Uno
Ahí estaba, durmiendo en el sillón, en completo silencio.
Butt-Head lo observaba respirar y existir, y sus ojos se llenaban de lágrimas, ¿estaba seguro de que Beavis no era un ángel caído del mismísimo cielo? ¿Por qué era tan lindo y bueno con él? ¿Por qué él mismo era tan increíblemente feo?
En MTV tocaban "She's an Angel" de They Might Be Giants, no había otra oportunidad más perfecta para escuchar esa canción. ¿Por qué se lo mandaron a él, sobre cualquier otra persona? ¿Cómo debía reaccionar?
Estas cosas les pasan a otras personas.
De repente, vio un ojito celeste abrirse lentamente, seguido del segundo. Ni siquiera tenía legañas en los ojos, ¿cómo era humanamente posible ser tan perfecto?
—¿Butt-Head?
El mencionado apartó la mirada inmediatamente y pretendió recién haberse dado cuenta de la presencia de Beavis en la sala de estar.
—¿Beavis?
Se refregó los ojos con ambos puños, pestañeó un montón de veces de una forma involuntariamente coqueta y sus ojos al fin se enfocaron bien para mirar a su amigo.
—¿Qué hora es?—preguntó con voz débil—
—No sé, como las cinco.
La mente de Beavis, con mucho (énfasis en esa palabra) esfuerzo, sacó dos conclusiones: no fueron a la escuela, y esa noche no podría dormir nada. Suspiró y lanzó su propio cuerpo lentamente al sillón, y su cabeza sobre el hombro del castaño.
—¿Qué hay en la tele?
Maldición, estaba tan cansado, y como si fuera poco ni siquiera sabía por qué lo estaba.
—Música de amor, no... no sé.
Butt-Head casi no podía usar su cerebro para producir pensamientos en ese momento, apenas lo había visto descansar de una forma tan majestuosa y ahora, sin siquiera un minuto para respirar, lo tenía descansando nuevamente pero sobre su hombro, tocando su cuerpo, dando cuenta de que Butt-Head existía y estaba al lado de Beavis. Pensó: "si yo no existiera, Beavis no tendría donde apoyarse", tenía la razón, "soy importante para Beavis", le brindó consuelo a su propio corazón.
—¿Quieres hacer algo hoy?
¿Más que estar con él y observarlo con admiración?
—No.
El rubio se acomodó mejor al lado de su amigo, ¿lo hacía a propósito o era estúpido? Hace un par de años, lo habría apartado a golpes y pateado en el suelo por maricón.
—Está bien—concluyó el menor de los dos, con una sonrisa—.
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