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3. Es real...


—Soy Drew Rogers. —contesta automáticamente causando que mi corazón se vuelva un puñete. Aún me estaba aferrando a la teoría de que el Director Adams se haya equivocado y que su verdadero nombre sea algo cómo... Driumer Rogelio. Pero después de escucharla pronunciar aquel nombre simplemente me creaba más incertidumbres de la que ya tenía. — ¿Y tú?

—Andrew Anders... dime Andy—me encojo de hombros exageradamente.

—¿Puedo preguntarte algo, Andy?

Asiento.

—¿Por qué me miras cómo si estuvieras viendo a un fantasma? Te ves espantado.

—No estoy asustado, es sólo que estoy... algo enfermo —Creo que aquella es la peor excusa que he dado en años.

De pronto, algo se me ocurre. Sé que sonará estúpido pero... si esta es la verdadera Drew Rogers, entonces sabrá responder a la pregunta y si no, pues todo será una coincidencia y podré vivir en paz—¿Puedo hacerte una pregunta... Drew? —me cuesta llamarla así.

—Claro.

—¿Qué es que si no hay, se ve, si hay poca, también se ve y si hay mucha no se ve? —me cruzo de brazos seguro de que no sabrá responder.

—La oscuridad. —Ahora ella se cruza de brazos, deja su peso sobre una pierna y sonríe de lado con confianza. —¿Con que preguntas capciosas, eh? Te advierto que soy toda una experta en eso.

No puede ser, no puede ser... ¡No puede ser! ¡Sólo alguien cómo la verdadera Drew Rogers podría responder tan ágilmente a preguntas capciosas cómo esas! ¿Cómo es posible? Nadie más podría responder con tanta velocidad. Necesito encontrar una teoría lógica para esto. ¡Ahora! Veamos, las únicas personas que saben sobre la existencia de Drew son Rudie y...

Jim.

Al instante me llevo una mano a la cabeza mientras todo cobra sentido. Estoy seguro que el culpable de todo esto es él. Debo admitir que el miserable de Jim Jagger posee una mente macabra y podría ser capaz de idear las más crueles bromas del mundo.... cómo esta.

Rudie es la única que se ha leído "Imperfecta" por completo, así que ella y yo conocemos cada uno de los detalles de Drew Rogers. Rudie, le narra verbalmente al vil gusano de su novio toda la historia. Por lo tanto, podemos decir que Jim también conoce a Drew. Jim planeó todo esto con un poco de ayuda de su novia. No tengo idea cómo, pero Jim ha logrado contratar a una actriz para jugarme una broma. Estoy seguro. Es la única explicación lógica y razonable que encuentro hasta el momento.

Entrecierro los ojos mientras estudio a la chica frente a mí, no luce cómo una actriz, pero supongo que de eso se trata.

—Vale, de acuerdo. Ya entiendo que es lo que está sucediendo. Dejemos esta farsa y seamos sinceros. ¿Quién eres?

Frunze el entrecejo mientras me lanza una mirada de confusión (0bviamente fingida).

—¿De qué hablas?

—Oh vamos, tú y yo sabemos de qué hablo.

—No tengo ni idea. —niega con la cabeza.

Me inclino un poco y comienzo a susurrar cerca de ella—Ya sé que eres una actriz. No tienes por qué seguir fingiendo.

Ella se aparta de mí—¿Actriz? ¿Estás loco?

Suelto un resoplido—Sé que estás metida en el papel de Drew Rogers y todo eso. —pongo los ojos en blanco—Pero ya no es necesario. Te descubrí.

Ella suelta un jadeo sordo mientras parpadea seguidas veces con indignación—¿Podrías ser claro?

—Sé que no eres Drew Rogers. ¿Acaso Jim Jagger te contrato para esto?

Juro que en estos instantes la chica me observa cómo si le estuviera hablando en otro idioma. Sus cejas se alzan, sus labios se fruncen junto a sus pómulos y su nariz se arruga. La expresión es algo graciosa pero contengo una sonrisa, para hacerle saber que estoy hablando enserio.

Niega con la cabeza una vez más mientras me observa de pies a cabeza—Mira... Andy. No estoy segura de lo que me estás diciendo. Yo soy Drew Rogers y no soy una... ¿actriz? Ni tampoco sé por qué dices que lo soy—afirma con seguridad—No conozco a ningún... ¿Jim Jagger? La verdad, es que eres algo raro y... me estás asustando. Lo mejor serás que me vaya de una vez por todas.

—¡No! ¡Espera! Yo... solo estoy algo confundido.

—¿Sobre qué?

—No lo entenderías—bajo la mirada. —¿Cómo llegaste a West Point Grey? Dices que estás perdida ¿No?

—Ese es el meollo de todo esto. Ayer estaba en Chicago con mi familia. Cayó la noche así que me fui a mi habitación a dormir y de pronto... desperté de un autobús escolar—utiliza un tono de incredulidad—Y ahora me encuentro en... ¡Canadá! —Exclama—Esto es una locura. No recuerdo haber tomado un avión, ni siquiera tengo maletas. No tengo pasaporte, ni registro, absolutamente nada. Solo este inservible morral con un montón de libros inservibles—señala el morral que lleva en hombros —El autobús me dejo frente a este Instituto y allí el Director Adams me recibió y me explicó que era su nueva estudiante de intercambio. Estaba asustada por lo que decidí seguirle la corriente y ahora me encuentro aquí. Sin rumbo alguno. ¿Loco, no?

—¿Estás diciendo que despertaste en un autobús, en un país diferente, sin tener noción de lo que había sucedido? —entrecierro mis ojos sin creérmelo por completo.

—Exacto—asiente convencida.

—Imposible—niego con la cabeza—No tiene sentido.

—Lo mismo digo... pero es la verdad

—¿Enserio no conoces a Jim o a Rudie? —vuelvo a preguntar, intentando asegurarme que la teoría de la "Actriz" es falsa.

Lo que ella acaba de decirme es algo totalmente absurdo, pero su rostro muestra una pizca de sinceridad. Estoy confundido. No sé si creerle a ella o a mi instinto.

—No, soy nueva aquí y con el único que he hablado es con chico extraño que me mira cómo si fuera un adefesio y me tacha de actriz—suelta con sarcasmo.

Sonrío con timidez, culpable—Lo siento—me encojo de hombros—¿Qué tal si empezamos de nuevo?

—De acuerdo.

—Soy Andy—le extiendo mi mano y ella la toma. Siento su frágil y seca piel bajos mis dedos.

—Drew Rogers— dice mientras agitamos nuestras manos en saludo.

Vuelvo a sentir el puñetazo en el corazón por segunda vez.

Mientras sostengo su mano, puedo observar en ella muchas características. Cómo el hecho de que en estos instante las tiene sudadas y el borde de las uñas mordisqueado. Aunque no lo crean, las manos de Drew contienen gran parte de sus características. Hay una manera de asegurarme por completo que esta chica qué está frente a mí, sea el personaje ficticio que yo he creado. Drew lleva un pequeño tatuaje de un tulipán en su muñeca izquierda y tiene una diminuta mancha de nacimiento en forma de galleta en su meñique en la misma mano.

Desafortunadamente, estoy sosteniendo su mano derecha. Tomo todo el valor posible, me lleno de aire y me dispongo a tomar su mano izquierda. Ella frunce el ceño al ver el intercambio de manos, pero cede, dándome acceso a su muñeca.

Mi corazón se detiene durante unos segundos al ver el pequeño tulipán. Deslizo mi dedo índice desde la palma de su mano hasta el dibujo sobre su traslúcida vena que contrasta contra su pálida piel, acaricio la flor seguidas veces comprobando que sea real. Tomo su dedo meñique y entonces me doy cuenta de que la chica que está frente a mi...

Es un personaje ficticio salido de un libro. Pero no cualquier libro... un libro que yo he creado.

¡Tiene la asquerosa mancha de nacimiento en forma de galleta! Esto ya no tiene sentido. O quizás sí, o quizás estoy alucinando, o quizás estoy atrapado dentro de la Matrix en otra dimensión, o quizás... ¡Maldición! Esta chica es sin duda Drew Rogers... mi Drew Rogers. Súbitamente, el recuerdo de yo lanzando el avión de papel por la ventana de mi habitación regresa a mi mente. Abuela Nany es la culpable de esto. No estaba loca después de todo.

Lo hice, logré sacar a un personaje ficticio de un libro cómo ella dijo. Esto va en contra de cualquier ley física, explicación biológica, teoría cuántica o lo que sea que se supone que separa a la realidad de lo ficticio. ¿Pero cómo es posible? Debe haber alguna explicación... o quizás no. ¿Por qué siempre intentamos buscarle la explicación a todo? ¿Por qué no simplemente nos conformamos con lo que tenemos frente a nuestros ojos? ¿Es tanta la curiosidad? Me encuentro frustrado en estos instantes. Estoy seguro de que esta chica es Drew Rogers... pero no entiendo cómo y necesito saberlo.

