Capitulo 6: Deseos en Soledad
El resto del partido para sorpresa de Hannah fue entretenido, había prestado atención y para rematar lo había disfrutado.
Y hasta había acabado gritando en los penales junto con desconocidos cada vez que su equipo anotaba.
El árbitro pitó el final del partido y Hannah gritó hilarante junto con los extraños que estaban en los asientos del frente que le dieron los cinco.
- Tu eres genial.- Le dijo el desconocido frente a ella mientras festejaba.- ¿estudias aquí?
-¡Si! - Respondió ella sonriendo y un poco roja y exaltada de tanto haber gritado.
-¡Genial! Si nos ves por ahí únetenos.- Dijo el desconocido rubio mientras un castaño a su lado lo secundaba asintiendo.- ¡Y tienes que venir al siguiente!
Ambos eran casi idénticos, a simple vista se notaba que eran hermanos.
- Hannah vamos.- la llamo Hange que ya había caminado y salido de la hilera de sillas, ella se limito a asentirles y correr en dirección a la castaña, hasta que recordó que se había olvidado de preguntarles el nombre, cuando intento volver los dos jóvenes ya no estaban y se habían perdido entre la multitud.
-Vaya parece que eres buena haciendo amigos desconocidos.- Le ánimo Sasha tomándola de los hombros para evitar que se separara del grupo.
- Fueron divertidos.- Le respondió riéndose.- ¡y el partido también! ¿Viste ese último tiro curvo?
- Al final termino por gustarte.- se burló Liza subiendo las gradas al lado de Hange.- ¿y Levi no estaba contigo?- Pregunto volviendo su atención al frente.
- ¡Levi! ¡Ese enano gruñón se escapó! - saltó Hange dándose cuenta después de más de una hora que su amigo no estaba.
- Creo que tuvo una emergencia.- Calme a la de lentes con dolor en mi garganta.
- No no no, no hay pretexto que lo salve.- exagero Hange.- seguro y regreso a su casa luego de haberte mentido.
Recordó la voz femenina al otro lado de la línea pero decidió no meter su cuchara en el asunto, seguro y había surgido alguna emergencia.
- Hange pero si ni te diste cuenta que no estaba.- soltó Liza riéndose.- deja el dramatismo mujer.
- ¡Tengo hambre!- rompió la coherencia de la conversación Sasha.
- Solo esperemos que salgan Erwin y los demás de los vestidores.- Le respondió Mikasa.
Afuera la multitud comenzó a disiparse en los estacionamientos y a desaparecer en los pasillos o cafeterías de las instalaciones. Mi garganta aún dolía al hablar o intercambiar casualmente comentarios con Liza y Sasha, no recordaba la última vez que había gritado tanto de emoción.
- Hannah Liza ¿vienen? - Pregunto Jean junto a Eren.
-Eso no se pregunta.- Intervino el contrario viéndolo de soslayo.- Claro que vienen.- Afirmo.
-Calla animal.- Dijo Jean dirigiéndole la misma mirada.- a las personas se les pregunta por cortesía, aprende algo de una vez.- regaño sarcástico a su amigo mientras Connie reía junto a Reiner.
- ¡Si!- Respondió en un brinco mi amiga.- ¿a donde iremos?
- Creo que la coherencia de tus comentarios va al revés.- Le dije en un hilo de voz riéndome.
- Comida.- Intervino Eren poniéndose su chaqueta.
El clima estaba cada vez más frío, Hannah reviso su teléfono esperando encontrarse con algún mensaje de su madre, pero su buzón estaba vacío.
En cierta parte un sentimiento de culpa se movió dentro de ella, las cosas no estaban bien, y en vez de solucionarlo ella se la había pasado escapando de nuevo, esta vez en la casa de Liza o escondida en su habitación.
Creo que debería regresar...
La mirada fugaz de Liza la reprendió, su amiga siempre le decía que sobre pensaba las cosas, le exigía que se soltase y disfrutase, después de todo estaba joven ¿no?
Y quien lo diría, que una hora después ya estaba sentada en la mesa de un restaurante de comida rápida, junto con sus amigos y parte del equipo de fútbol.
Las pláticas eran fugaces y sin relevancia alguna, solo el intercambio de comentarios y risas que generaban un ambiente de lo más relajado, totalmente opuesto al interior del pecho de joven que había logrado disimular bien sus sentimientos de culpa, pero la encontrabas revisando la pantalla de su móvil cada cinco minutos.
-¡Oh! Levi.- Gritó Hange poniéndose de pie y causando un alboroto en la mesa. - ¡decidiste aparecer!
Los ojos de Hannah como los de todos los demás presentes se dirigieron al joven que arrastró una silla y se sentó al otro lado de la mesa, junto a Erwin y otros chicos del equipo.
- Lo lamento.- Se disculpo juntando sus manos sobre la mesa.- tuve que atender algo...- sus mirada y la de ella se encontraron luego de que terminó aquella, y ninguno de los dos la parto hasta que Erwin le dirigió la palabra.
-Descuida ¿lo solucionaste? -Preguntó dándole un sorbo a su bebida.
Aparte la mirada al escuchar que Eren llamaba a mi nombre frente a mi.
- ¿Si?- Le correspondí tomando una papa frita de mi bandeja.
- ¿Irás a los demás partidos? Hoy te vi emocionada.- Dijo con cara burlesca.
- ¿y puedes creer que no quería venir?- interrumpió Liza abalanzándose sobre mí en un amistoso abrazo.
- ¡Oye! Deja de venderme.- la regañe riéndome.- ademas no estoy familiarizada con los juegos, mentiría si dijera que se cuando es el siguiente y en donde.
- Hablas como si no tuvieses al capitán del equipo de tu universidad sentado en la misma mesa.- continuó Eren en el mismo tono, mientras alargaba su brazo y robaba una papa de mi bandeja.- ¿Hannah Beckham poniendo excusas? Quien lo diría.
- No te robes mis papas Eren Jeager.- Lo acuse con el dedo mientras entrecerraba mis ojos en su dirección.
- Ya Eren.- Gritó Reiner a una silla de distancia.- Si quieres invitarla a salir solo dilo, fuerte y claro.- Finalizó riendo junto con Jean y Connie.
En ese momento Mikasa, quien estaba sentada junto a Eren y Armin se levantó silenciosamente de la mesa y camino hacia los baños del restaurante, mi mirada se topó junto con la del rubio, quien se limitó a dirigirme una sonrisa tímida.
Así que Mikasa y Eren... comencé a formular mientras regresaba mi atención al cuerpo de la joven que cada vez se alejaba más.
Recorrió de nuevo el camino con sus ojos de regreso a Eren cuando se detuvo en Levi.
Quien estaba hablando con Erwin aún, parecía serio y preocupado, aprecio cada movimiento del joven con detenimiento.
Hasta que de nuevo ambas miradas se encontraron en la distancia, esta vez no la pudo sostener y la aparto rápidamente hacia su comida, con un rubor creciendo en sus mejillas.
Que vergüenza... se dio cuenta que lo miraba.
- Reiner.- comenzó Eren con una sonrisa burlona.- hablas muy confiado de estos temas ¿quien diría que Christa pasa olímpicamente de ti?
Jean y Connie rieron más fuerte por el comentario.
- Llegas justo a tiempo, el próximo partido será la final ¿Por que no vamos todos a verlo?- intervino Hange al rescate.
-Por mi no hay problema.- Respondió Liza animada levantando la mano.- y en cuanto a ella.- Dijo señalándome "disimuladamente"- la arrastraré conmigo.
- Seria genial que hiciéramos algo especial luego de eso.- Dijo un Armin sonriente.- después de todo el último partido marca oficialmente las vacaciones.
- ¡Oh si si!- celebró Sasha emocionada.- Vamos a un restaurante con comida genial.
- En está ciudad ya no hay restaurantes que no hayamos visitado por complacerte a ti.- calmó Annie con un semblante aburrido mientras Armin la abrazaba.
- ¿Por qué no vamos a esquiar a mi pueblo? - propuso Connie.
Todos guardaron un silencio después del comentario del joven.
- ¿qué pasa? ¿Es mala idea?- volvió hablar un tanto confundido.
- No no no.- Sonrío Jean tomándolo de la cabeza y frotando sus nudillos en ella.- es la primera vez que propones algo bueno desde que te conozco.- bromeó.
- ¡ESO ES INCREÍBLE!- Gritó Sasha dandole fuertes palmadas en su espalda.
- Erwin.- llamo Hange al rubio.- ¿cuando es el próximo partido?- Pregunto entusiasta.
- En una semana.- Respondió el mayor sorbiendo de su vaso.- escuche que planeamos viaje ya.
- Esta decidido.- Aplaudió la castaña con lentes.- luego del partido saldremos todos juntos hacia la montaña.
