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14

Volvieron hacer eso que
habían olvidado. Volvieron a
quererse con el aire del
primer encuentro. El sabía
que ella era la única persona
capaz de mitigar sus miedos y
ella simplemente era feliz
amandolo.

Leuman.

Tristán

-Yo estaba desesperado y no sabía que hacer, nos encontrabamos en medio de la nada y ese motel era lo unico a mano, y tú estabas helada... asi que no tuve opción. Pero el problema vino despues cuando no dejabas de temblar y no te podía calentar con nada, y encontre en internet ese remedio.

-¡Me viste desnuda! - me acuso.

-En mi defensa, no, no te vi. ¡Por favor! Estaban tan asustado y preocupado que ni siquiera me paso por la mente.

-¿Y si quiera funciono? - aunque su tono era acusatorio, pude ver una chispa en sus ojos.

-Mmm... yo diría que si, es mas lo correcto sería decir, demasiado bien - capte su interes - Despues te subio la temperatura demasiado y fue cuando terminamos en el hospital.

-¿Y pensabas decirmelo alguna vez? - su pregunta era un desafio.

-¿La verdad? - asintio. - Si, cuando estuvieramos casados, asi cuando te enojaras podría llevarte a la cama y hacerte el amor, hasta que me perdonaras.

Ella se dio la vuelta, quedando de espaldas a mi, la oí hablar entre dientes.

-Por favor deja de hacer eso - me pidio.

-¿Hacer que?

-Tristán ¿Que es lo que pretendes? ¿Para que tanto juego? - ella seguía dandome la espalda.

-Yo no estoy jugando.

-¡¿Que no?! - se dio la vuelta para enfrentarme - Solo vuelve a ignorarme, pretende de nuevo que no existo, sigamos asi hasta que se termine nuestro contrato.

Fui hacía ella, me detuve a muy poca distancía, y la mire a los ojos.

-No.

-¿No? - repitio desconcertda.

-No Angel - sus ojos se agrandaron cuando la llame asi - No pienso alejarme de nuevo de ti.

-Tristán por favor no de nuev... - ella trato de moverse pero no se lo permiti.

-Entiende de una jodida vez ¡Te amo! ¡Si! Te amo, a pesar de ti, a pesar de mi, del tiempo, de la distancia Te amo y esta vez no pienso renunciar a ti.

-No sabes lo que dices, solo estas obsesionado por llevarme a la cama.

-Si es verdad... muero por llevarte a la cama y hacerte el amor durante toda la noche, saciarme de ti, llenarme de ti... pero no por solo una noche, quiero que sean todas mis noches, todos mis días... toda mi vida.

-Tristán por favor para ya, eso no puede ser, ya vimos en el pasado que tu y yo no funcionamos.

-Si en el pasado cometi errores, y no voy a mentir diciendo que cambie, quizas si sea mejor, tal vez sea peor, no lo se, pero lo que si se es que no quiero estar sin ti.

-No - Ella negaba con la cabeza - Sera mejor que espere en el baño.

Le sujete la mano impidiendo que se marchara, ella se aferro a la sabana con la otra mano.

-Dime ¿Que ya no sientes nada? ¿Que no te provoco nada? - exigí.

-No, no siento nada. - me respondio agachando la mirada.

-¡Mientes! ¿Dime que es por frío que te estreneces cuando te toco? - pase mis dedos por su hombro desnudo.

-No siento nada - me repitio

-¿A si? - la desafie.

La jale del brazo que la tenía agarrada, atrayendola hacía a mi. Ella intuyo mi inteción y empezo a negar con su cabeza.

Lleve mi mano libre a la parte trasera de su cabeza y la atraje hacía mi, aún mas.

Y la bese.

Ella trato de resistirse, pero yo seguí besandola, ella apreto los labios, negandose a responderme el beso, pero mi boca siguio insistiendo y mi lengua fue buscando la manera de abrise paso por esos labios cerrados... hasta que ella cedio a mi beso.

Por fin despues de tanto tiempo pude volver a sentir su boca... mía.

Enrede mis dedos en su cabello humedo, la bese con deseperación, con dolor, con miedo pero... con todo este amor que llevaba tanto tiempo enterrado en mi pecho.

Recorri con besos su mandibula, su cuello, baje hacia su pecho y la escuche jadear, su respiración a lo igual que la mía era irregular.

Me detuve por un momento para observarla, se encontraba envuelta en una sabana, llevaba el cabello revuelto, sus mejillas se encontraban sonrojadas, y sus ojos brillaban expectantes... estaba seguro de que nunca la había visto tan hermosa.

La tome en mis brazos y la lleve a la cama, la deposite con cuidado y de nuevo la bese, esta vez mi beso no era urgente, ni deseperado, la bese con calma, mis manos tomaron vida propia y comenzaron a recorrer su cuerpo.

Esta vez hice todo a conciencía, mis manos y mis labios estaban sincronizados recorriendo su cuerpo, sobre aquella sabana, mis movimientos eran deliberadamente lentos, quería... no, necesitaba grabarme no solo en la mente, si no tambien en mi alma cada espacio de ella.

Bese de nuevo su boca y me separe de ella para poder mirarla a los ojos.

-Angel no hay nada mas que desee en este momento que hacerte el amor, pero... quiero, deseo que tu estes de acuerdo, que tu tambien lo quieras y me des tu consentimiento.

-¿Y si dijiera... no? ¿Lo aceptarias? - por supuesto que no era la respuesta que quería, pero respetaría su decisión.

-Si, lo haría - ella me miro con incredulidad - Pero eso no quiere decir que no intentaría toda la noche convencerte de que me digas que si.

Ella me miro, suspiro y nego con la cabeza.

-Entonces convenceme y hazme el amor. - Me pidio.

De nuevo fui a su boca y la bese una y otra vez, despues fui bajando por su pecho, tome la sabana y me meti dentro de ella.

Note que ella aún llebava su ropa intetior, fui deslizando mis dedos entre su piel y la ropa hasta que se la quite.

Por fin pude sentir su piel desnuda contra la mía, esta vez recorri su piel sin estorbos, el deseo me fue envolviendo como un humo denso que nublo mis sentidos, deje que mis instintos me llenaran, y me entregue... a ella, a su cuerpo, pero sobre todo a su amor.

Paloma

No podía quitarle la mirada, Tristán dormía placidamente boca abajo, tenía su sostro jirado hacía a mi.

Recorri con la mirada una vez mas su tatuaje, las alas cubriendole la mitad de la espalda y extendiendose hacía sus brazos, senti una gran necesidad de recorrerlo con mis labios, mi lengua ¡Como amaba aquel tatuaje!

Siempre que pensaba en él, con ese estilo medio rebelde y a la vez siempre tan elegante, me lo imagibaba con cincuenta, sesenta años y aún tremendamente sexi.

Con aquel cabello siempre a la moda, esa barba y su fisico que siempre cuidaba.

Sacudi mi cabeza, por primera vez no quería pensar en el futuro, en su futuro o en el mío.

Solo en mi presente.

No quería pensar en las consecuencias de lo que había pasado.

Por que no me arrepentía de haber hecho el amor con él.

Si el amor, por que esto era muy diferente a solo tener sexo con alguien.

Mis recuerdos no le hacían justicia, siempre había sido buen amante, dulce y delicado, pero al parecer lo años lo habían hecho aún mejor.

En estos siete años no me había sentido tan viva. Siempre sentía que me hacía falta algo.

Y es que tal parecía que Tristán me conocía perfectamente, mi cuerpo y la manera de llevarme al extasis completamente.

De hacerme sentir amada, deseada... en fin completa.

Mire hacía la ventana, aún no se percibía ningún vestigio de rayos de sol, estaba casi segura que no eran ni las cinco de la mañana.

De nuevo lo mire, esta vez no contuve mi impulso de deslizar mis dedos, primero por su tatuaje, lo recorri hasta llegar al brazo, ahora fui a su rostro y deslice mi dedo o indice por su ceja, despues baje por su nariz, toque sus labios, suspire al recodar todas las partes que me tocaron, y por último toque su barba.

¡Dios! Para mi todo era perfecto en él.

Eleve la mirada, para descubrir que él me miraba. Retire mi mano por reflejo pero él la detuvo.

-No te detengas.

-Lo siento no quise despertarte.

-A mi no me molesta, al contrario es maravilloso abrir mis ojos y lo primero que vean sean a ti.

Le acaricie el rostro ¡Dios!¡Dios! Que facil era amarlo.

-Te amo - me dijo.

Yo quería decir algo, pero las palabras se me quedaron atascadas en la garganta.

-No es necesario que digas nada - se incorporo para quedar de frente a mi - Se que no te gustan las etiquetas, asi que no te llamare "Novia" " Amante" pero lo que si quiero es que quede claro que tu estas conmigo y yo contigo.

-Tristán no...

-Dejame terminar, yo no tengo ningún problema en mostrar al mundo que te amo, es mas si pudiera en este momento te llevaria ante un juez y me casaria contigo.
Como se que eso te llevaria a pensar en mi error del pasado, pero dejame decirte que esta vez, deseo casarme contigo y no es para ponerte una marca, tampoco para que no te vayas, deseo y quiero casarme contigo por que estoy seguro que eres la mujer de mi vida.

-¿Como puedes estar seguro de eso?

-Por que en siete años no hubo ni un solo día en el que no pensara en ti. -No podía dejar de mirar sus ojos, se veían tan sinceros. - Angel ¿Por que crees que vivo en Nueva York? Si tengo una empresa, pero es mas importante la de Londres y sin embargo me consolaba estar en la misma ciudad que tu.

Yo seguía din poder articular palabra, tenía miedo y mucho. Siempre las cosas parecían tan facil con él, pero su celos, el querer controlarme lo había arruinado todo.
Tenía tanto miedo de amarlo aún mas, y que de nuevo me rompiera el corazón y esta vez no poder recuperarme.

-Se que tienes miedo, dudas, pero la unica forma de hacerte entender que esta vez no pienso dejarte ir, y de cuanto te amo es estando a tu lado y demostrartelo.

¿Quien no se volvería loca con una declaración asi? ¿Quien se negaría? ¿Quien?

Lo bese, fue la unica forma que encontre para no decirle en este momento "Haremos lo que tu quieras".
Esta vez iriamos poco a poco... al menos eso pense.

Una vez que él me respondió el beso perdi la razón, literalmente salte encima de él. Mi mente habia perdido la batalla y mi cuerpo parecía no tener control.

Lo deseaba, quería hacer de nuevo el amor con él, si tenía este momento lo gozaria al maximo, de ahora en adelante cada instante con él serían asi, asi cuando llegara la factura tendría mis recuerdos de él.

Tristán comprendió lo que queria, me puso encima de el a horcajadas y me beso, bajo a mi cuello y mis pechos, volviendome mas loca de deseo.

Como aún seguiamos desnudo, era facil sentir su piel, bese su cuello tambien y mordi suavemente su mandibula.

Él me levanto de mis nalgas para abrirse paso dentro de mi, jadee cuando me senti llena, mis movimientos dejaron de ser lentos y él me permitio tener el control... y ahí me perdi totalmente.

*****

Esteve nos esperaba en el hotel, me sentía un poco inquieta, aún me hacía a la idea de lo que había vivido unas horas antes.

Cuando lo vi en el loby del hotel, mi instinto me llevo a soltar la mano de Tristán, pero él tomo la mía con mas fuerza.

Por supuesto que Esteve lo noto, pero no comento nada.

-Tristán que mal que se quedaran atascados en la construcción.

-No fue tan malo - su tono fue malicioso.

-Si tienes razón, afortunadamente no paso nada, aunque... ¿Por que no llamaron desde anoche? Los hubieramos auxiliado.

-Ya veniamos de regreso cuando la lluvia arrecio, no habiamos avanzado ni treinta metros cuando el coche se quedo varado, en ese monento lo unico que se nos ocurrio fue en regresar a la casa. Pero en las prisas Paloma olvido su bolsa con el telefono adentro, y el mío se quedo sin batería.

Por la mirada de Esteve, deduje que no nos creía, pero agradecía que no hiciera comentarios maliciosos.

-¡En fin! - palmeo la espalda de Tristán - Lo unico realmente importante es que se encuentran bien. Por cierto el resto del equipo regreso a Nueva York en el vuelo de las tres, les conte lo que paso.

-Gracias - fue mi respuesta.

-De nada guapa, pero ustedes ya perdieron ese vuelo, ¿Si quieren pueden quedarse el fin de semana y los llevare a algunas playas? Espero y hayas empacado tu bikini - me sonrió.

-No Esteve - hablo Tristán - regresamos hoy mismo - lo mire.

-Que pena ¿Quieren les ayudo conseguir un vuelo?

-No es necesario, ya me ocupe de eso. - notaba como Tristán se contenia.

-Bien hermano, entonces me voy, que tengan un buen vuelo, y nos vemos en seis semanas aquí para la inaguración.

-Por supuesto - Se dieron la mano.

-Paloma ha sido un placer - me beso la mano disponible por ique Tristán seguía sin soltar la izquierda - Y espero verte a ti tambien.

-Sera un placer.

-Entonces ahora si me despido.

Se marcho haciendo un gesto de despedida con la mano.

Nos quedamos hasta que se perdio de vista.

-¿Quieres que yo vea lo del vuelo? - pregunte.

-No, no te apures yo me encargo.

-Bien - dije soltando su mano - Entonces ahora voy a mi habitación, necesito un baño con urgencia - me dirigí al elevador.

