16. Podrían ser celos...
De cualquier forma los celos son en realidad una consecuencia del amor: os guste o no, existen.
(Robert Louis Stevenson)
* * * * *
Ángel no había olvidado que él era cautivo del humano, difícil hacerlo cuando el grillete estaba siempre presente y sus alas y sus poderes tan atrapados como él en esta mansión.
Pero era fácil sentirse cómodo con Wolf cuando actuaba así, cuando era atento, cuando su mano enviaba un agradable cosquilleo por todo el cuerpo del ángel. Su mente seguía fija en volver a su hogar, al Cielo, pero su cuerpo y la tranquilidad de su corazón al estar cerca del humano parecían decir que estaba bien aquí...
—Siela me dijo que hablaste con ella hoy —menciona, como de pasada, Wolf.
Ángel se tensa un momento. ¿Siela le dijo de lo que hablaron?
Ella le había pedido una oportunidad para Darren, que lo conociera antes de decidir, ¿por eso Wolf estaba siendo amable?
Ella le había ofrecido una alternativa también: su libertad, que otro ángel estuviera con Wolf y decidiera si quería ayudarlo...
Ángel se detuvo en el pasillo, antes de llegar al comedor, sus ojos se cerraron y presionó con fuerza la mano de Wolf. ¿Qué era realmente lo que le molestaba? ¿Usar a uno de sus hermanos para tomar su propia libertad o imaginarse a su humano tocando a cualquiera de sus hermanos?
—Oye —Wolf se detuvo de golpe, ya que Ángel no lo había soltado. Chocaron un poco ante el pulso. Aunque Ángel no podía verlo, su voz era suave y la mano recorriendo un lado de su rostro también—. ¿Estás bien?
Wolf pareció darse cuenta en ese momento del daño que el grillete podía hacerle. Le habían asegurado que no hería a los ángeles, que sólo disminuía lo suficiente sus poderes, ¿y si le habían mentido?
Su pulgar recorrió el grillete en la mano izquierda del ángel. Él no podría con la culpa si algo le pasaba por él. Necesitaba urgentemente su deseo, era una cuestión de vida o muerte, pero ni eso valía el pecado de atentar contra el bienestar de un ser celestial...
Tal vez debería dejar ir a Ángel.
Ángel tembló un poco, pero su cuerpo se inclinó levemente hacia Wolf. Darren se acercó más a él, lo envolvió con su brazo libre. Sus ojos también se cerraron. Tal vez esta era su última prueba y no la estaba pasando.
Su frente se apoyó contra la de Ángel. —Si tú quieres...
El "Irte" se vio interrumpido por Charlie saliendo del comedor.
Resopló cuando los vio.
Ambos abrieron los ojos y lo miraron, aunque no se separaron. Ángel seguía tratando de entender la sensación extraña en su pecho que descendía hacia su estómago, no le gustaba cómo se sentía.
Y Wolf no quería soltarlo. Era extraño, no era sólo porque Ángel era exquisito, era algo más lo que lo hacía necesitarlo. Esos pocos días separados había extrañado no sólo tocarlo, sentir ese cuerpo perfecto, también tenerlo cerca, hablar con él, dormir juntos...
Su pensamiento se interrumpió cuando Charlie tiró de él, separándolos, rompiendo el abrazo.
—Hombre, un poco más y te tardas la noche entera, ¿qué te tomó tanto? Sólo ibas a avisar que la cena estaba lista, Siela dijo que...
Ángel no supo lo que Siela había dicho porque el chico aquel, el humano rubio de ojos verdes, se había llevado a Wolf.
Ángel no estaba frunciendo el ceño.
Ángel no tuvo que morderse los labios para contenerse.
Ángel no se estaba preguntando quién era él mientras los seguía, cuando por fin pudo reaccionar.
Retorció sus manos juntas cuando entró al comedor y los vio sentados lado a lado. El chico tenía la mano de Wolf entre las suyas. Los dientes de Ángel reclinaron.
—Siéntate, querido —le indicó Siela, mientras servía la cena. Ella le sonrió y señaló la silla al otro lado de Wolf.
Ángel frunció los labios y tomó otra por supuesto. "No me importa. No me importa. No me importa..."
"No tiene por qué importarme".
—Te dije que no había sido nada —insistió Wolf, arrancando su mano de las de su amigo. Parecía incómodo, buscó la mirada de Ángel, pero aquellos ojos azules estaban fijos en la mesa.
—Estoy seguro que había bastante sangre —Charlie estaba diciendo.
Wolf resopló, escuchando a medias a su amigo, mirando cómo los labios de Ángel temblaron seguramente ante el recuerdo. Así que no los estaba ignorando como aparentaba.
—Parecía peor de lo que era —explicó Wolf, todavía mirando a Ángel—. Fui a limpiarme antes de ir por Ángel, por eso tardé. Y, como puedes ver, no era nada grave.
