Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

54. I hate you, I love you

Pero más odio que no te pueda odiar y aunque estés tan loco, ni siquiera un poco lo he de intentar.
(Diez cosas que odio de ti)


«—¿Los dejarás juntos?

—Por supuesto que no, aunque llegues a pensar lo contrario. Nunca voy a estar de acuerdo con esto. Y respondiendo a tu pregunta no dicha, no va a morir por mí. Ese será su castigo: quien más lo ama tendrá que entregarme su vida para demostrarme su arrepentimiento. Recuérdalo cuando "Ángel" vuelva a estar entre nosotros, donde pertenece.»


Siela, mirando al cielo gris con recelo, estaba demasiado preocupada. Hacía tres días de lo sucedido con Wolf. Se sentía extremadamente culpable, no sabía qué pensar ni qué decir a los demás. Entre los empleados se hablaba de un secuestro. Y es de ella lo había dejado con aquella mujer maldita –literalmente estaba maldita– y a los pocos minutos hubo una exposición. La habitación estaba destrozada y ni rastro de ninguno de los dos. El lugar –lo sabía porque ella era diferente a los demás– apestaba a dolor y sufrimiento, estaba envuelto en sombras.

No sabía dónde buscar. Pensó en pedir ayuda a Alejandro, pero él tenía sus propios problemas con todo lo de su brujo y el hermano de éste.

Y con Charlie no podía contar porque no sabía toda la verdad. Charlie estaba desesperado, esperando una llamada de rescate.

El cielo trono y el ceño de Siela se frunció más. Quizá era un poco de sacrilegio o incluso herejía, pero nunca había confiado de todo en aquello que se hacía llamar el "Bien", ¿por qué Dios y los suyos eran los buenos aun cuando tomaban decisiones que no lo parecían?

Ella misma era un claro ejemplo de que el Creador era un ser que sólo se divertía con sus creaciones. Ella, que sabía tanto, no podía intervenir en el destino de los demás: tenía que mirar, verlos sufrir o disfrutar con sus decisiones, y callar.

Wolf había estado más cerca de ella que el propio Alejandro que sí llevaba su sangre, así que lo sentía casi como un hijo. No podía con el dolor de haberlo perdido. Debió rebelarse y no dejar que aquella maldita mujer se quedara con él.

Entró a la casa cuando comenzó a llover. Parecía que incluso el cielo lloraba. No estaba segura si eso era bueno.



* * *


Ángel estaba desesperado. Seguía en la cueva aquella, con Wolf entre sus brazos y envuelto en sus alas. Si no lo hubiera dejado solo, esto no estaría pasando.

Wolf había gritado justo cuando aquel grito horrible e inhumano también se escuchó, pero además de eso no parecía que fuera a despertar.

Quería –estaba tan tentado– llamar a todos sus hermanos para pedirles ayuda –quizá todos juntos podían salvarlo– o incluso intentar usar el Deseo que tan celosamente guardaba...no importa que nunca pudiera volver al Cielo. De cualquier manera ya no era un Hogar para él, no cuando Darren Wolf –su Ancla– se quedaría en la Tierra.

Estaba llorando –quizá los humanos realmente lo estaban contagiando, porque un ángel no debería llorar– cuando comenzó a llover de nuevo. No sabía cuánto tiempo había pasado, para él no transcurría igual que para los habitantes de este mundo. Hubo un fuerte trueno, acompañado de un relámpago que parecía apuntar directamente hacia él, cuando Abdiel apareció en la entrada de la cueva.

El lugar se iluminó y el relámpago se perdió a lo lejos, el cielo tronó más fuerte como si estuviera molesto.

Abdiel entró lentamente, acultando sus alas. Movió un poco sus hombros, como si se estuviera ajustando y caminó hacia él. Sus ojos estaban entrecerrados, fijos en el humano que su hermano escondía. —Déjame verlo.

Ángel negó. Aun cuando había pensado en pedir ayuda, no quería que nadie tocara a su hermoso humano.

—Ángel —Abdiel suspiró cansado, usando el falso nombre pedido, y negó—, sabes que necesitas ayuda. Tú, sobre todo tú por la conexión que los une, debes saber, debes sentir que su corazón está cansado. No sé qué sucedió, pero está incompleto y débil. Si no hacemos algo, va a morir pronto. ¿Eso es lo que quieres? —entonces se rio. Fue seco, rápido y amargo—. Aunque diría que sí por todo este tiempo que, aun sabiendo lo que es para ti, estuviste en mi casa en vez de ir con él. Escucha, es la primera vez desde que conocí a Mark y sentí que era mío y yo suyo, que me separo de él. Y mucho tiene que ver con que prácticamente me rogó ayudarte. Así que déjame hacerlo o me iré ahora mismo.

Ángel sintió ese vacío horrible en su pecho al imaginarse una vida sin Wolf en ella. Sería la peor afrenta al Creador, pero podía pensar en el suicidio como una opción si es que Darren moría.

Lentamente abrió sus brazos y sus alas.

Abdiel se acercó, se arrodilló frente a ellos y tocó a Wolf –la frente, el cabello, el cuello, el pecho—, levanto sus párpados y miró sus ojos atentamente, sintió su corazón antes de apartar la mirada de ellos. Se puso de pie y estaba por salir de nuevo, sin decir nada.

—¿Qué pasa? —Ángel sintió su propio corazón acelerarse con miedo, terror—. ¿Por qué no dices nada? Te dejé acercarte, tocarlo y...

