Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 42: Confusión


Al principio me sorprendí, mi mente se colapsó sin saber bien qué estaba pasando, pero notar sus suaves y cálidos labios de nuevo me hizo perder la cordura. Pude volver a sentir su piercing frotando contra mis labios y su tan característico sabor gracias a los chicles que, por lo visto, no había dejado de utilizar. El beso fue uno lento, un beso tímido, un beso que, sin mucha acción, expresaba todas las palabras y emociones que sentíamos el uno por el otro.

En ningún momento este fue subiendo de tono ni paso más de lo que en realidad fue, una confesión. Una confesión que significaba todos los sentimientos que aún teníamos guardados y que no podíamos olvidar. Su mano seguía aguantando mi barbilla, mientras las mías arrugaban su camiseta al estar apoyadas en su pecho. Ese beso era cómo lo que había estado soñado desde hacía demasiado tiempo, tanto qué podría llamarlo sueño recurrente.

Pero entonces, volví a poner los pies en el suelo y me di cuenta de lo que estaba haciendo. De todo el daño que podía volver a ocasionar el simple hecho de volver a lo mismo de antes, o incluso a llevarlo más lejos. Se suponía que éramos ya adultos y que deberíamos ser más conscientes de nuestras acciones y de las consecuencias que estas podían provocar, entonces, ¿Por qué volvimos a caer enredados en las manos del otro? Nos comportábamos como verdaderos niños, y eso, en el fondo, me daba miedo. Miedo de romper aún más una familia que ya estaba rota por ese mismo problema, por ese mismo error. No podría volver a permitirme pasar por todo el daño y toda la tristeza que había tenido por culpa de eso, ni tampoco el ver como el hijo de unos amorosos padres se separaba aún más de la relación que tenía con estos.

Esos pensamientos fueron suficientes para distanciarme. Susurré de una manera que ni siquiera supe sí lo había escuchado un pequeño perdón y me fui corriendo del lugar, aterrada por los miles de pensamientos que tenía rondando por la cabeza en esos momentos.

Ese día, esa noche, ese beso, marcó un antes y un después en nuestra relación. Cómo si de un déjà vu se tratara, otra vez todo se volvió gris y mi felicidad volvió a quebrarse, tal y como pasó cuando él se fue. ¿Por qué tenía yo que sufrir por este amor prohibido? ¿Por qué no me enamoré de cualquier otra persona que pasaba por la calle?

Por suerte, no todo fue igual que cuando él se fue, pues mi número de amigos había aumentado, y ellos habían significado para mi todo aquel soporte que necesitaba. Por lo que, aunque los días fueran grises, no lo eran tanto como antes. Pero todo seguía siendo raro, ya no era lo mismo. El tener que estar constantemente evitando a Max para simplemente no volver a caer en la tentación eran demasiado para mi pobre corazón. Esas noches en las cuales me sentía demasiado vacía y rodeada de nada volvieron a suceder, volvieron a resurgir en mi vida. A veces Max hacía lo mismo, me ignoraba siempre que podía, y aunque los dos estábamos actuando igual, nos dolía ver cómo el otro nos ignoraba. Al fin y al cabo, no dejábamos de ser almas perdidas enamoradas de alguien a quien no podíamos amar.

Pasaba las noches llorando y pensando en por qué no podía tener la relación que yo quería, en por qué mi vida tenía que basarse en las opiniones y decisiones de terceras personas. Me aburrí en cada una de las clases y dejé de verle lo especial de sentarse en primera fila. El dolor seguía ahí y no era algo que yo pudiera simplemente hacer desaparecer.

No fue hasta un día que Olivia me dijo de quedar en la biblioteca. Desde que pasó lo de Max, los chicos me apoyaban sin siquiera saber que estaba pasando, y aunque ella también lo hacía, actuaba más callada de lo que solía ser. Los chicos sabían que algo no estaba bien, que lo que estaba pasando no era normal, ya que de un día al otro nos distanciamos tanto y Max ya no venía a comer, pero tenía la leve sospecha que cualquier explicación que le daba, no era suficiente para ella.

Cuando quedamos en la biblioteca, me dijo que no podía seguir de esa manera y que le contara todo sin pelos en la lengua, que ya era hora de acabar con este sufrimiento que llevaba pasando durante semanas. Se lo conté todo, incluso los detalles que no se les había contado ni siquiera a Joan o Emma, cumpliendo así con lo que ella quería. La verdad es que yo también estaba harta, quería poder ser feliz sin nada que me detuviera y por culpa de este problema no estaba pudiendo disfrutar correctamente de estar haciendo una carrera que en el pasado no era más que un sueño imposible.

Ella me dio a entender algo que hasta ese momento nunca había podido llegar a pensar, que me hizo abrir los ojos, quitarme la venda que tenía puesta en ese momento y ver que sí había una solución más allá y que no tenía por qué controlar mi vida a través de lo que pudieran llegar a pensar otras personas fuera de ella.

— Mira Bea, yo entiendo que la opinión de tus padres te puede llegar a afectar, y entiendo que esto del mundo exterior puede llegar a ser mucho más complicado de lo que pensabas, pero aun así medita la situación detenidamente. No estás haciendo nada malo, simplemente es amor. Ni siquiera sois de la misma sangre. ¿Puede ser raro en casa? Pues sí, a lo mejor al principio se puede hacer un poco raro, pero ambos sois mayores de edad, podéis hacer lo que queráis con vuestra vida y si de verdad crees y sabes que esa relación va a durar y que no es algo superficial o un capricho vale la pena luchar por ello. Porque el amor no es fácil, nunca lo ha sido y nunca lo será. Si le pones un poco de empeño siempre puedes salir bien. — Me dijo mirándome fijamente — Has vivido casi toda tu vida consciente en un orfanato, y todos esos pensamientos intrusos son solo imaginaciones que tienes por el miedo de perder todo lo que has conseguido una vez fuera. Pero piénsalo bien, es imposible ahora que vuelvas allí, y sabes de sobras lo mucho que te quieren tus padres, no es como si fueran a echar como a un objeto roto. —Me abrazó, brindándome ese calor que no había sentido en mucho tiempo

—¡Tienes razón! Me he estado centrando todo el tiempo en lo que la gente puede decir de mí, en la opinión que pueden tener respecto a ello. Nunca me he parado a pensar en lo que realmente quiero. Sé que ahora esta charla no la verás como tanto, pero de verdad me has cambiado la vida. —Le devolví el abrazo fuertemente, pues por primera vez en mi vida, tenía yo las correas de mis decisiones y no me iba a importar nada lo que los otros quisieran opinar. — Ahora tengo que resolver el mayor problema y el mayor error que he cometido. — Le dije levantándome rápidamente y yéndome corriendo de la biblioteca en busca de Max. — Gracias por todo, en serio — Volví sobre mis pasos para agradecerle una vez más antes de continuar con mi camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro