53. TE AMO 💕
Siempre anduve paseando con mi amor por todas partes, hasta que te encontré a ti y te lo di enteramente.
(Juan Rulfo)
«—Despierta. Despierta, por favor. Habla conmigo. Regresa. Enójate, escúchame y perdóname; pero vuelve. Vuelve, por favor, Darren Wolf. Mi Alma, mi Ancla. Mío. Mi Hogar en la Tierra y en el Universo. Sólo tú, sólo a ti pertenezco. Vuelve conmigo y sé mío, déjame ser tuyo. Tenías razón, siempre la tuviste. Ahora ven y dímelo tú. Sé arrogante como siempre y dímelo. No me dejes solo. Yo tampoco quiero la vida sin ti. Me cansé de intentar ser fuerte y estar lejos. Fui demasiado tonto al ceder. Ya no más. Vuelve, Wolf; vuelve y seamos felices. Déjame explicarte todo.»
Ángel sentía cómo, poco a poco, iba siendo más fácil respirar. Ahora que tenía a Wolf cerca. Pero también cómo la debilidad de él lo contagiaba.
Era difícil recordar los últimos meses separados. Había sido cómo un infierno. Quizá era incorrecto decirlo, pero había sido infinitamente peor que cuando el Creador básicamente los expulsó: o volvían todos o ninguno sería recibido de regreso a su Hogar. Estar lejos de Wolf, sobre todo ahora que sabía que era su Ancla, había sido su descripción de un Infierno.
Y ahora verlo tan débil, la piel cenicienta, delgada, los huesos marcados, los labios resecos... Puso la mano sobre su pecho, sintiendo el latido débil que apenas se percibía. Pasó sus dedos por aquel rostro frío, acarició los pómulos tan marcados. —Wolf, por favor -fue casi un suspiro.
Casi podía cerrar los ojos e imaginarse una vida juntos. Dejaría de lado aquella misión imposible –convencer a sus hermanos para volver– y haría su vida aquí entre los humanos...con su humano.
Lo sostuvo en sus brazos, meciéndolo hasta que se sintió cansado, sus alas se expandieron y lo envolvieron antes de que sus ojos se cerraran.
* * *
Wolf soñaba con un ángel.
Una subasta de ángeles a la que asistió porque realmente necesitaba el deseo, quería vivir, quería una oportunidad para ser feliz.
Soñaba con un ángel que tenía algo especial en él. No sólo era hermoso físicamente, con esa aura de puro poder. Había algo en él que tenía la piel de Wolf vibrando, con ansias de tocarlo. La necesidad de sentirlo, de iniciar un contacto entre ellos.
Un ángel que lo miraba con odio, que lo llamaba "malo".
Wolf no era malo. De verdad no.
Soñaba con un ángel y besarlo fue la gloria. Tocarlo se sentía celestial. Dormir cuerpo a cuerpo. Soñaba con un ángel que quería hacer suyo, suyo de verdad, no sólo físicamente, no sólo sexo.
Un ángel que no quería tocarlo ni que lo tocara.
Soñaba con un ángel que un día por fin lo miró como si ya no fuera tan malo. El hielo en esa mirada azul se derritió un poquito y entonces le sonrió.
Un ángel que se fue y lo dejó, pero volvió para salvarlo de un brujo y un atrapador de almas.
Un ángel que fue cómplice necromancia por él.
Un ángel que volvió y le prometió ser suyo. Que prometió no irse sin antes despedirse. Y aun así, se fue sin decir adiós.
Se fue y lo dejó. Lo olvidó y dolió. Maldita sea, cuánto dolió.
Dolió como cuando ella...
Soñó con Stella. La mujer de ojos negros que arrancó su alma con mentiras dulces y labios rojos.
Soñó que ella volvía y la Muerte lo miraba fijamente, esperando a su lado impaciente.
Y aquel velo negro lo envolvió.
Hacía frío.
Y luego ya no.
Volvió a ver su Ángel antes de morir.
Él pidió perdón y lo dijo por primera vez.
Lo dijo: —Te amo. Te amo, Darren Wolf.