Abdiel se rio. —Hermano, incluso habiendo encontrado este milagro, sigues tan equivocado. Tú no entiendes que hay cosas más allá de ti y de tu voluntad. Mark es mío como yo soy suyo, sí, pero el único que puede decidir sobre él es él mismo porque yo no le quito su libertad. Yo puedo, y lo hago, defenderlo con mi vida si es que alguien quiere dañarlo; pero sólo él decide sobre su vida, su cuerpo y sus sentimientos. Tú, incluso ahora, sigues siendo el mismo egoísta que nos hizo bajar como si fuera un juego y después, cuando fuimos felices aquí, quiso obligarnos a volver. ¡Ángel —y sonaba tan molesto cuando lo dijo que hasta la caverna se estremeció con el eco de su voz—, tienes que cambiar o vas a perderlo todo! No puedes salvar a tu Ancla si no cambias tu forma de pensar, míralo desde otra perspectiva o vas a perderlo hoy mismo.

Ángel lo miró furioso.

—Como sea y pase lo que pase, hermano, las puertas de mi casa están abiertas para ti. Y para él, si es que logras salvarlo. Si abres los ojos a tiempo. Mark y yo estaremos esperando.




* * *




Ángel se quedó tan molesto, mirando al lugar donde hace sólo unos segundos estaba su hermano. Él no entendía nada, ¿qué podía saber él de todo esto? Él, que tenía su propia burbuja de felicidad porque tenía a aquel pequeño y frágil humano en su vida y todo le iba bien.

Sintió la ira burbujear en sus venas. ¿Por qué tuvo que bajar a la Tierra? ¿Por qué tuvo que ser curioso y alejarse de su Hogar? ¿Por qué conoció a Wolf y, muy a pensar suyo, se enamoró y encontró en él lo que nunca buscó?

Ángel no vio las lagrimas que escaparon de los ojos cerrados de Wolf. Porque incluso en su estado, sentía el rechazo de Ángel y dolía más que cuando perdió su alma.

Ángel tembló violentamente, se estremeció con fuerza porque algo dolió demasiado dentro de él –incluso más que cuando el Creador le negó la entrada al Cielo y perdió todo lo que siempre había tenido–. Miró hacia abajo, a su regazo, donde descansaba Wolf y se asustó al verlo aun más pálido. ¿Qué estaba pasando?

¡Abdiel debía estar equivocado!

Ya estaba aquí, estaban juntos de nuevo, ya no había distancia entre ellos. ¡Wolf debía sentirlo y vivir por él!

Por favor. Por Dios. Debía vivir.

Casi lo dice en voz alta. Casi comienza un ruego, cuando se dio cuenta que el Creador menos que nadie estaría a favor de esto.

¿Qué iba a hacer entonces, si ni sus hermanos ni el ser más poderoso podía ayudarlo a salvar a Wolf?

Lo miró desesperado, con nuevas lágrimas nublando su visión. Sus labios y manos temblaron. Se puso de pie, con Wolf contra su pecho. No podía sentir su corazón. Estaba frío. Su rostro sin vida. Había unas marcas en sus mejillas, donde las lágrimas que él no había visto corrieron. Y su propio pecho comenzó a sentirse vacío: lo estaba perdiendo de verdad.

—¡Te odio! —fue lo primero que gritó.

Sin reacción por parte de Wolf.

Estaba llorando ahora. Sus palabras entrecortadas no se entendían ya y aun así siguió gritando: —Te odio tanto porque yo soy el bueno. Vengo del Cielo. Porque yo sólo quería lo mejor para todos, que entendieran que cometemos...cometí un error y debemos volver. Sólo quería salvarlos y corregir nuestro camino. Porque tú eres el malo, me tomaste cautivo, abusaste de mí...de mi inocencia, de mi pureza, nunca me tomaste por la fuerza, pero me obligaste a sentir y querer cosas que yo no deseaba. Me hiciste desearte y quererte. Wolf, Wolf, yo no pedí esto, yo no quería esto, ni siquiera sabía que un Ancla realmente podía encontrarse fuera del Cielo. ¿Por qué estás fuera de mi Hogar y te quiero tanto? Te odio. Te odio porque aunque lo diga mil veces no es verdad. Te quiero y tú sólo disfrutaste verme derrotado. Darren Wolf, te odio...porque te amo y eres mi Ancla. Eres mi Ancla, quise alejarme para protegerte o eso me dije, ta vez sólo fui un cobarde...otra vez. Porque puedo enfrentarme a una legión de demonios, pero no a depender de un sólo ser, no a morir por ti. Y hoy estoy aquí, estás aquí, me estás dejando y siento que me muero. Te odio, Darren Wolf, porque estoy muriendo por ti. Porque eres mi Ancla, idiota humano, y te quiero conmigo...aunque el Cielo se abra para mí, te elijo a ti.

Dicho cielo tronó, justo cuando una respiración profunda y desesperada llenó el pecho del humano.

—Ángel —fue un sonido horrible y bajo, ni siquiera parecía realmente humano, pero llegó a los oídos del ángel y fue lo mejor que había escuchado en toda su vida y eso considerando que conocía la voz del Creador.

Ángel se rio entre lágrimas. Una risa histérica mientras lo apretaba contra él, besando cada lugar que encontraba disponible. —Te amo. Te amo —lo repitió entre besos, porque era verdad aunque intentó negárselo a sí mismo—, mi Ancla.

Con otro “Ángel” Wolf se desmayó en sus brazos, pero estaba bien porque seguía vivo y estaban juntos. Lo elegía a él y buscarían la forma de ser felices. Juntos. Aquí en la Tierra.









* * *

Hola 🙆

Por fin Ángel lo aceptó 🙈

¿Qué piensan de Abdiel?

Se vienen momentos bellos en la historia 😻

Y si leen ALMAS ENTRELAZADAS, !hubo capítulo también! ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro