Capitulo siete
La brisa fría comenzaba a colarse dentro de la casa, mientras Jin y TaeHyung seguían bajo el umbral. El azabache sentía un desgano y un cansancio inmenso en toda su anatomía, pero aspiraba levemente la fragancia de SeokJin. Quién luego de su acercamiento había quedado estático, esperando a que el ex ser de luz, se alejará. Eventualmente lo hacía, aunque se había tomado demasiado tiempo y ahora el espacio entre ambos era escaso.
—Métete dentro de la casa —ordenaba SeokJin con voz neutra.
TaeHyung le regalaba una sonrisa coqueta, mordía su labio para luego obedecer y meterse dentro. SeokJin cerraba con seguro y veía como TaeHyung se quitaba la chaqueta y la arrojaba sobre el sofá.
—Vamos a dejar unos puntos claros, mariposita —exclamaba SeokJin.
TaeHyung se aproximaba con paso decidido, tenía una camisa negra al cuerpo y unos pantalones del mismo color. Se veía jodidamente bien y SeokJin igual. Llegaba sonriendo frente al castaño y se cruzaba de brazos con mirada desafiante.
—Dime, Jin —pedía.
—No me toques, no me roces y si es posible no me veas
—¿Te intimida que un hombre pueda desearte, Jin? —cuestionaba.
—No me intimida, me da asco —respondía entre dientes.
TaeHyung sentía una punzada en su estómago, pero acortaba un poco más la distancia.
—A ella no le doy asco —susurraba, más cerca—. A ella le gusto, demasiado.
TaeHyung notaba como SeokJin apretaba sus dientes y, su filosa mandíbula salía a relucir. Pero ese rostro de tensión cambiaba a uno con una sonrisa socarrona.
—¿Y ella te gusta? —preguntaba burlón.
TaeHyung no estaba seguro si este nuevo Jin leía su mente o simplemente el deseo que él sentía de tenerlo, de tocarlo, era tan inmensurable que no podía ocultarlo. Se recomponía y aclaraba su garganta para luego responder:
—Te aclaré que haré lo que tú me pidas, pero si te incómoda me voy.
Jin lo observaba neutro, sus ojos verdes vacíos y sin emoción alguna. Luego de unos segundos señalaba con su cabeza escaleras arriba, TaeHyung obedecía y subía. Sentía la presencia de SeokJin tras él, no por escuchar sus pasos, sino por el repiqueteo de su propio corazón mortal, de como se aceleraba y la pesadumbre que parecía caerle encima, como un gran malestar que se acumulaba en su cuerpo.
Llegaban arriba donde habían tres habitaciones y SeokJin señalaba la puerta negra. TaeHyung asentía y abría, cuando lo hacía se detenía en seco por la escena frente a él. La rubia barwoman ya se encontraba desnuda, jugando con un mechón de su pelo y lamiendo un chupetín, que quién sabe de dónde había salido.
Era una mujer hermosa, no cabía duda y ciertamente era tan agradable y dulce, que no se hubiera imaginado ni en un millón de años entrar y encontrarla ya sin ropa en la cama de SeokJin.
Lista para él. De nuevo esa maldita sensación, quizás debería salir corriendo de ahí. Era estúpido sentirse descompuesto por seguir sintiendo aquel fuerte sentimiento, por el recuerdo del tipo dueño de esa casa.
No era su primer trío, joder, había sido parte de orgías salvajes y descontroladas, ninguna lo había hecho sentirse incómodo o como que se sobraba. Claramente su encanto siempre lo volvía el centro, pero con Jin, justo ahora, él no era el centro. Lo era Solar.
La rubia le sonreía con facilidad y muy seductora, se notaba en demasía la comodidad con su propia figura. Tes blanca, piernas y brazos largos y delgados, una cintura pronunciada y pechos que sobresalían con sutileza. Sin embargo, ella no despertaba deseo alguno en TaeHyung. Tragaba en seco y de repente sentía el calor de Jin detrás de él, quien cerca de su odio susurraba:
—Es hermosa... —exclamaba con admiración, cada halago a Solar y palabras de rechazo hacia él, eran un puñal para TaeHyung. Ahora y para su sorpresa, sentía los carnosos labios de SeokJin pegarse a su lóbulo. El ex ser de luz había gemido bajo, instantáneamente al sentirlo. Ahora el castaño de ojos verdes susurraba—. ¿No crees que es hermosa, TaeHyung?.