-Suena bien - Tristán me siguio.

Llegamos al piso donde se encontraba mi habitación.

-Yo me quedo aqui, me avisas la hora del vuelo - dije saliendo del acensor.

Él no me respondio, pero tambien salio.

Lo mire confundida.

-¡¿Que?! Yo tambien necesito un baño - me dijo inocentemente.

-Tristán... pienso que...

-Ya me puedo imaginar lo que piensas, y yo ya te dije lo que pienso, si tu no le quieres poner nombre a nuestra relación, lo respeto. Pero eso no quiere decir que yo haga lo mismo.

-Solo dame un poco de tiempo para asimilarlo.

-Y lo hare, pero pienso aprovechar cada instante contigo... Angel solo dejemos fluir las cosas, lo nuestro nunca ha sido fácil, y tampoco te dire que sera un cuento de hadas, pelearemos siempre que yo me porte como un idiota, cuando tu quieras irte, pero podemos hacerlo... siempre juntos.

¡Demonios! Ahí estaba de nuevo, haciendome babear y derretirme con sus palabras.

Llevo sus dedos a mi mejilla y yo cerre mis ojos.

Estaba totalmente perdida.

Lo tome por la camisa y lo bese, con ternura, con dulzura, terminamos el beso y el me abrazo, beso mi cabeza.

-No te arrepentiras - me susurro.

-Hay algo que quiero saber antes... antes empezar con esto - Tristán me miro interrogativo - ¿Que va pasar con tu harem? Pero sobre todo ¿Que hay sobre la "osita"?

-Tenemos que hablar sobre eso, pero te puedo adelantar que ya le quedo claro que no hay, ni hubo nunca una relación entre nosotros, pero sobre todo le quedo claro que es a ti a quien yo amo y que no te dejare en paz hasta que digas "Si".

Me quede muy sorprendida, necesitaba hacerle muchas preguntas.

-Te contare todo lo que quieras, pero ¿Ahora podemos tomar ese baño? Ya tendremos tiempo para hablar de eso.

Tristán termino por convencerme de que nos quedaramos el fin de semana en Los Angeles, nos cambiamos a una villa cerca del mar.

Cuando acepte ya ni siquiera me permitio tomar mi baño, me aseguro que sería mejor despues.

Y tenía razón, para empezar la villa era hermosa, bueno mas que una villa parecía una casa.

Tenía dos pisos, en la parte superior se encontraba la recamara. Era un cuarto grande y espacioso, las paredes eran ventanales de cristal, dejando un avista espectacular.

Tenía un baño con tina, y un jacuzzi en la terraza.

La parte baja tenía una cocina, sala, un aparato de sonido y una gran pantalla.

El patio era un gran jardin, con una alberca, y tumbonas para tomar sol, un techado con comedor.

Relamente era un lugar hermoso y magico.

-¿Te gusta? - me pregunto abranzandone por detras.

-¡Es bellisimo!

-Me alegra escuchar eso - me obsequio su hermosa sonrisa de lado, me senti perturbada, de nuevo sentí deseo por llevarmelo a la cama, y pasar toda la noche haciendo el amor con él.

¿Que demonios me estaba pasando? ¿Cuando me había convertido en una acosadora sexual?

Sonrei, desde el momento que habiamos hecho el amor de nuevo.

-¿De que te ries? - pregunto algo serio.

-No es nada - asegure.

-El que solo se rie, de sus maldades se acuerda.

-Necesito tomar un baño - cambie de tema, no tenía el valor de confesarle en que pensaba.

-Me parece una muy buena idea, ¿Que te parece si vas desempacando? Mientras yo te preparo el baño.

Mi corazón salto de nuevo.

-Esta bien - esta vez dejaría fluir todo, y me dejaría consentir.

Como no había llevado muchas cosas pronto termine, pense en llamar a Lu y contarle... pero... no mejor lo haría despues.

Tristán salio del baño con solo una toalla en su cintura, y la boca se me hizo agua.

Realmente era perfecto, con su abdomen marcado y su piel blanca, de la cual sobresalian sus tatuajes.

Mentalmente ya lo estaba violando.

De pronto mis ojos se detuvieron en aquella cicatriz, la que llevaba en el pecho de lado izquierdo, segui con la mirada las cicatrices en su brazo, me moría por saber que le había pasado, pero no me atrevi a preguntar.

-¿No te querías bañar? - me extendio su mano, su sonrisa era un pecado, su cuerpo era la tentación total, si el era el demonio perfecto para mi...

No pude articular palabra asi que solo asenti y le di la mano

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