Estaba siendo una semana de mierda. El grupo de Whatsapp echaba humo, pero Alma no quería leerlo, mucho menos participar. Se imaginaba a Kitty y a Shun tonteando en él y le daban ganas de meter el móvil en el inodoro.

En clase, el ambiente estaba enrarecido; Agnetha y Yoko no habían vuelto a preguntarles nada e intentaban mantener la paz encargándose cada una de uno de ellos, para evitar un nuevo enfrentamiento.

Finalmente, el viernes las chicas alcanzaron a su amiga cuando iba a subir al autobús y la llevaron a tomar algo.

- Alma, sabemos por qué estás triste. Con nosotras no hace falta que disimules.

- No estoy triste, chicas... Estoy bien, de verdad.

- Eso se lo cuentas a quien se lo crea –le espetó Yoko-, llevas unos días que no te aguantas ni tú.

- Somos tus amigas. Habla con nosotras, por favor. Sabemos lo que te pasa, es que estás colada por Shun.

Alma se mordió el labio. ¿Tanto se le notaba?

- Y no podéis seguir así, porque os hacéis daño y nos lo hacéis a nosotras, que os queremos y no nos gusta veros mal –Agnetha le tomó la mano, sonriendo con cariño.

- Vosotras no lo entendéis, Agnetha: he metido la pata del todo. Estaba a punto de confesarle lo que sentía, cuando de repente le veo besarse con otra chica y luego voy y me lío con su hermano. ¡¿Pero cómo iba yo a saber que era su hermano?!

- Nena, es normal, yo he visto fotos suyas sin camiseta y está como un queso... Yo también me habría liado con él –Yoko casi se relamía.

- ¿Verdad que sí? ¡Se nota que se machaca en el gimnasio! –Agnetha se había puesto en modo fangirl.

- El caso es que ahora Shun está enfadado conmigo y no termino de entender por qué...

Agnetha suspiró.

- Tía, no te enteras de nada; Shun no te lo va a decir, porque es súper tímido, pero nosotras estamos seguras de que le gustas.

- Primero: no le gusto; segundo: le gusta Kitty; y tercero: se pasó la fiesta morreándose con ella. ¿Qué parte de "hola, soy Kitty y soy la novia de Shun" es la que no entendéis?

- "¿Quí pirti di hili siy Kitty ni intindíis?" –se burló Yoko, desternillándose- ¡Te invitó a la fiesta y te presentó a sus amigos! Nosotras llevamos todo un semestre en clase con él y nunca nos ha propuesto quedar... Tú habla con él, Alma, no seas tan cabezona. Por lo menos, para que el ambiente en clase vuelva a ser bueno. Hazlo por nosotras...

- Está bien, lo haré. Pero no me agobiéis –bufó, enfurruñada.

- Además, vosotros haríais una pareja estupenda; en cambio, ellos tendrían que llamarse "Shitty" y eso queda horrible.

- ¿Verdad que sí? ¡Me alegra no ser la única que se ha dado cuenta de eso! –no pudo evitar echarse a reír.

- ¡Y ahora, cuéntanos cómo te liaste con su hermano!

- Eso, ¿besa bien?

- ¿Hasta dónde llegasteis?

Por la noche, en la cama, volvió a notar una chispa de alegría pensando en las palabras de sus amigas: Shun sentía algo por ella... No es que hubiese pruebas de ningún tipo, pero... ¿y si tenían razón?

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