Los ojos del azabache se habían cerrado, disfrutando el cálido aliento que había golpeado aquella zona erógena, absorbiendo esa voz grave que siempre terminaba en susurro y el calor del mismo detrás de él. Y su nombre, su nombre en sus labios, con su voz. No un jodido y ofensivo apodo. Había dicho su nombre y sonaba espectacular, haciendo vibrar a TaeHyung de pies a cabeza.
—Me gusta —la voz fina de Solar lo sacaba de su ensoñación—. Ustedes se ven jodidamente bien —dejaba el chupetín en la mesa de noche de Jin y gateaba por la cama hasta quedar de rodillas en la punta—. Hoy es mi noche ¿Entienden eso?
—Nena, no te pases —exclamaba Jin.
Se alejaba mientras se quitaba la chaqueta y los zapatos, TaeHyung se encontraba algo atónito aún, había sentido que volaba por unos breves segundos.
—Muchas veces tuve que verte comer a otra mujer y me has hecho a mi comerme a otras mujeres —añadía la rubia—. Así que serán mi reglas o me voy de aquí con TaeHyung.
SeokJin se encontraba hurgando entre sus cajones, buscando más que nada condones y lubricante sabor cereza. Adoraba verter una cantidad considerable sobre el fino cuerpo de Yong-Sun y lamer. Probablemente lo más suave y delicado que Jin hacía. Suspiraba y miraba a TaeHyung, notaba la nuez de Adán de este, como subía y bajaba tragando duro, intimidaba a TaeHyung, aunque éste seguía siendo un boquifloja.
Lo entretenía un poco.
—Quitate el calzado, arruinas mi alfombra —pedía el castaño y TaeHyung tardaba en obedecer.
Solar sonreía, seguía de rodillas y observaba como SeokJin arremangaba su camisa e intercalada su mirada entre ella y TaeHyung.
—Son tan ardientes —decía la rubia—. Ven aquí TaeHyung —pedía al azabache.
Jin se mantenía en silencio. Veía como la rubia lo atraía hacia ella y besaba el cuello del azabache, quien tenía una mirada neutra. SeokJin se preguntaba cómo es que no sentía nada. Sin importar quién te tocará el cuello usualmente era una zona bastante erógena y no había sido ajeno a la sensación que le había provocado anteriormente cuando le había hablado al oído. El chico era receptivo.
Sin embargo ahora, con una mujer hermosa, besándolo provocativamente éste parecía inmune. Solar bajaba sus manos y desprendía el botón del pantalón, bajando la cremallera, Jin aclaraba su garganta llamando la atención de los presentes.
—Solo es la cremallera, Jinnie —aclaraba ella. TaeHyung lo miraba con cautela. El tipo tenía una mirada intensa a la que Jin no había sido ajeno ni en el primer encuentro.
Ahora Solar lo empujaba, miraba a SeokJin de forma pícara y lo llamaba. Éste se acercaba dando una mirada asesina al azabache y llegando hasta la rubia, quien le quitaba la botella de lubricante y condones de las manos.
—¿Quieres complacerme, cierto? —preguntaba, fingiendo inocencia—. He hecho muchas veces lo que me has pedido ¿No? —Jin la miraba sin mucha emoción, pero asentía—. ¿Harás lo que te pida? —preguntaba, viendo en dirección a TaeHyung.
Jin suspiraba—. ¿Que es lo que vas a pedirme? —cuestionaba tenso—. No pienso tocarlo —miraba con desden al azabache.
Otro puñal.
Solar le daba un leve golpe en el pecho—. No vas a tocarlo, solo vas a dejarte preparar...por él.
Jin rodaba sus ojos, TaeHyung sentía que sobraba, no había forma de poder usar sus encantos demoníacos con SeokJin. Simplemente él se debilitaba y no servía de mucho, excepto para dar asco al castaño, quién había dejado en claro que no debía tocarlo, ni rozarlo y tampoco mirarlo.
No había encantó sobrenatural, solo un simple mortal para Jin.
—Quiero que te dejes preparar para mí...quiero ver cómo se ve otro hombre, contigo... —añadía lentamente mientras acortaba la distancia y terminaba besando a SeokJin.
TaeHyung apartaba la mirada, debía salir de allí cuánto antes, claramente no soportaría demasiado. No miraba la escena pero escuchaba los sonidos, luego volteaba porque la curiosidad mató al gato y se encontraba con las orbes verdes de SeokJin. Éste besaba a Solar, pero lo observaba con aquella mirada helada, pintada en sus ojos.
