Grande era una palabra que a Uzui Tengen le iba bastante bien en varios sentidos. El siempre fue de destacar, todo a lo grande y por sobre lo estandar como el auto proclamado dios extravagante que era. Era su costumbre, o más bien, su código de vida extravagante. Claramente por momentos en su vida esa forma de vivirla le jugó en contra, incluso por momentos le perjudicó, no podía decir que también era que le detuviera. Su familia siempre iba a merecer lo mejor.

Aunque el dinero que le entrego Kagaya tras su muerte y la de Muzan era bastante Tengen no dejo de trabajar. Por más lujos que amara estar quieto no era mucho de ser su fuerte, así que consiguió cierto trabajo que implicará mucho movimiento para no perder su gran cuerpo musculoso.

En su ceremonia de bodas hicieron una fiesta en su familia donde varios fuegos artificiales destellaron por varias horas. Los cumpleaños y aniversarios que había tenido con sus 3 adoradas esposas en casi todos también tenía el claro recuerdo de dejar que el cielo se iluminará con ellos.

Ahora con el nacimiento de sus hijos no iba a hacer menos. Las luces de los fuegos iban a brillar en el nacimiento de cada uno.

Si bien, ya habían compartido cama los 4 más de una vez. Siendo el de ellos un matrimonio bastante peculiar, al estar conformado por 4 personas no estaba de más tener una planeación de ante de mano con un tema tan importante como el de los hijos que tendrían.

El primero en nacer fue su hijo con Suma, al que llamaron Ryu, un niño que si bien tenía la amabilidad de su madre, era todo lo contrario en carácter, básicamente parecía hijo de Makio en ese aspecto por lo hiperactivo que era. Por momentos poco paciente. En ese aspecto era como su padre, ya con 8 años este estaba recidiendo la disciplina ninja de Uzui.

Izayoi fue su hija con Hinatsuru. Era de apariencia cómo su madre pero con un cabello muy similar al del padre. La princesa de Tengen básicamente. Robándose la ternura de Suma, Makio y Hinatsuru al ver a su esposo tan apegado a ella los primeros meses hasta que aprendió a gatear. Ella actualmente de 7 años.

Con 5 hijos su hijo con Makio fue el último en nacer. Desgraciadamente, no podían negar la realidad en que Tengen y Makio eran primos. Si bien su matrimonio fue arreglado ambos estuvieron de acuerdo en aceptar el matrimonio y comportarse como marido y mujer, ya desde antes se habían acostado sin remordimiento alguno. Su hijo nació físicamente débil, y aún se mantenía así, de momento esperan su mejorada, mientras, el era feliz con sus 2 hermanos. Lo llamaron Kenta.

Actualmente el 4 hijo de Uzui de nacería. Otra vez, siendo un hijo engendrado entre él y Hinatsuru. Makio y Suma iban ayudar a Hinatsuru en el parto junto a un partera que ya encontrada en su casa.

La sonrisa de oreja a oreja que el albino tenía se podía ver desde lejos. Desde hace unos días Tengen había regresado con un saco grande de arroz y varios pescados, siendo ayudado por sus hijos debido a su brazo perdido en batalla el padre del hogar buscaba preparar la comida de sus hijos y de sus esposas, está vez el parto llegó en plena mañana, proponiendose Tengen el cuidado de sus 3 hijos, calmandolos ante los gritos de su madre.

- No quiero tener hijos nunca. - La pequeña Izayoi se notaba asustada por escuchar lo que parecía dolor y agonía, preocupada por su madre.

- Igual tampoco tienes que preocuparte por eso ahora. - Uzui le consoló. - Pasarán años para que descubras como tener hijos.

- ¿Y como se tiene? - El menor de los 3 pregunto.

- Es... La verdad no recuerdo. - Mintió descaradamente. Sus hijos lo notaron con solo ver su gesto. - Solo les diré que tienen que encontrar una pareja de su sexo opuesto que VALGA LA PENA. - Remarcó lo último. - Hijos no se tienen con cualquiera, sus madres y yo tenemos años de confianza, los 4 quisimos tenerlos.

- ¿Y ella estará bien? ¿Nuestra madre se pondrá mejor?

- Claro pequeña. Por lo mismo, Ryo, Kenta, ustedes saben que yo me preocupo y cuido de sus madres. Cómo hombres extravagantes los 2 deberán cuidar de sus esposas en todo momento. Principalmente cuando me hagan abuelo. - "Y ya me pueda llamar, el abuelo más sexy de todo Japón" - Riendo en su mente al pensar lo último. Los 2 niños asintieron, bandole la razón a su padre.

Siguiendo conversando un poco Uzui termino de cocinar mientras la noticia del nacimiento de su hijo se hizo presente. Suma y Makio salieron dejando descansar a Hinatsuru mientras la partera bañada al niño.

- Su madre va a estar débil unos días por traer al mundo a su hermano, este también lo estará por su corta edad, así que no podrán verlo hasta entrada en la noche. ¿Quieren elegir su nombre entre los 3? - Los 3 asintieron. Así que, al haber comido los 3 dejaron solos a los adultos. Tengen sonrió, tomando la decisión tras unos minutos de ver a Hinatsuru y su nuevo hijo.

Actualmente estaba seguro de lo conforme que estaba con su vida. Al llegar la noche y como tenía planeado iba a celebrar el nacimiento de su recién nacido. Todos en el hogar se reunieron  en el patio trasero de la casa, con ayuda de las ratas musculosas, encendió varios cohetes que fueron al cielo, iluminando el cielo de varios colores.

El recién nacido se removió ligeramente en brazos de su madre por el fuerte sonido, pero, logrando abrir ligeramente los ojos cuando eso, sonríendo casi involuctariamente.

- Papá, ¿Hiciste esto también cuando nosotros nacimos?

- Claro que lo hice. Unas joyas como ustedes merecen ser celebradas cómo una festividad ¿No?