ADVERTENCIA ANTES DE LEER: Mención de suicidio. Sangre.

Una sonrisa aparece en el rostro de Albus al verla, se encuentran una vez más en el mismo lugar. Ahora tiene el cabello recogido en una larga coleta, este se ve brillante y sedoso mientras se encuentra sobre su hombro derecho. Intenta no demostrar en el exterior todas las emociones que arremolinaban en su interior, verla lo hacía olvidar todo el resto de sus preocupaciones y lo hacía sentirse tan bien.

—Ey, hola —la saludó una vez se encontraron cara a cara.

Emily gira la cabeza para enfocar su mirada en el chico, y una gran sonrisa se apodera de su rostro. En el acto, se suman un par de hoyuelos que desde que los descubrió, no lo dejan vivir en paz.

— ¡Hola! —corresponde, con un tono algo torpe.

— ¿Tardé demasiado?

—Yo llegué muy temprano —admite, apartando la mirada mientras él deja de verse tan apenado, para pasar a sonrojarse un poco.

Se ha convertido costumbre, esto de que Albus la mire con devoción. Ambos caminan hasta encontrar un buen lugar para tomar asiento.

— ¿Cómo has estado? —Emily pregunta.

Mientras piensa en la respuesta, Albus tal vez tardó más de lo que debía. Su mente intentaba traerle recuerdos, al mismo tiempo que los rechazada, esforzándose por acallar esos gritos y lloriqueos, empujándolos al fondo. Tal vez pasaron diez segundos antes de que sacudiera la cabeza, sonriendo otra vez.

—Todo bien, ¿y tú?

Emily también piensa bien su respuesta, pero no tarda demasiado. Sus labios se aprietan, abultándolos con resignación durante un segundo antes de hablar.

—La verdad es que tuve problemas con una amiga.

Potter la mira extrañado, acercándose solo un poco más.

— ¿Y eso por qué?

—A ella no le agradas —confiesa, con pena. El estómago de Albus cae, mientras sus ojos se abren un poco más—. Dice que vas a lastimarme.

—Yo no te lastimaría —exclama de inmediato.

Con una sonrisa de labios apretados, ladea la cabeza mientras dice: —Es que ya lo hiciste.

La confusión invade a Albus, no puede abrir la boca para preguntar a qué se refería, porque todo su alrededor sufrió un cambio drástico. Un grito desgarrador le golpeó los tímpanos, y tuvo que poner sus manos encima de las orejas. Entonces, a solo un metro de él, aparece Emily cubierta de sangre en el suelo; tiene un cuchillo junto a su mano derecha, y múltiples heridas a lo largo del cuerpo.

La escena le provoca arcadas, e intenta gritar, pero no puede. Mirando a su alrededor, nota que se encuentra en una cueva. Se siente tan abrumado que solo quiere salir de allí, así que retrocede trastabillando, hasta que cae al agua de espaldas.

Albus despierta de sobresalto, bañado en sudor una vez más. Apenas puede respirar, y todo su cuerpo se siente caliente, pero sus manos están heladas. Se encuentra a oscuras, porque había cerrado las cortinas de la cama. Aprendió a guardar su privacidad así, porque en los últimos tiempos despierta de esta forma cada día, y sus compañeros comenzaron a mirarlo con ganas de preguntar al respecto.

Está llorando, no puede evitar sentir dolor con la imagen de Emily muerta. Además, es un tanto difícil de explicar, pero se había enamorado de la chica en sus sueños. Durante mucho tiempo, había sido un consuelo ir a dormir sabiendo que se encontraría con ella.

Ahora tanto la realidad como los sueños de Albus eran un martirio. Su familia y seres queridos se derrumbaban, su hermana menor había desaparecido, y la chica que le gustaba aparecía solo en pesadillas. No sabía con quién hablar al respecto, todos tenían suficiente en su vaso para llegar con lo suyo.

—Juro por Merlín que te sacaré de la cama a rastras.

Scorpius habla a través de las gruesas cortinas, hay movimiento, y luego las abre para mostrarse. A pesar de que sonaba como una mala imitación de enojo, le dedicó a su amigo una mirada preocupada. Albus claramente no notó eso, no tenía las gafas puestas y la repentina luz lo obligó a entrecerrar los ojos.

—Se hace tarde... ¿Tuviste una pesadilla otra vez?

Ah, es verdad. Solo Scorpius sabía todo el tema de los sueños con Emily, y que estos se tornaron en pesadillas.

