Capítulo 2
El señor Brandon había llegado a su casa después de las semanas de viaje y una larga recuperación de la tortura por parte de los matones de la familia Campbell, a pesar de haber dado su palabra en entregar la mano de su hija, él tenía otros planes.
- ¿En serio le creíste? - Le pregunto incrédulo a su esposa
- Claro que le creo, es mi hija - Contesto molesta- ¿Por qué te cuesta tanto entenderlo y aceptarla?
- No, ella es una bruja, una niña cambiada - Espeto furioso- Ella no es mi hija, mi hija era aquella niña que no tenía cuentos extraños. A ti nadie te matará y a mí, nadie me torturará hasta morir.
- No puede ser que digas esas cosas - Negó la señora Brandon con decepción- Deberías pensarlo mejor.
- No necesito pensar nada.
La señora Brandon salió del despacho de su marido molesta, seguía sin creer que él no creyera en las palabras de su hija, Alice no era una desconocida ni mucho menos una bruja o una cambiada.
- Debe hacer algo que los Campbell sigan presionándolo, señor - El mayordomo de la familia era fiel amigo y confidente de Edgar Brandon- Alice está empeorando estos días.
- No sé qué hare - Admitió- Los Campbell tienen tanto poder y dinero que me dejarían en la calle en un abrir y cerrar de ojos. He estado trabajando duro como para que una... rarita, venga y me quite todo por su gusto a las mujeres.
- La señorita Campbell ha venido seguido - El señor Brandon lo miro con atención- La señora la ha estado invitando a desayunos y cenas, han jugado tenis y croquet, montado los caballos de la familia Campbell...- Nombro algunas actividades- La señora Lillian se ve cómoda con la idea de que la señorita Mary y Gael sean desposadas.
- ¿Mi hija Cynthia que dice?
- Es lo mismo con la señorita Cynthia, siempre la veo dispuesta a dejar que la señorita Campbell sea su cuñada. La señorita Campbell ha sabido ganarse la aprobación de ambas.
El señor Brandon apretó la mandíbula con fuerza, molesto con su esposa e hija. ¿Cómo podían dejar que esas cosas pasaran sin su aprobación?
- ¿Me deja recomendarle algo, mi señor?
- Por supuesto, Frank.
- Deje que la señorita Campbell despose a la señorita Mary, después de ello no dejará que algo manche la reputación perfecta de la familia cuando se enteren que la señorita tiene episodios psicóticos y usted junto a su familia no saldrán afectos. Si vienen a usted le dice que aquello ya no era su problema ya que ellas están casadas y fuera de su techo.
- Pero me arriesgaría aun de perder todo lo que he creado, no podrán hacerlo público, pero a puerta cerrada me hundirán, el dejar que ellas se casen será mi perdición. Nadie, ni absolutamente nada fuera de esta casa debe de saber sobre los delirios de mi hija.
- Entonces tendrá que alejar a las señoritas, siempre se envían cartas o están juntas de alguna manera, todos en esta casa lo saben al igual que en la residencia Campbell.
El señor Brandon no sabía qué hacer, cómo y por dónde empezar todo para que el secreto de su hija no saliera a la luz, solo su familia sabía sobre sus delirios y quería que siguiera así para el resto de sus días.
- Pero ¿Cómo alejarlas? Si corto las correspondencias y las salidas se darían cuenta que alguien me ha dicho algo sobre sus comunicaciones - Paso sus manos por su cabello, estresado
- Puede empezar ligeramente con negar las salidas excusando que han estado saliendo demasiado - Propuso Frank casualmente- Después cortar las cartas con la excusa de que no ha llegado ninguna por parte de la señorita Campbell y usted las quema en la chimenea de aquí.
- Que inteligente y astuto eres, Frank - Elogio a su mayordomo- Así se vería todo como meras casualidades.
- Así es señor. Usted asegura su familia y ellos no lo notaran como respuestas hostiles hacia ellos.
- Recuérdame subir tu salario, Frank.
