Ambientación: Teeth and Leaves y Togetherness II - Tobias Lilja para Little Nightmares II

Más allá de su bóveda celeste, y algo más lejos de donde se emitió la luz de la estrella Matusalén, "vienen a la vida" los misterios del vacío. Entender eso sólo a partir del nombre es difícil, por supuesto. Entonces tengo que decir:

            —El vacío que envuelve a los cataclismos barre mundos, filamentos de galaxias y todo lo que conoces —explico—. No es un vacío real —hay lo que llaman, amargura en mi voz. Espero alguna pregunta tuya, mi insulso "amo" humano, pero nunca viene—. Allá.

            En la universal nada engañosa, están impresos los testimonios del pasado. No importa la dimensión, momento o impacto de un suceso. ¿Pasó? Sus rastros no desaparecerán. Al inicio es una fotografía, se convierte en un cuadro, en un bosquejo, una idea y, al fin, un eco. Estos ecos ocupan el espacio que la materia no puede llenar.

            —Y también están "Ellos" —me remarco—. Sólo pocos son capaces de ver más allá del falso vacío —desvío "mis pensamientos" de ese remarque repulso—. Los mortales como tú, no están incluidos entre aquellos con esa cualidad, por supuesto —con mi índice, señalo la dirección que deseas entre estas calles. El color ya está dejando tu piel—. Entonces.

            Como el dilema del infinito, ¿hay un vacío real? Es una ecuación difícil de resolver. Lo llaman el vacío primordial, pero al mismo tiempo hay "entidades" provenientes de ella; de ahí el nombre al que te introduzco. Estos misterios, cosas que existen en un lienzo en blanco; bajo circunstancias desconocidas pueden entrar a tu universo, pero sólo pueden residir en paz en el espacio al inicio del cosmos, y por tanto los confines, el final de todo. Donde la tela de la realidad irrumpe en la nada misma.

            Y como ya puedes ver venir, mi Anant y yo somos eso, misterios del vacío. Es algo tan absurdamente simple. Cada vez que cuento mi historia en los últimos momentos de "mis amos" —como tú—, algunas de sus inquietudes sobre la vida quedarán acalladas, creería yo. Pero. Quiero decir. ¿En verdad es todo? ¿Todo lo que quieres de mí? Es paradójico, hay tanto más que nadie desea conocer. Cosas más grandiosas y especiales...

            Desde la perspectiva tuya y de tus semejantes, me desean más que a nada en el mundo porque quieren al mundo de alguna forma. Anant, porque yace en el fondo de los corazones de algunos de ustedes, debe saber que no tienen la más nimia idea del poder que tienen a su alcance. Y yo... En esta ventanilla de conciencia que me otorgas con tu lento deceso; en la agonía de tu cuerpo y mente que dejan el velo de tu humanidad atrás; pienso una vez más:

«Que el siguiente pueda darme el honor de cumplir con mi palabra».

             Es también, el único momento en el que puedo recuperar mi corazón (¡JA!) y verter sus contenidos ante cualquier otro. Se que no escucharás mis disculpas por la brusquedad con la que me presenté; ya has perdido tus fuerzas y yaces en un charco de tu propia sangre. Y en fin, no tengo seguridad sobre si realmente lamento eso, o el que compartir siempre sea en vano. Después de todo, tu cercanía a la muerte es lo que me permite estar aquí. Aún así.

             —¿Escucharías esta historia? De cómo conozco a este mundo al que llaman "Tierra" y a sus secretos más íntimos. De quién es Anant, y por qué mi búsqueda de ella, me trajo a ustedes. De la tragedia inmemorial que nos envolvió, y me ha convertido en esta pesadilla. Dejándome en una posición desfavorable, ¡hasta precaria para ustedes!

            Como respuesta, sólo recibo el sonido de tu respiración entrecortada y húmeda. Tus pulmones poco a poco llenándose de sangre.

            —Todo el potencial que solía pertenecerle a mi amada y que los consumirá desde adentro... Este es el precio a pagar por aprisionarla en sus cuerpos, "mi amo". No tienes nadie a quién culpar de tu aciago destino, más que a "Ellos"; las arbitrarias leyes que no pudimos seguir.

Ella dice «El vacío que envuelve a los cataclismos barre mundos, filamentos de galaxias y todo lo que conoces, no es un vacío real». No negamos la verdad en sus palabras.

Y ya lo has intuido, ¿cierto? Esta otra verdad: el nombre real de ADARTE es una [...] inintencionada.

No olvides esta advertencia: porque se siente juzgada injustamente por nosotros, te odia.

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