24. (In) mortalidad
Te amo. Siempre seré tuyo, no importa dónde esté o dónde me encuentre. Te lo prometo.
(M.U. & A.R.)
* * * * *
«Y por eso te quiero».
Con sólo cinco palabras Darren había dejado a Ángel sin ninguna. Lo había mirado en silencio, con la boca abierta por la sorpresa, igual que sus ojos, sentía su piel hormiguear donde sus labios se habían posado en un instante fugaz, su estómago encogiéndose por la sensación que le provocaba algo tan simple: el humano le había dicho que lo quería.
Darren se veía a punto de decir algo, pero entonces el Atrapador de almas gritó "¡Vamos por Michael!" y el encanto se rompió.
Así, tan fácil, Wolf sonrió y apartó la mirada, deslizándose fuera de sus brazos, y Ángel sintió que podía caer en un abismo, que podía perderse para siempre sólo porque Wolf perdía contacto con él. Nunca fue tan claro como en ese momento para Ángel el significado de un Ancla, era eso, lo que lo anclaba al mundo, a la realidad, a la cordura, era su Hogar, ahí a donde pertenecía.
Y mientras Wolf se alejaba y comenzaba a hablar y reír con los demás, Ángel se sintió vacío y tonto por no haberlo notado antes.
El humano no lo había contagiado de nada, no de deseo sexual, ni él se estaba enfermando. La necesidad de Wolf, de sentirlo, era sólo un síntoma más de ser su Hogar.
Sí, Wolf había despertado en él sensaciones nuevas, que Ángel ni siquiera sabía que los suyos podían tener, pero era más que deseo sexual, Ángel quería envolver a Wolf en sus brazos o envolverse en los suyos y quedarse ahí para siempre.
Para los Ángeles, seres inmortales, el tiempo transcurría diferente que para los humanos. Un ángel cuyo Hogar era otro podía quedarse a su lado para siempre y perderse en el tiempo, quedarse tal vez en un abrazo que durara años mundanos y para ellos serían unos segundos. Ángel quería eso con Wolf y sabía que era imposible. Porque Darren era mortal. Ángel se iría un día, pronto, regresaría a su Hogar principal -el Cielo- y si bien podría volver algunas veces, cuando extrañara a su pequeña Ancla mundana, tal vez para entonces Wolf habría dejado de existir.
¿Y por qué demonios eso dolía tanto?
Era la lógica de este mundo: los mortales mueren.
Sintió una mano en su brazo, sacándolo de sus pensamientos, seguida de una pequeña descarga, como si le hubieran dado un toque. Su brazo sentía el hormigueo de chispas de electricidad.
Levantó la mirada sorprendido, para encontrarse con aquellos ojos de plata verdosa. El brujo, Cris rey, lo miraba extraño. —Ya te diste cuenta, ¿verdad?
Sólo eso alcanzó a preguntar -y Ángel no estaba seguro de si había entendido la pregunta- antes de que Wolf estuviera a su lado, retirando esa mano, tomando su rostro entre las suyas, su pulgar alisando su ceño fruncido y acariciando sus labios.
—¿Estás bien? ¿Te hizo daño?
Ángel parpadeó, sorprendido por la reacción de Wolf. La sensación en su brazo había sido debido a la magia de Cris y no había sido intencional, de haber querido el brujo pudo haberle hecho daño, fue simplemente un choque de poderes: un ángel reconociendo a un brujo. Nada más. Pero había tomado por sorpresa a Ángel.
Wolf estaba mirando a Cris, molesto, obviamente a punto de armar un lío, así que Ángel llevó sus manos a aquel rostro y lo obligó a mirarlo, no pudo evitar perderse en esos ojos oscuros, admirar como se derritieron un poco, había algo en ellos que estaba cambiando y mirando su reflejo Ángel supo que era en ambos sentidos, él también estaba cambiando.
Y esperaba que no fuera nada malo ni afectara sus planes.
Cerró sus ojos, incapaz de aguantar todo lo que había en esa mirada, y juntó sus frentes. Hubo un suspiro antes de decirlo: —Todo bien, no me hizo nada. Déjalo y vamos a conseguir los ingredientes. Por fin podré conocer tu empresa, tu "Larga vida".
Ángel sintió la sonrisa de Wolf contra sus labios, ni siquiera había notado que se estaban rozando, y su aliento cuando soltó una risita.
Wolf se rió de la ironía: su larga vida.
Dejó un suave beso en los labios de Ángel antes de separarse, iba a disculparse con el brujo antes de irse, pero Cris ya estaba discutiendo con el detective Richards.
—¡Porque arruinas todo! —le estaba diciendo Theo en un susurro molesto, aferrando un brazo de Cris, sus hechos lo opuesto a sus palabras—. Si sabes que no tienes control de tu magia, ¿por qué tocas al ángel? Por dios, si haces daño sin querer...
El brujo miró a propósito la mano del detective en su brazo, un claro "Obviamente no lo hago."
Theo parpadeó sorprendido y lo soltó, buscando a Alex con la mirada. —¿Y tú no vas a decirle nada?
Alex los miró mal a todos. —Sí, estamos perdiendo tiempo valioso, ¿pueden darse prisa y discutir o besarse después? ¡Tenemos menos de un día! Necesito a Michael conmigo. Cris, haz el portal, por favor.
Nadie lo discutió. Excepto Theo que empezó a preguntar si él podía ir a la empresa Wolf en auto.
—No puedes —Cris ya estaba abriendo el portal ahí mismo—, después de tomar los ingredientes, volveremos a la casa de Michael. Donde murió, ahí volverá a la vida.
El portal ya brillaba, deslumbrante. Alejandro tomó a su amigo del brazo y cruzó. Ángel tomó una respiración profunda e iba a cruzar, justo cuando Wolf lo detuvo: —¿No te hará daño? Tal vez deberías quedarte aquí.
Ángel resopló antes de soltarse y cruzar. Su Ancla o no, a veces Wolf era insoportable.
Cris no pudo evitar del todo una sonrisa. —Los ángeles también tienen magia, ya lo sabes, sólo que es diferente a la de un brujo, ¿si no, cómo crees que pueden conceder un deseo?
Wolf lo miró con nuevo interés, un poco más fuerte ahora su deseo de conocer a Michael Owl. Si había entendido bien, era mucho más fuerte y poderoso que Cris. ¿Podría tal vez él ayudarlo?
Entonces ya no dependería de Ángel. Y podría limitarse a disfrutar el momento juntos.
—Por favor —el brujo señaló el portal ahora más pequeño, sacando a Wolf de sus pensamientos y apresurándolo.
Wolf cruzó sin decir nada más o detenerse a pensar en lo que sería cruzar un portal mágico.
Los tres los esperaban del otro lado. Alejandro moviéndose desesperado por su tardanza. Ángel y Theo se miraban preocupados y...algo más.
—¿No podrían haberse tardado más? —se quejó Theo, mirándolos con sospecha.
Ángel se habría reído si no fuera porque se sentía igual. Primero se había preocupado y sentido culpable, tal vez debería haberlo esperado. Wolf nunca había cruzado un portal mágico y si era como el detective, se sentiría débil después.
Pero después esa preocupación se convirtió en algo más, ¿y si estaban tardando ambos por otra razón?
Sus labios estaban fruncidos. —¿Todo bien?
—Perfecto —Wolf apenas lo miró antes de adelantarse. El portal se había abierto en una zona despejada, así que debían caminar para entrar a la empresa. Afortunadamente era el dueño y tenía acceso desde cualquier lugar, sin necesidad de pedir ayuda. Aun así, tuvieron que pasar por una caseta. Un guardia muy sorprendido les había abierto.
—El señor Charlie no avisó que vendría usted temprano, jefe, ¿necesita algo?
Ángel no pudo evitar un gruñido que hizo a todos mirarlo, el detective Richards y el Atrapador de almas algo asustados. Tenía que calmarse, el grillete ya no estaba y sus poderes eran libres, no podía perder el control sólo porque recordar las manos del humano sobre Wolf lo molestaba.
Wolf estaba frunciendo el ceño. —¿Puedes llevar a estas tres personas al área de producción, por favor? —pidió al guardia—. Tienen acceso a todo. Y no, no necesito nada ni debes avisar a Charlie o cualquier otro.
El hombre asintió y Wolf indicó a Alex y los demas que lo siguieran. —No tardaremos.
Ellos asintieron y se fueron. Wolf detuvo a Ángel antes de que hiciera lo mismo. Iba a reclamarle su extraña actitud, esa era su intención, pero mirando es mirada oscurecida como un cielo furioso y esos labios fruncidos, no pudo evitar tomarlo por la cintura y pegarlo a él, tomar ese puchero en un beso.
Ángel se derritió contra él, no pudo evitarlo. Wolf lo volvía loco, pero también era lo único que lo estabilizaba de nuevo.
—Recuerda lo que prometiste —dijo Wolf, sin aliento, al separase. Lo dejó ir, tomándolo de la mano—. Ahora vamos, muero por conocer al gran brujo Owl.
Si Ángel hubiera tenido fuerza suficiente lo habría reñido por la elección de palabras: muero por.
Ahora no podía con la idea de la muerte.
Tal vez había hecho bien al ayudar al Atrapador de almas a recuperar a Michael de la muerte.
Si él estuviera en su lugar, si Wolf....
Ángel negó con fuerza porque su pecho dolía con la sola idea. —¿Tienes lo que necesitan? —preguntó, con voz ronca, para cambiar de tema.
Wolf asintió. —Creo que sí. Tomará sólo un momento y entonces podremos ir a donde nos indiquen y volver al brujo a la vida.
—Te adaptas a todo esto tan bien —Ángel estaba realmente sorprendido de que Wolf no se asustara o sorprendiera al menos.
Wolf sólo se encogió de hombros, guiándolo por los pasillos. —He tenido un ángel conmigo las últimas semanas, no creo que haya nada que pueda sorprenderme ya.
¿Y si te dijera que eres mi Ancla, mi Hogar, que dependo de ti en la Tierra? ¿Qué pensarías entonces, Darren Wolf? ¿Te aprovecharías de mí?
* ~ * ~ *
¿Qué pensará Wolf cuando sepa? ¿Se aprovecharía como Ángel cree? 🙈 ¿Creen que Ángel le dirá pronto?
Y el tema de la inmortalidad 😭💔
¿Y qué le quería decir Cris a Ángel? (Cris es demasiado intuitivo)
Secretos de todos, muchos secretos...
¡Y a punto de revivir a Michael! 🙌
Hasta el siguiente capítulo ❤
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