Cap 20: Superhéroes y galletas
- ¡Alma! ¡Aquí! - Yoko agitó el brazo para llamar la atención de su amiga, que miraba a su alrededor con aspecto despistado. Tenía motivos: la cafetería de la facultad estaba llena hasta los topes y era complicado localizar a alguien en concreto entre todos los estudiantes que reían y hablaban a la vez.
- ¡Madre mía, esto está llenísimo! No esperaba tanta gente el primer día... -dijo Alma a la vez que dejaba el bolso sobre la silla- ¿Dónde están Agnetha y Shun?
- Shun ha ido a la biblioteca y Agnetha está en la cola, cogiendo algo para picar -explicó Yoko-. Ya he visto el verano que os habéis pegado, ¡qué suerte, Borneo!
- Sí, bueno, también estuvimos unos días en casa de mis abuelos...
- ¡Uh! Ahora sí que vais en serio, entonces. La verdad es que en las fotos se os ve súper enamorados, sobre todo en esta de aquí -señaló en su móvil una del último día en Borneo, en la que ella estaba sentada sobre las rodillas de Shun, los dos vestidos de blanco y sonriendo a la cámara-. Por cierto, he visto a tu amiga Saori en las fotos, ¿cómo es eso?
- Para mí también fue una sorpresa, resulta que los chicos y ella se conocen desde niños. ¡Qué pequeño es el mundo! ¿Verdad?
- Mucho, sí. ¿Y cómo fue la reconciliación? Quiero todos los detalles, incluidos los sucios que me impedirán volver a mirar a Shun a la cara... -inquirió Yoko, apuntándola con un bolígrafo.
- Bueno, pues a principios de verano tuvimos tiempo de sentarnos sin malos rollos y aclarar todo...
- ¿Aclarar qué? ¿De qué habláis? -Shun llegó en aquel momento, abrazó a Alma por detrás y le besó la mejilla, guiñando un ojo a Yoko.
- Alma va a contarme cómo os reconciliasteis, ya que tú no sueltas prenda, sinvergüenza.
- Es que eres muy cotilla, Yoko, son cosas privadas -la reprendió él, con una sonrisa.
- Vale, lo que digas, pero -cambió el foco a Alma- tú sigue contándome cómo...
- ¿Qué es lo que hay que contar? -con una bandeja llena de galletas de chocolate, Agnetha se sentó junto a ellos- ¡Alma! ¡Te echaba de menos!
- ¡La reconciliación de estos dos! ¡Dios! ¡No hay quien se entere de nada! -Yoko, exasperada, rompió una galleta en trozos y bombardeó con ellos a sus amigos, que se parapetaron detrás de las carpetas entre risas.
- A ver, el resumen es que estuvimos hablando y Shun se dio cuenta de que soy irresistible y necesitaba estar conmigo -concretó Alma, todavía riendo.
- Vale, entonces, ¿por qué lo habíais dejado? Os tirasteis un semestre entero penando por los pasillos...
- Eso fue culpa mía -dijo Shun, tocándose la nuca-; había algunas cosas de mi pasado que no quería que nadie supiese y me agobié, así que dejé a Alma por temor a que se enterase. Súper maduro por mi parte...
- ¿Y esas cosas ahora ya se pueden saber? -Yoko estaba decidida a no soltar la presa.
- Realmente no hay tanto que contar... Shun es un superhéroe con poderes que escapan a nuestra comprensión y tiene una armadura en el armario... Pero no le gusta hablar del tema, para poder pasar inadvertido.
- ¡Mola! ¿Vas a ir a alguna convención de frikis?
- ¡Enseña fotos cuando te la pongas!
- Joder, muñequita, ¿cómo se te ocurre decirles la verdad de golpe? -murmuró él, sonrojado, mientras todas se reían.
- Y ahora, contadnos qué tal vuestro verano, sé que alguien ha estado en Costa Rica y no quiero señalar... -cambió de tema Alma.
- ¡Oh! ¡Costa Rica es lo mejor! ¿Habéis visto las fotos que subí?
- Pero ¿qué has hecho? ¿Sabes la turra que nos ha dado toda la mañana en clase con sus vacaciones? -se lamentó Agnetha- Claro, como tú sigues en el turno de tarde...
- Alguna ventaja debía tener... -respondió Alma, entre risas, mientras mordisqueaba una galleta.
- Por cierto, ¿vas a pedir el cambio?
- No, estoy fuera de plazo, pero cuento con volver al turno de mañana el curso que viene para que podamos juntarnos de nuevo.
- Por cierto, Yoko, ya que quieres salsa -interrumpió Shun-, ¿sabes quiénes se casan?
- ¿Vosotros? -Yoko se llevó las manos a la frente, dibujando una perfecta "o" de pasmo con los labios.
- ¡Pero qué dices! ¡Shiryu y Shunrei!
- ¿En serio? ¡Cuéntame todo!
- ¿Ves, muñequita? Esto es un cambio de tema bien traído -se pavoneó él en su oído.
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