Sav y yo miramos ahora las estrellas acostados en un colchón en la vieja casa que en su momento, perteneció a mi ahora esposo, Rick Elliott-Savage
Él descansa sobre mi pecho desnudo, tal como todo aquel tiempo en que no sabíamos lo que sentíamos, pero esta vez todo está más que claro, es amor... El más puro que yo he vivido...

Mis dedos se enredan en sus rizos claros mientras siento su respiración, aún agitada en mi cuello, miro a mi esposo y recuerdo cada noche que pasamos juntos... Y pensar que toda nuestra historia de amor pasó por un calentón durante una borrachera?
Nos besamos, nos miramos a los ojos y Savvy me sonríe con esa preciosa alegría que emana constantemente... Joder, estoy casado con el ser más bello de la tierra.

Pensaba que no podría tenerlo nunca... Y ahí está, reposando sobre mi cuerpo, ambos únicamente cubiertos por una sábana blanca y el cuerpo del otro.

Ambos caemos en un profundo sueño, sabiendo las muchas noches que aún nos esperan, noches de caricias, de besos, noches de sexo, y noches simplemente descansando tranquilos junto al otro.

Lo único que yo se es que amo a Rick Elliott-Savage tanto como lo amé aquella noche del 93, cuando por accidente, descubrí lo mucho que lo necesitaba a él

-Amo cuando me cuentas nuestra historia Joe...

-Lo se precioso... Por eso lo hago...

Y con un beso de buenas noches, me despido de mi amado hasta la mañana siguiente.