Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(6) Sueño de Andrés

Narra Andrés

El ambiente es tan frio, los únicos colores del mundo son el blanco y el negro, todo se ve tan triste, las personas son grises, nadie sonríe, nadie se divierte. Todo se ve tan apagado y las personas son tan monótonas, no tienen ninguna expresión en sus rostros, y, el cielo con esas nubes eternas, no ayuda a tener tan siquiera un poco de calidez.

Cuando camino por la calle los chicos se me quedan viendo, no es mi culpa ser tan atractivo; los observo de vuelta y se acercan para pedirme que tenga sexo con ellos, ¿acaso tengo la opción de ignorarlos? Suspiro, cualquier cosa que me haga sentir algo que no sea tristeza o aburrimiento es digna de hacerse. No es que me importe mucho en realidad. Hago esto con todos los chicos que quieren, porque todos ellos tienen cuerpos tan excitantes y no me importa que no me llenen por completo, que no me generen ningún sentimiento hacia ellos, que sean incluso más grises que yo, porque no hay forma de que pueda empeorar su condición o que ellos puedan empeorar la mía.

Mientras camino de nuevo por la calle a distraerme un poco de todo, observo como las personas parecen incluso más monótonas y frías. No les presto atención, siempre es lo mismo...

La lluvia comienza a caer, suspiro pesadamente mientras abro mi paraguas. Avanzo por un par de calles, la lluvia ya comienza a formar pequeños charcos sobre el suelo y mientras observo el agua, me sorprendo al toparme con un chico, un chico que no parecía importarle la lluvia en lo absoluto, pues, en vez de cubrirse de ella, estaba saltando en los charcos empapándose completamente. Aunque eso no era lo que más me sorprendía, lo más sorprendente era que, por primera vez en toda mi vida, yo podía apreciar a alguien con colores brillantes sobre él y a alguien que pudiera expresar tanto con su cara. La calidez que emanaba de él era tan tranquilizadora.

Me acerqué curioso a aquel chico, con mucho cuidado para no asustarlo con mis tonos grises, se detuvo al verme. Y vi como sus ojos cafés brillaban con tanta intensidad y me observaban con admiración y con amor, era una forma en la que nunca antes nadie me había visto. Lo cubrí de la lluvia con mi sombrilla y él me abrazó mojando mi ropa. No solo era placentero verlo, sino que sentir su tacto cálido era como una bendición. Sonreí y le devolví al abrazo.

Al tenerlo entre mis brazos, tan cerca, sentí la necesidad de protegerlo, de cuidar aquel color brillante de su cuerpo, de cuidarlo de aquellas personas que están tan apagadas y sin expresión. Entonces, recuerdo que yo también soy como ellos, y comienzo a temer que podría contagiarlo y quitarle sus hermosos colores brillantes. Debería protegerlo de mí. Tengo que alejarme de este sorprendente chico si no quiero que termine mal.

Por primera vez no pienso solo en mí.

Me siento como si el aliento me faltará al ver que ese chico que tanto amo esta contagiándose de mi tonalidad gris y sus colores se está yendo poco a poco. Tengo que irme, tengo que protegerlo de mi, tengo que separarlo de todo aquello, para sea el chico feliz de siempre...

Me despierto con el corazón latiendo tan rápido que duele, hay un par de lágrimas sobre mis mejillas. Pero al sentir el cuerpo cálido de mi novio sobre mí, puedo tranquilizarme un poco, al darme cuenta de que solo fue un sueño. Una pesadilla.

Observó y acaricio suavemente el cabello café de Mauricio y escuchó la música de la película que aún no se acaba. Pienso en aquello que ha pasado por mi mente en los últimos días, soy alguien quien en el pasado ha disfrutado del sexo de una sola noche y de no tener ningún tipo de conexión con ningún chico; me pregunto si Mauricio lo sabe y qué tipo de cosas piensa al respecto, me pregunto si él no se siente incomodo sobre eso, si es que él piensa en que esto es solo un juego para mi, que solo estoy jugando con él. Espero que no, porque no es así.

—¿Qué pasa? —me pregunta el chico recostado sobre mi pecho sin verme. Se escuchaba como si acabara de despertarse también o como si estuviera adormilado.

—Nada, solo una pesadilla, pero me ha puesto a pensar, creo que hay algo que te tengo que preguntarte...

—Yo... no fue mi culpa te lo juro, es solo que Lili me dijo que lo hiciera, pero yo... lo lamento —Mau se había levantado rápidamente y me observaba preocupado.

Lo observé de vuelta, parecía como si fuera a llorar, ¿Qué habrá hecho ahora?, no creo que tenga nada que ver con lo que yo estaba pensando, de seguro que nada malo. Mi chico solo era tan expresivo y no podía mentir en lo absoluto. Es tan lindo.

—Lindura, no sé de que hablas, yo quería hablar de otra cosa, pero siempre delatas tus problemas, ahora dime, ¿qué pasó?

—Emm... yo no sabía qué hacer, no te enojes, por favor —estaba tartamudeando, ¿tan malo era?— yo... emm... yo...

—Oye lindura, de seguro que no es tan terrible, dime, te prometo que no me enojaré, ¿Qué puede ser tan malo? —lo tranquilicé volviendo acariciar su cabello.

Él lo pensó por unos minutos, pasó saliva y suspiró. Me contó que el día después de la fiesta que hicieron en su escuela se encontró una corbata en su cuarto, no sabía de quien era ni porque estaba ahí, ya que, de nuevo, había tomado mucho y olvidado momentáneamente lo que paso la noche anterior. Creyó que me había engañado con otro chico, así que Lili le dijo, un poco bromeando, que se deshiciera de aquella prueba y él lo hizo porque no podía pensar bien. Pero después se había enterado que no había pasado nada y que la corbata era mía.

¿Engañarme con otro chico? Lo observé, por la forma en la que me lo dijo, parecía que dudaba mas de él mismo que de mí. En realidad no sé porque me sorprendía, si así es mi novio. Siempre parece pensar en cómo se sienten las otras personas y en ver lo mejor de ellas. Pero eso no evitaba que me sintiera un poco inquieto.

Le dije que no había nada de qué preocuparse, que estaba bien, no estaba enojado de que se haya deshecho de mi corbata, pues yo tenía muchas corbatas iguales a esa, más que nada porque mi padre me da una en cada uno de mis cumpleaños.

Lo observé de nuevo y sonreía tan bonito que mi corazón comenzó a latir de una forma cálida. Mauricio era un chico lindo, a veces inocente, un chico que confiaba en mí. Yo apreciaba tanto esa confianza y no planeaba aprovecharme de eso, ni hacerle ningún tipo de daño. Él me estaba dando esa clase de confianza que no todas las personas dan y no iba a arruinarlo. Lo acerque de nuevo a mí, para abrazarlo y darle un corto beso en los labios.

—¿Y qué era lo que querías decirme? —me preguntó Mau, viéndome a los ojos.

—Sabes, no importa, estaba preocupado por la pesadilla, pero ahora solo quiero decir que te amo, lindura, ¿puedes entender eso? te amo —Le dije, él me vio y se acerco a mi boca a besarme mientras asentía.

—Yo también te amo Andrés. —me dijo después de besarme— y no te preocupes por tus pesadillas yo estoy aquí.

—De verdad eres una lindura, gracias por estar aquí. —lo abracé con más fuerza.

Hola^-^/, ¿Como están?

Solo vengo a preguntarles: ¿Les gusto este relato? ¿Que opinan de los sentimientos de Andrés?

Nos leemos luego :)

|/'|/

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro