frente hacía a mi.

-¿Que? - pregunto con fingida inocencía - Ya se que Lu dice que él es el único que te puede llamar asi, pero tu eres mi ángel, mi princesa, eres mi todo, pero principalmente eres mía, solo mía.

La intensidad en sus ojos solo reafirmaban sus palabras. Entonces me beso a su manera, con la que siempre me dejaba aturdida pero esta vez tambien con pocesión.

Tristán termino el beso y me miro, después sonrio petulante, perfectamente sabía el efecto que me causaba.

Me tomo de la mano y me llevo a la cocina.

-¿Omelete, fruta y jugo de naranja? - pregunto.

-Me encantaría - reconoci.

Él se puso en marcha y saco las cosaa del refrigerardor.

-¿Vas a cocinar tu? - pregunte con burla.

-Si - me respondió orgulloso - lo mire con sospecha - En realidad lo haremos los dos, sabes que aún me cuesta - me le quede  viendo - Bien - reconocio - no consegui a nadie de servicio aún.

-Es perfecto - respondí con una gran sonrisa.

-Sabía que dirias eso, asi que estuve pensando que puede ser una ventaja.

Lo mire intrigada.

-Estaremos totalmente solos este fin de semana, y nos desconectaremos del mundo, nada de periodicos, noticiarios ¡Ah! Y nada de teléfonos.

Iba a decir algo pero no me lo  permitio.

-Nada, fui paciente deje que tu trabajo te absorviera, pero ahora es mi tiempo.

-Como usted diga amo - respondí muy obediente.

-¿Segura?- pude ver la malicia en sus ojos, di unos pasos hacía atras, eso fue suficiente para que él viniera tras de mi.

Sabía que echarme a correr no me serviría de nada, pero el instinto fue mas fuerte y sali corriendo.

Tristán me atrapo en las escaleras, me levanto y me llevo al sillón, sus manos  empezaron hacerme cosquillas, yo solo me retorcía ahogandome de la risa.

Entonces él se detuvo lo mire un poco confundida, fue cuando me di cuenta que él reia tambien. Por instinto lleve mi mano a su mejilla y lo toque suavememte.

-Me gusta mucho verte reír - dije, era cierto. Muy pocas veces lo hacía, y en la empresa nunca.

Ahora fui yo quien lo beso, y fue un simple detonante que nos llevo hacer el amor ahí en la sala.

Cuando por fin logramos comer algo, decidimos pasar el día viendo peliculas y como osos invernando.

Tristán dormía a mi lado, sonreí como boba ¡Dios! ¿Que estaba mal comingo? No podía dejar de sonreír cada vez que lo miraba o pensaba en nuestros momentos juntos.

Pense en cuando tenía dicisiete años, por supuesto que todo era nuevo para mi y cada cosa que vivimos fue unica pero... ahora todo era más intenso y asi como me hacía pisar nubes de algodón tambien me asustaba.

Salí de la cama, sabía que no iba poder dormir, busque mi teléfono pero pronto recorde que los tenía confiscados, negue con la cabeza.

Fui a la parte de abajo en busca de un libro o algo que me distrajera.

Pero no encontre nada, y el calor no ayudaba.

Tome una botella de agua y a tráves de la puerta de cristal vi la terraza, sin pensarlo dos veces sali, el aire me golpeo y senti alivio.

Me gustaba que la casa estuviera con las luces apagadas, las estrellas parecía brillar con más intensidad. Me recoste sobre una tumbona, no podía dejar de mirar el cielo.

-Me gusta - la voz profunda de Tristán me sobresalto.

-¡¿Que?!

-La canción, me gusta.

-¿Canción? ¿Cual?

-La que estabas cantando - lo mire confundida.

-No me di cuenta - admiti él sonrio.

-En una ocasión me dijieron que si realmente quería saber lo que pensabas o sentías tenía que escucharte cantar.

-Lu - resople.

