Capítulo 2.
Alexis estaba sentada en una pequeña banqueta fuera de la tienda de conveniencia. Ella mordisqueaba unos dulces de fresa mientras deslizaba su dedo por la pantalla de su teléfono, observando las publicaciones que habían hecho sus seguidores y las personas que ella seguía en redes sociales.
Cuando alzó la mirada, ella vio que Zayn estaba del otro lado de la calle esperando que el semáforo cambiara de color para poder cruzar. Y al momento en que eso sucedió, él atravesó la carretera con largas zancadas. A medida que él se iba acercando, Alexis pudo darse cuenta que Zayn no venía con el mejor humor.
Ella quiso rodar los ojos, sin embargo, se contuvo y forzó sus labios para que se curvaran en una pequeña sonrisa.
—No puedo creer que vas a tener que trabajar con ese hijo de puta —fue lo primero que dijo Zayn cuando llegó junto a ella.
Alexis suspiró y se encogió de hombros. Ella siempre intentaba evadir las discusiones y más si éstas eran con su novio porque él no tenía el mejor temperamento. Zayn era un chico extremadamente celoso y posesivo, fanático del control y con serios problemas de ira. Él era toda una joya.
—Es un simple trabajo, no entiendo por qué haces tanto escándalo por eso —Alexis murmuró e impulsó su cuerpo para colocarse de pie.
—Es que tú no entiendes
—Por supuesto que no entiendo —ella dijo— ¿Cómo lo haré si nunca me has dicho por qué lo odias tanto?
El cuerpo de Zayn se tensó ante la pregunta de su novia. El tema del por qué odiaba a Travis no era algo de lo que a él le gustaba hablar, era una parte de su pasado que él intentaba olvidar y que trataba de mantener enterrado en lo más profundo de su mente.
—Sabes que no me gusta hablar de eso —él respondió y aunque trató que su voz sonara relajada no lo consiguió.
Alexis asintió —Claro
Ella empezó a caminar, pero fue abruptamente detenida por Zayn, la mano del chico se enredó alrededor de su brazo, impidiéndole dar un paso más.
—No me dejes hablando solo, sabes que odio cuando lo haces —él advirtió.
Alexis lo miró hacia atrás —Y tú sabes que odio cuando me ocultas cosas. Soy tu novia, no soy una completa desconocida.
—Que seas mi novia no significa que yo debo hablarte cada maldita cosa sobre mi vida.
—Dios mío, por supuesto que no —ella se liberó de su agarre—. No quiero que me cuentes cada cosa que haces al día. Lo único que te estoy pidiendo es un poco de transparencia y que me ayudes a entender algunas de tus actitudes.
—¿Por qué diablos tienes que ser tan entrometida?
Ella alzó las cejas, una expresión de incredulidad se dibujó en su cara. ¿Zayn la estaba llamando entrometida a ella? Alexis quiso reír ante la pregunta. El descaro de Zayn era hilarante por no decirlo menos.
—Si crees que preocuparme por ti es ser entrometida, bien por ti —ella alzó las manos en señal de derrota—. Lo único que quiero es entenderte, pero no haces más que apartarme y ya me estoy cansando.
—Alexis... —Zayn la llamó, pero ella continuó caminando—, Alexis, te estoy hablando, maldita sea.
La chica apuró el paso mientras se repetía una y otra vez no voltear para verlo. Estaba cansada de ser siempre la que daba el brazo a torcer, la que pedía disculpas aun cuando la culpa no era suya, la que debía guardar silencio y no protestar.
Esa relación era tan dañina y aun así ella no podía salir de esa red de toxicidad. No podía. Y no quería.
Cuando llegó a su casa, Alexis cerró la puerta y dejó escapar un suspiro al estar dentro de la seguridad de su vivienda. El silencio era absoluto y ella podía escuchar el incesante latido de su corazón acompañado con la irregularidad de su respiración.
Alexis Burge cerró los ojos, sintiendo como una nueva grieta aparecía en su corazón.
De pronto, un fuerte golpe la hizo saltar contra la puerta. ¿Él la había seguido hasta su casa?
—¿Es que no entiendes que no quiero seguir hablando contigo? —Alexis dijo apenas abrió la puerta, llevándose la sorpresa de que no era Zayn quien estaba frente a ella sino Kendra, una de sus amigas— Hola, lo siento, no me imaginé que eras tú.
Kendra alzó las cejas —No si ya me doy cuenta de eso. ¿Qué diablos te pasó? Luces como si te hubieran dado una paliza.
Alexis dio un paso lado y le cedió el paso a su amiga, cerrando la puerta cuando ambas ingresaron a la casa. Ellas fueron hasta la sala y lanzaron sus cuerpos sobre el sofá.
—No me digas —Kendra alzó la mano cuando Alexis estaba a punto de hablar— Zayn otra vez, ¿no?
Alexis asintió y se frotó la frente —Lo mismo de siempre
Ella le contó brevemente lo que había sucedido y no se sorprendió por las muecas de mala leche que Kendra hacía conforme la historia iba tomando forma. Para Alexis no era un secreto que sus amigos eran los anti fans número uno de su novio. Y no los culpaba, por supuesto.
—Lo amo, pero...
—Ya no lo soportas, ¿verdad? —Kendra completó la oración y Alexis asintió— Esa relación te hace mal, Lexi. Tienes que romper con él, te lo he dicho un millón de veces. ¿Hace cuánto tiempo no puedes entablar una conversación con un desconocido como lo hacíamos antes?
Alexis quiso responder, pero el silencio fue respuesta suficiente.
—Exactamente —Kendra señaló—. Ese tipo está enfermo, es un psicótico. Él quiere controlar cada pequeño aspecto de tu vida como si tú fueras de su propiedad. Tu vida social se ha reducido al mínimo desde que comenzaste a salir con él.
—Me da miedo —ella murmuró, sin atreverse a alzar la mirada—. Él es como una bomba de tiempo y solo debo presionar levemente sus botones para que explote.
Kendra la observó fijamente. A ella no le sorprendería si Zayn hubiera amenazado a Alexis con hacer alguna locura si ella decidía terminar con él.
—Exactamente por eso te lo estoy diciendo —Kendra susurró—. Termina con él.
Alexis sonrió y asintió, aunque ella misma sabía que no haría el mayor intento por terminar con Zayn. Dios, era tan estúpida... se mentía a ella misma, tratando de convencerse que él iba a cambiar en algún momento, pero no importaba qué ocurriera, los cambios que él tenía siempre eran para peor.
Kendra quería seguir insistiendo hasta el momento en que Alexis tomara su teléfono y decidiera enviarle un mensaje de texto a Zayn diciéndole que la relación se terminaba, pero eso era demasiado bueno para ser verdad. Él se había metido bajo la piel de su amiga y por más que lo intentara, Kendra no podía desintoxicarla. Era como si estuviera nadando contra la corriente.
***
Alexis terminó de realizar algunos deberes para el día siguiente y no se molestó en ordenar los cuadernos sobre el escritorio, convenciéndose de que ya podría hacerlo en la mañana, aunque ella sabía que era mentira.
Tomó el teléfono que estaba a su lado, percatándose que la batería finalmente se había acabo y el teléfono estaba apagado. Ella lo conectó al cargador y mientras el móvil se cargaba un poco y se encendía, ella fue hasta el baño y se cepilló los dientes.
Cuando iba de regreso a su habitación, Alexis se encontró con su madre en el pasillo e intercambiaron breves palabras antes de dirigirse cada una a su cuarto.
La muchacha se acostó y cuando tomó el teléfono y la pantalla se iluminó, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. Había un montón de llamadas perdidas de Zayn, mensajes sin leer y de tan solo pensar en lo que dirían esos mensajes hacían que el estómago de Alexis se apretara en un nudo.
"Perdóname" "Fui un estúpido" "Sabes que te amo, ¿verdad?" "No quise hacerte sentir mal" "¿Por qué no me respondes los mensajes?" "Respóndeme cuando te escribo, mierda" "¿Qué demonios estás haciendo?" "Lo siento, ¿sí?" "Maldición, ¿ahora me bloqueaste?" "Te amo, Alexis. Tú lo sabes y yo lo sé"
Alexis tragó saliva y decidió no responderle nada. ¿Qué podría responderle de todos modos? Dijera lo que dijese, él siempre encontraría la manera de hacerla ver como a ella la culpable. No había manera en el infierno de mantenerlo feliz.
La mente de Alexis era un torbellino de pensamientos, pero había uno que resaltaba entre todos los otros.
Ellos necesitaban un tiempo.
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