—Andy, estás pálido—interrumpe en mis pensamientos. Levanto la mirada para observarla a directamente a los ojos—¿Te sucede algo? ¿Estás bien? —entrecierra los párpados intentando descifrar mi expresión. Me doy cuenta de que aún sostengo su muñeca con fuerza así que la suelto y retrocedo trastabillante.

—Sí, estoy bien—asiento mientras me llevo una mano a la cabeza—Me gusta tu tatuaje—hago un ademán hacia su brazo.

—¿Enserio? Me lo hice en...

—Deluxe Tatto Chicago... —decimos al unísono.

Dejo escapar una sonrisa. Esto es tan extraño pero a la vez gracioso. Yo la había llevado a ese lugar a tatuarse. Realmente no la "llevé", pero yo fui el que seleccioné esa tienda para que Drew se tatuara y con un par de letras y palabras ¡Cabum! Tatuaje realizado. Ella frunce la nariz nuevamente y alza una de sus cejas.

—Disculpa... ¿Acaso nos conocemos?

Mi sonrisa se ensancha—Humm, no lo creo— me doy golpecitos en la barbilla mientras finjo meditarlo. De hecho la conozco en su totalidad ya que se supone que soy su "creador" y todo lo que ella es, es por mí causa. —Entonces dime, Drew. Me has dicho de que no tienes ni idea de cómo has llegado a Canadá, por lo tanto no tienes en dónde quedarte ¿Cierto?

Ella asiente—Cierto. No sé dónde pasaré la noche y tengo un poco de hambre—se acaricia el abdomen mientras hace una mueca—No tengo dinero... estoy desesperada... ¡No quiero ser una vagabunda!

De acuerdo, esto es mi culpa. Yo la traje aquí accidentalmente y yo debo hacerme cargo de ella. ¡Es mi personaje ficticio! Dios, aún no me cabe dentro de la cabeza que esté aquí. Vale, de acuerdo, debo concentrarme. ¿Qué se supone que haré con ella? No puedo dejarla abandonada por las calles de West Point Grey. Pero tampoco puedo llevarla a casa para que pase la noche. Eso sería de locos, comenzando por el hecho de que nadie sabe que escribo y de que he creado un personaje ficticio que ha cobrado vida.

—Descuida, no serás una vagabunda—me ajusto el morral al hombro—Te ayudaré.

Deja escapar una sonrisa de alivio.

Pienso durante unos segundos hasta que se me ocurre algo—Escúchame bien. Tienes que confiar en mí a partir de ahora. Sé que es algo difícil ya que somos completos desconocidos pero soy la única persona dispuesta ayudarte en toda la ciudad. ¿De acuerdo? —asiente —Bien. Ahora, necesito que te quedes aquí.

—¿Cómo?

Le doy la espalda y me inclino hacia mi bicicleta —Necesito ir a casa, a buscar algunas cosas. Veré si puedo pedirle el auto prestado a mis padres. Te llevaré con unos amigos que nos podrán ayudar—Me siento sobre el sillín y dejo caer un pie sobre el pedal.

Drew se coloca ambas manos en la cintura—¿Cómo puedo estar segura de que volverás y no me dejarás abandonada? —hace una mueca con los labios.

—Jamás lo haría. Pero si quieres asegurarte, toma—me quito el morral y se lo entrego. Ella lo sostiene entre sus brazos y lo acerca a su cuerpo—Allí está mi móvil, libros, útiles inservibles y cosas de valor. Si no estoy aquí en 20 minutos, estoy muerto. —afirmo y ella sonríe. —¿Estarás bien? No tienes de que preocuparte, vivo cerca—me arqueó y aferro mis manos a los manubrios. —No te muevas de aquí—le ordeno.

—Cómo si tuviera a dónde ir—bufa sonriente y yo le devuelvo el gesto.

Empiezo a pedalear lo más rápido posible. Alcanzo una velocidad tan grande que me siento cómo un ciclista profesional. Mis piernas se mueven a un ritmo sincronizado mientras el aire se estrella contra mi rostro y se cuela entre mi cabello. Mi pecho comienzo a agitarse, pero lo único que hago es aumentar la velocidad. No me detengo a observar nada durante el camino. Todo pasa junto a mí cómo una gran mancha borrosa de pintura en acuarelas. De pronto, me encuentro en el porche de mi casa. Lanzo la bicicleta a un lado y subo los escalones.

—¡Hola mamá! —grito al entrar.

—Hola, cariño. ¿Cómo estuvo tu di...

Corro escalones arriba y cierro la puerta de mi habitación con un estruendo, ignorando el saludo de mi madre. Muevo mi cabeza en todas las direcciones mientras recuerdo que vine a buscar. Me arrodillo sobre la alfombra y meto mi cabeza por debajo de la cama. Tanteo en medio de la oscuridad hasta que encuentro la cajeta de cartón. No me había percatado de que estaba transpirando cómo nunca. La arrastro fuera, hasta que quede expuesta a la luz. Observo la cajeta durante unos instantes hasta que tomo el valor y me dispongo a abrirla.

Encuentro algunos objetos antiguos y de mi infancia los cuales ignoro. Rebusco un poco más hasta que doy con mi objetivo. En el fondo de la cajeta se encuentra una carpeta llena de papeles en los que había escrito "Imperfecta" La obra está incompleta, por lo tanto no tiene un final exacto y nunca me preocupe en dárselo por qué se supone que no volvería a escribir. Tomo la carpeta entre mis manos y la acaricio suavemente, la había archivado hace un par de semanas pero ya estaba algo polvorienta.

De acuerdo, todos sabemos que en este siglo la tecnología está más desarrollada que nunca y los escritores actuales trabajan con una pantalla y un teclado. Pero lo cierto es, que yo, Andy Anders, soy un gran fanático de escribir a puño y letra. Me encanta tomar el bolígrafo entre mis manos y ver la tinta correr sobre el papel con mi muy mala caligrafía pero inigualable contenido. Me fascina crear los párrafos y tener la oportunidad de analizarlos. Siento la pasión correr por mis huellas dactilares hasta que me doy cuenta de que debo detenerme porque mi mano está totalmente entumecida. Entonces debo hacer ejercicios para la muñeca y esas cosas. Pero después de un tiempo me di cuenta de que no podía tenerlo solamente en papel, así que decidí empezar a transcribirlo a una computadora pero luego sucedió lo de Abuela Nany y lo dejé a medias.

Tomo la tapa de la carpeta y la levanto para revelar el contenido.

Pero me quedo estupefacto al darme cuenta de que ya no hay contenido.

Había venido por estos papeles para darle un par de leídas y recordar más datos sobre Drew. Además, tenía pensado mostrárselos a Rudie y a Jim para que se dieran cuenta de que todo lo que había escrito se había vuelto realidad por así decir. Pero ahora, no hay absolutamente nada.

Alrededor de 210 páginas en la que semanas atrás se encontraba plasmada mi horrenda caligrafía, ahora están en blanco. Paso a la siguiente y está igual que la primera. Vacía. Sé que no estoy loco, nadie guardaría tantas páginas en blanco sin razón. ¿Pero a dónde han ido mis letras? ¿Por qué ya no hay nada? Esperen... se supone que Drew Rogers está en el mundo real y ahora ella también lo es. Eso implica que todo lo que he escrito se ha vuelto real.

Esto simplemente es la confirmación de que Drew Rogers, ha dejado de ser un personaje ficticio... para convertirse en uno más de nosotros.

Mis letras han desaparecido y ahora ella ha aparecido.

Vaya, esto es de locos.

Recuesto mi espalda a la alfombra y observo el techo de mi habitación mientras una sonrisa cruza mi rostro.

Drew Rogers es real...

—Drew Rogers es real...—susurro para mí mismo.

Me coloco de pie y empiezo a buscar mi portátil hasta que lo encuentro debajo de mi almohada. Lo abro y empiezo a buscar entre mis archivos, el documento en dónde había transcrito "Imperfecta" y no me sorprendo al encontrarlo igual de vacío que todos mis papeles. Esto podría ser un simple error de máquina y que por accidente se haya borrado. Pero sería absurdo pensar eso teniendo como prueba el bloque de páginas en blanco y una Drew real.

Busco un morral, meto el portátil y las páginas blancas, cierro la cremallera y me lo hecho al hombro. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras en saltos. Entro en la cocina en dónde está mamá y entonces intento regular mi respiración para no parecer tan desesperado. Ella está picando vegetales creando un leve estruendo cada vez que el cuchillo aterriza contra la tabla y descuartiza un apio.

—¿Qué te sucede, Andy? —me da una mirada de soslayo y vuelve a lo suyo.

Rodeo la isla, me acerco al refrigerador y tomo el cartón de un jugo de naranja, me sirvo un poco en un vaso y bebo para disimular mis ansias.

—¿Me podrías prestar el auto? —voy directo al grano, no podía seguir perdiendo tiempo.

—¿El auto? ¿Para qué? Tienes tu bicicleta. ¿A dónde vas? —deja el cuchillo a un lado, gira sobre sus talones para recostar su espalda a la encimera y se cruza de brazos

—Debo ir a casa de Jim a terminar un trabajo de Ciencias, necesitamos ir al supermercado a comprar algunas cosas para completar el experimento que tenemos que realizar y para eso necesito el auto. Debemos entregarlo mañana y estamos algo preocupados. ¿Puedo usarlo? — uso un discreto tono suplicante. La mentira me sale con tanta fluidez y seguridad que incluso a mí mismo me sorprende.

Mamá me mira directo a los ojos y yo solo me dedico a mordisquearme la uña del dedo índice mientras le regreso la mirada suplicante.

—De acuerdo, pero te quedarás a cenar.

—La Sra. Jagger ya me invitó a cenar, mamá. No te preocupes por eso. Gracias, te amo—me acerco y deposito un rápido beso sobre su mejilla.

—Ten cuidado, cariño. No compres cerveza y si lo haces, ni se te ocurra manejar. —me acaricia la espalda.

—Tengo 17. Nadie me vendería cerveza—ruedo los ojos. —Estaré de vuelta en unas horas, no me esperes.

—Soy tu madre, esperaré si quiero.

Sonrío—De acuerdo, te veo ahora.

Salgo de la cocina y tomo las llaves que se encuentran en la esquinera. Bajo el porche y me doy cuenta de que el sol ha empezado a caer, dando paso a una guerra entre el atardecer y el crepúsculo. Me dirijo hacia el garaje en dónde se encuentra la camioneta 4Runner familiar. Desactivo la alarma y me deslizo dentro del asiento del conductor, lanzo el morral hacia la parte trasera y aferro mis manos al volante. En un par de pasos enciendo la camioneta y la pongo en marcha. No suelo conducir muy seguido. Conseguí mi licencia el año pasado pero mamá sólo me deja conducir cuando es algo sumamente urgente. Me sorprende que esta vez haya accedido sin tantos rodeos.

Detengo el auto cuando estoy justo en frente a los estacionamientos del Instituto. Miro a través del parabrisas y siento un mal presentimiento al no verla por ningún lado. Pasan algunos segundos y creo que incluso hasta minutos sin ver señal de vida por los estacionamientos. ¿Si todo fue una mentira? ¿Y si realmente me estoy volviendo paranoico y todo lo que sucedió fue producto de mi imaginación? ¿Y si Drew Rogers no es real cómo creí? ¿Y si...

—Hola—la puerta del copiloto se abre y la chica de rizos salvajes entra. —Siento haber tardado, estaba buscando un lugar en dónde hacer pi. — se encoje de hombros.

—¿Hiciste pi en la calle?

—Claro que no, no soy una animal. ¡Necesito un baño urgente! —se cruza de piernas y se coloca el cinturón de seguridad.

De acuerdo, tenía 3 misiones hasta el momento.

1. Llevar a Drew al baño, para que haga pi.

2. Convencer a Rudie y a Jim de que la chica que está junto a mi es Drew Rogers.

3. Conseguir un lugar para que Drew pase la noche.

Quizás esto no sea Misión Imposible, protagonizada por Tom Cruise. Pero quizás esto sea lo más cerca que esté de sentirme así.



#LecciónDelDía: Siempre lleva a tu personaje ficticio a hacer pi, ¡SÉ RESPONSABLE!

Tatuaje del Tulipán de Drew.


He visto algunos comentarios  en los que me dicen que quieren imaginarse a Drew cómo Cara Delevinge o Barbara Palvin u otro montón de actrices extra guapas y casi "Perfectas" (No tengo nada en contra de eso, las adoro)  Algunos me reclaman porqué no le puse cara a Drew, pero todo tiene un próposito o razón de ser.  Lo más recomendable es que esfuerzen un poco su mente e intenten ustedes darle ese rostro a Drew, no traten de reencarnarla en una actriz. Lo peor que podrían hacerme es imaginarse a Drew como una de esas  chicas, en cierto modo me ofenden.  Recuerden que Drew es "Imperfecta" y las actrices u modelos son parte del Industria Comercial que siempre itenta darnos esterotipos de perfección.  Drew no está aquí para que ustedes envidien su vida, Drew está aquí para sentirnos identificados.

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