Único
Eran las cuatro de la tarde cuando Taehyung llegó a su vida, casi como un vendaval o como un maremoto, o tal vez, en realidad, como el roce de la brisa de mar o como la ligera sensación de gotas de lluvia sobre el rostro, no sabe decidirse por cuál comparación le gusta más, pero lo cierto fue que cuando su novio apareció, Jungkook no volvió a la monotonía a la que estaba acostumbrado.
Sin problemas puede decir que su vida, como por ahí dicen, dio un giro de 180 grados. Él, quien había sido un joven tranquilo y sencillo, que caminaba cada tarde por el malecón de su ciudad paseando a su perrito, que repetía Friends en las noches y trabajaba en las mañanas, pasó a ser un hombre que viaja por el todo el país en una moto, que teme del sonido de las sirenas y que conoce todos los bares habidos y por haber.
Si alguien le pregunta cómo fue exactamente que decidió cambiar su estilo de vida, él dirá que tampoco lo sabe, que simplemente pasó y que, cuando menos se dio cuenta, ya estaba haciendo todo eso y más. Hay que señalar que mientras cuenta su historia, tendrá una sonrisa enorme en el rostro, la que lo hace parecer menor de lo que es y que muestra el par de dientitos sobresalientes del resto de su dentadura que Taehyung, en ocasiones, lame sólo para molestarlo.
—Estaba sentado en el área de fumadores de mi cafetería favorita—dirá sonriente, satisfecho por recordar toda su historia de amor—. Justo esa en la que estás pensando, la bonita, la famosa de precios elevados, esos que pagas sólo porque crees que es café de calidad, pero de la que en realidad todos sabemos que no, sí, ahí estaba yo, en medio, donde la gente se sienta a ver los alrededores porque afuera está decorado más bonito que dentro. No tenía intenciones de fumar como los viciosos de alrededor, pero en esa mesa estaba yo cuando, en punto de las cuatro, apareció Tae.
La historia precisa de cómo lo conoció no fue exactamente espectacular, sin embargo, para Jungkook, un hombre enamorado y feliz, le parece como la más increíble de todos los tiempos. El hecho de que su precioso Taehyung le haya preguntado si la silla a su lado estaba libre, fue el evento más magnífico de todo el universo, o al menos de ese año.
—Fue como escuchar la voz de un ángel, en el caso de que los ángeles tengan las voces graves, ¿sabes? —te comentará con una mueca risueña, rascándose los tatuajes de las manos y juntando—. Porque fue como ver a uno, suponiendo que éstos tienen mirada de azotador. Lo que quiero decir es que fue celestial, sublime, aunque.... Bien, Taehyung en ese entonces estaba vestido completamente de negro y estaba de mal humor, pero fue como ver a alguien caído del cielo, ¿no?
Aunque, técnicamente, Taehyung sí era un 'ángel caído del cielo', o así era como se llamaba su hermandad de moteros, un grupo de hombres que se movían de ciudad en ciudad en sus enormes motos ruidosas, haciendo negocios turbios y dejando una estela de tensión a su paso. Por azares del destino, o decisiones de arriba, precisamente ese día, el grupo había estado deambulando por la ciudad y había terminado en la cafetería más concurrida ya que a su líder, el hermano de Taehyung, se le había antojado un caramel macchiato.
—Seokjin es un sujeto de buen comer—aportará Jungkook cuando se refiera a su cuñado a quien de vez en cuando visita para jugar videojuegos—. Si se le antoja algo, él irá a por él, no importa que lo veas así de tatuado y con esos hombros de nadador, si él quiere una bendita goma de mascar de fresa, él la buscará en los sitios más insospechados. Así es él. Por eso estaba en la cafetería y por eso Taehyung también: "Te puede matar Yoongi si sabe que estás en sus tierras", escuché que le dijo, pero naah, todos sabemos que Yoongi es un cubito de azúcar.
Porque Yoongi, francamente, es un cubito de azúcar. Cualquiera le puede preguntar a Jungkook sobre el mayor rival de Seokjin y Taehyung, el tipo de mala fama que se rumora ha matado a media ciudad, pero él siempre dirá que es como un dulce suave que se disuelve en la boca. Claro, no es como que lo haya probado, pero Jimin, su mejor amigo, dice que así es cuando se devoran a besos. Resulta que Jungkook es novio de un motero rudo y amigo del novio, también rudo, de su casi hermano.
Lo importante es que gracias a él existe ahora una tregua que impide que se vuelen los sesos y Jungkook puede estar tranquilo porque ha notado que su Taehyung ha desarrollado cierta admiración por Yoongi (lo ha visto las veces que se ven obligados a convivir en las fiestas que organiza Jimin), aunque no cree que lo admita en largo tiempo.
Pero, en aquel entonces, no existía ningún acuerdo de paz y por eso su novio había estado de tan mal humor, preocupado de que repentinamente aparecieran los hermanos de Yoongi para atacarlos. Era un miedoso por naturaleza y también un bendito ansioso, por eso su reacción inmediata había sido ser amable y pedirle prestada la silla, en lugar de arrebatársela como usualmente lo haría con las demás personas.
—Fue amor a primera vista para mí—continuará Jungkook con su relato, suspirando tranquilamente y fijando su mirada en su hombre que casualmente estará merodeando a su alrededor para mirarlo "discretamente"—. Jamás había visto a alguien tan interesante, ¿me entiendes? Taehyung tiene este tatuaje enorme en el cuello de un cisne negro y yo quedé impactado, tú comprendes, yo era un sujeto aburrido y él era todo lo que yo siempre había soñado ser, y entonces ahí estaba, dirigiéndose a mí cuando me giré y le dije: "También estoy libre yo."
Porque había sido cierto, Jungkook no había tenido compromisos por esas fechas y, como siempre, le gustaba el sexo, por lo que no le preocupó hablarle tan directo a un sujeto que, suponía, era igual de decidido que él. No obstante, para su sorpresa, Taehyung se había sonrojado y había desviado la mirada.
—Es tu momento de perder la virginidad— le había dicho Seokjin entre risas mientras regresaba con dos cafés en cada mano, y con dos hombres enormes detrás cuidando su espalda.
—Cierra la maldita boca, hijo de puta—respondió su novio con un tono grave, y arrojó a su hermano mayor un cuchillo que cayó a dos mesas de distancia, haciendo que los pocos comensales que quedaban salieran asustados del lugar.
—Hey, que tenemos la misma madre, bastardo de mierda.
Y en medio de una discusión acalorada, Jungkook decidió que de verdad necesitaba a ese hombre entre sus piernas. "Si es así de intenso con las palabras, tal vez con la lengua sea aún mejor" y sin miedo a que el grupo de moteros musculosos de mirada salvaje le hiciera algo, se movió hacia Taehyung y le indicó su dirección con un susurro:
—Le dije que vivía solo, que lo esperaba al final de la esquina de la única calle privada que había en la ciudad, que no iba a tener llave y que bastaba con que girara la perilla—relata Jungkook con las orejas rojas—. ¿Te imaginas a un mocoso menor que él dos años diciéndole esas cosas? ¡Pero, sorprendentemente, él fue! En la madrugada, escuché la moto y como se abría mi puerta, por supuesto, por un momento me dio miedo de que no fuera él, pero entonces vi a Taehyung en la oscuridad de mi cuarto, fumándose un porro y viéndome de arriba hacia abajo, ¿qué? ¿Qué si sí era virgen? Me dirás loco, ¡pero sí lo era!
Jungkook fue la primera vez de Taehyung, pero con un hombre. Como iniciación, había tenido que tener sexo con una hermana del club y justo ahí había descubierto que no tiraba precisamente por ese lado.
—Ah sí, podrás ver a Taehyung así de rudo y todo, incluso más varonil que yo, pero él realmente es gay, muy gay, es... Le encanta mi pene, ¿tú sabes? A veces pienso que le gusta más ser follado que follar, pero su orgullo de alfa le impide aceptarlo, no es como que a mi me importe, me gusta hacerlo callar y follarlo contra la mesa. Duro y rápi... Ah, perdón, eso es privado.
Sobre si Taehyung es activo o pasivo no es tan importante como saber que después de un par de días de haberlo hecho por primera vez, éste apareció en su casa con una pulsera de plata que le arrojó a la cara con una expresión apenada.
—Sí, él trataba de verse serio, pero yo noté su nerviosismo. Fue raro, tú entiendes, una semana atrás él me había lamido por todas partes y no se había visto justamente apenado por eso. Es más, él ha hecho todas estas cosas ilegales que no te puedo decir, pero aún así ahí estaba él, con las manos temblorosas y los dientes apretados. Le pregunté que por qué la cadena, que si era un pago por la noche pasada, pero él negó, me dijo que cerrara "la 'fuckin' boca" y volvió a besarme. Bautizamos mi sillón nuevo, de hecho... Te sentaste justo en la mancha, ¿ya la viste?
El tiempo en que Taehyung estuvo en la ciudad, visitó cada noche a Jungkook para tener sesiones de sexo desenfrenado en el que poco a poco comenzaron a hablar más allá de gemidos y palabras obscenas. El joven motero le relataba, mientras le acariciaba el rostro bajo la luz del farol que estaba afuera de su ventana, que le gustaba cantar y que si no hubiera estado dentro de la hermandad de ángeles caídos, él hubiera estudiado artes escénicas ya que también amaba actuar.
Otra noche le dijo que amaba jugar con los niños de sus hermanas, que él no tenía permitido estar muy cerca de ellos porque Seokjin creía que eso le quitaría fuerza a su personalidad.
—Yo le dije que la humanidad lo hacía incluso más fuerte que a cualquiera de sus hermanos, que para mí era muy cool que le gustara acercarse a los niños, y él me miró un buen rato hasta que me deshizo con un beso. Después de esa noche se largó todo un mes y yo pensé que me lo habían matado.
Taehyung no había muerto como él había supuesto. Había sido sólo que, como hermano- real- del líder de uno de los grupos más peligrosos de moteros, había tenido que asistirlo en una misión de riesgo que implicaba un poco de nieve y mucho dinero. Jungkook no sabe los detalles exactos, pero no es como que quiera enterarse, le costó mucho hacer que su Taehyung se alejara de ese mundo como para recordárselo y que éste, entrando en nostalgia, decida regresar al lado de Seokjin, quien, por cierto, sigue siendo el líder.
— ¿Quién más? Seokjin es el único que puede con el puesto, y ya hasta se consiguió su mano derecha, este sujeto... ¿Cómo se llama? Ah sí, J-hope, el tatuador, el que me tatuó el nombre de Taehyung en la nalga, sí, ríete, pero a mi novio le excita y a mi me excita que él se excite, así que... Está bien, ¿que si terminamos? Diablos, no sé... Ya te diré si eso llega a pasar, aunque... ¿Ya viste cuánto nos amamos? Todavía recuerdo cuando se me declaró.
Ese día, después de meses de encuentros nocturnos y pocas salidas a la luz del día, Taehyung llegó a su casa con una cesta de frutas que dejó en la mesa del comedor, se paró en frente de él y se desnudó el torso, dejando a la vista los nombres de los que suponía eran los miembros de su grupo de moteros.
— "¿Ves este de aquí?" —dijo Jungkook repitiendo lo que le había dicho Taehyung esa noche mientras se señalaba el abdomen— "Es por ti, es tu nombre, Jungkook." "Esto significa 'lealtad' en mi lenguaje."
Porque dentro del código de los ángeles caídos, una vez que se tatuaban los nombres de sus hermanos, no podían traicionarse jamás. Debían de vivir y morir para ellos.
— "¿Entonces soy tu hermano ahora?" Le dije a Tae y él me miró con un gesto horrorizado para después decirme que jamás se acostaría con uno de los suyos.
Esa vez, Jungkook fue acorralado por un seductor Taehyung quien lo arrinconó en una esquina de la cochera de su casa para susurrarle al oído (con palabras más, palabras menos, a veces se le olvida): "Eres mi excepción, Kookie. Eres mis buenos días y mis buenas noches. Eres mi '¿Tienes hambre, cariño?' y mi 'voy a matarlo por mirarte así.' Eres eso que me hace querer ser mejor y por quien dejaría esta vida, Kook, y si no estás de acuerdo en que me haya enamorado de ti, entonces toma unas malditas tijeras y córtame de una puta vez tu nombre porque de lo contrario voy a ser tu jodido perro faldero toda la vida."
—Lo pienso y me gana la emoción, especialmente porque hace unos días me dijo que deberíamos de casarnos... ¡De verdad! Después de dos años, él me dijo que nuestros nombres se verían bien en un papel. Tenía la cara roja y tartamudeaba mucho, pero me pareció la propuesta perfecta. Fue... lo que nunca imaginé, una clase de serendipia.
Jungkook recuerda tantas cosas de su historia de amor con Taehyung que le parece imposible tener que contar sólo unas pocas. Todo le parece importante, todo es un detalle vital que no puede obviar.
Y él quisiera decir cada una de ellas, dejar que el mundo se entere de cómo fue que se enamoraron, pero sabe que le llevaría bastante tiempo, es por eso que suelta pequeñas anécdotas, a veces a su acompañante en el transporte público, a veces a su madre, en ocasiones al mismo Taehyung, en fin... Cualquiera que quiera oír su historia, es bienvenido a su casa. Probablemente se encuentre teniendo sexo salvaje con su hombre, pero, está bien, no les molesta que los observen.
Sólo tienes que saber que ellos son muy felices.
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Este OS está dedicada a la bella Pame porque es su cumpleaños y yo la adoro ♥
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