-¿No puedes dormir? - me acaricio la mejilla mientras preguntaba.

-No, hace mucho calor - me queje.

-¿Extrañas el frio invierno de Nueva York? - se burlo.

-Quizás.

-Ven - me tomo de la mano, ayudandome a poner de pie.

Tristán comenzo abrir los cordones de su pantalon.

-¿Que haces? - pregunte confundida.

-No puedes dormir por el calor, yo no puedo dormir sin ti, asi que nos vamos a bañar en la picina y después iremos a dormir.

-Eso me parece bien pero... ¿No te iras a bañar desnudo... o si? - su sonrisa me lo dijo todo -¡Estas loco!

-¿Por que? ¿Que tiene? Aqui nadie nos puede ver - de pronto Tristán solto una carcajada - Deberías ver tu cara, anda vamos a caminar por la playa un rato - se dio la vuelta para dirigirse a las escaleras que dan a la playa.

Y como siempre que alguien me reta hacer algo o me dice que no puedo la sangre se me enciende.

Me quite el camison a toda prisa y me meti a la picina.

Tristán se giro cuando escucho el agua, se acerco entre sorprendido y divertido.

-¿Que pasa? ¿Te da pena? - me burle.

Vi una chispa en sus ojos y su hermosa sonrisa aparecio, se quito el pantalon de la piajama y salto al agua.

No se cuanto tiempo estuvimos ahí, pero jugamos, hicimos bromas, y hablamos de todo un poco.

Solo se que aunque salimos de la alberca seguimos platicando hasta el amanecer.

Cuando por fin desperte ya era medio día, aún me sentía cansada pero mi estomago protesto.

Me levante con sumo cuidado Tristán aún dormía y no quería despertarlo. Durante las siguiente media hora me dedique a preparar la comida.

Me encontraba dadonle los últimos toques cuando senti sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza en mi hombro.

-Mmmm que rico huele.

-Ten prueba - le di un trozo.

-Delicioso - sonreí por su expresión.

-Anda lavate las manos para comer.

Tristán me tomo por la cintura y me levanto para depositarne en la barra de la cocina.

-¿Y eso? - estaba sorprendida.

-De pronto me dio hambre, pero no de comida - me dijo mientras deslizaba su nariz por mi cuello, me estremeci y él me beso y de pronto mi esromago protesto de nuevo.

-¡Ups! Lo siento - me reí - Definitivamente tendras que alimentarne con con comida primero.

Pego su frente a la mía y suspiro.

-De acuerdo - respondio resignado.

Una sonrisa de satisfación afloro en mis labios cuando lo escuche gemir de placer cuando probo la tortilla española.

-¡Esta delicioso! Realmente cocinas muy rico - me dijo antes de meterse otro bocado. - Solo por eso me casare contigo - me aseguro.

-¿Solo por eso? - pregunte divertida.

-Bueno... el sexo super y genial que tenemos cuenta, pero... ¡Na! Es por como cocinas.

Me reí por sus ocurrencias, amaba cuando parecia un niño.

-Ángel por cierto hay algo que quiero preguntarte.

Lo mire intrigada.

-Hace tiempo que estoy intrigado - esta vez lo mire expectante - Es sobre... quizas suene absurdo viniendo de mi, por que mas que nadie se a ciencia cierta que cuando se plasma con tinta sobre la piel es por que tiene sugnificado, pero... es sobre tu tatuaje.

-¿Que hay con el?

-Bueno en realidad... se que es un atrapa sueño, pero las plumas que cuelgan de el son diferete a la que simula escribir  la inscripción de "YOLO" además esa palabra puede tener mas de un significado y llevo meses tratando de entender su significado y no lo hago.

Suspire.

-¿No quieres hablar de eso? - su mirada expresaba desconcierto. - Lo puedo entender - dijo con un dejo de tristeza.

