Bienvenida
Iba corriendo como demente camino hacia el hospital, era mi primer día de Interna y ya iba a llegar tarde. No iba a ser la única por lo que quería llegar temprano, pero fue lo menos que hice. Estaba muy emocionada por llegar al Hospital Adelaide, no era cualquier hospital, no eran casos normales los que trataban casi todos eran inexplicables. El Hospital Adelaide atiende lo que otros Hospitales ven como absurdo por lo que esta historia puede parecer muy absurda.
Cada día la medicina y la ciencia avanza más, pero en esta época del 80' aun falta mucho por descubrir. En el hermoso lobby del hospital en una esquina se encontraban los nuevos internos, de lejos se le veían los nervios. Rápido se me quedaron mirando al llegar tarde y justo en ese momento bajaron los Doctores estrellas que nos estarían acompañando y evaluando.
"Muy buenos días y bienvenidos a esta nueva etapa de sus vidas, bienvenidos al Hospital Adelaide, yo soy el Dr. Contreras y ella es la Dra. Ramírez ella se encarga del interior del paciente cualquier síntoma dentro de su cuerpo le toca a ella mientras que lo exterior me toca a mi , cortes , sarpullidos todo eso."
"Gracias Dr. Contreras, serán divididos en 2 grupos y en algún momento serán intercambiados, ustedes son 6 por lo que 3 vendrán conmigo y los restantes con el Dr. Contreras. El Hospital Adelaide es uno único y recogido por lo que se verán muchas veces las caras entre los pasillos."
Mientras comenzaron a dividir los grupos no sabía a cuál quería pertenecer ambos doctores parecían buenas personas por lo que cualquiera que me eligiera estaría conforme. Llego el momento de escuchar mi nombre el cual salía de del Dr. Contreras, sonreí y mi junté con el grupo. Ambos grupos se separaron y comenzamos a mirarnos entre nosotros 4. "Muy Bien, preséntense, necesito conocerlos" escuchamos y me moví hacia adelante y me presenté.
"Buenos Días a todos me llamo Kasandra Ruiz, tengo 26 años, vivo feliz con mi mama y papa aquí en la hermosa ciudad de San Juan y estoy muy emocionada por poder ayudar a los pacientes con todos ustedes"
Todos sonrieron y me dieron la bienvenida y me quede escuchando a los que serian los nuevos integrantes de mi familia. Cristóbal un chico que era 2 años mayor que yo, trigueño, pero con una personalidad que se creía mejor que nadie, Valeria una chica de mi edad alta que sobresalía de su gorro de enfermera su pelo casi rojo. Sin terminar nuestra presentación entra un grupo de enfermeros con una persona gritando como loca y llena de fluidos por todo su cuerpo y mi corazón se aceleró.
"Bueno bienvenidos a la realidad, continuamos con el protocolo de presentación luego, llego la hora de ponerlos a prueba"
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