—Creo que lo de hoy fue peor —admite el de cabello oscuro, pasando las manos por su rostro para deshacerse de las lágrimas, para luego buscar sus gafas a tientas.

—Puedes contarme si quieres... Pero, por favor, primero ve a ducharte y cepillarte los dientes —Scorpius suelta una risa mientras se tapa la nariz y da un paso atrás—. Hueles a excremento, amigo.

Albus se siente avergonzado, pero de igual forma ríe, sale de las sábanas sintiéndose entumecido y mira el cuarto. El resto de sus compañeros ya se fueron a desayunar, Scorpius debió esperar a que se retiraran para despertarlo y que no tuviera que lidiar con más preguntas.

Era el mejor amigo que pudo haber pedido.

El baño común estaba vaciándose cuando llegó, hasta que solo era él frotando sus brazos y torso con la esperanza de deshacerse del sudor y el mal olor. No quería hacer que Scorpius esperara demasiado, estaba dispuesto a ir más rápido mientras se cepillaba los dientes frente al espejo empañado.

Aquel sospechoso silencio le habría resultado inquietante si no estuviera tan inmerso en sus pensamientos, vagando desde Lily a Emily una y otra vez. No había demasiado que pudiera hacer por cualquiera de las dos, pero de todas formas daba giros a la situación.

Tras enjuagarse la boca, decidió intentar peinar su cabello, para lo cual pasó una mano por el espejo, despejando la imagen. Pasaron algunos segundos antes de que viera una figura a su lado y pegara un chillido de horror.

Volteó para mirar el resto del baño, estaba vacío, pero volviendo a mirar al espejo se encontraba cara a cara con un rostro triste.

Emily lo estaba mirando, sus ojos hundidos y ojerosos, sus labios estaban azules y agrietados. Eso le sacó el aire de los pulmones.

—No quería asustarte.

Tal vez, ¿se había resbalado y se golpeó la cabeza mientras tomaba la ducha? Puede ser que siga dormido y esto forme parte del sueño.

—Se está acabando el tiempo, y si no haces algo, ella hará algo que no tendrá vuelta atrás —le dice con desespero, su imagen acercándose más—. Albus, por favor, ayúdame.

Intenta relamerse los labios, pero a pesar de que acaba de pasar agua por su boca y el resto de su cuerpo sigue húmedo, tiene la lengua seca. Su primer instinto, claro, es asentir sin dudar.

—¿Qué necesitas?

—Yo-

Emily es silenciada por un grito muy alto y agudo, Scorpius se había metido al baño para apurar a su amigo, y terminó encontrándose con algo que no quería ver.

El Potter siquiera había notado que su toalla se resbaló y ahora estaba completamente desnudo. Sí, Scorpius gritó por eso... primero.

Pero ahora estaba gritando por la fantasmagórica chica en el reflejo.

—¡Albus ya tápate! —exigió, rojo después de tanto griterío, y se volvió hacia Emily—. ¿Por qué estás aquí? ¿Eres una fantasma pervertida?

La desafió mientras empujaba para atrás a su amigo, posicionándose de forma protectora ante él.

—Uh, no —Emily responde, tropezando en sus palabras—. Yo... ¡Albus!

Ambos, la fantasma y el Malfoy, miraron al chico esperando ser apoyados. Sí, entonces Albus quiso salir corriendo.

Con el pasar de los minutos, Scorpius supo que su amigo no lo apoyaría con lo de fantasma pervertida, y tampoco irían a desayunar pronto. Al menos tuvieron la decencia de permitir que Albus se vistiera, y trasladarse para tener una larga charla a través del espejo en su cuarto.

—Entonces... estabas obsesionada con James —simplifica la historia, y muerde la barra de chocolate que robó de los cajones de un compañero.

—Enamorada —intenta corregir la fantasma, viéndose enojada, pero en sus ojos también se notaba pena y resignación—. Ya ha pasado como año y medio.

Albus no había mostrado muchas expresiones faciales mientras escuchaba la explicación, su mente intentaba procesar que todos los encuentros que había tenido en sus sueños eran lo que James y Emily hicieron en el pasado. Además de que su hermano le rompió el corazón a la chica.

Y ella se suicidó poco después.

—Mackenzie siempre me decía que no debía juntarme con él porque era malo, y que me haría daño —recuerda, sus opacos ojos comenzaron a dejar caer gruesas lágrimas—. Pero me hizo feliz por un corto tiempo, hasta olvidé los problemas con mi familia, y me volví adicta a esos momentos... Nunca pensé que para él no significaba nada.

—Suena mucho a James —comenta Albus, al fin abriendo la boca. Su voz es baja y enojada—. Él es horrible con los sentimientos de las personas.

—Pero, si cometiste suicidio dentro del predio del colegio, porque esa cueva al otro lado del lago lo es... ¿Cómo es que no nos enteramos?

Scorpius estaba intentando muy duro comprender la situación.

—Mi familia no quería que esto se hiciera más grande, odiaban recibir atención negativa, bueno, seguro todavía lo hacen —Emily suspira—. No tengo idea, mi alma está anclada a este lugar y no puedo salir.

Ella suspira, mientras el par de muchachos se estremece de miedo y pena.

—Por eso pude seguir observando a las personas por aquí, en especial a Mackenzie —Vuelve a conectar miradas con Albus—. Ella ha estado saliendo con James.

—Ah, dinos algo que no sepamos —Scorpius rueda los ojos, recordando haber visto a James correteando a la muchacha.

—Mack quiere vengarme.

Albus toma asiento junto a su escritorio, alzando los brazos para recostar los codos en este, y sujetar su cabeza con las manos juntas. El Malfoy, por su parte, dejó de abrir otro chocolate para mirar con una mueca al espejo.

—Vengarse como romperle el corazón o...

—Ya no creo que sea solo eso, siendo sincera.

—Entonces, comenzaste a aparecer en mis sueños porque querías proteger a James.

El tono de su amigo hizo que Scorpius se levantara, como si fuera una señal para retirarse.

—Iré a mirar el pasillo.

Aunque el espejo estaba junto a Albus, él seguía sin mirar en su dirección, incluso cuando la puerta del cuarto se cerró, dejándolos con algo de privacidad.

—Hasta parece que no escuchaste lo que dije —fue Emily quien rompió el silencio, sonriendo sin gracia—. Después de todo este tiempo estando muerta, y todo lo herida que estuve en vida, ¿crees que me importa protegerlo a él?

Ambos bufan, él mira al techo y es posible ver unas cuantas lágrimas no derramadas en sus ojos.

—Albus —lo llama con delicadeza, solo consigue que la mire unos segundos antes de volver a mirar sus manos—. Quiero ser sincera, me aparecí en tus sueños porque yo misma quería vengarme. Planeaba repetir la historia, pero sin que yo fuera la que terminara lastimada.

Era posible que su corazón se rompiera más, esa revelación causó que las lágrimas comenzaran a caer.

—No esperaba que fueras distinto a tu hermano y le dieras la vuelta a mi narrativa... Y fue tan idiota de mi parte querer lastimar a alguien inocente por lo que me hizo su hermano.

—Lo fue —le dice, con la voz ahogada.

—Lo siento tanto, Albus. No merecías que te hiciera esto.

Pasa un minuto en el que solo se escucha al chico intentando recomponerse, limpiando sus mejillas y anteojos, para volver a hacer contacto visual con la fantasma. Al verla, pudo notar el arrepentimiento en su mirada.

Emily le dejó que eligiera el momento para volver a hablar.

—Sin embargo, fui feliz estando contigo en mis sueños, sabes. Me refiero a antes —confiesa.

—Yo igual... Tan feliz como pudiera estar alguien muerto.

Potter asiente con la cabeza, y respira hondo pensando en la información nueva.

—Entonces, debería intentar alejar a James y Mackenzie antes de que ella intente algo.

—Sé que estás pasando por malos momentos, esto debe ser demasiado.

—Por eso, no quiero otro hermano desaparecido, herido... o muerto.

***

¡Hola chikis! Pasó mucho tiempo, lo lamento, carecía de inspiración y realmente odié la versión anterior de este capítulo cuando lo releí.

¡Así que lo escribí todo de nuevo! Antes todo sucedía de forma diferente, y noté que no tenía mucho sentido porque entonces escribí toda la historia muy desordenada. Bueno, no importa, esa versión anterior ya murió porque me olvidé de copiarla en el otro documento y solo la borré lol

Espero que estén bien, y que pasen un octubre muy bonito con maratones de las películas clásicas. Por mi parte, espero poder traer otro capítulo pronto.

¡Cuídense!

PD: No sé, siento que necesito dejarlo en claro. Emily no cometió suicidio porque James la dejó precisamente, entonces estaba muy vulnerable por situaciones familiares y un corazón roto solo fue la gota que derramó el vaso. Su familia no la contuvo como debieron hacerlo, ellos mismos cultivaron su dolor, y luego ocultaron lo sucedido para evitar ser señalados.