Pov Robbie:

Entré a aquella oficina sin saber lo que me depararía,sólo era un ángel que no hacía más que estar allí velando por los humanos,la maravillosa creación de nuestro padre.
Por alguna extraña razón Gabriel me llamó,a lo mejor se había enterado de mis pequeños escapes,la verdad es que no permanecía las veinticuatro horas aquí en el cielo,había estado al pendiente de una hermosa chica.Por alguna extraña razón había quedado prendado de ella,algo me atraía a aquella muchacha y no sabía la razón,aún.

—Robbie,por favor toma asiento —el Ángel de rizos dorados señaló la silla frente a él.

—Gabriel,le juro que no hice nada indebido —dije algo cohibido.

—mentir es un pecado,hermano —me miró fijamente.

—así que ya lo sabes —miré mis manos un tanto avergonzado.

—los Ángeles no podemos intervenir entre los humanos y sus destinos,mucho menos interactuar o hacerse visibles. —gruñó.

—yo no he hecho nada de eso —dije en mi defensa.

—¿Seguro? ¿Y que hay de esa tal Eugenie? Puedo sentir tu corazón latir con desenfreno desde aquí. —sonrió pero con amargura —estas enamorado.

—te equivocas no estoy... —suspiré cerrando los ojos con fuerza. —no estoy enamorado,sólo me llama la atención porque tiene algo que...

—¡Basta! —golpeó el escritorio con su puño. —primer advertencia: los ángeles no deben mezclarse con humanos,así que por tu bien espero que acates las ordenes o tendré que quitarte las alas.

—¿Mis alas? —volteé apenas, el brillo segador de aquellas plumas hicieron que mi estómago se estrujara con fuerza,no quería perderlas pues me había costado ganarmelas. —entiendo,acataré las ordenes.

—puedes irte.

Salí lo más rápido que pude y caminé derecho a mi habitación,era increíble que no pudiera bajar a verla.
"Primer advertencia: los ángeles no deben mezclarse con los humanos" ,las voz de Gabriel se oyó en mi cabeza como eco recordándome que jamás podría estar con Eugenie.
¿Pero iba a permitir que aquella orden me impidiera ir a verla? Después de todo,que son un par de alas ante el amor.

Pov Eugenie:

Estaba recostada bajo un árbol sumida en mis pensamientos mientras intentaba leer un libro,era algo difícil teniendo en cuenta que mi cabeza no estaba donde debía en estos momentos.

—Hola —oí la voz de un chico,al alzar la mirada me lo encontré parado frente a mi,tapaba la luz pero el sol lo rodeaba a su vez dándole un brillo particular como su fuera un ángel,de hecho si existieran él de seguro sería uno pues tenía la piel blanca,labios rosados,ojos verdes y cabello rubio. —Soy Robbie.

—Eugenie —dije con timidez pasando un mechón de cabello tras mi oreja.

—¿Puedo sentarme? —señaló el pasto frente a mi.

—claro —sonreí,sintiendo taquicardia una de las desgracias de tener T.E.A: trastorno espectro autista,no se preocupen no es nada malo solo me impide relacionarme con mis pares fácilmente. —¿Eres nuevo en el campus? Es que no te había visto antes.

—pues si soy nuevo —al mirarme puedo jurar que vi un brillo particular en sus ojos,los cuales me transmitían paz,esperanza y amor.

—¿Qué Carrera estas cursando?

—Arte dramático ¿Y tú? —alzó su ceja izquierda.

—Literatura —dije mirando mi libro.

—¿Es Romeo y Julieta?

—pues si,es mi obra dramática favorita —di toquecitos nerviosos en la tapa.

—a mi también me gusta —suspiró —es una lástima, tuvieron que morir para que sus padres resolvieran sus diferencias,a mi parecer es injusto.

—concuerdo contigo,da a entender que fueron sus hijos quienes impidieron que ellos se pudieran amigar y solo pudo ser así cuando murieron.

—¿Qué hubieras hecho tú?

—¿Si fuera Julieta? —asintió —es claro que si moriría por el hombre que amo pero de tener la posibilidad desde el primer momento me hubiera ido con él lejos de Verona.

—amores prohibidos, son una lata —rió.

—lo son —concordé.

—eres muy simpática y risueña ¿Por qué estás sola?

—me cuesta socializar con los demás —me encogí de hombros.

—¿Fobia social?

—ojala,es más bien una condición —bajé la mirada apenada.

—¡Ey! —su mano se posó sobre la mía,pude notar como fruncía el ceño levemente y alzó la mirada asombrado —¿Qué fue...?

—¿Qué? —pregunté confusa.

—nada —suspiró —lo que iba a decirte es que yo puedo ser tu amigo si quieres —sonrió.

—¿Enserio?

—me agradas y eres muy linda —se acercó un poco a mi —¿Y te digo un secreto?,prefiero estar contigo que con los demás.

—eso fue muy tierno Robbie,gracias.

—no debes agradecer —se puso en pie y estiró su mano para que la tomara,me sujete de él y me pare.

miré la hora en mi celular,era momento de ir a mi próxima clase.

—tengo que irme —dije guardando las cosas en mi mochila.

—te acompaño —tomó mi mano y fuimos así hasta adentro,se sentía extraño ¿Desde cuando los amigos se tomaban de la mano? Por alguna razón ese simple gesto me hizo sentir mariposas en mi interior.

Estando en los pasillos varias personas se nos quedaron viendo,lo que me dio algo de vergüenza así que bajé la mirada el resto del camino.

—¿Es aquí? —miré la puerta y el número

—si,aquí es — le sonreí,antes de entrar y de que nuestro agarre se rompiera,él tiró levemente de mi para que lo viera.

—¿Nos volveremos a ver? —preguntó corriendo un mechón de cabello que estorbaba en mi rostro y acarició mi mejilla con su pulgar.

—espero que si,no vas a dejarme ¿Cierto?

—por supuesto que no —tiró suavemente de mi una vez mas y me envolvió en un abrazo que correspondí. —no estarás sola nunca más,en tanto yo este aquí.—aseguró,nos quedamos así unos minutos y puedo jurar que hasta olió mi cabello,más que su amiga me sentía su pareja.

—eres un ángel —admití feliz.

—no soy un ángel —dijo con nerviosismo. —solo soy un chico común.

—eso lo sé,solo era un decir —solté una pequeña risa —ya debo entrar a clases.

—nos vemos luego —dejó un beso en mi frente y se separó lentamente de mi.

—nos vemos —sonreí.