Capítulo 6:

El salón era espacioso con cuatro pequeños escritorios con sus respectivos asientos de piel estos se encontraban cerca de una esquina, el escritorio de en medio era mas ancho y su asiento tenia en respaldo mas alta y cómoda. Harry se encamino hacia el escritorio de en medio y se sento.

—Oh Harry y esa cara— dijo Jack observándolo.

—No quiero hablar no me molestes quieres— dije serio sin mirarle a los ojos.

—Vamos cuentale a tus amigos que te ocurre— esta vez fue Cristián el que hablo fingiendo una expresión de tristesa.

—Pues que… ¡Que no me gusta que me fastidien!— les grite pero lo que quería decir era que me sentía miserable, solo, pero mi orgullo era mucho mas fuerte que el sentimiento de soledad, no era el tipo de hombre que le gustara mostrarse débil ante los demás ya que aparte pues tenia una personalidad muy pero muy fuerte incluso algunos dirían egocéntrico.

Estaba acostumbrado a que todo girara alrededor suyo, que todo saliera como el quería, que si daba una orden tenían que obedecer y que si tenia un capricho con cualquier cosa se le tendría que dar.

Esta actitud lo obtuvo cuando empezaba el primer año de secundaria aunque cuando tenia unos cinco años el deseaba con toda su alma tener amigos que quisieran estar con el y que quisieran hablarle pero nadie quería estar con alquel niño con la mirada triste.

Harry se sentía solo en una casa enorme donde sus padres nunca estaban, aquel pequeño veía todo más grande, para el los cuartos de sus padres eran enormes tanto que se sentía una hormiga y cuando veía a su madre que solo iban a verlo cuando el cumplía años o cuando tenían una junta de trabajo lo cual no era por mucho tiempo como hubiese querido, el se sentía intimidado por aquella fría mirada de su madre sin expresión alguna, en ocasiones no dejaba de preguntarse si sus padres lo querian o no pues siempre estaban lejos de el y de su hermana que en ese tiempo cuidada de el pero al casarse ya no estaba.

En aquel entonces en su pequeña infancia de soledad opto por comprar la amistad de sus compañeros lo cual no era difícil para el pues tenia dinero para hacerlo, hací fue como su egocéntrica actitud fue creciendo para cuando entro ala secundaria fue que su carácter fuerte y dominante denominaba en el. Ahí fue cuando conoció a Brandon su primer, y mejor amigo, luego a Cristián y por ultimo a Jack desde ese momento eran casi inseparables lo cual fueron llamados por toda la escuela el grupo 4 quien Harry era el lider.

Por todos los estudiantes Harry era conocido por ser agresivo y algunos eran testigos de como era cuando se enfadaba con alguien era el mismo diablo en
persona por esa razon nunca lo miraban al pasar, ni hablaban, bueno que hasta temían rozar con el al cruzarse por accidente porque incluso por el roze se enfurecía y su mirada salvaje era motivo para correr de ahí deprisa si no querías ser golpeado por una fiera salvaje.

—Bien Harry si no quieres decir nada no lo hagas pero no nos hables así— dijo Brandon para irse del salón.

—Ese Brandon seguro que se fue a dormir en cualquier esquina del instituto— menciono Jack con tal seguridad pues lo conocía bastante bien al igual que a Harry y a Cristian.

Jack estaba orgulloso de su maravilloso don de conocer bien alas personas con tan solo verlos a los ojos, el era el mas maduro de los cuatro por eso cuando se molestaban y se dejaban de hablar el era el que volvía a unirlos, pero eso no quería decir que no tuviera defectos era el típico mujeriego que le gustaba hacerlo con mujeres un poco mayores que el ya que no le gustaban las de su edad ya que creía que eran más complicadas por ser inespertas y el solo iba a lo seguro. Jack tenía dos hermanas las cuales eran gemelas por lo que era el mas maduro de los cuatro al tener que cuidarlas.

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Cuado vi a  Andrés y a Carlos pare de golpe la bicicleta al frenar, ellos tenían una mirada de complicidad y cuando iba seguir mi camino Andrés se puso enfrente diciendo:

—Te dije que me las pagarías — dijo Andrés agarrando su brazo  —bajate o  creeme que te ira peor.

Al verlo molesto y que se acercaba Carlos a nosotros igual de molesto me invadió el miedo. Al llegar Carlos me jalo de los pelos haciendo que me cayera al suelo,  Andrés volvió a jalar de mis cabellos para llevarme al callejón ahí el tomo sus tijeras y me corto un pedazo de mi camisa.

—Pero mira quien viera ala sabelotodo tienes un par de pechos bien escondidos bajo toda esa ropa— dijo agarrando unos de sus pechos y lo beso.

—No, no me hagas daño por favor — dije con lagrimas en los ojos.

—¡callate!— grito Carlos dándome una bofetada en la cara.

Andrés me subió la falda y me beso el cuello dándome una sensación de asco  mezclado con resentimiento, de enojo pero gracias a ese sentimiento tuve el valor para poder hacer lo que nunca creí capas hasta hoy.

—A… ¡Ayudaaaa!— grite dándole una fuerte patada en las costillas y por el dolor que sintió Andres, y por lo sorprendido que se encontraba Carlos pude por fin ponerme de pie sujetando el pedazo roto de mi camisa para cubrir mis pechos, salí corriendo del lugar sin mi bicicleta.

Al llegar a casa el primero que me vio mal fue mi hermano.

—¿Pero hermanita que te ocurrio?— dijo Alejandro  —¡mamá, mamá ven!— grito sin dejar de observar a su hermana quien seguia llorando.

—¿Cielos pero que te a pasado mira como vienes toda sucia, te cortaron el cabello y te han roto la camisa de la escuela?— pregunto su madre pero al ver que no recivia respuesta se acerco a ella diciendo:

—Vamos te ayudare a ir a tu cuarto para que descanses.

—Gracias mamá— dije abrazandola.

Su madre había hablado con su esposo de lo sucedido lo cual el señor angustiado pidió permiso para salir temprano fue a casa y de inmediato al ver a su mujer le pregunto:

—¿como esta Anastasia?

—Bien un poco asustada pero no quiere decir que le ocurrio— dijo su mujer.

Me dirigí al cuarto de mi hija para ver si era verdad que estaba bien y al verla con lágrimas en los ojos le dije abrasandola:

—No llores hija te quiero mucho pero debes ser más fuerte porque lo eres, eres más fuerte de lo que tú piensas. Dime una casa ¿no te lastimaron?

—No papá, no me lastimaron es que grite lo más fuerte que pude— dije sin mencionar la patada que le di a ese tonto.

Ale entro a mi recamara diciendo:

—Hermanita cuando sea más grande y fuerte cuidare de todos— dijo para luego abrazarme, después se fueron de mi cuarto para dejarme descansar ya que había anochecido.

No voy a permitir que me vuelvan a lastimar esos… Esos ¡Idiotas!

Bueno vamos conociendo un poco mas a los personajes aun falta por conocer a Brandon y a Cristián sin mencionar que aun faltan muchas cosas de estos personajes y puede que aparezcan los otros dos que me faltan en el siguiente capítulo para conocerlos un poco mejor.

Espero que les haya gustado el capítulo.