Charlie miró brevemente al otro chico, pero al instante volvió su mirada a su amigo y tomó de nuevo su mano, inesperadamente besó sus nudillos. —Pude curarte yo mismo. Por algo trabajo en una empresa como "Larga vida".
Wolf no esperaba ese beso, así que no pudo hacer nada para evitarlo. Y el puño de Ángel que se estrelló contra el cristal de la mesa los sobresaltó a ambos.
El cristal se estrelló por el impacto. Ángel retiró su mano, Wolf pudo ver heridas cerrándose rápidamente. Esperaba que Charlie no lo notara.
—¿Estás bien? —fue Charlie quien lo preguntó.
Wolf hizo una mueca, recordando entonces que iba a decirle a Ángel sobre su invitado.
Ángel sonrió. No era una sonrisa amable. No era la sonrisa que se esperaría de un ángel. Sus ojos azules no parecían amables en ese momento, no reflejaban la paz de su hogar, eran más como un cielo tormentoso. —Sí, disculpen mi torpeza. Soy Ángel.
Charlie sonrió amablemente y extendió su mano sobre la mesa. —Soy Charlie. El hombre más importante en la vida de este tonto.
Wolf se habría reído en cualquier otro momento, Charlie era demasiado bromista y coqueto, pero la mayoría de su círculo social los conocía a ambos, su historia y su relación, para saber que era sólo eso: una broma. No Ángel. Ángel lucía entre herido y sorprendido, aunque se las arregló para seguir sonriendo.
—Oh, mucho gusto entonces. No me había hablado de ti...
Charlie pasó su brazo por el hombro de su amigo. —Tampoco me contó que tenía un invitado. Es un desconsiderado. Háblame de ti, Ángel. ¿A qué te dedicas? No te recuerdo y yo sé todo de Wolf.
Ángel sonrió de verdad esta vez. "Obviamente no todo si no sabes quién y qué soy yo".
—Soy un...
—Es un amigo y deja de acosarlo, Charlie. Ángel, ¿podemos hablar un momento, por favor? A solas.
Los ojos oscuros del humano buscaron los de Ángel, pero él negó. —Eso sería grosero con tu...hombre —después miró al otro humano—, entonces, ¿dijiste que trabajas en... "Larga vida"? ¿Qué es eso?
Charlie asintió. —¿Qué amigo de El Gran Wolf no sabe de Saol fada? Es de las más importantes, si no es que la más importante, en la industria farmacéutica. Reconocida a nivel internacional.
—Charlie, a Ángel no le importa nada de esto —la mandíbula de Wolf se veía tensa—. No lo aburras toda la cena hablando de esto.
Charlie lo miró confundido, Saol fada, o "Larga vida", siempre fue el orgullo de Darren, sobre todo desde que buscaban la nueva fórmula.
—Oh, no, Darren —Ángel arrastró el nombre, sonriendo—, me encanta saber.
Charlie sonrió alegremente. —Justo ahora estamos en un proyecto que...
Siela, como una bendición bastante oportuna -o como si hubiera estado escuchando tras la puerta-, entró de nuevo justo en ese momento.
—¿Por qué nadie está comiendo? No he cocinado para que se la pasen hablando de trabajo, dejen eso para la empresa, Charlie.
Charlie sonrió apenado. Wolf respiró tranquilo e intentó agradecer con la mirada a Siela.
Ángel los miró a los tres, sus celos -tanto si lo aceptaba, como si no- momentáneamente olvidados. Aquí había obviamente algo importante.
Después de que Charlie se fuera, apretando en un abrazo a Wolf y dejando un beso ruidoso en su mejilla, Ángel se retiró directamente a su habitación.
Aquella desagradable sensación ardiendo de nuevo. Sus manos hormigueaban, quería tocar al humano, dejar sus manos y sus labios recorrer aquella piel, llenarlo de su olor sobre el de su amigo...
Y, por Dios, que era absurdo. Wolf no era nada suyo. Él era su prisionero. Él lo odiaba. Y un ángel no era malditamente posesivo y físico o emocional.
Ángel gruñó. Wolf lo estaba contagiando.
—¡¿Qué?! —gritó cuando tocaron la puerta.
—¿Puedo pasar? —Wolf sonaba inseguro—. Me gustaría hablar sobre...
—No —Ángel se removió en su cama—, estoy cansado —enterró su rostro en la almohada, aquella que no olía como Wolf, y casi esperó que él entrara a la fuerza.
Pero, después de un largo silencio, lo escuchó alejarse.
* ~ * ~ *
Tengo que confesar que tengo un fetiche literario por los celos 🙈 no sé por qué pero, mientras no sean exagerados, me encantan, me parecen tan khgggf sobre todo cuando son personajes que se las dan de fríos, tan tierno :3
Y estos dos nada más no se deciden 😒, aunque recuerden el inicio, un año después -ha pasado mucho entre ellos- pero todavía es complicado 😅
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