6
El primer abrazo en mucho tiempo
Al día siguiente Taehyung no sabía con qué cara observar a Noah: odio, odio puro.
Para suerte de Jungkook, Taehyung había logrado calmarlo durante toda la mañana, ocasionando que nadie que no fuera él se le acercara a Jungkook. Es así como Taehyung estaba ayudando a limpiar toda la basura, cáscaras de bananas y papeles arrugados que aquellos idiotas habían dejado ahí.
—Huele terrible — comentó Jungkook lanzado una cáscara de banana podrida directamente al cesto de basura.
— ¡Como tu! — le gritó Noah quien pasaba para entrar a su próxima clase. Taehyung rodó los ojos y acto seguido le sacó el dedo del medio. Noah se fue tan orgulloso como siempre.
— No entiendo porque existen personas que solo saben llamar la atención molestando a otros.
Jungkook alzó lo hombros en respuesta.
— Él es... demasiado molesto. — ambos terminaron de quitar toda la basura del casillero, entonces Taehyung comenzó a pasar el trapo con desinfectante que había pedido en preceptoria cuando apenas vió que el casillero de Jungkook estaba lleno de basura.
— Ah, qué importa ese inútil... — Taehyung limpió muy bien el casillero y le dijo a Jungkook que esperase a que se secara para guardar sus cosas. — Oye Ggukie... ¿qué vas a hacer mañana? Es sábado y pensé que podríamos ir a divertirnos un poco. — dijo muy sutilmente.
— Oh... tengo cita con el psicólogo. Voy todos los sábados y miércoles.
Taehyung asintió con la cabeza, algo decepcionado, pues lo tenía que dejar que tomara sus citas con tranquilidad.
— Y... ¿a qué hora sales?
— A las cuatro. Solo voy una hora.
— Y... ¿No quieres que te pase a buscar después?
— ¿Para qué? — Jungkook no quería pasear con Taehyung ¿Qué pensaría la gente al respecto? se lo tenía que decir — Ya te lo he dicho... no puedes juntarte conmigo.
— Me voy a juntar de todas formas aunque no quieras.
Jungkook se lo quedó viendo.
— ¿Porque alguien como tu se quiere juntar con alguien como yo? no lo entiendo. No entiendo porque sigues ayudandome. Yo no puedo hacer nada por ti a cambio.
Taehyung se echó a reír, acto seguido apoyó el trapo con desinfectante en el interior de casillero de Jungkook y para la sorpresa de este, Taehyung lo atrajo hacia él y lo abrazó como nunca antes lo habían abrazado. Jungkook quedó con el mentón apoyado en el hombro de su Hyung, sin siquiera levantar sus brazos para tocar el cuerpo del contrario. ¿Cómo podía atreverse a hacer eso? Noah le diría que no lo haga.
— ¿Podrías dejar de decir esas cosas sobre ti? — le susurró Taehyung en el oído, y en ese momento Jungkook se sintió cálido, muy cálido. Quiso abrazarlo pero temía de su fealdad.
Fealdad que claramente no existía.
— ¿Por qué no te das una oportunidad para estar mejor, para ser mejor que todas esas críticas estupidas que ese tarado te hace?
—Es que... no debería. — se lamentó Jungkook, y sin darse cuenta apoyó de lado la cabeza en el hombro de su Hyung, Tae sonrió y lo apretó más contra su cuerpo y por fin Jungkook lo abrazó: hacía ya mucho tiempo que nadie lo abrazaba, extrañaba lo que era sentir el cuerpo cálido de la otra persona. De todas formas se estaba muriendo de calor. La escuela no contaba con aire acondicionado.
El olor a menta que Taehyung llevaba puesto invadió sus fosas nasales, le encantaba.
En ese momento Jungkook se rió.
— ¿Qué? — preguntó Taehyung confundido, pero no lo soltó, él se descubrió a sí mismo en ese abrazo: le gustaba abrazar el cuerpo tan flaquito de Jungkook, se sentía fuerte, fuerte para protegerlo y ayudarlo.
— Es que... me gusta... me gusta estar así.
— A mi igual. — Taehyung se alejó de él para mirarlo a los ojos y le sonrió también. — Entonces... ¿quieres que te pase a buscar el sábado?
Jungkook se lo pensó durante un minuto y luego le dijo:
— Mejor te lo hago saber mañana, después de la cita con el psicólogo.
— Está bien, ¿Me das tu número, tesoro?
Jungkook se puso colorado, y Taehyung se dio cuenta, pues no llevaba su barbijo puesto.
Jungkook extendió su mano para que Taehyung le prestara su celular y allí anotó su contacto y Taehyung le envió un mensaje de Whatsapp para que ya lo agendara.
El timbre sonó y Taehyung le dijo que debía ir a su próxima clase. Tenía un examen y había estudiado bastante como para aprobar, no dejaría pasar su oportunidad de levantar la materia.
Jungkook lo acompañó hasta su salón y lo vió entrar, Taehyung se sentaba en los asientos del medio con su hermano. Jin saludó con la mano a Jungkook y él le devolvió el gesto. Algunas chicas se voltearon para ver a quien saludaba el hermoso de Jin y más de una quedó encandilada por Jungkook.
Pero para su mala suerte él creyó que lo miraban con asco, y era todo lo contrario. Claramente pensaría eso, pues él estaba en dos cursos por debajo, tenía dos años menos que ese curso, ¿con qué cara iban a verlo sino?
Jungkook se fue a paso rápido hasta el salón de tercero. Alejado de los del último curso.
Y en ese momento la chica que lo había visto se levantó corriendo de su asiento para llegar hasta donde estaban los hermanos Kim.
— Jin Oppa, dime quién es ese chico tan lindo... — pidió la chica con un puchero.
Taehyung se sorprendió, pensó lo peor en ese momento.
— Se llama Jungkook, está en tercero. — Contestó Jin sin mirar a Lisa a los ojos.
— Oh... no es legal, mierda. — Se quejó ella.
— ¿Te parece lindo? — le preguntó Taehyung, celoso.
— ¿Acaso no lo viste? Caray Kim, ese chico te pasa.
Taehyung entreabrió los labios y Jin lo miró.
— Ju ju, espejito espejito, dime quien es el más hermoso de todo el mundo — se burló su hermano. — creo que te acaban de robar el puesto.
— Mejor — admitió con una sonrisa Taehyung. Miró a Lisa con cara de advertencia — lo siento pero ya le eché el ojo, querida. — le sonrió burlón.
— Oh... ¿es gay? — preguntó Lisa con decepción en su rostro. El profesor de Historia entró dando los buenos días.
— Si no lo es... — comenzó Jin — Taehyung lo hará gay tarde o temprano.
— En realidad creo que sí, lo es. — sacó conclusión Taehyung. — no parece haberle molestado que le dijera que me acostaría con él. Así que...
— ¡¿Como que le dijiste eso?! — le gritaron Lisa y Jin al mismo tiempo.
— Qué bruto eres, Kim Taehyung — se quejó Lisa — deberías haber sido un poco más sutil.
— ¡Pero es la verdad! — se excusó él levantando las manos en el aire. — Perdiste todas tus oportunidades, querida Lisa.
Lisa negó con la cabeza.
— ¿No tiene un amigo así de lindo como él? — preguntó interesada.
Taehyung hizo una mueca llena de tristeza.
— Lamentablemente hay un chico estúpido llamado Noah que dedica su vida a alejar a las personas de él. Hasta ahora soy el único que le ha hablado en todo este tiempo. Jungkook me dijo... me dijo que hace tiempo que nadie se le acerca, así que hoy lo abracé y lo invité a salir mañana. ¡Ya tengo su número!
Lisa le sonrió con tristeza, cómo es que alguien podía ser tan cruel.
— Entonces animalo, TaeTae. — le guiño un ojo y se encaminó a su pupitre, lista para machetearse en el examen.
— Luego me lo cuentas todo — le dijo Jin, guardando sus apuntes.
— Claro...
Y en ese momento Taehyung sonrió al recordar la risita de Jungkook sobre su hombro.
Ambos se habían sentido muy a gusto en ese momento.
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