(8) Andrés el exhibicionista (+18)
Narra Mauricio
Entré al apartamento de Andrés, todo me parecía muy familiar, el olor, la vista, el sillón negro enfrente de la televisión, extrañamente me sentía en casa. Dejé mi mochila sobre el sillón y fui a abrazar a mi novio por la cintura para verlo directamente a la cara, estando con él realmente me sentía tan feliz, ¿Cómo es que mis padres no lo entendían? ¿Cómo es que pensaron que les estaba bromeando cuando les dije que soy gay?
—Mis padres fueron a un viaje a la playa, —comenzó a decirme Andrés, observé sus ojos negros—¿sabías que no me invitaron al viaje solo porque cuando fui con tu familia no los invité?
Él rió divertido y yo me sentí celoso de la relación que tenía con sus padres, parecían llevarse tan bien. Sus padres estaban tan cómodos con su hijo gay y siendo tal cual era. Suspiré.
—Lindura, tus padres lo entenderán eventualmente, solo ten paciencia. —me dijo mientras sostenía mi barbilla, vi fijamente sus labios— si creyeran que hay algo realmente malo entre nosotros no te dejarían seguir viniendo a mi casa.
—¿Crees eso? estoy casi seguro de que ellos solo me dejaron venir porque creen que si paso más tiempo contigo me daré cuenta que estoy equivocado y que realmente siempre me ha gustado Lili -le expliqué y lo vi negar. Me sujeto de la cintura pegándome más a él.
—Y ¿te gusta Lili? o ¿quieres más de mí?
—Solo te quiero a ti.
Seguía sosteniéndome de la barbilla así que solo acercó mi cara a la suya y unió nuestros labios. Tener sus labios sobre los míos, sentir la humedad de su saliva y sus manos sobre mi cuerpo se sentían tan bien y, de nuevo, me sentí como en casa, sentía como si todo siempre debió ser así, yo junto a él. Nos dejamos llevar por el beso y terminamos sobre el sillón negro, Andrés sentado en él y yo sentado sobre sus piernas; también se había quitado su camisa, ahora podía ver claramente su abdomen y sus fuertes brazos.
—¿Quieres ver una película? —me dijo de la nada dejando de besarme y acariciando suavemente mi cara— yo voy a cocinar algo. Hay que comer antes de hacer ejercicio o nos podemos desmayar.
Yo solo asentí, me separé de él sentándome sobre el sillón y lo vi irse tranquilamente a la cocina. No podía quitarle los ojos de encima, pero es que ni siquiera lo había intentado, siempre lo veía. ¿Cómo es que cada vez me parecía más atractivo?
No paso mucho tiempo antes de que se acercara a tomar su camisa y volvio a ponérsela.
—¿Puedo ayudarte a cocinar? -pregunté sintiéndome como si me faltara el aire al verlo— ¿Qué vas a cocinar?
—Voy a hacer una pasta y cocinar un filete res, también voy a calentar unas verduras que tengo en el refri —me contestó riendo al final y no entendí porque reía.
—¿De qué te ríes?
—"Ojalá las verduras pudieran cocinarse con lo caliente que eres", eso pensé. No estaba seguro de si decirlo en voz alta, pero ¿qué opinas? —me observó fijamente mientras levantaba una ceja y sentí que mis mejillas estaban ardiendo.
—Tú-... tú eres más caliente —tartamudeé y mi novio sonrió.
—Ojalá la comida se cocinara con lo calientes que somos, pero no es así, así que ven vamos a la cocina, lindura.
Mientras él asaba la carne, yo estaba teniendo una espera infinita para que el agua hirviera. Andrés me observó y sonrió de una forma linda, me gustaba tanto cuando sonreía así. Cuando dejé de verlo vi que el agua por fin estaba hirviendo y puse la sopa a coser.
—Hay algo que he querido hablar contigo desde hace mucho, lindura... —comenzó a decirme serio y con un tono de voz más bajo de lo normal— es solo que no sé qué piensas de eso...
Nunca lo había visto actuar de esa forma, me sentí preocupado, ¿que podría ser eso que lo ponía tan pensativo y con esa expresión triste? No le dije nada, solo esperé a que continuara.
—Lindura, ¿Qué piensas del yo de antes? ¿Eso es algo que te preocupa?, ¿es algo en lo que piensas mucho?
—¿Tu "yo de antes"?...
Solté esa frase solo para mostrarle que estaba pensando en una respuesta para sus preguntas. Ahora sabía que se refería a esa época en la que salía con muchos chicos y disfrutaba del sexo casual. Desde que salimos nunca habíamos hablado de eso, yo apenas y lo había pensado, así que no sabía que era algo lo que él pensaba constantemente.
—No es algo en lo piense en realidad, sé que antes salías con chicos solo para tener sexo, pero durante todo el tiempo que hemos salido no me has dado razones para que me preocupe o algo. Siempre he creído que si hacías esas cosas era porque no estabas en una relación y que te tomas muy seriamente el ser mi novio... ¿pero es algo que te preocupa a ti?
—Todos creen que eres muy despistado, pero, es justo es eso, he tomado nuestra relación en serio desde el principio —me contestó— solo me preocupaba que tú te sintieras inseguro en esta relación por eso. —suspiró— Ahora puedo estar más tranquilo.
Era extraño, sentía como si se me hubiera quitado un peso de encima que no sabía que tenía, Andrés ahora parecía tan relajado y no sabía que realmente necesitábamos hablar de eso ahora. Lo observé cocinando la carne y sentía que nos habíamos unido más. ¿Cómo es que una sola platica de menos de diez minutos podía unir tanto a dos personas? ¿Es porque hablamos de lo que sentimos con respecto a algo que nos afectaba los dos? Mi novio me observó y ambos sonreímos, no quería separarme de él nunca.
Terminamos de cocinar entre risas y bromas para luego ir a la sala a comer mientras veíamos una película. Yo apenas y estaba prestando atención a lo que pasaba, porque me había concentrado mucho en ver el perfil de mi novio mientras comía. ¿Cómo es que su mandíbula...?
—¿Pasa algo? —me preguntó cuando se dio cuenta de que lo veía fijamente, negué.
—No es nada... —dejé de verlo y sentí mis mejillas arder, me sentía avergonzado— es que me gustas mucho.
Sentí una de sus manos acariciando suavemente mi cabello.
—También me gustas mucho, Lindura, pero deberías comer antes de que se enfrié y dejar de verme de esa manera, das miedo, siento como si te fueras a lanzar encima de mí —comentó bromeando.
—Quizá es porque eso quiero hacer —agregué sin verlo todavía.
—Bueno si quieres tener la fuerza para vencerme, deberías comer.
No me sorprendía saber que Andrés me tratará de esta forma, siempre lo hace cuando vengo a su casa, estaba atento a que comiera bien y a que me sintiera cómodo. Se comporta como un buen anfitrión, siempre he creído que es porque vive solo y el cuida de sí mismo desde hace tiempo. Y me gusta saber que también se preocupa por cuidar de mí. Comencé a comer antes de que me lo dijera otra vez.
—Bien, voy a ir a bañarme, —habló Andrés unos minutos después de que ambos terminamos de comer— hace rato estuve haciendo ejercicio y, ya sabes, creo que necesito bañarme, antes de... —no terminó la frase solo nos señalo a los dos, sabia a lo que se refería.
Aunque no creía que él necesitara un baño y todavía no terminaba la película, solo asentí sin decirle nada. Se levantó del sillón y pasó por delante de mí para ir a su habitación, y mientras se iba no pude evitar ver su espalda y trasero, tenía ganas de detenerlo y tocarlo por todos lados, pero solo vi como desaparecía por la puerta de su habitación. Suspiré al sentir que me faltaba el aire.
Me quedé en el sillón por quien sabe cuántos minutos, no viendo la película, sino pensando en mi novio y en lo mucho que me atraía. ¿Cómo es que puede provocar tanto en mi con solo existir? Paré la película, apagué la tele y caminé a la habitación de mi novio, quería esperarlo mejor en su cama. Escuché como el agua de la ducha corría y ni siquiera tuve que imaginármelo bañándose porque cuando voltee a ver al baño la puerta estaba abierta y pude ver a Andrés bañándose, ¿es acaso un exhibicionista? No lo sé, pero es aún más sensual sin ropa, su abdomen marcado, sus muslos, el agua recorriendo su piel blanca y las gotas que permanecían en su cabello mojado. Me quedé observando unos minutos, hasta que vi que estaba cerrando el agua. Entonces mis mejillas ardieron y me di cuenta de que tenía una erección.
Llegué lo más rápido que puede a la cama, aunque mi erección no me permitía moverme muy bien. Mis mejillas estaban tan calientes y no sabía como anticiparme a lo iba a pasar, aunque ya sabía que iba a pasar. Traté de actuar lo más normal posible, pero me sentía muy nervioso por alguna extraña razón, no era que no haya visto antes desnudo a Andrés, pero...
—Hey, ya estás aquí, creí que aún estabas en la sala. —se acerco a mí, solo traía un bóxer, no pude evitar morder mi labio— ¿Qué te pasa lindura?, tienes esa cara otra vez.
—E-estaba pensando en mis padres, en su reacción, ¿Por qué creen que mentiría?
—Mientes. No tienes tu cara de: "oh mis padres no me comprenden", tienes la cara de: "Estoy pensando cosas indebidas con Andrés" —habló, sentí que había leído mis pensamientos, pero ¿no estaba siendo muy obvio? mis mejillas de seguro estaban muy rojas. Tocó mi cabello.
Yo solo lo observé a los ojos, quería lanzarme a él y besarlo profundamente, lo tomé de la cara.
—Andrés, tu... a ti —estaba poniéndome nervioso otra vez, observé sus ojos negros, ¿Cómo es posible que sea tan guapo?— ¿podemos tener sexo?
—Oye, lindura, ¿Qué pasa, por qué pareces tan...? Ah, ya sé, me viste mientras me estaba bañando, acosador —expresó con esa mirada seductora, lo abracé por el cuello cercándome más a él. Estoy seguro de que quería que pasara esto.
Pasó sus manos por debajo de mi playera tocando mi espalda. Me gustaba tanto cuando me seducía así, quería que no se detuviera nunca y tener sus manos sobre mí siempre. Comencé a besarlo en los labios y luego en el cuello.
—Te lastimarás sino liberas la tensión en tus pantalones, déjame ayudar.
Andrés acaricio mi erección por encima de mi pantalón para luego desabrocharlo. Siguió besándome hasta que me quitó la playera. Después se sentó en la cama recargándose en la cabecera, me quité al pantalón quedándome en bóxers antes de ir a sentarme sobre sus piernas. Nos besamos y en un momento mordí uno de sus labios, luego se separó y lamió mi cuello, me hizo sentir más excitado. Ambos nos movimos para quitarnos la ropa que aún nos quedaba y vi la erección de mi novio que luego, cuando me acerqué a Andrés sujeté con una de mis manos y él hacía lo mismo con la mía. Nos volvimos a besar mientras masturbamos al otro al mismo tiempo.
—Andrés... hazlo más rápido, por favor —gemí después de un tiempo, se sentía que eyacularía pronto, y mi novio no lo decía pero estoy seguro que también lo haría pronto. Yo también moví mi mano más rápido.
Él terminó primero y yo lo seguí después de un corto tiempo. Todavía sentía mis mejillas rojas y me sentí cansado y relajado, observé mi novio tenía una respiración rápida y un leve toque rosa en sus mejillas. Sonreí. Me gustaba tanto, lo amaba tanto. Andrés me besó de nuevo, yo lo abrace, al estar más cerca pude darme cuenta que ambos teníamos que limpiarnos el semen de nuestro abdomen, tal vez bañarnos. Mi novio tendría que bañarse otra vez.
Hola^-^/, ¿Como están?
Hoy les traigo un nuevo relato de esta historia. Estuve debatiéndome solo que clasificación ponerle a este capitulo, pues como leyeron en la parte final tiene una escena de sexo, pero aunque no me parece tan explicita opte por ponerle "+18", ¿Qué opinan?
Y, ¿que opinan del relato? ¿les gustó?
En la primera versión se enfoca mas en la escena del final, pero quería mencionar al respecto de algunos temas que se mencionaron en relatos anteriores, espero que no les parezca mal.
Sin más, nos leemos luego y gracias por leer^-^/
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