Los días pasaban rápidamente y se aproximaba ya el último trimestre escolar, la época más complicada de todas: llegaba el período de evaluaciones, exámenes escritos, orales, investigaciones, trabajos de campo, exámenes de recuperación (aplicable solo para los estudiantes que tuviesen las calificaciones por debajo del promedio, ¡eso no iba conmigo!)... 

Ana estaba muy asustada según nos contaba a Chris y a mí, ya que su nivel en Matemáticas e Inglés era deficiente, ya había mejorado sus notas en tres asignaturas más, pero ella al igual que todos queríamos aprobar el año y recibir el grado que nos acreditaba como estudiantes de Educación Primaria... Todos teníamos expectativas con el ingreso a la Educación secundaria (Bachillerato) y quedaba poco para ello. Entre Chris y este servidor le ayudamos demasiado, para que mejorara su nivel y pudiese graduarse con nosotros.

Al principio pensé que Ana y Christofer tendrían un romance adolescente, pero no fue así se hicieron muy amigos; de hecho, yo me involucré mucho con ellos y compartíamos muchas historias. Ana cambió rotundamente su personalidad, era más abierta, más espontánea, participaba más en clases. Debo admitir que para las matemáticas no tenía ni la más mínima posibilidad que algún día sacara la nota máxima, eso no se le daba a ella; pero la idea era que por lo menos llegara a la nota mínima de aprobación en dicha asignatura. Yo casi allí no le podía ayudar, ya que Matemáticas no eran mi fuerte y aparte no tenía aguante con ella; realmente en su cabezota de gigante no ingresaba nada de números. Chris era más paciente y estaba pendiente siempre de ella, de involucrarla en trabajos grupales para que le ayudara a ella en su promedio y también le daba clases extracurriculares en su casa. No sé cómo hizo, ni que hizo, pero su familia no tuvo reparos en recibirle varias veces en su casa .Debo admitir que era un galante y un gran amigo, cosa que tal vez vieron los padres y familiares de Ana Luisa.

Después de un tiempo de que marchara todo bien en casa de Ana Luisa, según nos comentaba ella, ya no había recibido más maltrato, ni golpes; es más, en período de vacaciones su tío Maicol la llevó con la que era su novia en ese momento a una isla en el caribe colombiano, sus padres de crianza (sus abuelos) no habían opuesto resistencia. Todo esto le ayudó mucho a Ana ya que llegó más radiante, bronceada y luciendo como toda una señorita después de este tiempo vacacional. Comenzó a usar maquillaje algo sobrio, pero que le resaltaba su mirada y fue allí que note que poseía unos ojos color café claro muy bellos, sus pecas las disimulaba con un poco de polvo de cara y rubor, lo que le daba un aspecto de chica de ciudad. Su cabello lo había definido con ondas y lo había cortado un poco, esto le hacían ver más femenina, ya que sus facciones eran algo toscas... Sin duda alguna Ana Luisa había cambiado, es más algunos de los chicos del salón le echaban "piropos" y muchas flores con su nueva apariencia, aunque no fue extrema si le sentó muy bien.

Los eventos que ocurrirían en Tajamar en esos últimos meses serían desastrosos, acabarían dañando la vida de las personas que morábamos en el pueblo. Yo no entendía porque nuestros padres nos prohibían salir demasiado a la calle a jugar, algo que era muy habitual meses atrás, todo les producía miedo, tampoco porque nos llevaban a la escuela, si antes nosotros mismos íbamos sin miedo que algo nos pasara... Algo ocurría en el pueblo y nadie nos comentaba nada... era como si una espesa niebla se posara sobre el mismo sin mostrar el paisaje alrededor. Recuerdo que se vivía una gran incertidumbre.

Comenzaron a llegar noticias espantosas de lugares cercanos al pueblo, de desapariciones, de conformaciones de bandas y grupos al margen de la ley que estaban tratando de intimidar a muchos comerciantes de la zona, noticias que solo veíamos en televisión y en sitios lejanos a nuestro pueblo.

Recuerdo una mañana que las alarmas del pueblo y la campana de la Iglesia principal comenzaron a sonar, era impresionante el estropicio que generaba tanto escándalo sonoro; no se sabía que ocurría. Era un día lleno de bastante niebla, hacía algo de frío por las lluvias que se posaron esa madrugada en el pueblo, a la vez se sentía mucho escalofrío por el extraño evento que estaba pasando (aunque se desconocía que era en sí); era algo que nunca había ocurrido desde que tenía uso de razón. Ese sábado de finales de septiembre, la noticia  pronto se dispararía como pólvora.

La señora Magali, una allegada de la casa,  quién era la vendedora de pescados más conocida de Tajamar. Sus peces eran pescados en el río que bañaba el pueblo de Tajamar y sus ciénagas aledañas. Ella recorría todo el pueblo vendiendo con su <<ponchera>> en la cabeza , cubría su cabeza con un trapo que la protegía del maltrato que podía significar llevar cargados sus más de 10 Kg. en esta parte del cuerpo. tenía sus clientes fijos y mi madre era una de ellas... todos los días pasaba por la la casa a tomarse la tacita de café que mi madre hacía, y también para ver si ella ese día le iba a comprar algunos de los variados de peces que llevaba consigo. Recuerdo que esa mañana llegó alterada y siendo apenas las 7:00 AM, comenzó a narrar lo que había acontecido. Las alarmas llevaban media hora de estar sonando y aún en casa no teníamos idea de que acontecía.

- "Sra. Karina ( madre de quien narra esta historia), al parecer acaban de <<balear>> a un concejal del pueblo en plena plaza; se trata de Juan Esteban Macias. Él estaba trotando como habitualmente lo hace. Sale todos los días a las 6:00 AM a hacer ejercicio, porque el estaba muy gordito ..." 

La Sra. Magali siempre se perdía en detalles y alargaba las historias que a diario le narraba a mi madre...

 - "... después de correr, él estaba llegando a su casa tipo 7:30 AM, ya sea que salga en su bicicleta o salga a trotar con su primo y también Concejal Pablo Marcial, a él (el occiso) casi no lo conoce el pueblo porque es de los nuevos mandatarios locales, pero su primo quién no solo fue reelegido, también fue el principal apoyo su campaña al concejo municipal, yo voté por el difunto "...

Mi madre no es que le creyera del todo pero escuchaba atentamente:

- "... Según me cuenta una vecina que estaba en el mercado y pasó por el lugar donde estaba el cuerpo arrojado a éste le dieron tres balazos que le impactaron la cabeza, abdomen y según dicen el último fue directo a su corazón y por eso murió en el acto... Esto está muy <<maluco>> señora Karina, una sale de su casa, pero no sabe si regresa de nuevo a ver a sus familiares. Yo antes de salir rezo tres padres nuestros y dos avemarías para sentirme protegida... No deje salir a sus hijos y rueguenle a Dios ustedes que son muy devotos a la fe;  ojalá esto sea pasajero, porque también me enteré que están marcando las casas donde al parecer están ajustando cuentas... por mi barrio algunos se fueron porque dicen que estos tenían familiares en la guerrilla y este es un nuevo grupo paramilitar que surgió y está haciendo una limpieza social, acabando a las familias de los guerrillos y a los que por ahí vean mal ubicados, así que mejor métanse a las 6:00 PM a la casa, para evitar tragedias..."

Lo cierto fue que esa semana los padres no nos enviaron a clases, hasta que se calmara un poco la revolución de la muerte del concejal. Fueron épocas en las que estábamos encerrados en casa viendo dibujos animados, jugando en los patios, comiendo, durmiendo y más nada. A duras penas salíamos a la iglesia los domingos. Para esa época había un parque gigante recién inaugurado que pocos podíamos visitarle por temor de que algo nos ocurriese, además que el lugar estaba algo retirado; quedaba en el lado sur del pueblo y los que vivíamos en el centro y norte del pueblo no podíamos ir por aquel temor latente.

pasaron más de veinte días, después de aquella revolución en los que nuestros padres no dormían tranquilos, y en los que varias veces se escucharon falsas alarmas por aquellas asonadas de violencia que se respiraba en esos momentos.

Todo volvía a la  calma aparentemente... Así transcurrió un mes y no pasó mayor cosa.

A finales de octubre y ya nosotros los estudiantes de quinto año de primaria estábamos pensando en exámenes finales. Ya casi no salíamos con los compañeros a la biblioteca a investigar por aquellos eventos. Una mañana de un viernes a escasos 10 días de finalizar el antepenúltimo mes del año, nos sentamos en una mesa redonda a discutir asuntos de Convivencia,  era una asignatura nueva  que nos asignaron como parte de las ciencias Sociales y la humanística;  ese día Ana tenía que ser la moderadora de dicha mesa redonda. Ésta había sido designada por la profesora, con el fin de ayudarle a subir su promedio escolar. Comenzó hablando del tema que más nos estaba afectando <<ola de violencia>>, la cual estaba azotando a todos en Tajamar y sus alrededores. 

Ana comenzó tomando la vocería con gran empoderamiento (algo que me alegraba muchísimo), ella nos comentaba que por su casa arrojaron una especie de mensajes anónimos donde les pedían que a las 7:00 PM máximo estuviesen en sus casas, nadie podía salir sino después de 6 AM a sus labores o sus rutinas diarias. A mi esto me extrañó muchísimo porque por mi barrio no habíamos escuchado de esto y Tamajar tampoco es que fuese un pueblo muy grande...

La moderadora, daba paso a las intervenciones de los demás y un compañero llamado Rubben de ascendencia Africana, de color negro azabache, el cual era una persona que poco hablase, ese día tomó gran parte de la discusión que estábamos sosteniendo los alumnos de Quinto A de primaria (Creo que no les había mencionado que en la jornada de la tarde existía un Quinto B). Rubben decía que en un caserío a menos de una hora del pueblo y de donde era oriundo su padre, habían acabado con la vida de muchas familias, ya que al parecer tenían contacto con grupos al margen de la ley, contrarios a este nuevo grupo que se estaba levantando; nos narraba que muchos estaban ingresando a las filas de estos nuevos grupos armados.

La profesora Marta después de escucharnos y de dar sus apreciaciones con cada intervención, nos dio un gran aporte a todos, algo que no olvidaré jamás : 

- "El mundo puede ofrecerte muchos caminos, pero en la educación, el respeto y las buenas costumbres están las claves para que los niños de hoy y futuro del mañana se alejen de todos estos movimientos en contra de la ley"... 

Una vez terminada la intervención de la profesora Marta, Ana Luisa suelta un grito extraño, el cual nos dejó a todos estupefactos. 

La profesora se le acerca y le pregunta que le estaba ocurriendo y ésta con una voz y tono extrao le responde que 

<<Algo malo estaba por suceder en el pueblo, que había sentido algo extraño en su ser y que todos corriéramos a refugiarnos en nuestros hogares. Que abrazáramos a los nuestros, que no se sabía si el día de mañana  alguno de los nuestros podía partir de repente, o nosotros mismos; que buscáramos un mejor porvenir>>... 

La verdad no sé si fuese una revelación genuina, una alucinación por todo lo que hablamos o una locura total. Lo cierto es que muchas chicas del salón saltaron en llanto por lo que Ana Luisa estaba diciendo. 

Su rostro se veía pálido, sus ojos algo rojizos, era como si estuviese en otro mundo alucinando y diciendo cosas que no se le entendía bien... La profesora inmediatamente llamó a coordinación y enfermería, nos dieron agua con azúcar para calmar un poco los nervios debido al impacto que causó las palabras de Ana y a ésta última la llevaron a casa con sus familiares. 

Ese día salimos más temprano, a mí me tocó esperar que mis hermanas terminaran su jornada, para llevarlas conmigo directo hasta la casa, aunque esto también fue una hora antes de lo habitual; por lo que no me tocó esperar demasiado. Mientras tanto me senté un rato en la cafetería de la escuela a esperarlas. Sin embargo, unos pálpitos extraños comenzaron a ondearme y mi corazón acelerado pensaba en Ana Luisa y sus enigmáticas palabras... ella no estaba bien, algo le había sucedido.

Yo creí en cada una de sus palabras, para mí era como una revelación divina. 

Tenía que saber cómo estaba ella, pero a la vez tenía miedo de acercarme a su casa, después del último evento con su familia; además por lo misteriosa que era su casa, los "flyers" que habían arrojado, y la advertencia de mis padres de irme derecho a la casa una vez saliéramos de clase (aparte de esperar a mis hermanas o que ellas me esperaran a mí), lo mejor era no ir. La verdad sentía que ella me necesitaba, que algo pasaba consigo y que no estaba bien, parecía que tuviese problemas mentales serios y temí no verle más.