—¿Sexo? ¿Saben cuántas bacterias se propagan en nuestro cuerpo cuando besamos a alguien? ¡Imagínense teniendo sexo! —reclama alarmada, Cynthia.

Con esto, ya se podrán imaginar un poco más acerca de cuál es su temor...

—Yo no le veo problemas, y más si es contigo linda —responde Jacob. Observándola con mirada pícara.

Ella se retrae y toma asiento de nuevo, en silencio.

Ese chico es un poco atrevido, al parecer nada le intimida. 

—Bien, chicos...—Nicanor hace un ademán con su mano derecha para que la audiencia se calme y le presten atención— No sé angustien. No es que tienen qué hacerlo, nada es obligado. La finalidad de ésta lectura grupal de contrato, no es otra si no que sepan, lo qué deben y que no deben hacer mientras estamos siendo transmitidos en vivo. Nada más. Queda de su parte el hecho de querer resaltar o no ante las cámaras. 

Camila levanta la mano.

—A ver, dinos...—dice el productor.

—¿Adónde iremos? No nos han dicho, todavía—pregunta impaciente. 

—A Venezuela —interviene la Doctora Alicia.

—¡¿Qué?! —espeta Andrea.

—¿En serio? —suelta con emoción Osmilda.

—¿Pero qué? —sigue refunfuñando Andrea.

—Pero nada—refuta la Doctora.

—Usted sabe...

—Nada.

En definitiva, más de la mitad de los presentes notan que algo se oculta entre la Doctora y Andrea, y Venezuela tiene qué ver con ello. Mientras que Oriana, su hermana menor, permanece inmóvil en su asiento ante tal noticia. 

Se muere de ganas por hablar, y reclamar también. Pero su orgullo es más grande que dicha situación. No puede permitirse hablar, y mucho menos estar de acuerdo con su hermana.

—¿Nuestros padres aceptaron esto? —pregunta Charly cuando por fin la audiencia hace silencio. Aunque como todos, ya se sabe la respuesta. 

—¿Qué no entiendes que sí? Por algo estamos aquí —lo aborda Kriss.

—¿Y sí mejor lo dejas en paz? Deberías ocuparte de tu cabello en lugar de molestar, es un rojo un tanto... ¡No! Demasiado encendido —Heimy saca fuerzas de dónde ni ella misma se imagina que tenía, pero al fin enfrenta a Kristina. 

—¿Y el hermano de Stuart no se sabe defender solo o qué? ¿Tiene qué traer consigo a su rata?

—¡Hey! —salta Jomar, también cansado ante los abusos de la chica.

Y todo se volvió un desastre.

Una vez más.

—Ya veo porqué nunca hacen sesiones grupales —Beta susurra para sí, se acomoda en su silla, alejándose de todos.

Este tipo de jaleo, le perturba. Odia no ser el centro de atención.

Jorge, el enfermero, la observa desde la puerta. Ha pasado tanto tiempo con ella que ya no la ve como la chica malcriada adicta a los tacones rojos. Cada día la ve más humana. Más guapa, normal se podría decir.

Beta retira la mirada de él, porque al parecer, Jorge no es el único que siente cosas por ella.

Con la diferencia de que el enfermero, está consciente de lo que siente. Ella quiere negarlo, como todos sus problemas. Su autoestima no le permite saberse enamorada de un simple enfermerucho de sanatorio. 

—¡Silencio! Ya no pueden hacer nada —ordena implacable la Doctora— Sus padres y representantes aceptaron esto. Simplemente les estamos informando las reglas que deberán seguir, pero ya no hay vuelta atrás. Y dejen el show para las cámaras.

—Esto no suena bien —le susurra Elián a Camila.

Ella sonríe. Primer chico que le habla después de tantos meses...

—Ahora bien, tendrán acceso a sus prendas. A todos sus artículos personales. Podrán vestir con su ropa habitual, esa que trajeron en la maleta el primer día de haber ingresado acá y que no se les permite utilizar a diario—. Osmilda levanta la mano, pero la doctora se adelanta —Sí, Osmilda... Podrán maquillarse y usar perfume.

—¡Por la chiva de Jesús! ¡Gracias!

Risas invaden la sala.

—Okey, ¿eso es todo? —inquiere Daniella.

Hasta los momentos, es una de las chicas que se podría decir que es más... ¿Normal? Puesto que no reacciona como todos, no explota por cualquier cosa.

Inclusive, de no ser por ese perturbador expediente que yace en el archivo de la oficina de la doctora Alicia, se podría decir que Daniella no pertenece a éste lugar y que existe un grave error con eso de haberle internado acá.

—Muy bien chicos, despídanse de su paupérrima vida en éste sanatorio. Bienvenidos al reality.

Anuncia Nicanor, con cierto brillo benevolente en los ojos. 

Lamento los errores, si es que hay alguno. Pero si no actualizo ahora, siento que no lo haré nunca. Besos... 💋