CAPÍTULO V: "A OSCURAS".
- "Era una mañana de esas que normalmente vivo, cuando mi madre (realmente su Abuela) amanecía de <<malas pulgas>>, peleando con mis tías; con la primera discutía porque ésta nuevamente había quedado embarazada del vago de la familia (su marido), con la otra porque tiene negocios con gente extraña que llegaba en horas de la madrugada y le quitaban el escaso sueño que ella tenía. Mi padre no le reprochaba nada pero sentía como cada palabra de mi mamá le amargaba el momento y desde temprano se iba al final del patio a fumar su <<habano>> ".
Hace una pausa.
- "Mis tías siempre le discutieron a mi mamá por sus quejas, que ya era la vejez la que la tenía así, siempre eran gritos y peleas. Yo apenas estaba creciendo y veía como estas se hablaban muy fuerte con palabras soeces... Mi mamá se <<desquitaba>> conmigo, me colocaba a barrer el enorme patio, a ordenar los 8 cuartos que hay en la casa, a lavar las ropas de los niños o a ir a la tienda a comprar; lo primero que se le pasaba por su mente. Yo sentía que odiaba esa parte de ella; como si yo tuviese culpa de todo. Siempre me quedaba callada para evitarme maltratos, pero ni aun así podía evitar los abusos de mi amargada madre...".
Hace una segunda pausa y pasa un poco de saliva por su garganta.
- "Cuando tenía 11 años de edad, descubrí una carta que mi verdadera mamá le había enviado a mi abuela (madre de crianza) desde Panamá. Allí le pedía el favor que me enviara un año con ella, que quería compartir conmigo. Una de mis tías, me descubrió leyéndola y sin pensarlo dos veces tomó una correa del lado de la hebilla me maltrató en varias ocasiones, y me propinó muchos morados en la piel. Ésta llamó de inmediato a mi abuela y yo en medio del llanto por el dolor que me produjo los golpes de mi tía, le reclamé a mi abuela por no dejarme ir; les dije que las odiaba, que no quería saber nada de ellos y que no me querían... Mi abuela en medio del llanto soltó una vasija que tenía en sus manos y me tomó por el cabello, arrastrándome hasta uno de los cuartos que no tenían corriente eléctrica y allí me encerró por una semana. Para ese entonces Dally era mi mejor amiga, aunque también sentía atracción por su hermanito...me gustaban mucho esos enormes ojos que tiene. Yo iba a jugar con Dally a su casa, o por el patio hablábamos y nos prestábamos las muñecas; ella tenía más que yo. Casi nunca la traía a casa porque mi familia siempre me avergonzaba frente al que fuese. Después de todos esos eventos me llené de odio contra todo el mundo, estaba resentida. Un día mi tía (la profesora), me contó que mi mamá intentó abortar cuando apenas era un feto, pero no pudo; supuestamente yo me arraigué a su vientre. Desde allí mi abuela se ofreció a criarme... Obviamente me decían todo ésto con el propósito de que desistiera en mi idea de irme con mi madre... Según entendí todo indicaba que mi verdadero padre había accedido carnalmente a mi mamá cuando ellos eran novios, éste obligado por sus suegros les tocó casarse con mi madre, ya que la había dejado embarazada... su ceremonia fue por la iglesia católica. A pesar de que me indicaba que mi madre quiso abortar, también me decía que mi padre no era digno de mí... pero ¿acaso ellos con sus maltratos si son dignos de mi?. Todo esto me lo contaban me imagino que con el propósito que odiara a ambos , de hecho mi padre biológico no fue muy bien recibido una única vez que regresó y me trajo cosas... para mí era un extraño y no sentí nada a pesar de tan solo tener 6 años de edad, pero mi mamá quién sufrió al igual que yo sufría... a ella si la necesitaba, era mi verdadera madre".
Ana toma un poco de aire y prosigue con su relato:
-"Pasada la semana de estar encerrada allí ,mi tía la modista le sugiere a mi abuela que me saquen, que ya yo había aprendido la lección y era más que suficiente. Que no podía perder más clases... Ese año la Maestra Marta por primera vez fue mi directora de grupo. Me tocó ir con mi tía (La modista) a decirles que estaba enferma que me colocaran actividades de recuperación para ponerme al día en todo".
En ese instante nos quedamos un poco quietos, pasaba por debajo del árbol un profesor de esa escuela y para que no nos viera hicimos silencio.Una vez éste se alejó, Ana Luisa prosiguió con el relato:
-"Esa semana Dally me ayudó mucho, pero sentía que la odiaba, odiaba que su madre fuese tan atenta, la quería como madre para mí; Dally tenía muchas muñecas, un hermano que la respetaba, primos muy bellos con ella, a pesar de que Dally no tenía una figura paterna si la tenía yo con mi abuelo, ella era muy feliz y yo me sentía desdichada en medio de tanta gente que decía llamarse familia mía. Recuerdo que comencé a robarle cositas y cuando su mamá venía a reclamarme le lanzaba los juguetes por el patio, todos destruidos. Una vez le coloqué una nota en sus cuadernos donde le decía que lucifer le iba a salir en las noches. Ella era muy <<bobita>> y todo se lo creía; le contaba historias donde mi madre (abuela) era la bruja que hacía pócimas para robarse los niños y entregarlos a Satán. Cosas que eran irreales... Mi mamá si lee las cartas y el pocillo de café, pero bruja bruja, no es...".
Ana toma respiro por más dos minutos y Chris seca una lágrima que se aloja en una de sus mejillas, mientras ella prosigue con su relato:
-"A partir de todo eso Dally y yo dejamos de ser buenas amigas. Su mamá le prohibió acercarse a mí y era lógico, yo no estaba portándome bien."
Hace una nueva pausa. Y prosigue con su narración:
"Una mañana de un lunes, ese día mi mamá (abuela), amaneció con mal humor (algo ya normal en ella), y me dijo que ese día no iría a la escuela,que debía ayudarla porque estaba mal con una gripe. A lo que yo le contesté: <<Ud. esta es loca>>. Ya sus golpes y castigos no me dolían, ni me atemorizaban, pero mi tía (la que era esposa del vago) llegó repentinamente y me sorprendió en pleno grito y me tomó de las manos para que mi mamá me diera mis buenos <<palazos>>. Yo forcejeé con ella y le pegué un <<codazo>> en su vientre, ella cae al piso del dolor. Yo ya estaba vestida con mi uniforme para la escuela y me fui corriendo de la casa a tomar mis clases. Cuando regresé de la escuela, un poco más tarde de lo habitual, <<sabiendo que lo que se me venía eran castigos y maltratos>>, me encuentro que solo estaban mi papá y mis sobrinos; mis tías y mi madre se habían ido al hospital a llevar a mi tía (la esposa del vago), ya que al parecer por mi codazo ella había perdido la criatura que llevaba en su vientre. Mi papá (abuelo) me reprendió fuerte pero no me maltrató, mi sobrino mayor (el hijo de mi tía la que estaba en el hospital), me gritó: <<asesina>>, y mi papá le dijo: << "cállese" >>, que dejara de expresarse así. Este muy furibundo se encerró en su cuarto y lanzó la puerta fuertemente. Mi papá solo me dijo, enciérrate en el cuarto oscuro y decimos a tu mamá que ya yo te castigué. Él siempre fue más comprensivo conmigo, cosa que no era mamá; solo me corregía con insultos, algunas veces se excedía también, pero a él lo respetaba demasiado. Me encerré allí y me desahogué conmigo misma... Me sentía una asesina, y más que todo cómo lo había expresado mi sobrinito y quién hasta ese día fue mi mejor amigo en la casa. El y yo sólo nos llevamos 3 años y medio de edad y por eso éramos muy apegados, aunque ya él a su corta edad sentía odio por mí por perder a su hermanito."
Yo no podía contener mis lágrimas de escuchar a Ana Luisa narrar esos hechos tan espeluznantes. Por sus mejillas rodaban continuas lágrimas y sollozaba con cada palabra que pronunciaba. Ésta se tomó un respiro, Chris la abrazó fuertemente y la tranquilizó. Prosiguió con narrando su triste historia:
- "Al día siguiente de estar encerrada en el cuarto, a oscuras, siento que abren la puerta. Era mi mamá con una correa en la mano y con lágrimas en sus ojos. Me decía algo como: <<¿en eso es que te quieres convertir, en una asesina?. Para que te enviamos a la escuela, si te comportas como una ignorante!>>-. Pensé que me maltrataría, mis músculos y piel estaban ya tensionados esperando el golpe, pero no fue así. Me dejó ese día sin comida. En la noche que llegó mi Tío Maicol (El artista), me abrió la puerta y me invitó a comer al negocio de comidas que estaba en la esquina frente al supermercado. Allí comí rápida y desaforadamente. Él me aseguró que ya no me tocaría dormir más en ese cuarto o se las verían con él. Que me quedara en silencio y que dejara que el tiempo pasara para que todos olvidasen el lamentable episodio, que no me sintiera culpable, que todo había sido un lamentable accidente."
Nuevamente Ana toma una pausa y sollozando continúa:
- "Esa noche dormí con mi tía la modista, la cual me ignoró toda la noche, tenía cara de resentimiento hacía mí, pero por lo menos no me reprochaba, ni decía nada. Mi tía por lo de su aborto estaba durmiendo en su cama sola y su marido en la cama de mi otra tía, ya que éste roncaba y era sonámbulo y le podía maltratar su herida. Recuerdo que tuve el impulso de salir corriendo a la calle esa noche. No podía dormir, era muy profundo el dolor que estaba sintiendo. A media noche, salí al patio y sentí conversaciones en el cuarto de revelado de fotografías. Al parecer mi tío Maicol y mi papá (abuelo), charlaban sigilosamente; no alcancé a entender lo que decían, tampoco le di importancia, asumí que estarían hablando de lo acontecido. Me fui al patio a llorar y desahogarme... en eso mi mamá me sorprendió y me haló por uno de los brazos y me volvió a meter al cuarto oscuro, me amenazó con que si gritaba me iba a ir peor, que no despertara a nadie y menos a mi tío Maicol. Para ella era su hijo preferido y como era tan distinto a los demás, seguramente no quería indisponerse con él castigándome nuevamente. Para mi desgracia mi tío esa madrugada salió en uno de sus trabajos habituales, yo asumía que de fotografía, mi tía la modista le entregó unas cajas y en una camioneta partió temprano, la puerta del cuarto oscuro estaba sin seguro, así que pude escuchar y ver los movimientos de las misteriosas cajas que salieron esa madrugada de mi casa.
Al final Ana nos dice:
- "Ya para terminar con esto amigos: ese año me sacaron del colegio, el cuarto oscuro se convirtió en mi refugio y mi sitio de permanencia, salía escasamente a la cocina o la sala a barrer, a limpiar, a fregar, a hacer oficios del hogar. Mi tía la profesora de vez en cuando me daba clases como para que no perdiera la costumbre y mi tía la costurera me enseñó a coser y tejer. Esta última siempre tenía trabajo que hacer; apenas le dedicaba tiempo a su pequeña hijita de 2 años, ella era madre soltera, tenía bastantes costuras que entregar y yo hacía las veces de su niñera, de vez en cuando me compraba maquillaje o me traía frutas del supermercado. Entre uniformes de colegio, camuflados militares que necesitábamos bordar y cuidando a la bebé ... Así pasaba entretenida yo junto con mi tía, ella no era tan expresiva , pero no teníamos problemas y nos entendíamos bien. Veía poca Televisión, ya que en ese cuarto no había electricidad, padecía de calores, a veces dormía en mi antiguo cuarto, el cual ya tenía más camas porque habían trasladados a mis primos para allá. Más que todo dormía allí cuando mi tío Maicol llegaba, porque él no le agradaba el hecho de que me dejaran en ese cuarto oscuro y de poca ventilación. Hubo una época que me enviaron a Barrancas a trabajar con una familiar lejana, para que le apoyara con los quehaceres del hogar. Fueron como 2 meses, allá salía cada quince días con ellos y los acompañaba a parques de diversiones y esto y me sentaba muy bien, pero luego mi mamá se echó para atrás y me mandó a buscar y nuevamente comencé a padecer, esta vez ya salía en el pueblo, era más independiente y me enamoré de un nuevo vecinito (sobrino del dueño del supermercado), tenía ese acento paisa que me atrapaba. No me oponía en ir a hacer <<los mandados>>, porque le veía y éste siempre me atendía y me hacía carticas de amor. Recuerdo que les supliqué a mi familia que me dejaran el próximo año estudiar, y más porque el paisita estudiaría en el pueblo y así evidentemente lo hice. Repetí el año, no me fué excelente pero no perdí ni una asignatura. <<El paisita>> para mi desgracia se lo llevaron para su tierra y no supe más de él. Mis sobrinos nunca me han respetado, siempre andan inventando cosas mías. En una ocasión me vieron hablando con otro chico que comenzó a trabajar en el supermercado y les dijeron a mis padres que nosotros nos besábamos, cosa que era falsa, solo hablábamos como amigos, además él tenía novia y tenía 17 años de edad, era muy grandecito para mí. Nuevamente me encerraron en el cuarto oscuro... y así ha transcurrido mi vida con ellos, quiero cumplir mayoría de edad rápidamente para irme a Panamá con mi verdadera madre y ser feliz, porque con mi familia son pocos los momentos en los que me siento dichosa".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro