Pov Robbie:

Mientras caminaba con dirección a un especie de ascensor al cielo que teníamos los ángeles para bajar sin ser detectados,no pude evitar entristecer al ver a tantas personas sufrir sin yo poder hacer nada al respecto,era odioso no poder intervenir pues soy un ángel y mi deber sería proteger al prógimo ¿No?
No podía entender porque Gabriel no quería que interfiriera,¿Qué ese no es mi propósito? Está claro que aun no soy guardián pero no pude evitar el bajar antes de tiempo,pero tenía mis alas y eso  de cierta forma significaba algo.

—Robbie —el ángel que estaba custodiando el ascensor me saludó llamando mi atención.

—Anael —respondí metiéndome dentro de la caja metálica,presione el botón con la flecha de subida y espere rogando porque Gabriel no se haya enterado de mi pequeña hazaña.

Al llegar me encontré con Castiel,el ángel responsable del ejército porque sí tambien había angeles guerreros,no me pregunten por qué.

—Robbie ¿Has bajado? —preguntó —no se supone que tu puedas.

—solo fui a dar una vuelta,no rompí ninguna regla —aseguré

—oí que hablaste con el Gabriel sobre una chica humana.

—ah...si —fingí desinterés.

—¿Te encuentras bien con aquello? —asentí sin muchos ánimos —bueno,iré a hacer unas cosas para el ejército,nos vemos.

Hice un ademán con la mano y proseguí a caminar hacia mi habitación,me tiré en la cama pensando en ella pues era lo único que tenía en mente.Su sonrisa,la forma en la que sus ojos brillan cuando habla de algo que le gusta o la manera en que hacia sonar mi nombre saliendo de sus labios,no pude evitar sonreír como un bobo.
Sentí un cosquilleo en mi interior,definitivamente era amor y eso no era nada bueno.Miré con tristeza mis alas y procedí a quitar una pluma como recuerdo,en caso de que las perdiera porque era lo más probable que pase.

—ay mi amor...daría hasta mis alas por ti —murmuré pensando en aquella castaña que me volvía loco.

Hoy tuvimos nuestro primer contacto,pues antes solo la había estado observando de lejos y la he estado ayudando siempre que podía sin que se diera cuenta de ello.El poder hablarle de frente se sintió bien,al fin pude ver el color de sus ojos,un bonito café.
Lo que más llamó mi atención fue el poder tocarla y sentir su piel bajo mi tacto,por lo general eso no era común entre ángeles,de hecho nunca se hablo de un caso así,es por esa razón que seguía frecuentandola.



Pov Eugenie:

Miré aquel sitio en el que me encontraba, a simple vista podía decir que estaba en un lugar muy frío y oscuro,busque una salida pero no parecía que hubiera una.

—Hola querida —dijo una voz a mis espaldas erizando mi piel y no de una forma bonita.

—¿Quién es usted?¿En dónde estoy? —pregunté con un poco de miedo.

—¡Oh! Permiteme presentarme,soy Lucifer  y estamos en el infierno —sonrió volviendo sus ojos marrones de un color rojizo oscuro.

—¿Estoy en el infierno? —asintió —¿Me morí?

—no aún,solo quería hablarte sobre Robbie.

—¿Le pasó algo? —me preocupé.

—¿Le preguntas a Lucifer si le pasó algo a tu amigo? —rió —no,él esta bien.

—¿Entonces?

—pues quería decirte que él no es quién parece  —se sentó en un trono que apenas había notado. —ten cuidado o sino...

De repente estábamos en otro lugar Robbie se encontraba ahí y parecía que lo habían torturado,estaba todo ensangrentado y un par de heridas relucían en su rostro.

—¡Robbie! —quise acercarme pero algo lo impidió,no podía moverme —¡¡¡Robbie!!! —de repente me hallaba golpeando con fuerza una pared de vidrio.

De la nada Lucifer le clava un cuchillo muy extraño en el pecho y este cae muerto al suelo,aunque algo llamó mi atención y era que un extraño halo blanco salió de él,también noté algo muy curioso una sombra debajo de él con forma de un par de alas de ángel.

—¡¡¡No!!! —grité con fuerza sintiendo lágrimas bajar por mis mejillas.

Abrí los ojos sentándome en la cama inmediatamente podía sentir las lágrimas en mis mejillas,me las limpié rápidamente.
Extrañamente no me sentía sola,al mirar a la esquina de mi habitación note que había una persona y de las sombras salió Robbie.

—¿Robbie? —pregunté con la respiración aún agitada.

—Shhh —se sentó junto a mi y me abrazó reconfortandome —todo está bien,estoy aquí —murmuró acostándonos con cuidado en la cama.

—¿Qué haces aquí? —pregunté volteando a verlo.

—oí tus gritos,sentí que me necesitabas —acarició mi brazo.

—gracias —me acomodé mejor sintiendo como Morfeo me llevaba de a poco a la tierra de los sueños.

Al día siguiente me desperté y lo primero que hice fue mirar a mi lado,estaba completamente sola quizás Robbie nunca vino y sólo lo soñé.
Me levanté e hice mi rutina diaria antes de salir a la universidad,no iba muy atenta pues, aún pensaba en los sueños de anoche.

—¡Cuidado! —unos brazos se posaron en mi cintura y me tiraron a un lado,al voltear noté que era Robbie y aparentemente estábamos en la calle. —¿Estás bien? —preguntó chequeando con la mirada que nada sangrara.

—si,si —nos pusimos en pie —¿Qué fue lo que pasó?

—casi te chocan —explicó preocupado —de no ser porque oí los pensamientos de aquellos hombres...

—¿Leíste su mente? —fruncí el ceño.

—no,no las leí fue una intuición venía unos pasos mas atrás de ti.

—ah—respondí pensativa.

—¿Ibas al campus? —tomó mi mano.

—si,y por lo que veo tu igual —sonreí apenas.

—así es,me alegra haberme encontrado contigo —rió —el camino se estaba tornando un poco aburrido.

—¿Te puedo contar algo?

—por supuesto,puedes decirme lo que sea.

—anoche tuve un sueño extraño —desvié la mirada un tanto nerviosa —estaba en el infierno y el mismísimo Lucifer me hablaba.

Pude ver como Robbie se tenso.

—¿Y qué te dijo?

—que tu no eres lo que aparentas —admití —pero eso solo fue un sueño,nada fue real ¿Cierto?

—pues si ,solo fue un producto de tu inconsciente y puedes estar segura de eso —dijo tranquilizandome considerablemente.