¿Que se supone que debo hacer luego de declararmele inconscientemente a Jimin?

¿Debo llevarle flores?

¿Chocolate?

Me sentía ansioso, conocía esa sensación y no me agradaba del todo.

De pronto me veía entrando en la cafetería con un pequeño diente de león que había recogido en el camino. ¿Cuando había llegado hasta aquí y porque exactamente con un diente de león? Me sentía un estúpido, soy un estúpido.

Tragame tierra.

Yo no me sonrojaba jamás, nadie en la vida había sido capaz de sonrojar al gran Min Yoongi, pero al parecer el día no estaba de mi lado porque con el jodido frío mi nariz y mis pómulos se encontraban rojos a reventar, ugh.

Me quedé parado como un estúpido en la puerta, vi como Jimin levantaba la vista al escuchar el tintineo de la puerta al ser abierta. Y sonreí inconscientemente al ver una sonrisa de oreja a oreja cruzar por su rostro y sus ojitos de alcancía brillar. Corrió hasta mi sin importarle la caja registradora y la señora que estaba allí esperando a comprar.

—Yonnie...— le escuche decir bajito antes de tenerlo entre mis brazos.

Lo tome de la cintura y aspire el olor a chocolate y café que siempre inundaba su cabello singular. Y al separarme un poco para saludarlo bien, me quede como idiota sin saber en donde besarle, no quería tomarme la libertad de besarle los labios porque aún estábamos en ese hiatus que no pasaba de amigos, por lo tanto, bese su frente con cariño.

—Hola... — susurre yo, recibiendo otra radiante sonrisa y una mirada curiosa a aquel diente de león ya no tan esponjoso como antes —Uh... Para ti— me rasque la nuca haciendo una mueca y extendiendo la pequeña flor a Jimin.

Este elevo sus cejas sorprendido, tomó la flor entre sus dedos y le dio una vuelta, observándola bien —Podría acostumbrarme a esto...

En ese momento, la vergüenza me inundó, por lo que baje la cabeza y me fui a sentar a una mesa para ocultarme entre mis brazos hasta desaparecer.

Poco después oí la cerámica siendo estrellada suavemente frente a mi, y como la silla de mi lado se ocupaba. Y me alarme al sentir unos suaves y esponjosos labios chocar contra mí oreja, por lo que levante la vista, encontrándome con un café y una nota, y Jimin al lado.

Te quiero, Yonnie 💕

Tal vez, yo también podría acostumbrarme a esto.

joanne | 171129