Jimin llegó justo a las 6 de la tarde, y yo me había pasado toda esa hora rechazando los deliciosos tés de Suran y que prácticamente Kihyun me este metiendo los dedos en la boca para que coma algo, sabía que eso pondría celoso a Jimin y yo no quería ponerlo así.

Venía con una mueca triste, lo note porque no sonrió al verme, solo se escondió entre mi abrigo y oculto su rostro en mi camisa, y lo entendía, en parte.

Luego se coloco el delantal y marcó en la computadora, enseguida comenzó a hacerme un café y note que en una esquina escondida de la barra había una pequeña cajita con papeles y un lápiz dentro. Jimin no decía nada, me observaba a mi como si quisiese decirme algo, pero no lo hacía. Mi curiosidad se baso en ver como escribía en uno de esos papeles y como lo doblaba para dejarlo junto a mí café.

—Toma— susurro pesado, sirviendome y dejando reposar su barbilla en su mano apoyado en la barra.

Me ocultas algo, lo sé.
Dímelo.

Bien, me descubrió.

Suspire, abriendo de mi bolso y sacando aquella carpeta con el logo de mi universidad para luego entregársela. Tomé la taza y trague un gran sorbo al verle con el ceño fruncido, esperando cualquier reacción cuando finalmente la abrió, dejando a la vista esos papeles que alguna vez los vio.

—¿Qué es esto?

—Dímelo tú— quería que lo dedujera. Hizo una mueca antes de leer.

—Estos son... Los trámites de una carrera universitaria... malditamente costosa— bingo, el no quería decir que eran los papeles de la carrera que el había elegido, solo los nombro como si fuesen de cualquier carrera.

Tome otro sorbo, levantando una ceja y queriendo reír al ver su gran confusión.

—No entiendo, Yoongi— negó con su cabeza —. ¿Porque me pasas esto?

Puse los ojos en blanco al darme cuenta que Jimin estaba siendo demasiado cabezota y que el solo no podría deducir ni un cuarto de la mierda que quiero decirle.

—Voy a pagarte la carrera, ¿entiendes?— su rostro fue un poema, pensaba que se enojaria y que me tiraría el café en la cara o se alegraría y querría casarse conmigo y cuidar un perrito llamado Holly. Pero pestañeo.

—No entiendo.

Alguien por favor que le de un puto golpe, antes de que se lo de yo.

Suspire frustrado y me pase las manos por la cara.

—Voy a pagarte la carrera, la matricula, los libros, los instrumentos, lo que sea para que tu puedas estudiar— su cara se volvió palida —No me importa si me gasto toda la mierda de dinero que tenga en la universidad, pero quiero verte feliz, descansado, estudiando lo que te gusta y dejando de trabajar tanto porque no te hace bien estar encerrado entre tu casa y esto.

Sus manos comenzaron a temblar, bajo la mirada a las hojas y negó con la cabeza lentamente.

—N-no yo...

—Soy capaz de hacerlo... Pero solo con tu consentimiento— me acerque a acariciar su mejilla —Si tu no quieres, esta bien, no importa— sentí como se apegaba a mi tacto y como sus mejillas se humedecian —Piénsalo, ¿sí?, sin presiones, no te obligare a aceptar. Pero piénsalo bien, estoy dispuesto a darte todo el dinero que necesites en la universidad porque te quiero, no quiero que luego te arrepientas.

El asintió a duras penas, y se dejó caer derrotado encima de la barra. Yo acaricie sus cabellos y bese su nuca con cariño. Sus emociones estaban a flor de piel y dejaría que descargará toda esa frustración e impotencia que sentía mientras le consolaba.

Tal vez, esa noche lo llevaría a mi departamento, y dormiría con el para protegerlo y mimarlo como se lo merece.

joanne | 180222

Siento que si viene otro grupo a Chile voy a enloquecer y derrochar plata en entradas :v