- Padre ¿No hay correspondencia? - Pregunto Alice viendo el buzón extrañamente vacío
- Algunas cosas del trabajo solamente - Contesto restándole importancia mientras leía el periódico- Dile a tu hermana que esta noche tendremos una cena de negocios con la familia Wilson.
- Sí, padre.
Alice salió del despacho de su padre desilusionada ante la falta de comunicación de Gael, ya era el segundo día de incomunicación entre las dos y la extrañaba, no duraban ni un solo día sin estar enviándose cartas contando sobre sus días ocupados.
Gael por su parte estaba igual de extrañada al no recibir las cartas de Alice últimamente, había investigado con el cartero sobre alguna carta extra, pero este siempre negaba la aparición de alguna más.
- Tranquila, lo más seguro que este ocupada, cariño - Aniela acariciaban su hombro- Recuerda que su padre está de nuevo en la cuidad y siempre lleva a su familia con él a los eventos de negocios.
- Siento que es algo más, pero confiaré en ti - Miro a la mayor- ¿Vamos al teatro? Te recuerdo que me debes una ida totalmente pagada.
- Nunca debo apostar contra ti - Rodo los ojos- Bien, iremos en la noche. Estarán Hamlet esta noche y no pienso perdérmela.
- Hamlet, será - Asintió emocionada- ¿Me comprarás dulces?
- Ahora si pareces mi hija - Se burló alejándose de ella
- ¿Eso es un "sí" o un "no"?
- Es un "tal vez" - Se encogió de hombros
Gael refunfuño para irse a la sala, donde estaba Arael sentado en uno de los sillones terciopelo rojo, los dos habían regresado de entrenar equitación, como su deporte favorito compartido.
- ¿Puedo matar al señor Brandon? - Le pregunto sentando en el sillón de enfrente
- No debemos matar humanos ni interponernos en sus lechos - Contesto con voz monótona- Ya lo sabes.
- Pero él se lo merece, me está negando el que me case con esa preciosa chiquilla - Se quejo casi infantilmente
- Estas regresando a tu posesividad, recuerda que ya lo hablamos - La miro con seriedad
- Pero ella es mi compañera - Justifico con seriedad
- Y la misma que morirá dentro de unos años mientras que tú seguirás viviendo muchos años más, Gael - Señalo severamente- Aléjate de los humanos como lo hiciste hace pocos años. Dentro de unos años nos iremos cuando se den cuenta que no envejecemos y no sabrás como justificarlo con Alice.
- ¡Ella sabrá la verdad! ¡Le diré todo! ¡Ella es mía!
Arael suspiro profundamente al notar como Gael regresaba a sus episodios posesivos, la miro con severidad mientras se enderezaba en su lugar.
- Aléjate de Mary Alice Brandon, es una humana y tú no, deja tu obsesión y posesividad hacia ella. Entiende que el relacionarte con ella más de lo normal te costará el corazón, te lo hará polvo.
- ¡Es mía! - Repitió entre dientes- ¡Y nada ni nadie me impedirá que la posea!
- Es una pérdida de tiempo hablar contigo - Se levanto de su lugar- Cuando te haga añicos, me notificas para decirte; "Te lo dije".
Gael resopló molesta viendo como Arael se iba, tenía que hacer algo para tener a su pequeña compañera con ella, matar a toda su familia era lo más rentable, pero se había encariñado con la señora Brandon y la pequeña Cynthia como para hacerlo, así que tendría que matar solamente al señor Brandon para llegar hacia su pequeña.
Solo esperaba que aquel humano no hiciera algo estúpido con su amada Alice, hacer que la despose otro humano barbaján como él o aún peor, enviarla a un convento de monjas para alejarlas y hacerla pactar esa mierda de la castidad eterna.
Se levanto del sillón para ir casi corriendo a su habitación y empezar a escribir la siguiente carta para su Mary, se había inspirado tanto que había escrito tres hojas elogiándola y prometiéndole tantas cosas juntas, junto a lo que había estado haciendo durante el día junto a sus padres y dándose a conocer más al escribirle sobre su amor a Hamlet.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro