- ¿En serio? ¿Con vampiros? - Les pregunto incrédula ante la gran noticia de Aniela

- Claro, nada más emocionante que unos vampiros - Sonrió ampliamente

- ¿Qué mierda pretendes, Aniela? - Gruño Gael molesta- Primero las insinuaciones para llegar a Mississippi, después los Brandon y ahora hacernos venir a Wisconsin para convivir con vampiros.

- Solo hago lo que mi poder me pide - Gruño molesta- Deberías estar contenta con mis primeras decisiones, conociste a esa pequeña humana.

- ¡ESA TIENE NOMBRE! - Grito furiosa- ¡ÚLTIMA VEZ QUE TE REFIERES A MI MARY DE FORMA DESPECTIVA! ¡SI ME HUBIERAN DEJADO ESTAR CON ELLA A MI MANERA, NO HUBIERA PASADO LO QUE PASÓ!

- ¡BASTA, GAEL! - Intervino Arael al ver a ambas rojas de la cólera- Lo hecho, hecho está. Nos guste o no a ambos, tenemos a los Cullen como amigos de la familia.

- Esta familia está rota y maldita desde el momento que padre nos desterró - Espetó entre dientes conteniendo su enojo para salir del estudio azotando la puerta

- Jamás me va a perdonar por lo de Mary - Negó Aniela más tranquila sintiendo la culpabilidad fluir en ella

- Así estaba dictado para aquella humana, cariño. Ninguno de nosotros podría haber hecho algo, sabes las reglas - Acarició los brazos de la rubia con cariño- Y en todo caso, la culpa es de Edgar Brandon al haber sido como era.

Aniela suspiro pesadamente mirando la puerta agrietada del estudio de Arael, alzó la mirada hacia el rostro relajado del mayor, sus ojos azules siempre firmes respaldando sus palabras le daban esa tranquilidad ante sus miedos, dudas o inseguridades.

- Tendremos que esforzarnos un poco más con Gael para que conviva con los Cullen sin que sea tan pasiva-agresiva - Murmuro recordando como era de hostil cuando quería

- Organiza alguna convivencia sin comida de por medio, ya vez, vampirismo - Propuso el mayor

Los ojos azules de Aniela brillaron de emoción ante la idea de Arael así que no dudo en besarlo castamente en los labios y salir casi corriendo del estudio para organizar todas las ideas apropiadamente en su habitación ignorando el aura molesta de Gael si la encontraba de camino a su recamara.

- No puedes obligarme a convivir con ellos - Hablo Gael apenas cruzó nuevamente las puertas del estudio

- Tienes que, das tus servicios en el hospital donde Carlisle trabaja - Sonrió de lado ante la mirada molesta de la menor- Tienes milenios viviendo, compórtate como tal y acepta el destino.

- Lo aceptó siempre y cuando Aniela no sea la que mueve los hilos para que suceda tal y como ella lo quiera - Se cruzó de brazos manteniéndose firme ante su decisión

- Una lástima, querida. Así son las cosas desde nuestra aparición en el plano terrenal.

Gael resopló sin poder aceptar lo que pasaba, ya mucho había sufrido con la pérdida de su amada Mary como para seguir relacionándose con seres diferentes a ella y su familia.

- Si te comportas, te daré lo que quieras.

- No puedes traerme a mi Mary a mi lado - Negó dándose la media vuelta dándole la espalda al mayor- Pero me comportare, no me queda de otra, más con Aniela haciendo un encuentro con esa familia.

Arael observó como la menor se marchaba de su estudio principal siendo tan dura con ella y los demás por lo ocurrido. Tantos años y seguía siendo tan severa, pero lo entendía, él estaría igual si llegaba a perder a su amada Aniela. 

Gael miraba con cautela cada movimiento y expresión del trío vampírico frente a ella y su familia, podía analizar sin esfuerzos los rasgos notorios del trío; sus pieles pálidas y tersas como una fina porcelana china, sus ojos dorados brillantes y su agraciada belleza general tan cautivadora.

Podía sentir la frialdad que emanaba los cuerpos muertos, le era extraño no encontrar ningún punto de calor en ellos y aun así verse tan vivos, aunque debería estar acostumbrada después de verse encontrado una que otra vez con algún vampiro nómada que se quería pasar de listos al querer beber su preciada sangre.

- Gael - La llamo Daniela sacándola de sus pensamientos notando la ausencia de Arael- Guía a Edward y Carlisle al estudio de Arael mientras que Esme y yo vamos al mío, por favor.

- Claro - Asintió mirando a los dos hombres- Por favor, síganme.

Carlisle y Edward siguieron a Gael a través de los elegantes y exuberantes pasillos de la gran mansión Campbell. La rubia mantenía su rostro inexpresivo desde que llegaron los tres Cullen's a su casa, no demostraría su disgusto ante sus presencias, pero tampoco les demostraría la felicidad de tenerlos ahí.

Apenas las grandes puertas del estudio fueron cerradas detrás de ambos hombres, un ambiente tenso se instaló con ellos. En un fluido y rápido movimiento, Carlisle había sido mandado a volar hacia la pared más lejana del estudio mientras Edward era empotrado contra la pared cercana de Gael y él.

- ¿Creías que no me daría cuenta de cómo intentas leer nuestras mentes, vampirito? - Gruño molesta apretando con fuerza su cuello haciéndolo rechinar conforme sus fibras se rompían con lentitud- Siento como quieres indagar dentro de nosotros... ¿Con qué fin entrometido quieres lograr aquello?

- Prevenir alguna amenaza - Contestó con dificultad gracias a las grietas y presión en su cuello

- Deja de hacerlo. Si quisiéramos a los tres muertos ya lo estarían desde hace semanas, desde el segundo que sentimos sus presencias gélidas rondando por el condado - Soltó el cuello de Edward dejando ver la marca de su dedos impresa en las grietas- No te mato enfrente de tu creador solo por mi familia, que por alguna extraña razón quiere relacionarse con ustedes tríos de espectros sanguinarios.

- No es muy difícil saber la razón, señorita Campbell - Habló Carlisle tranquilamente atrayendo la atención de la rubia- Al igual que ustedes, nosotros no nos relacionamos con los humanos, no tenemos porque, aparte de lo profesional. Estamos aislados de los demás por nuestras naturalezas.

- Ustedes no son nada a comparación de nosotros - Lo interrumpió despectivamente- Son simples mortales modificados gracias a un ser mucho más poderoso que ustedes.

Antes que alguno de los tres pronunciara alguna otra cosa, Arael apareció por la puerta de madera oscura  de su estudio, soltó una risa nasal al ver las heridas de Edward.

- Sabía que saldría a relucir tu lado protector, Gael - Negó con diversión- Por favor, apacigüe sus temperamentos e indiferencias y tomemos asiento.

Gael siguió al mayor hasta su lugar detrás de él, cruzó sus brazos detrás de su espalda vigilando con intensidad a Carlisle y Edward. Arael tomaba su lugar detrás de su imponente escritorio de madera y mármol mientras que los dos vampiros tomaban las sillas enfrente de él.

- Por favor, pido disculpas por las acciones y/o actitudes de Gael, solo está protegiendo a nuestra familia tal y como ustedes lo hacen - Comentó con su voz aterciopelada, la cual usaba con los humanos cuando necesitaba algo de ellos 

- Por descontado - Asintió Carlisle sin problemas- Solo pediré su  cooperación con la situación, no hemos roto ni una ley vampírica para ser tratados como tales, aparte de que tampoco hemos falta de respeto a ustedes y su hogar.

- Tenlo por seguro que así será - Aseguró Arael mientras Gael rodaba los ojos fastidiada ante el acuerdo, pero no tenía de otra