Yong-Sun se alejaba mordiendo el labio carnoso del castaño y lo empujaba para poder ver el próximo show privado que montarian para ella.
—Solar, cariño... —exclamaba TaeHyung—. SeokJin no desea ser tocado, rozado, ni visto por mi. Lo lamento bebé, creo que sobró aquí.
SeokJin fruncía su entrecejo mirando al azabache.
Solar reía a causa del efecto del alcohol y negaba chistando con su lengua—: No te irás y Jin tendrá que cerrar esa preciosa boquita y dejarme hacer a mi. Sino... —decía, cruzada de brazos—. No dejaré que me toques en el punto culmine enfermizo dónde necesitas ese extra para correrte.
Y SeokJin suspiraba maldiciendo por lo bajo, detestaba haberle dado tal derecho a la rubia. Pero era la única que no había huido despavorida ante sus deseos, aunque tampoco era tan resistente, pero era casi lo que él necesitaba y joder que lo necesitaba.
Con un rostro poco amigable levantaba sus brazos y los dejaba caer de repente, dando a entender que cedería. Solar aplaudía satisfecha y se acomodaba con una postura seductora sobre la cama, como si fuera a ser pintada, pero solo observaria como un hombre apuesto manoseaba a otro. SeokJin comenzaba a desprender sus botones pero rápidamente era frenado por la voz de Solar.
—Lo siento, Jin —añadía—. TaeHyung se encargará de eso —sonreía de forma maliciosa.
Ahora miraba al azabache que seguía de pie lejos de Jin.
—Ven aquí —ordenaba el castaño con voz dura.
TaeHyung se acercaba a su lado—. Ponte frente a él Tae, solo preparalo para mí —exclamaba la rubia, el azabache lo enfrentaba y Jin clavaba su fría mirada una vez más en él—. No quiero estar diciéndote lo que debes hacer. Estoy segura que Jin no es tu primer hombre.
Primer hombre.
Las imágenes vivas de su primera vez con SeokJin lo habían golpeado sin previo aviso, esa chica no podía estar más equivocada. SeokJin había sido el primero y hubiera sido el único si no fuera por la condena recibida. Sus manos temblaban y el castaño lo había notado, de nuevo lo veía tragar duro. Se giraba y veía a Solar tendida.
—Cariño, él no quiere esto. Y yo no quiero arruinar su encuentro —exclamaba TaeHyung.
Solar negaba—. Si no lo quiere entonces nos vamos ambos...¿Que será, Jin? —preguntaba viendo fijo al castaño.
TaeHyung agachaba la mirada aún viendo en dirección a Solar, de un momento a otro sentía las manos de Jin tomar las suyas y ponerlas sobre su pecho. TaeHyung giraba sorprendido.
—Hazlo —ordenaba SeokJin—. Quítame la ropa y prepárame para Yong-Sun —su voz era sería y grave, luego miraba a Solar y añadía—. Si no me pongo duro, será culpa de tu chico
—Oh vamos Jin, se trata de tu polla. Estoy segura que vas a ponerte duro porque eres sensible, no porque seas gay —decía, casi rozando la burla.
SeokJin empujaba su mejilla con su lengua desde adentro, debía ser paciente o buscar una mujer que no saliera corriendo luego de venirse en el sexo.
—Hazlo de una jodida vez, TaeHyung —ordenaba Jin.
Los dedos largos del azabache comenzaban a desprender la camisa de SeokJin con velocidad, llegaba al último y abría la misma dejando notar los pectorales de SeokJin y su abdomen sutilmente trabajado.
Igual de perfecto.
Inconscientemente sus yemas pasaban acariciando su abdomen y él castaño se sobresaltaba apenas, había mirado a TaeHyung y este se mordía el labio. Lo estaba mirando de forma intensa, disfrutando con sus ojos la poca piel que SeokJin dejaba ver y esto hacía sentirlo extraño.
—Deja de babear, ricitos —murmuraba gravemente y TaeHyung levantaba la mirada.
En silencio y viendo fijo a SeokJin subía sus manos, apenas rozando la piel ajena cuesta arriba y despojaba a SeokJin de la camisa.
—Ponganse de perfil hacía mi —pedía la rubia. TaeHyung la observaba y notaba como se masajeaba sus pechos de manera perezosa, le regalaba una sonrisa y un guiño.
