Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17

Solo ella tiene ese mar de contradicciones que me encanta,
Una tormenta llena de dicótomas:
Tan infantil cuando habla, tan madura cuando aconseja, tan amiga cuando escucha pero tan mujer cuando besa, tan triste cuando quiebra en llanto, y tan alegre cuando ríe, tan tierna cuando mima, y tan salvaje cuando ama.
   Blaster.

Tristán

Me quede ahí de pie, viendo como se alejaba, dando un leve adios con la mano, y su dulce sonrisa traviesa.

-Jefersson ¿Crees que sería bueno ir tras de ella? - el sonrió y nego levemente - Tienes razón, me arrancaría la cabeza, es mejor darle su espacio.

Las calles tenían su trafico habitual, la multitud de personas transitaban a su diferentes ocupaciones, sin embargo hoy nada de eso me molestaba.

Note en varias ocasiones que Jefersson me miraba con disimulo, y eso era por que no podía borrar la estupida sonrisa de mi cara.

Ingrese al ya familiar local, estaba igual que siempre, las vitrinas al fondo con diferentes postres, detras las maquinas para preparar cafe. Las pequeñas mesas redondas, con superficie de madera y los soportes de hierro, a juego con sus cuatro sillas.

Una pequeña lampara como unico adorno y el intenso aroma a café.

Visualice la mesa donde había estado la última vez... La última vez, suspire, las cosas habían cambiado desde emtonces.

En cuanto estuve sentado la chica que siempre me atendía vino hacía a mi.

-Cafe negro y sin azucar, enseguida - se iba a marchar, pero la detuve.

-No - ella me miro con dejo de extrañeza - No, esta vez será un capuchino de crema irlandesa, crema batida y canela - le sonreí, me miro aún mas extrañada - ¡Ahh! Y un plato de galletas de pasta, por favor - ella no respondió, solo asintio sin dejar de mirarme.

Minutos después regreso con mi pedido, seguía sin decir nada, pero note que ella no dejaba de mirarme, le volvi a sonreir, inmediatamente se giro sonrojada.

-No hagas eso - me dijo Fernando mientras se sentaba, no me había percatado de que había llegado.

La chica se acerco de nuevo para tomar el pedido de Fernando, esta vez ni siquiera me miro.

-Un cafe expresso - la chica hizo la anotación y se marcho.

-Realmente espero que sea importante, tuve que atravesar media ciudad para venir a verte, después de  dejar a Marijo en la guarderia.

-Lo es - afirme con petulancia, Fernando me miro con perpiscacia - Hay noticias desde la última vez que te vi, mi vida...

-¡Oh por Dios! - solto de pronto - ¡Maldito bastardo! ¡Lo hiciste! ¡Lo lograste! ¡Estan juntos de nuevo!

-¡¿Qué?! ¿Como...

-¿Capuchino y galletas? Tristán tenías seis años que no tomabas uno, ademas era lo que siempre pedías cuando estabas con ella, su favorito.

Mi sonrisa fue aún mas grande.

-Dejamen adivinar... fuiste tras de ella a Los Angeles, y no le diste tregua hasta que hablaron y la convenciste.

Asentí.

-¡Felicidades amigo! Lo dicho ¡Eres un bastardo hijo de puta con mucha suerte! No sabes el gusto que me da, por ti, por ella. Siempre he tenido la certeza de que ustedes son el uno para el otro... solo espero que esta vez no lo eches perder - iba a replicar - No, no, ni te atrevas a decir algo, sabes que tengo razón.

Amigo, tu sabes cuanto quiero a ese pequeño demonio, es como una hermanita para mi, asi que esta vez si metes la pata ó le haces daño, no dudare en patear tu trasero - me reí - Hablo en serio - me dijo en tono amenazante.

-No amigo, esta vez será diferente, hare todo posible por hacerla feliz, pero sobre todo por que nunca se quiera ir y me deje - asegure. Y era cierto, esta vez daría todo, sin reservas, y evitaría a toda costa errores del pasado.

-Dime algo, ya le hablaste sobre...

-No - lo corte - Aún no, pero lo hare pronto... muy pronto, no me veas asi, ademas no era el lugar ni el momento - me defendi, Fernando me miro de una manera en que me dejo claro que no me creía.

-¿Sabes? Marijo se pondra muy feliz, ella siempre decía que ustedes tenían que ser novios. -Cambio el tema.

-Una niña muy sabia - asegure.

Decidi ir a la oficina a pie, aunque había bastante aire frio, no llovia, un clasico día de otoño.

Cuando ingrese al piso de mi oficina Sandy ya se encontraba ahí.

-Buenos días señor Hamilton- saludo.

-Buenos días Sandy - sonreí. Ella me miro extrañada, pero no dijo nada. - ¿Tenemos muchos pendientes?

-En realidad si, se tuvieron que cancelar citas y hay que reprogramarlas, tambien hay bastante correos pendientes y llego información de nuevos proyectos.

-Bien Sandy, dame quince minutos y nos ponemos en ello.

-Si señor.

-Ten esto - le ofrecí la bolsa que llevaba en la mano - Te traje un café y un bisquet, espero haber acertado. Me he dado cuenta que a pesar del tiempo que tenemos trabajando juntos, no se siquiera si tomas café.

-Gracias señor, y si tomo café - su expresión lucía tan sorprendida como su voz.

Sandy no mintió al decir que había mucho trabajo pendiente, estuve la mayor parte de la mañana entre correos y llamadas atrasadas.

Al terminar me fui al salón de juntas, tenía que ver los nuevos proyectos y necesitaba el equipo de video.

Una hora mas tarde visualice a mi ángel entrando a la oficina.

-¿Sandy?

-Señor - respondió ella de inmediato.

-Digale a la arquitecta Villanueva que vaya a mi oficina... por favor.

-Enseguida señor.

Me apresure a mi oficina, espere detras de la puerta.

La abrace en cuanto entro, ella se sorprendió, pero me regalo una sonrisa.

-Hola hermosa, te extrañe - la bese, ella respondió mi beso, el cual no tardo en subir de intensidad.

Nos separamos con la respiración agitada.

-Será mejor no hacer eso aquí o... no podremos parar.

-Eso es lo que mas quisiera, no tienes idea de cuantas veces e imaginado que te hago mía en esta ofina, sobre el escritorio, el sillon...

-¡Esta loco!

-Si, pero por ti, ¿Recuerdas lo que hacíamos en mi oficina cuando eras una estudiante? Mmm recuerdo como te veias en ese uniforme... De casualidad ¿Aún lo tendras?

-Depravado -me acuso con una gran sonrisa y de nuevo me beso - Será mejor ponernos a trabajar - ella se alejo de mi para acercarse al escritorio, paso sus dedos sobre la madera - Creo que tienes razón - se sento encima y cruzo las piernas mientras ponia sus brazos hacía atras, comenzo a balancear una de sus piernas - Sería... algo muy...  - me acerque y ella separo sus piernas lentamente, jugando con la poca cordura que aún conservaba, me metí entre sus piernas, la tome de la cintura, la acerque a mi y la bese.

Me deleite con sus labios, su lengua, su sabor, su esencia.

-Tristán - logro decir entre jadeos cuando nos separamos - Haremos lo que tu quieras, solo... solo dejame entregar primero el proyecto terminado.

-¿Todo? ¿Estas segura? ¿Te casaras conmigo?

-Sabes que no me refería a eso, si no a que hagamos publica nuestra relación, comprende mi situación, no quiero que se mal interprete lo nuestro y que empiecen los rumores.

-Pero que importa la gente.

-Importa, nadie conoce nuestra antigua relación, acabas de terminar con la "Osita" y de pronto obtengo un contrato en tu compañia y al mismo tiempo una relación contigo. - sabía que tenía razón, pero demonios yo no quería esperar.

-Esta bien, tu ganas - acepte resignado - Pero piensa por lo menos lo de vivir juntos.

-Lo hare, lo prometo. Ahora jefe vamos a trabajar.

-De nuevo tu ganas. Tenemos menos de seis semana para la presentación del proyecto ya terminado a la prensa y a los inversionistas, pienso que es momento de citar a la agencia y comenzar la publicidad a traves de varios medios.

-Me parece buena idea.

-Me gustaría que tu estuvieras trabajando con ellos.

-Cuenta con ello.

Le pedi a Sandy que ingresara a la oficina.

-Señor.

-Sandy cite a los de la agencia de publicidad para dentro de una hora. Pida que nos traigan comida para tres.

-¿Para tres? - repitio confundida.

-Si, ya que tenemos tantos pendientes y las hago trabajar tanto, lo minimo que puedo hacer es alimentarlas Sandy sonrio timidamente y miro a mi ángel, ella le respondió con una sonrisa y levantamiento de hombros. -Dispón de la sala de juntas para cuando llegue el personal de la agencia.

-Si señor. Por cierto lo han llamado ya dos veces, de los Angeles, la empresa que esta decorando la casa de retiro, le he dicho que me digan el asunto pero la señorita que a llamado no quiere dejar recado, quiere hablar con usted personalmente.

-Sandy si vuelve a llamar la comunicas.

-Si señor - Sandy salió de la oficina, y yo me encontre con un par de ojos acusadores.

-Ya me imagino su urgencía - me dijo mi ángel queriendo sonar desinteresada, pero no lo logro, mi pecho se hincho de felicidad al verla celosa.

-Pues yo no tengo ninguna idea. — me levante de hombros.

Sin dar mas importancia al tema le mostre los proyectos que entrarian a concurso y los de la empresa.

El tiempo transcurrio sin sentir, trabajamos intensamente tratando de ponerme al día, hasta que llego la comida.

No supe que decir cuando vi que eran bolsas de comida rapida. Mi ángel y Sandy se rieron de mi cara.

Y pronto supe que la idea de esa comida fue de Paloma.

-¡Ya no te quejes! - me regaño - No puedo creer, tienes años viviendo aqui y no haz probado un hot-dog de Gray's papaya.

-No, más bien yo no puedo creer que te vayas a comer eso.

-Pues ya lo veras y no solo eso, tu tambien lo vas a comer y te va a gustar.

-Lo dudo, Sandy ¿Tu haz comido eso?

-Si señor y son muy ricos.

-Creo que se confabularon en mi contra.

Las dos se rieron cuando aún con desconfiaza le di el primer mordisco, y no pude reprimir un gemido de sorpresa y placer, estaba muy rico.

-Te lo dije - mi ángel empezo a comer el suyo.

La comida fue muy agradable, me sentía tan relajado y comodo.

Eso me hizo pensar en como habían transcurrido estos años, he comido en los mejores restaurant de las ciudades que he visitado, y he comido de lo mejor, pero no se compara a cuando tienes una gran compañia.

Los de la agencia de publicidad llegaron a la hora pactada, la reunion fue muy practica, el personal muy eficiente, de inmediato captaron lo que quería.

Todo iba genial hasta el termino cuando Sandy me anuncio la llamada de la decoradora a cargo.

-Señorita Bates. - Respondí el llamdado.

-Kim, señor Hamilton. - la voz melosa detras del auricular, me desespero.

-Señorita Bates soy una persona muy ocupada, asi que me puede ahorrar tiempo diciendome ¿Cual es la utgencía?

-¿Urgencía? No señor Hamilton, solo quería informarle que la casa ya esta terminada, que puede usted venir cuando quiera. - No pude evitar poner en los ojos en blanco.

Mire hacía mi ángel, quería ver si estaba de nuevo celosa, pero cual fue mi sorpresa al verla platicando muy sonriente con uno de los empleados de la agencía.

-Señorita Bates, creame cuando le digo que tengo personal para eso, asi que si no hay nada mas...

-Por supuesto señor, solo que a mi me gusta entregar personalmente mi trabajo.

-Lo entiendo, pero ya lo vere en la inaguración - ¡Dios que mujer!

-Bien, sera un placer mostrarle... todo lo que quiera ver. - No le caería mal un poco de dignidad.

Le colgue sin despedirme, mi interes ya se encontraba en otro lado. Me acerque a mi ángel, contra todo mi instinto me contuve de tomarla de la cintura y acercarla a mi.

-¡En vedad tanto tiempo! ¡Woo! - decía ella.

-Si, pero que gusto ver que estas muy bien - le decía el baboso.

-Señor Hamilton nos comunicaremos con usted en cuanto tengamos los bocetos - dijo otro de ellos y me dio la mano.

-Paloma - Sandy la llamo desde la puerta - Te busca un mensajero.

-Gracias Sandy, voy enseguida. Entonces Jim ha sido un placer.

-Lo mismo digo hermosa, ya tienes mi tarjeta, no te pierdas esta vez - ella le ofrecio la mano, él se la tomo y le dio un beso en la mejilla.

Paloma salió de la oficina, y él la siguio con la mirada, por lo tanto no noto lo asesino de la mía.

-Señor Hamilton - me ofrecio la mano, reconozco que se la extreche con más fuerza de la necesaría, ni siquiera le regrese el despido.

Cuando los acompañe a la salida, la vi junto al escritorio de Sandy, un joven le entregaba un ramo de rosas blancas, de inmediato las reconoci, eran iguales a las que le llegaban cada semana.

Ella firmo la hoja y fue a su oficina.

La furia dentro de mi ya había despertado, fui tras ella.

Ella me miro cuando entre, pero no dijo nada, y eso me enojo más.

-¿Me puedes decir que paso ahí adentro? - dije con voz contenida.

-¿Pasa algo? ¿Estas molesto? - pregunto inocentemente.

-No se, ¿Debería? Dime ¿Por estas cosas es que no quieres irte a vivir conmigo? - use de todo mi autocontrol para no estallar.

-¡¿Qué?! Tristán ¡No! ¿Que demonios te estas imaginando? - no respondí pero vi de modo insinuante las flores.

Ella suspiro.

-Mira, el de la agencía de publicidad estudio en la misma universidad que yo, tenía como cinco años que no lo veía, te lo hubiera dicho delante de él, pero Sandy me llamo.

-¿Solo fue un... amigo? - pregunte aún receloso.

-Su novia de entonces era mi amiga, asi lo conoci, ahh y la que era su novia, ahora es su esposa.

Guardo silencio, y no pude evitar las flores.

-Todo sería más fácil si solo preguntaras en vez de suponer - ella tomo el teléfono y marco un numero.

-Hola - dijo en un modo dulce, el corazón se me paralizo

-Bien gracías ¿Y tu? - sin poder oir la voz a traves de la linea, solo me quedaba aguardar.

-Espera, te pongo en alta voz, hay alguien que quiere saludarte - ella lo hizo - Lu saluda a Tristán.

¡Demonios, debi suponerlo! ¿Imbécil? ¿Idiota? ¡Un gusano!

-Tristán - la voz de Lu sono sería.

-Lu. - no supe que más decir.

Nos quedamos en silencio.

-Lu, quiero agradecerte tus flores, hermosas como siempre, y alegrando mi oficina.

-De nada prince... ¡Ahh ya veo! Tristán se puso celoso.

-No Lu, para nada - mintio ella -Pero aprovechando que él estaba conmigo cuando llegaron quise que se saludaran, déspues de todo han pasaso muchos años.

-Tienes razón, Tristán aprovechando la llamada, te digo que si no la cuidas esta vez te rompere la cara.

-¡Lu! - lo reprendio. - Mejor dime, ¿Vas a ir a los Angeles?

-Aún no lo se, el contrato con Japón, no esta resuelto, pero si te aseguro que para finales de octubre, estare contigo.

-Que remedio, me avisas si hay cambio de planes.

-Cuenta con ello, te quiero mostro, cuidate.

-Yo igual gusano - termino la llamada y me miro.

-Lo siento yo solo...

-Tristán solo tienes que preguntarme, solo eso. - Me dijo en tono serio y mirando mis ojos.

-Es que no entiendo por que no quieres ir a vivir conmigo, o tan solo pasar la noche en mi casa.

Ella guardo silencio durante unos minutos, pude ver que lo pensaba.

-Tristán no quiero dormir en tu casa por que... por que no quiero pasar un mal rato.

-¿Pero por que dices eso? - no entendia.

-Son muchas cosas, como el que llegue alguna de tus amigas inesperadamente ó te llamen por telefono, y...

-¿Y? - cuestione al ver que no seguía.

-No... no quiero hacer el amor contigo... En el mismo lugar que te has acostado con todas las mujeres de Nueva York, yo... yo soy como ellas.

-No todas - dije a modo de defensa, ella me dio una mirada "De esto no ayuda para nada" -Por supuesto que no, tu eres diferente, eres lo mejor de mi vida, ellas no significan nada, en cambio tu eres la mujer que amo, con quien quiero compartir todo, ¿Lo entiendes todo?

-Entiendo lo que me dices, pero ahora entiende tú, no me siento comoda.

-Pero ángel... dime ¿Alguna vez yo te he dicho algo de tu casa? ¿O de con quien dormiste ahí? - ella no respondió, solo me miro, y de pronto lo entendi - ¿Estas... estas diciendome que... ¿Nadie durmio en tu cama?

Ella no respondió, no hizo falta.

Sali sin decir una palabra.

-Sandy ven a mi oficina.

Paloma

No sabía si ponerme a maldecir ó a  llorar, nunca pense que le diría algo asi, pero... eran la verdad.

Tome mis cosas y sali de la empresa, necesitaba aire.

Camine durante un largo rato, hasta que me sente en una banca.

Al parecer los cosas nunca iban a ser sencillas entre nosotros ¿El por que? Es lo que no entendía.

Había pasado una hora, quise apagar mi telefono cuando vi una llamda de Dilan, pero lo pense mejor, era tiempo de enfrentarlo.

-Dilan.

-¡Hola! Hasta que puedo hablar contigo - me reprocho - ¿Ya regresaste de viaje? Quiero verte.

-Dilan, no es buena idea vernos.

-¡Por favor! ¡Por favor! Dame una oportunidad.

-No quiero lastimarte y...

-Eso lo decido yo - me afirmo

-Dilan yo estoy en este momento con un gran compromiso encima, tengo ya el cierre del proyecto, estoy en la recta final, pronto la inaguración, asi que comprende, no tengo cabeza para nada más.

-Esta bien, lo se, lo se, pero te prometo que solo seran unos minutos.

¿Y si solo le decía... Todo. No, no era el momento de contarle, quizás no lo entedería ¿Y si iba a mi casa y si se encontraba con Tristán..? Además es algo que tenía que hacer de frente y no por teléfono.

-Mira hagamos algo, yo aún estoy de viaje - menti - Pero en seis semanas estoy de vuelta, yo te buscare para que hablemos, es necesario ¿De acuerdo?

-Si, si me parece bien, contare el tiempo.

Termine la llamada, ¡Maldición! ¿Por que demonios no me atrevi? Ademas si lo pienso yo no le debo ninguna explicación, él y yo no somos nada.

Me frote el puente de la nariz con los dedos ¡Maldito dolor de cabeza! Y encima de todo Tristán ¿Y todavia me pregunta por que no quiero vivir con él?

Sin ganas de querer llegar a mi casa, compre un cáfe y fui a mi oficina, mi refugio, mi oasis, el estar ahí en ese pequeño lugar me ayudaba, y como siempre el estar ocupada trabajando me rescataba de todo... sobre todo de pensar.

A media noche me di por vencida, ya no tenía nada mas en que ocuparme, tome un taxi y fui a mi casa.

Me quede de piedra cuando vi a Tristán sentado afuera, como siempre no sabía que esperar de él.

-¿Que haces ahí? - fue lo unico que se me ocurrio decir.

-Te esperaba - me dijo muy tranquilo, abri la puerta e ingresamos a la casa - Necesito preguntarte algo - lo vi con desconfianza, creí que empezaria una pelea, pero estaba muy tranquilo - ¿Puedo quedarme contigo por unos días? - me quede sin entender - Mi casa esta inhundada, se rompio una tuberia algo asi.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro