Narra Andrés

Observaba a Mau mientras caminábamos en silencio por el parque, el sol comenzaba ocultarse y el cielo tenía un tono naranja. Se había formado el silencio luego de reír por una broma que yo había dicho. Mi novio se detuvo frente a un árbol para descansar y normalizar su respiración. Aún seguía riendo un poco y yo también.

—Me gustan mucho estos momentos, —me dijo y me acerqué más a él—, después de las clases de la universidad solo quiero descansar para siempre, pero al estar contigo solo siento tanta energía.

No le dije nada solo sonreí y asentí. Sus palabras derretían mi corazón y evitaban que pudiera pensar con claridad. Yo quería que este momento fuera eterno, esperaba poder estar siempre junto a él y esperaba que no tuviera que llevarlo a su casa pronto; no quería tener que volver a mi solitario departamento.

—Me gustas mucho, Andrés —habló Mau sacándome de mis pensamientos y me sentí confundido.

—¿A qué viene eso?... digo, también me gustas, Lindura, pero...

Solo se me quedó viendo con un ligero tono rosa en sus mejillas, no estoy seguro de lo que me iba a decir, yo tampoco completé mi oración, es solo que me perdí en su mirada, la forma en la que veía era como si fuera el mejor hombre del mundo, como si estuviera viendo a la mejor obra de arte, dios, este chico me volvía loco y no podía contener mis sentimientos a él, ni controlar mis acciones. Quizá era porque no lo quería ocultar nada. Y entonces me pregunté si mi mirada hacia él era de la misma forma, quería creer que sí, porque yo pensaba que Mau era el mejor y más atractivo chico del mundo.

—Eres un tonto, solo quería que supieras que me gustas, no tiene que haber un contexto específico para que me gustes. Solo me gustas, Drés.

—Espera, ¿me acabas de llamar Tonto?, ¿Quién te enseño a contestar de esa forma, Lindura?

—Mi novio... ¿Quién más? —el sonrojo de mi lindura se había vuelto más intenso cuando me contestó. Sonreí.

—¿Tú novio?, —volteé a ver detrás de él y luego detrás de mí, fingiendo buscar a su novio— ¿Dónde ese chico para decirle que no sea una mala influencia para mi lindura?

Lo volteé a ver y ambos reímos. También me gustaba el sonido de su risa, era una risa contagiosa, de esas risas que son más graciosas que el chiste en sí. Pero eso no quitaba el hecho de que gustaba mucho escucharla, esperaba que siempre riera y fuera así de feliz.

—Te juro que lo había visto por aquí... —agregó luego de un corto silencio viendo detrás de mí, su risa se había tranquilizado un poco— estaba justo ahí, no tengo idea a donde se fue.

—De seguro no esta tan guapo como yo... —hablé y volteé de nuevo detrás de mí— ¿Cómo un árbol podría serlo?

—Cierto, ahí está mi novio —habló mientras corría a abrazar al árbol del que estaba hablando.

A veces, Mau era tan impredecible y le gustaba hacer el ridículo, a veces, simplemente era tan tranquilo. Sonreí mientras lo observaba. Fui a pararme a su lado, había estado abrazando por un tiempo largo al árbol, extrañamente comenzaba a tenerle algo así como celos, quería que me abrazara a mí.

Me quedé observando unos segundos lo lindo que se veía recostado en el tronco del árbol antes de hablarle.

—Te van a picar las hormigas... —le hable serio para dejara de abrazarlo y me abrazara a mí.

—¿Dónde? Soy alérgico a las hormigas, dime que no son negras —dijo separándose del tronco y viéndose todo el cuerpo para ver si le habían picado.

Lo miré un poco preocupado y un poco sorprendido, me acababa de enterar de que era alérgico a las hormigas, yo lo había dicho de broma, pero ahora esperaba que no fuera verdad. Observé mejor el tronco no vi nada fuera de lo normal. Volví mi vista a mi novio, se veía preocupado... aunque ¿está mal que se vea tan sexy mientras se buscaba hormigas en su cuerpo? Hasta se levantó la playera azul que traía.

—Podría ayudarte a buscar, digo, si quieres.

—¿Por qué de repente eres tan pervertido? —se me quedo viendo aun con la playera arriba dejando ver su abdomen, a lo que mi novio se puso nervioso, se cubrió de nuevo y miro al suelo— estabas bromeando, ¿cierto?

—No sabía que eras alérgico, lindura, sino hubiera dicho otra cosa

—Entonces no hay hormigas —sonrió después de soltar un suspiro, negué con la cabeza, volteo a verme— todavía hay cosas que no sabes de mí... me pregunto qué cosas no sé todavía de ti...

—Pues no sabes que me dan celos los árboles —se me quedó viendo con una sonrisa en sus labios— no deberías abrazarlos por tanto tiempo. Mejor abrázame a mí, yo soy mejor que ellos... por lo menos, yo no tengo hormigas en ninguna época del año.

Aún con una sonrisa en su cara y riendo un poco, se acercó a mí, para rodear sus brazos en mi cintura y me dio un corto beso en los labios. Lo observe a los ojos y estaban tan brillantes.

—Es cierto que aún nos falta saber mucho sobre el otro —comencé a decirle— pero me gustas aun con tu forma tan impredecible de ser, aun con tu alergia a las hormigas y estoy seguro de que te querré aun con cualquier otra cosa que me enteré de ti. Te amo, lindura.

—Te amo, Andrés, yo también digo lo mismo —dijo con, sí, su característico sonrojo. Lo besé rápidamente.

—¿Es en serio solo copiar-pegar a lo que dije? —pregunté y me dio una risa nerviosa.

—Me quedaré a tu lado, aún a pesar de que me entere de cualquier cosa de ti.

—Sí, con eso estoy satisfecho, por ahora —lo separé un poco de mí para ver la hora en mi celular— tengo que llevarte a tu casa.

Caminamos de la mano hasta mi carro, era tan extraño caminar así con alguien, era tan extraño ser extremadamente cursi con alguien, pero, a Mau le gustaban tanto este tipo de cosas, y, no voy a mentir, extrañamente me gustaba como se sentía ser romántico con él. Mi corazón se derretía con tan solo tenerlo cerca.

Hola^-^/, ¿Cómo están?

Solo vengo a preguntarles: ¿Qué les pareció este relato? ¿Algo que decir al respecto?

Y, bueno, sin mas, gracias por leer y nos leemos luego :)

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