Ambos se ponían de lado, Jin tenía su torso totalmente al descubierto y Solar pedía que TaeHyung hiciera lo mismo con su camisa, que se la quitara por completo y el chico obedecía. Los dedos de TaeHyung ardían sobre la piel de Jin, el mismo castaño no había sido ajeno a eso. La siguiente orden de la rubia, probaba la paciencia de SeokJin.
—TaeHyung deja un camino de besos cuesta abajo, hasta llegar a la polla de Jin —pedía la chica, mientras se tocaba a si misma.
—Yong-Sun —alertaba SeokJin.
—Me excita ver cómo él te mira y te toca... —añadía la chica—. TaeHyung tiene una mirada intensa ¿No lo crees, Jin?.
Las orbes verdes de SeokJin chocaban con las de TaeHyung.
—Hasta dónde tú me pidas —susurraba gravemente el ex ser de luz—. Yo llegaré, hasta donde tú me dejes.
Jin parecía pensárselo, TaeHyung tenía una actitud dócil pese a haber sido tratado como la mierda por él. Ahora el chico estaba esperando que él le ordenará y por otro lado Solar se tocaba sin inhibiciones.
—Haz lo que te pidió —decía el castaño secamente.
Los labios de TaeHyung estaban ansiosos por recorrer aquella piel, pero estaba seguro que una mirada de desprecio sería su recompensa. Sin embargo y sin protestar se acercaba al pecho de SeokJin y lamía con suavidad, con delicadeza y se sentía mareado por dentro el sabor de aquella piel otra vez.
SeokJin por su lado sentía aquella lengua arder, estaba seguro que se debía al rechazo instantáneo que el tipo le provocaba. ¿Cierto?.
Los ojos celestes de TaeHyung miraban hacia arriba pidiendo permiso para descender, un cruce de miradas confuso, los ojos de TaeHyung se perdían en los verdes de SeokJin y se animaba a morder, apenas.
Los ojos de SeokJin se cerraban por un segundo y volvía a abrirlos, el pecho del mismo subía y bajaba, claramente su respiración era pesada. TaeHyung se soltaba y tomando de las caderas a SeokJin, comenzaba a bajar con más y más besos, sentía como el castaño siseaba bajito y él disfrutaba de recorrer aquel abdomen con su lengua. Su propio pantalón apretaba en su entrepierna como breve recordatorio, al llegar a la parte baja listo para desabotonar pantalón y bajar la cremallera, Solar gemía.
Ambos ojos viajaban a la única mujer de la habitación, quien se penetraba suavemente con dos dedos ante la imagen de Jin y TaeHyung.
El demonio observaba, como Jin lamía sus labios al recorrer con su vista el cuerpo de Yong-Sun. Ahora volvía a mirar a TaeHyung.
—Preparame de una jodida vez —exclamaba y le señalaba lubricante y condon—. Quiero follarla, apresúrate.
TaeHyung se alejaba con mirada arrogante, estaba odiando a este nuevo Jin. Lo único que quería antes de chupar su polla era cortarsela y así no volver a usarla. De mala gana metía sus dedos en el elástico del bóxer y miraba intensamente a SeokJin, una sonrisa ladina se le dibujaba y mordía su propio labio inferior.
Atractivo.
Jin no negaba que el tipo era atractivo, Solar no tenía mal gusto y los rasgos de TaeHyung lo hacían poseer un rostro muy erótico. Jin sacudía su cabeza, solo debía sentir asco y no estar pensando que el tipo se veía bien de rodillas frente a él, liberando su polla y ¡Santa mierda!.
La lengua de TaeHyung recorría todo su falo de principio a fin y en el glande pasaba sin delicadeza y succionaba. Rápidamente la polla de Jin respondía para bien. Sus dedos se habían crispado en sus pies y la anticipación a la próxima lamida o succión lo tenían volando. Ahora TaeHyung sonreía descaradamente por haberlo dejado estúpido.
—Me gusta que TaeHyung se divierta... —soltaba con suave voz ronca, la rubia barwoman—. Dios, se ven tan bien. Hazlo de nuevo TaeHyung, a Jin le gusta pero no dirá nada.
El castaño apretaba su mandíbula, sabía que Solar se estaba dando buena atención pero ahora sus ojos se veian atrapados bajo la imagen de un TaeHyung tragándose casi toda su longitud y gimiendo en el proceso en el que debería ahogarse y hacer arcadas, pero no. Él tomaba a la perfección aquella gran polla.
Cerraba sus ojos y gemía, era SeokJin, era el cuerpo de SeokJin y por más que habían pasado muchísimos años, él seguia reconociendo su sabor, su textura, era él.