- Yo me encargo de buscar una cabaña en la que nos quedaremos todos.- se ofreció Liza con una gran sonrisa, lo cual me sorprendió.
- Esa es la actitud.- Le felicitó Sasha con una sonrisa.
- ¿y cuánto tiempo nos quedaremos?- Pregunto Eren.
- Eso lo hablaremos luego, crearé un grupo.- anunció Jean, tomando su teléfono.
Y así continuaron armando planes y hablando de lo más normal cuando llegó el momento de irnos, casi me desmayo sobre mi silla al ver la hora... eran las diez y media de la noche y según había dicho al salir hoy en la mañana, solo pasaría hasta la tarde en la casa de Liza.
De todos modos había enviado mensajes a mi madre avisando en donde estaba, pero aquellos solo se habían quedado en el doble cheque azul, ni siquiera me había querido responder...
No sabría qué cara tenía al ver la pantalla de mi móvil porque cuando Liza me habló su semblante era de preocupación.
- ¿Todo bien?- Pregunto, intentando ser discreta, me limite a asentir y guardar el teléfono en mi chamarra.
- Si si, bueno creo que será mejor que termine regresando ya a casa.- Le dije en el estacionamiento del local en donde habíamos pasado la velada.- ¿Quieres que te acompañe?
- Creo que llegarías más rápido si cada una tomara su camino.- Respondió Liza, pensando en el mal humor de mi madre.- ¿tomarás el bus?
- Si, creo que aún alcanzo el último viaje.- Afirme retrocediendo unos pasos.
- Te llevo.- interrumpió una voz ronca y conocida, note el cambio en la expresión de Liza que abrió los ojos cuál platos de cerámica y me miro con asombro mientras intentaba guardarse una risa.
- Oh, no quisiera darte molestias.- añadí casi en un suspiro mientras me volteaba hacia Levi Ackerman, mentiría si dijera que el nerviosismo no comenzaba a cosquillear en mis palmas.
- Venía a ofrecerlo cuando escuche la conversación.- Respondió restándole importancia.- tengo que ir a un lugar cerca de tu casa, así que no es molestia.- ¿tiene que ir a un lugar? ¿A las 10:30 p.m? Las preguntas zumbaron mi cabeza, pero obviamente se quedaron ahí... no estaba ni en la confianza ni en la posición de preguntar.
- ¿En serio? Si es así, lo agradecería mucho.- respondí metiendo mis manos en las bolsas del abrigo, volteé a ver a mi amiga en auxilio, pero esta se había quedado estupefacta viendo la escena.
- Si si, será mejor que te lleve él y por mi no te preocupes, Jean ofreció a llevarme.- Soltó en un hilo de voz desentendiéndose de mi.
Abrace a Liza fingiendo un despido, pero lo cierto es que estaba pensando en todos los mensajes de reclamo que le escribiría al estar en su cama, ese día la había vendido demasiadas veces cruzando el descaro.
- ¡Eso es Levi!- Gritó Hange despidiéndose.- cada vez estas más cerca de parecer un chico genial ¡quizás hasta consigas novia!- bromeó abrazado a su amigo.- se bueno con Hannah,vamos Eren díselo tú también.
El rubio nombrado soltó un suspiro y apartó a Hange de Levi antes de que se peleasen.
-Conduce con cuidado.- Le dijo a su amigo.- cuídate Hannah, gracias por acompañarnos hoy.- le dijo en una amable sonrisa.
- y no se te olvide agradecerle por entregar su corazón en el partido.- siguió bromeando Hange mientras reía, su risa se me pegó y no pude evitar guardarla.
- Gracias ustedes, nos vemos pronto, ahí estaré para apoyarte de nuevo.- Dijo Hannah cordialmente y caminando hacia los demás.
Levi se limitó a traer el carro y esperar en él, mientras Hange los seguía molestando.
- ¡Ya me voy banda de desconocidos amistosos!- se despidió moviendo las manos en su dirección.
-Adiós Hannah.- se despidió Connie con un amor y paz en sus manos.
-Connie no seas tonto y despídete bien.- Le regañó Sasha dándome un abrazo.- nos vemos luego, la próxima vez prometo traerte golosinas a tu también.- aquello la dejo extrañada, ni siquiera había notado que había llevado aperitivos.
- Sasha, no trajiste golosinas.- la interrumpió Annie en desdén.
- Si traje, pero me las comí todas yo.- Dijo en tono de culpa.
- No hay problema.- la consoló Hannah intentando imitar sus expresiones.- Yo de por la lucha con la que cargas.- Dijo sarcástica.
- No le des cuerda por favor.- se quejo Jean despidiéndose.- para el grupo que creare ¿me pasas tu número?- Pregunto un poco tímido.
-Quita esa cara tan asquerosa.- se quejo Eren.
-Eren.- Le calle entrecerrando los ojos y caminando en sudirección.- Algunas personas tienen descendía al pedir los datos personales de alguien.- Le dijo recordando lo insistente que había sido cuando logró sacarle su contacto.- Pero no quisiera molestar a Levi que está esperando ya.- cambio de tema señalando el carro ya encendido.- Así que podrías pasárselo.- Preguntó en tono completamente distinto, casi que suplicante al castaño.
-Solo cuando conviene eres amable Hannah Beckham.- se quejo Eren exageradamente.- Si necesitabas que te llevaran pude haberlo hecho yo.- continuó siguiendo la línea de visión que llevaba al carro de Levi.- Anotaré esto como una traición.- Dijo indignado.
- Perdóneme joven Jeager.- Le seguí la broma.- prometo jamás volverá a ocurrir.- recite dramáticamente, el contrario solo soltó una carcajada.
Los demás ya habían subido a sus carros y dejando a únicamente los dos jóvenes envueltos en aquel frío.
- Tendré que pensarlo.- Respondió haciéndose el digno.- no contestas mis mensajes.- Dijo enumerando con su mano.- desapareces por dos semanas.- añadió sumando otro dedo a la cuenta.- te burlas de mi.- un tercero se sumó a la lista.- Le das órdenes.- el cuarto dedo salió.- y ahora regresas a casa con Levi Ackerman, mi archienemigo en popularidad.- termino mostrando el meñique.- ¿que sigue?- Preguntó dramático.- ¿un acuchillamiento por la espalda?
-Eso sería muy cliché ¿de verdad quieres morir así?- la risa de Hannah se escuchó en el lugar.- déjame pensar en una mejor manera.
- Eres increíble.- Le contrarrestó él abrazándola para despedirse.- solo recuerda que yo soy mejor.- añadió alejándose de ella y guiñándole el ojo de manera coqueta.
Se quedó un tanto pasmada y anonadada viéndolo, en verdad a veces le sorprendía lo lanzado que podía llegar a ser, pensó en un leve sonrojo mientras daba largas zancadas para llegar al auto de Levi.
Todo el camino el silencio reino en el ambiente, si antes sentía que sería difícil relacionarse con el pelinegro, luego de la ultima noche, en la que sus emociones le habían ganado , lo miraba imposible.
Quería hablar y actuar como lo hacía normalmente, pero simplemente se sentía incapaz, Levi había visto una parte de ella que no estaba preparada para mostrar, de hecho, nunca estaría lista para hacerlo.
Ni siquiera con Liza frente a ella había llegado a romperse de esa manera, siempre se había mostrado alegre y confiada, aún en sus peores momentos. Esa face suya solo la conocían sus doctores y su mamá...
El carro se detuvo y Hannah vio su casa con las luces encendidas.
-Gracias.- Dijo forzando una sonrisa, y abriendo la puerta con cuidado.- también por lo de la otra noche.- añadió evadiendo la mirada del contrario.
- No hay de que.- Respondió apoyando sus manos en el timón.- aunque si eso te incomoda, solo no lo menciones.
- No se de que hablas.- Dijo ella saliendo de auto y apoyándose en el marco para verlo una vez más.- Me refería a por traerme.- añadió sarcástica sintiéndose un poco más tranquila.- no pasó nada más.
Tras ese último intercambio de palabras Levi la miró alejarse sin despegar su atención de la silueta de la contraria hasta que desapareció tras la puerta de su casa, había manejado lento e incluso le había ofrecido llevarla con tal de hacer más tiempo pero en el momento en el que el teléfono comenzó a sonar y la pantalla se iluminó con un nombre que el muchacho predijo aún sin ver, apoyo la cabeza en el timón y otra vez la realidad lo envolvió.
La melodía sonaba y la luz del teléfono interrumpía la oscuridad, pero no tenía fuerzas para atender, aún no.
La noche fue cómplice de el pequeño capricho que se permitió al dejar que el último tono musitase y el silencio lo envolviera una vez más.
Ojalá, deseo el Ackerman en su soledad, el camino fuera más largo.
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