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No habían pasado ni dos días de reposo que Taehyung ya había vuelvo a la escuela en contra de los caprichos de su madre y su hermano. Él solo quería ver a Jungkook ser feliz por verlo aparecer en la escuela.
Eso era el motor que le daba la fuerza para continuar de pie y no desmoronarse. No era capaz de ver a Jungkook sufrir por su ausencia. Sería su culpa si Jungkook llegaba a tener otro ataque de pánico si el no estaba.
Y no quería correr ese riesgo.
Así que ese día para compensar su ausencia le llevó un regalo que Jungkook se negó a aceptar al principio. Taehyung le había regalado un ramo de rosas y un libro de Stephen King, bastante caro, pero como él podía permitirselo, le regalaría todos los libros que quisiera, con tal de hacerlo feliz y ver ese rubor en sus mejillas...
Pero lo que Taehyung desconocía era que Jungkook pensaba que se le estaba creando una deuda gigante de regalos que debía devolver. Eso gracias a su maldita autoestima de no creer ni por un solo segundo que su sola presencia era el mejor regalo que Kim Taehyung podía obtener todos los días de su vida.
- Te extrañé demasiado durante todo ese tiempo - le contaba Jungkook a Taehyung mientras veían una película en el auto cine. Había decidido pasar el sábado como una cita. Era de noche y todo estaba perfecto, incluyéndo el picnic que se habían armado dentro del auto.
Estaban viendo una película vieja, que mucho no les importaba, pero la entrada era gratis y ellos estaban juntos, eso era lo que contaba.
- Pero ya estoy devuelta Jungkook. Hace días que me vienes diciendo lo mismo... - a Taehyung le parecía algo pesado de su parte que todo el tiempo se lo estuviera diciendo. Pero no iba a decirle nada, Jungkook tenía que aprender solito a independizarse.
- Lo sé, pero es que te quiero mucho, y todos los días pienso que estuviste tan mal y yo no estuve ahí para cuidarte.
Entonces Taehyung entendió todo. Esa era la razón por la cual Jungkook no dejaba de repetirlo una y otra y otra vez.
- ¿Acaso te sientes culpable por no haberme podido ayudar? - Taehyung dejó de prestarle atención a la película y en cambio tomó la mano de Jungkook con fuerza, aferrándose a él.
Jungkook asintió cabizbajo. Él había querido estar ahí para su Hyung y no había podido.
- Ya, qué va, bebé... Ahora estamos juntos y eso es lo que importa. ¡Recuperaremos todas esas semanas que no estuvimos juntos! Lo prometo Bebito. - Taehyung se acercó para darle un beso en la comisura de los labios y Jungkook se acurrucó en el hombro del mayor.
Todos sus problemas se iban cuando estaba con Taehyung, todo podía arreglarse de esa manera.
Gracias a Taehyung la vida de Jungkook estaba empezando a tomar un orden. Lo iba a agradecer infinitamente por ello.
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