
Parte 1: ¿Cómo identificar la caída?
Justin Bennet tenía apenas diecisiete años cuando terminó la secundaria, una época que recomendaba saltarse aunque eso sabía bien que no se podía. Dejémoslo en que su último año no fue muy bueno a comparación de los demás, para no entrar en más detalles desagradables que él no quisiera recordar pues lo único que se viene a su mente es humillación, llanto, ansiedad y una cólera que no sabía en que desquitar porque aunque ya haya pasado un año y unos cuantos meses, no puede olvidar todo el daño.
Justin Bennet tiene diecisiete años cuando empieza su preparación para la universidad, quisiera decir que su carrera soñada es medicina para asi de alguna forma justificar todos sus fallos, pero su carrera soñada era psicología. Algo que le habia gustado desde que escuchó sobre los arquetipos de Carl Jung y las teorias un poco alocadas de Sigmund Freud (que algunas veces resultan ser verdaderas y eso lo hace arrancarse los cabellos) Si, empezó con el psicoanálisis, después tomó un enfoque más conductual y ahí se quedó, solo con la teoria, nombres de las escuelas, historia de la psicología en la edad antigua, un poco de neurología, pero nada más específico, nada como realmente estudiar la carrera.
Justin quería saber aún más cuando en la cuarentena lo único que lo mantuvo un poco cuerdo, aunque era irónico, eran los documentales sobre criminales o sobre los trastornos mentales. Su pasión por la psicología con el paso de los dias crecía aun más y se podría decir que sus compañeros no ayudaban mucho pues al desconocer estos temas alimentaban su ego y cuando se tuvo que presentar con su verdadera competencia se dio un golpe muy fuerte, lo hizo aterrizar, pero más que eso, lo hizo hundirse.
Dejemoslo claro, Justin Bennet era un chico lo bastante normal, con un aspecto un poco aterrador, belleza no muy resaltante, inteligente, pero no lo suficiente. La palabra normal existia y él era el significado, por lo que al estar rodeado de chicos que parecian (que asi lo era) más inteligentes de lo que él era no le hacía muy bien a su autoestima ya desgastada.
Los primeros meses, para él, fueron lo que se podría decir normal, el problema es lo que venía después.
Aqui es donde comenzaremos a identificar los pasos que nos harían enfrentarnos a una caída.
Indicio 1: No saber que hacer ni tener metas claras.
Justin tenia solo una línea trazada, nunca considero las demás. Él, como muchos inexpertos, creía que pasaría el examen a la primera, que terminaría la carrera a los veintidós, que trabajaría a esa misma edad o tal vez a los veintitrés, que tendría un trabajo estable y viajaría por todos los lugares de su país y del exterior, conociendo más de este mundo. Pero, como a todos, la vida le tenia algo muy distinto y para nada parecido a lo que imaginaba.
Sus planes eran idílicos, obviamente, ¿qué planes de un adolescente no son asi? La vida a los soñadores siempre les da sus buenas dosis de realidad.
Es asi que Justin en su mente solo contemplaba dos opciones (dijimos que tenia una linea trazada, pues si tenia dos, solo que nunca pensó muy bien en la segunda y la dejó a la mitad) La segunda, ni siquiera desarrollada, era la peor y en la que nunca quiso enfocarse.
Él tenia una meta, pasar el examen, pero no tenia trazado como, no pensó en los sacrificios reales que tenía que hacer porque si bien hizo algunos sacrificios, nunca fueron suficientes. Después de ese 'supuesto' tenia pensado estudiar del libro ”Psicologia para estudiantes de primer año” que se habia comprado, comenzarían sus clases unos meses después y terminaría a los veintidós como tenía planeado. La vida se rió en su cara cuando sus planes no se cumplieron y lo segundo fue lo que pasó.
¿Qué pasa si se falla una vez?
Indicio 2: Distracciones, falta de disciplina y confusión.
Algo que Justin debió hacer al comenzar su preparación fue, obviamente, tener sus metas claras y saber que hacer para conseguir eso que tanto quería, pero habían más cosas que debía evaluar y una de ellas era su falta de disciplina.
Cuando regresaba de sus clases solía quedarse en el mueble de su sala y veía alguna serie o película que su padre pusiera en el televisor sin repasar los temas que había hecho en el dia, porque él creía que ya habia quedado todo claro, pero cuando volvían a hacer el tema en forma de repaso o cuando daban las evaluaciones semanales no recordaba nada y se sentía frustrado por sentir que no podía, por sentirse inferior, por sentirse una persona no inteligente, su concentración se apagaba, los celos y las comparaciones aparecían. Todo eso se repetía cada día mientras veía a los demás, ¿por qué no podía ser como ellos?
Ah, él siempre tuvo las respuesta delante, pero era mucho mejor hacerse la víctima que aceptar los errores y al no aceptarlos era condenarse a volver a repetir.
La falta de disciplina, la flojera y la procastinación al sentir que no sería lo suficientemente bueno para realizar las actividades lo mantenían con un bajo estado ánimo para aprender lo necesario para aprobar ese examen. Pasaba horas en el celular y en las redes sociales, no terminaba los ejercicios que le dejaban, no agarraba ni un libro para estudiar correctamente. Su ambición era mucha, pero sus ganas de lograr las cosas eran casi nulas.
Todo eso sumado a una persona no tan estable mentalmente es una bomba de tiempo. Eso y un chico de cabellos negros y sonrisa amable. Estar enamorado también era el mayor de sus distracctores pues no lo dejaba concentrarse por estar mirando el puente de la nariz o los labios rojos de aquel joven el cual los recuerdos lo dejaron en octubre.
Con eso tienes una gran caída.
Indicio 3: Envidia.
Algo que se dice mucho es que el ganador tiene la vista en el objetivo y el perdedor la tiene puesta en el ganador. Justamente eso pasaba con Justin, siempre su mirada puesta en los demás, en cómo ellos si avanzaban, en como ellos sí respondían, en cómo ellos sí si resolvían las preguntas, en cómo podían hablar tranquilamente con los profesores, en como su puntaje subía día con día, en como a algunos se los llevaban a un salón mas avanzado.
Lo peor era que sentía envidia de uno de sus amigos pues era todo lo que él queria ser y todo se volvió un poco más real cuando su padre lo comparó con su amigo y de ahi nadie pudo sacar de su cabeza que cada que su padre mencionaba a su mejor amigo trataba de hacer entender que lo queria como hijo en lugar de a él y eso lo rompía cada que lo pensaba, pues a diferencia de su amigo nunca le pudo dar un logro real a su padre y nunca pudo hacerlo sentir orgulloso cosa que sería diferente si fuera "él".
La envidia se hizo más grande cuando a su amigo se lo llevaron al salón mas avanzado y él solo se quedó ahí, cuando su amigo regresó con un conocimiento aún mas avanzado los celos, la ira y su inseguridad aumentaron pues su amigo ya tenia otras juntas y él sobraba de eso, su bajo nivel intelectual le impedía entablar conversación sobre temas que ya habia llevado, su pereza le habia jugado una mala pasada, otra vez.
Comencemos primero escarbando como todo comenzó y para eso nuevamente tendremos hablar de la secundaria, especificamente el año en que Justin Bennet comenzó con sus ataques de ansiedad social. Pues su refugio fue su gran amigo Dylan Jones, por el que desarrolo una especie de apego ansioso y quién, por supuesto, era su unico amigo.
Su amistad era una de debates donde compartian diferentes opiniones de diversos temas, el problema llegó cuando el director de la escuela a la que iban hizo un comentario que hirió por completo a Justin pues en ese comentario lo retrataba a él como el amigo idiota con bajas notas y a Dylan como el amigo inteligente con buenas notas por mucho superior a él. Humillado frente a todos no dejó de pensar nunca en eso y en como todos los demás, a quienes creía inferiores, ahora pensarian que él era un idiota. Eso lo destruyó, eso y otros sucesos más.
Entonces ahora con un panorama más amplio y viendo que ese sentimiento iba retenido desde hace ya cierto tiempo, no era una sorpresa que esa envidia se trasformara en una cólera gigantesca al punto de querer pelear con Dylan cada que lo veía. Envidia que escalaba cada vez más al punto que también se alegro de su caída en lugar de preocuparse por como salir de la suya.
El que cayera por segunda vez se lo atribuye a un par de cosas más y al karma, se lo merecía.
Y antes de que lo juzguen como yo lo hice, muchas veces mas de lo que se imaginan, ese tema esta dado por muerto y enterrado, ¿o no?
Indicio 4: No ver progreso.
Es mas que claro este punto, pero tal vez Justin necesita que se lo repitan una vez más. Si uno siente que lo esta dando todo, pero solo es el veinte por ciento del total, entonces no lo estás dando todo. Él sentia que estaba estudiando, pero un mes antes no servía para un examen que necesita de meses de preparación, él sentia que estaba estudiando, pero estudiar con música no permitia un enfoque al cien, sentia que estaba estudiando, pero solo leía el mismo tema una y otra vez esperando que se quede grabado.
Su puntaje se mantuvo igual por meses y cuando logró ver un progreso, aunque sea uno pequeño, todo lo antes mencionado lo perjudicó y su puntaje volvió a como estaba en un inicio, pues él tampoco hizo mucho para superarse, en su lugar se siguió comparando con todos y cada uno de sus compañeros.
Indicio 5: Falta de confianza y poco autoestima.
Para terminar con esta primera parte, algo que es clave para identificar una caída es la baja autoestima que uno llega a tener; el compararse, la envidia, la mala percepción hacia uno mismo.
Todo eso y más hacia a Justin una persona que esta más que lista para caer pues era de esas personas que le gustaba estar triste porque es lo único que conoce.
El complejo de víctima es algo que viene inherente a esto y algo que Justin usaba como protección a cualquiera que le mencionara algo acerca de sus fallos.
Su falta de confianza lo hace dudar de todo lo que hace y de todo lo que ha aprendido y es que aún viendo sus mejoras (esto después de sus caídas) seguía dudando de su capacidad, su nula confianza en sí mismo lo hacia quedarse en su zona de confort sintiendo que así sería la mejor forma de aprender, su falta de confianza lo hacía mirar a los demás y envidiar el conocimiento que tenia sin pensar por un momento que él también podia ser asi solo si se esforzaba.
Su baja autoestima lo hacia percibirse como la peor de las personas, el mas feo de los hombres, el ser mas bruto que haya existido, un horribe ser humano incapaz de hacer algo por su cuenta, incapaz de darle un logro a su padre, un logro a si mismo, incapaz de sentirse orgulloso de él y de lo que ha hecho. Era un sube y baja, dias buenos, dias malos y dias horribles donde solo deseaba dejar de sentir para dejar de cargar con la presión de pasar el examen.
Indicio 6: Caer
Caer, esa palabra por la que tanto anseaba llegar, el último paso es caer, caer y caer, tal vez siendo la primera caida un poco suave, la segunda un poco mas dolorosa, la tercera sin dolor, pero con una ira que debe ser usada para subir.
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