No se que debo hacer en una situación como esta.

Bueno, no es como si estuviese mintiendo, yo estoy con Jimin, le doy besos cuando me lo pide y dejo que invada mi espacio personal, pero nunca le había hecho saber que estaba tan feliz por tener algo con alguien tan bonito como el.

Dios, una vez en un momento incómodo con Jungkook, le tire confeti que llevaba guardado en el bolsillo y salí corriendo mientras el estaba distraído, ¿donde esta mi confeti ahora?

Sonreí como idiota cuando Jimin se acercó a mi en la acera, y mis manos no pudieron mantenerse tranquilas que acune su rostro entre mis manos, acaricie con mis dedos por detrás de su oreja y lo sentí estremecerse. Sus ojos seguían abiertos por la sorpresa y yo comencé a sentirme nervioso.

—Eh... No creas lo que le dije a Kihyun. Ya sabes como es, es muy metiche y dije lo primero que se me vino a la cabeza y no pensé que tu estarías atrás y ahora piensas que soy un idiota y no lo soy— lo dije tan rápido que Jimin frunció el ceño, supongo que intentando entenderme mientras yo tomaba aire, pero al darme cuenta de lo que dije negué con la cabeza —¡No no no!¡No es que no sea feliz con-!

Jimin me detuvo, poniéndose de puntitas y plantado un fuerte beso en mis labios. Dios mío santo, debería hablar más seguido, si es que así consigue callarme. Cerré los ojos y le segui el beso, internando mis manos bajo su sweater para sujetar su cadera y atraerlo más hacia mi.

Si, definitivamente podría bailar de felicidad con esto.

Jimin se separo con fuerza, exhalando en busca de aire y sonriéndome sin mostrar sus dientes y achinando sus ojitos —Te quiero.

joanne | 180120