-No es eso, es solo que... el atrapasueños es por todos aquellos malos sueños y pesadillas que eran constantes en mi vida. La palabra YOLO esta en ingles y es You Only Live Once y signica "Sol...

-"Solamente una vez en la vida" - termino por mi.

-Asi es, eso me recuerda que la vida no es un ensayo, que cada decisón puede marcar ina diferencía, se puede ganar mucho pero tambien se puede perder mucho - me quede callada, no podía admitir en voz alta que era la manera en que yo  me recordar que hay que vivir y arriesgarse que quizás me equivoque al no casarme con él.

-¿Y la pluma? ¿Es de un ángel? - le sostuve la mirada, me sentía furiosa. ¿Por que de todo el mundo él lo había descubierto? Suspire frustrada.

-Si, creo que... que fue mi manera de seguir recoradando - admiti avergonzada.

Él vino hacía a mi, me levanto la cara de la barbilla y me miro directo a los ojos.

-Ámgel ¿Me pusite en tu piel? - quise desviar mi mirada y girar mi cara, pero el apreto su agarre - Mirame - me exigió.

Su mirada me atravesaba, el corazón se me disparo y supe que no tenía opción.

-A ti, a nuestra historía, a lo que vivimos, tenerlo en piel lo hacía más real. - admiti en un susurro.

Tristán me beso, con urgencía, con posesión y reclamo.

-Mía, solo mía por siempre - aseguro, y aunque nunca he permitido que me traten como una pertenecía su afirmación me gusto.

Él me hizo el amor de la misma manera, reclamandome y supe en ese momento que nunca podría ser alguien más.

-Casate conmigo.

Nos encotrabamos aun jadeando, él me tenía abrazada pegada totalmente a su cuerpo cuando simplemente lo pidio.

-Tristan... -trate de incorporarme pero no me lo permitio.

--No entiendes de alguna manera tu y yo estamos destinados, ya probamos estar separados, incluso con alguien mas y no funciono.

-Es cierto, pero cual es la urgencía de un papel, ya vivimos juntos y tu y yo sabemos lo que tenemos, no hay nada mas que demostrar, el amor no lo asegura un contrato.

Él me miro durante un largo rato pero no dijo nada mas.

El resto del día transcurrio con traquilidad, ninguno de los volvio a sacar el tema, pero a ciencía cierta sabíamos que ninguno cambiaria de opinion.

Trsitán llevo las maletas a nuestra habitación, yo me quede en la sala observando que la carpa de gasa aun se encontarba ahí, sonreí al recordar lo que había mos hecho ahí.

-No tuve tiempo de desmontarla,  si no hubieras escapado en medio de la noche - me dijo alzandoce de hombros.

-Ya lo haremos - asegure, aunque reconocía que me gustaba.

Tristán vino a mi.

-¿Y si... volvemos a donde nos quedamos? - me guiño un ojo y tomo mi mano, negue con la cabeza mientras sonreía.

-No es mala idea - acaricie su mano y entonces me percate de que no se había puesto su anillo.- ¿Estas seguro de esto? - le pregunte mientras acariciaba su dedo aanular.

-Por supuesto que si, ya no tenemos que ocultar nuestra relación, asi que para que tapar mi tatuaje.

No dije nada solo lo abrace, no quería decirle que aun tenía miedo, se lo debía, tenía que ser valiente.

-Ángel... hay algo que quiero decirte, pero tambien hay algo que quiero mostrarte.

Lo senti algo nervioso al decir esto, asi que espere a que prosiguiera.

-Ya se, primero vamos a lo que te quiero mostrar y ahí te digo. - Me tomo de la mano y me llevo a la puerta, solo pude tomar mi bolso.

-¿A donde me vas a llevar?

Tristán solo se rio me dio un beso y me volvio a tomar de la mano, habíamos avanzado solo unos pasos cuando escuche una voz que me paralizo.

-¿Assi quee erra cierrtoo?

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