"Mmmm"
—Joder, te encanta... —susurraba Jin, con un calor que se asentaba en sus hombros, nuca y oreja.
TaeHyung asentía con su polla dentro de su boca y ahora tomaba el miembro de SeokJin sobre su eje y comenzaba a chuparlo como él sabía. Su mano bombeaba y su boca se comía toda la erección de SeokJin.
—Dios, Jin...deja de estar tan tenso —el castaño miraba como la rubia realmente estaba disfrutando de aquello y seguía penetrandose.
Para su sorpresa estaba duro, bastante y se repetía que se debía a Solar y su erótica figura sobre su cama. TaeHyung lo soltaba y vertia lubricante en su mano, ahora lubricando el falo de SeokJin y este se sobresaltaba, TaeHyung volvía a comérselo. Jin ya no resistía las ganas de follar esa pecaminosa boca y comenzaba a dar estocadas tocando con la punta de su glande la campanilla del azabache.
—Si, folla esa boca, bebé —pedía Solar.
Los dedos de Jin se enredaban en la hebras de TaeHyung y sujetándolo con demasiada fuerza, empujaba dentro de su boca. Una y otra vez, sin delicadeza y con algo de desesperación. Comenzando a largar sonidos roncos que contrastaban con los dulces de Solar en la cama y los ahogados de TaeHyung en el piso.
Jin dejaba caer su cabeza hacía atrás cuando la voz de Solar ordenaba a TaeHyung ponerle el condón. De mala gana TaeHyung lo soltaba, sus labios rojos e hinchados no pasaban desapercibidos para SeokJin. Con cuidado ponía el condón y se ponía en pie, conectando con los ojos de Jin.
El castaño tenía su respiración pesada y ahora Solar interrumpía, llevando la mano de TaeHyung a la erecta polla de SeokJin, ambos de pie, demasiado cerca. Solar se posicionaba detras de SeokJin para comenzar a besar su espalda. De frente TaeHyung quería mirar hacia otro lado por la forma en la que SeokJin recibía aquellos besos. La mano de Solar, seguía incitando a TaeHyung a trabajar la erección del mayor.
—Joder... —soltaba Jin en medio de ambos.
Solar mordía su espalda y sus pequeñas manos iban al frente para trabajar aquellos pezones rosados que sobesaltan de los pectorales de SeokJin. TaeHyung lo quería para él solo, pero solo esto podía conseguir así que trabajaba con ambas manos la entrepierna del castaño.
Una mano bombeaba su erección y la otra masajeaba sus testículos. Con fuerza intentando captar la atención de SeokJin y lo lograba.
—Maldita sea... —soltaba entre dientes, sintiendo las grandes manos del azabache.
Estaban tan cercas y TaeHyung tenía ese rostro lujurioso, sus labios entreabiertos mientras masturbaba a SeokJin y ahora una mano de este lo tomaba con fuerza del cuello.
"Ash..."
TaeHyung apenas se había quejado del fuerte agarre, pero eso lo hacía bombear más rápido a SeokJin. Quién sentía sus piernas temblar, Solar seguía besando y mordiendo su espalda.
—Joder... Aah —gemia el castaño.
TaeHyung tenía sus ojos entrecerrados, pero aún siendo levemente asfixiado se veía tan erótico, tan sensual y resistente. SeokJin lo presionaba con fuerza y sus labios carnosos estaban entreabiertos tirando algún que otra maldición por la forma que el azabache seguia masturbandolo. SeokJin lo acercaba más, en una especie de trance, totalmente hipnotizado por como TaeHyung se veía en ese momento, su boca se aproximaba a la del ex ser de luz y éste estaba más que listo para recibirlo, sentía un leve roce de sus labios pero de inmediato Jin reaccionaba, empujaba a TaeHyung y se giraba para agarrar de forma brusca a Solar y besarla con hambre.
Dejando a TaeHyung faltó de aire por muchos factores en general, SeokJin era rudo, tan diferente. Y ahora con un dolor en el pecho lo veía sucumbir ante aquel beso con la rubia que intentaba llevarle el paso.
Duele.
Dolía demasiado, pero ya estaba en el baile, así que debía bailar. Aunque doliera.
Ufff.. larguísimo, perdón si aburrió, como me gustaría no redactar tanto y como lo dejó colgando con tremendo beso. ☹
Iba a cargar estoy last night pero me ganó el sueño, peldon.
Con amor Niñita Nany 💜
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