* * *
—Despierta —le susurró varias veces durante la noche. Tal vez podía curarlo, su cuerpo, como aquella vez en que sus nudillos estaban heridos. Podía curarlo físicamente, pero hasta cierto punto. No podía salvarlo de la muerte, no podía, había reglas, el Creador no les permitía intervenir en el destino de sus otros hijos...no a menos que fuera orden suya.
Y Ángel, Ángel no sabía qué iba a hacer si Wolf moría. Ahora entendía a Alejandro, aquel chico que podía atrapar almas e hizo hasta lo imposible por revivir a su brujo; hoy podía ver que a veces la necromancia es la solución. Estaba seguro que, por salvar la vida de Wolf, se iría hasta el lado oscuro para tenerlo de nuevo.
Eso. O morir por él, con él.
Su nariz acarició el cuello de Wolf, sintiendo el pulso débil. —Despierta, por favor. Y-yo...yo te amo. Te amo, Darren Wolf.
Fue liberador decirlo.
No hubo respuesta, por supuesto. Sólo silencio, porque Wolf no podía escucharlo, no sabía que lo dijo por fin. Que de atrevió a decirlo. En voz alta.
Y entonces Wolf gritó. Gritó como si estuviera muriendo, como si doliera, como si algo ardiera dentro de él.
El cielo tronó y Ángel entendía por qué.
Un grito, un grito venido de quién sabe dónde, estremeció la Tierra. No parecía masculino ni femenino. No parecía de algo humano siquiera.
Y Ángel sólo quería acabar con todo, con todos los que hacían sufrir a su humano, su Ancla, su Wolf.
—Está bien, estas bien, estoy aquí. Ya estoy aquí y no me voy a ir nunca, no volveré a dejarte.
* * *
Stella gritó. No entendía cómo había sucedido: un instante había estado ahí, con Wolf a su merced, a punto de arrancarle el corazón –literalmente–, para acabar con el cuerpo al que esta alma terca se seguía aferrando; y después la oscuridad que había consumido la habitación se transformó en una luz que la cegó y algo, algo que no era de este mundo, quemó su piel. Y entonces Wolf ya no estaba más.
Y ahora lo entendía. Maldita sea, ahora lo entendía. El alma de Darren Wolf pertenecía a alguien más. Era por eso que rechazaba estar dentro de ella. Ni siquiera era por Wolf, era por alguien más.
Intentó calmarse. Sólo tenía que descubrir quién, encontrar a esa persona y acabar con ella. No iba a renunciar a un alma tan especial.
* * *
El Creador dio media vuelta, no quería ver a uno de sus favoritos así. Ta débil y tonto.
Notó como Gabriel apartó rápidamente la mirada.
—Dilo —y su voz era tan hermosa, única. Como campanas, como algo musical y celestial que se arrastrara hasta tus oídos y todo tu ser. Casi como siempre sonara sólo para ti. Te hacía sentir único, especial, como bañado en luz. Querido, amado—. Di lo que estás pensando. Está escrito por todo tu rostro.
El arcangel bajó la mirada y mordió sus labios antes de atreverse: —¿Vas a dejar que suceda? ¿Lo dejarás vivir o...? —no pudo decirlo con palabras, sonaba a una blasfemia. El Creador no simplemente "mata"—. ¿Los dejarás juntos?
El Creador sonrió. —Por supuesto que no, aunque llegues a pensar lo contrario. Nunca voy a estar de acuerdo con esto —antes de salir, agregó: —Y a tu pregunta no dicha...no va a morir por mí. Ese será su castigo: quien más lo ama tendrá que entregarme su vida para demostrarme su arrepentimiento. Recuérdalo cuando "Ángel" —lo dijo casi con una risa, evitando su nombre real- vuelva a estar con nosotros, donde pertenece.
* * *
Hola 🙆
Lo dijo por fin 😭 su primer "Te amo" ❤
¿Por quién temen más: el Creador o Stella?
No recuerdo si ya lo he dicho, creo que esta historia tendrá entre 70 y 75 capítulos 🙈
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